Cuando era pequeño, vi un documental que me impresionó profundamente. En dicho documental, se hacia un experimento en el cual soltaban 20 murciélagos en una habitación de 4x4 metros, atravesada esta por hilos metálicos, y en la más profunda oscuridad.
Como se lo imaginarán, los murciélagos volaban dentro sin chocar entre ellos, y muchísimo menos con los hilos.
No me impresionó su fantástico sistema de sonar, no, lo que me impresionó, fueron sus reflejos. Cada individuo de la bandada era capaz de vencer la inercia provocada por su cálido vuelo y cambiar de dirección en centésimas de segundo, esquivando hábilmente los hilos, y los otros 19 individuos.
Si tenemos en cuenta, que en cada instante, la velocidad, dirección, y posición de cada bicho cambia, y con las anteriores la posición de los hilos respecto a ellos, podemos deducir que no se puede calcular un sistema predecible para trazar una ruta de vuelo, no, cada milisegundo, estas simpáticas criaturas del Señor, deben percibir, calcular, y ejecutar su ruta de vuelo.
Hay varios tipos de reflejos, pero los condicionados, que son los que se dan a través del aprendizaje, son los más lentos, y más aun si no son una respuesta directa a un estímulo (como cerrar los ojos ante la cercanía de un objeto) si no que implican una obtención, y procesamiento de una información antes de dar pie a una respuesta física.
Hay otros ejemplos, como un pájaro persiguiendo a otro a velocidades de vértigo y con repentinos cambios de velocidad, dando la impresión de estar unidos por un hilo, o moscas, hormigas y muchos insectos que toman decisiones a velocidades abismales, o bancos de peces, que se mueven al unisono.
A lo que voy con todo esto, es que el sistema nervioso de los bicharracos, al igual que los procesadores informáticos, están limitados por la velocidad a la que puedan circular los impulsos eléctricos a través de las neuronas/transistores así como la velocidad de estos órganos para captar e interpretar información, y no puedo evitar pensar que ellos perciben el tiempo de otra manera, dicho de otro modo, creo que viven más rápido.
Se que suena un poco raro, pero es que no encuentro información que me explique estos fenómenos adecuadamente, así que saco las conclusiones que puedo con la información de la que dispongo.
Bueno, insto a las mentes de esta casa a que arrojen un poco de luz sobre este asunto, o en su defecto, inventen teorías peregrinas como lo hago yo.
Como se lo imaginarán, los murciélagos volaban dentro sin chocar entre ellos, y muchísimo menos con los hilos.
No me impresionó su fantástico sistema de sonar, no, lo que me impresionó, fueron sus reflejos. Cada individuo de la bandada era capaz de vencer la inercia provocada por su cálido vuelo y cambiar de dirección en centésimas de segundo, esquivando hábilmente los hilos, y los otros 19 individuos.
Si tenemos en cuenta, que en cada instante, la velocidad, dirección, y posición de cada bicho cambia, y con las anteriores la posición de los hilos respecto a ellos, podemos deducir que no se puede calcular un sistema predecible para trazar una ruta de vuelo, no, cada milisegundo, estas simpáticas criaturas del Señor, deben percibir, calcular, y ejecutar su ruta de vuelo.
Hay varios tipos de reflejos, pero los condicionados, que son los que se dan a través del aprendizaje, son los más lentos, y más aun si no son una respuesta directa a un estímulo (como cerrar los ojos ante la cercanía de un objeto) si no que implican una obtención, y procesamiento de una información antes de dar pie a una respuesta física.
Hay otros ejemplos, como un pájaro persiguiendo a otro a velocidades de vértigo y con repentinos cambios de velocidad, dando la impresión de estar unidos por un hilo, o moscas, hormigas y muchos insectos que toman decisiones a velocidades abismales, o bancos de peces, que se mueven al unisono.
A lo que voy con todo esto, es que el sistema nervioso de los bicharracos, al igual que los procesadores informáticos, están limitados por la velocidad a la que puedan circular los impulsos eléctricos a través de las neuronas/transistores así como la velocidad de estos órganos para captar e interpretar información, y no puedo evitar pensar que ellos perciben el tiempo de otra manera, dicho de otro modo, creo que viven más rápido.
Se que suena un poco raro, pero es que no encuentro información que me explique estos fenómenos adecuadamente, así que saco las conclusiones que puedo con la información de la que dispongo.
Bueno, insto a las mentes de esta casa a que arrojen un poco de luz sobre este asunto, o en su defecto, inventen teorías peregrinas como lo hago yo.