Gunnr30
Forero del todo a cien
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"Joder, que largas se hacen las tardes, todavía nos quedan mas de 2 horas de servicio" piensa el cabo Castaño.
Por el momento la tarde esta siendo tranquila, solo una identificación de unos chavales fumando porros en un parque detrás del ayuntamiento. Se podían haber llevado una denuncia a la 1/92 – 300 euros – pero al final se ha quedado la cosa en una regañina y una “invitación” a que se vayan a otro sitio la próxima vez donde los vecinos no les vean.
“Cabo, yo me los hubiera fundido” dice Olmedo, un joven guardia, que solo lleva dos años en el Cuerpo y aún se creé que puede cambiar el mundo.
“Déjalos, bastante tienen con el futuro que les espera en este país” responde Castaño, que además de burbujista, es pesimista por naturaleza y al cual los casi 15 años de servicio no le han hecho mas que confirmar su forma de ser.
En la radio del viejo e indestructible Megane (mas de 300.000 kilómetros y ahí esta el cabrón) están hablando en la habitual tertulia de la tarde los supuestos expertos en todo. Un día te hablan de la economía, otro de educación, otro de política internacional... Hoy toca de inmigración. O mejor dicho, de las bondades de la inmigración.
“Vaya panda de hijos de puta” piensa Castaño, acostumbrado a que hablen de inmigración precisamente los que menos la padecen día a día, viviendo en sus chalets de alto standind (chalets de ricos se decía antes) en urbanizaciones con vigilancia privada y cámaras y alarmas por todos lados.
“Bravo-14, Bravo-14 de COS”
“Adelante COS para Bravo-14”
“Diríjanse a la calle Benavente nº 24 de la localidad de Misent, una mujer refiere haber sido amenazada por su marido”
“QSL, nos dirigimos al lugar”
Al cabo Castaño ya se le ha cambiado la cara, sabe que en el horizonte se divisa la activación del protocolo VIOGEN, o lo que es lo mismo, que el tío se va a quedar detenido diga lo que diga (a ver quien es el guapo que se juega el uniforme) y, por tanto, hoy terminará al menos un par de horas tarde mientras llama al abogado, hace el atestado, etc.
Olmedo se ha puesto contento. Le gusta la acción (todavía) y un detenido rompe la monotonía de la tarde. Castaño sabe que se pone como un pavo real cuando le pone los grilletes a alguien, le hace sentirse poderoso e importante. Además no tiene mujer e hijos esperándole para cenar en casa.
“Cabo, ¿meto los rotativos y la sirena?”
“Venga, dale, a ver si nos pulimos el tema rápido”
Al llegar se encuentran lo mismo de siempre últimamente. Un matrimonio de “clase media” (o eso se creían) venido a menos. Ya se sabe, cuando la pobreza entra por la puerta...
Ella, que algún día debió ser guapa, dice que él, que algún día debió ser feliz, le ha insultado y se han peleado. Quiere que se lo lleven.
“Señora, ¿pero le ha amenazado?” pregunta Castaño, mientras por el rabillo del ojo ve a Olmedo sacando los grilletes de la funda.
“No exactamente, pero me ha insultado y tengo miedo de que me haga algo. Ya se lo he dicho a su compañero de la central y he llamado al abogado que me lleva la separación. Quiero que se lo lleven detenido”
Lo tiene muy clarito. Casi parece que alguien se lo hubiera aconsejado...
Castaño sabe que no le queda mas que llevarse puesto al marido. Hay cosas que se pueden torear, pero esta no es una de ellas. En este tema todo el mundo se la coge con papel de fumar y no va a ser él el que se juegue el pan de sus hijos.
“Caballero, lo siento pero tenemos que detenerle por un delito de violencia de género”
“¿A mi? Pero si no he hecho nada, lo que pasa es que nos estamos separando y hemos discutido por el tema de la casa y el dinero. Si es verdad que le he dicho que era una hija de puta, pero ella a mi me ha dicho eso y mucho mas. Me esta haciendo la vida imposible y provocando continuamente. Incluso ya me había dicho alguna vez que si me ponía tonto les llamaba a ustedes y decía que le había amenazado”
“Mire, le entiendo, de verdad, pero las leyes están como están y no nos queda más remedio que detenerle. Esto lleva unos trámites que no podemos evitar”
Ha habido suerte, al final el marido entiende como están las cosas y no se ha resistido. Mas bien al revés, de camino al cuartelillo no hacía mas que llorar mientras preguntaba si por favor podíamos quitarle las esposas (que tan diligentemente le había puesto Olmedo).
Sabe que le espera una noche, al menos una, de calabozo. Lo que no sabe es lo que le espera después de esta noche. Mejor que no lo sepa de momento. Si no si que tendrá motivos para llorar...
https://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/410453-violencia-de-genero-vista-desde-coche-patrulla.html
Por el momento la tarde esta siendo tranquila, solo una identificación de unos chavales fumando porros en un parque detrás del ayuntamiento. Se podían haber llevado una denuncia a la 1/92 – 300 euros – pero al final se ha quedado la cosa en una regañina y una “invitación” a que se vayan a otro sitio la próxima vez donde los vecinos no les vean.
“Cabo, yo me los hubiera fundido” dice Olmedo, un joven guardia, que solo lleva dos años en el Cuerpo y aún se creé que puede cambiar el mundo.
“Déjalos, bastante tienen con el futuro que les espera en este país” responde Castaño, que además de burbujista, es pesimista por naturaleza y al cual los casi 15 años de servicio no le han hecho mas que confirmar su forma de ser.
En la radio del viejo e indestructible Megane (mas de 300.000 kilómetros y ahí esta el cabrón) están hablando en la habitual tertulia de la tarde los supuestos expertos en todo. Un día te hablan de la economía, otro de educación, otro de política internacional... Hoy toca de inmigración. O mejor dicho, de las bondades de la inmigración.
“Vaya panda de hijos de puta” piensa Castaño, acostumbrado a que hablen de inmigración precisamente los que menos la padecen día a día, viviendo en sus chalets de alto standind (chalets de ricos se decía antes) en urbanizaciones con vigilancia privada y cámaras y alarmas por todos lados.
“Bravo-14, Bravo-14 de COS”
“Adelante COS para Bravo-14”
“Diríjanse a la calle Benavente nº 24 de la localidad de Misent, una mujer refiere haber sido amenazada por su marido”
“QSL, nos dirigimos al lugar”
Al cabo Castaño ya se le ha cambiado la cara, sabe que en el horizonte se divisa la activación del protocolo VIOGEN, o lo que es lo mismo, que el tío se va a quedar detenido diga lo que diga (a ver quien es el guapo que se juega el uniforme) y, por tanto, hoy terminará al menos un par de horas tarde mientras llama al abogado, hace el atestado, etc.
Olmedo se ha puesto contento. Le gusta la acción (todavía) y un detenido rompe la monotonía de la tarde. Castaño sabe que se pone como un pavo real cuando le pone los grilletes a alguien, le hace sentirse poderoso e importante. Además no tiene mujer e hijos esperándole para cenar en casa.
“Cabo, ¿meto los rotativos y la sirena?”
“Venga, dale, a ver si nos pulimos el tema rápido”
Al llegar se encuentran lo mismo de siempre últimamente. Un matrimonio de “clase media” (o eso se creían) venido a menos. Ya se sabe, cuando la pobreza entra por la puerta...
Ella, que algún día debió ser guapa, dice que él, que algún día debió ser feliz, le ha insultado y se han peleado. Quiere que se lo lleven.
“Señora, ¿pero le ha amenazado?” pregunta Castaño, mientras por el rabillo del ojo ve a Olmedo sacando los grilletes de la funda.
“No exactamente, pero me ha insultado y tengo miedo de que me haga algo. Ya se lo he dicho a su compañero de la central y he llamado al abogado que me lleva la separación. Quiero que se lo lleven detenido”
Lo tiene muy clarito. Casi parece que alguien se lo hubiera aconsejado...
Castaño sabe que no le queda mas que llevarse puesto al marido. Hay cosas que se pueden torear, pero esta no es una de ellas. En este tema todo el mundo se la coge con papel de fumar y no va a ser él el que se juegue el pan de sus hijos.
“Caballero, lo siento pero tenemos que detenerle por un delito de violencia de género”
“¿A mi? Pero si no he hecho nada, lo que pasa es que nos estamos separando y hemos discutido por el tema de la casa y el dinero. Si es verdad que le he dicho que era una hija de puta, pero ella a mi me ha dicho eso y mucho mas. Me esta haciendo la vida imposible y provocando continuamente. Incluso ya me había dicho alguna vez que si me ponía tonto les llamaba a ustedes y decía que le había amenazado”
“Mire, le entiendo, de verdad, pero las leyes están como están y no nos queda más remedio que detenerle. Esto lleva unos trámites que no podemos evitar”
Ha habido suerte, al final el marido entiende como están las cosas y no se ha resistido. Mas bien al revés, de camino al cuartelillo no hacía mas que llorar mientras preguntaba si por favor podíamos quitarle las esposas (que tan diligentemente le había puesto Olmedo).
Sabe que le espera una noche, al menos una, de calabozo. Lo que no sabe es lo que le espera después de esta noche. Mejor que no lo sepa de momento. Si no si que tendrá motivos para llorar...
https://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/410453-violencia-de-genero-vista-desde-coche-patrulla.html
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