Las Declaraciones de Albertita de Monaco

Innombrable

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16 Feb 2005
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han levantado ampollas (juas q gracioso q soy)


aki una carta abierta q envia Luis del Val


CARTA ABIERTA A ALBERTO DE MÓNACO (07/07/2005)

Alteza:

Debo decir que ignoraba que usted perteneciera al Comité Olímpico, porque siempre le he visto en bailes y saraos de diferente naturaleza, y no sabía de su amor al deporte, de su emocionada dedicación, de las largas horas que ha dedicado a la musculación atlética, aunque se nota que lleva años sin practicar, porque ahora se le ve fondón y con más evidencias de consumir foie de canard que de consumir kilómetros sobre zapatillas. En realidad, de sus saltos y carreras del pasado sólo me había enterado de las corridas con azafatas, que todavía no se consideran deporte olímpico, aunque perteneciendo usted al Comité puede ser un ejercicio con posibilidades de pasar por el aro. Me imagino que su discreción y su modestia, su humildad y su recato, han mantenido ocultos esos méritos deportivos indudables que le han llevado con toda justicia ocupar ese puesto, aunque algunos puedan pensar que se trata de una de esas prebendas a las que se accede por motivos principescos.

Alteza, quiero agradecerle sus esfuerzos por ayudar a nuestra candidatura. Si ante la de Nueva York, la ciudad que ha sufrido el mayor atentado terrorista de la Historia, se mantuvo circunspecto y cauto, sin mentar el terrorismo, y sí lo hizo ante la de España, no puede ser por otra razón que por la de ser un hijo de su madre, es decir, de la elegante Grace Kelly, que amaba nuestro país, y lo visitaba con frecuencia. Sin duda, ese amor heredado, ese afecto, le llevó a usted a mentar el mayor inconveniente con que contábamos, con el noble objeto de que se despejaran las dudas de sus compañeros de Comité. Podía haber pasado olímpicamente de la cuestión, nunca mejor dicho, pero se notó enseguida su deseo de favorecernos, un detalle, Alteza, que no olvidaremos nunca, y que estoy seguro que los españoles, sabrán expresarle con arreglo a la importancia de su socorro, en cuanto venga por estas tierras, sobre todo por Madrid.

Alteza, estoy tan conmovido por el importante auxilio que concedió a la candidatura española que sólo puede decirle: gracias. Y, por corresponder ínfimamente el favor, le aconsejaría, ya que está tan preocupado por la seguridad, que se preocupe algo más de la seguridad de sus relaciones amorosas, y que emplee más a menudo el preservativo, porque aunque esté empeñado en recuperar las tradiciones reales y traer al mundo un gran número de hijos bastardos con ayuda de las correspondientes plebeyas, comprenda que si se han modernizado las monarquías también lo deben hacer los principados. No es cosa de que cambie los blasones, e instaure como escudo heráldico una ruleta sobre campo de gules o dos cartas del black jack con la flor de lis, que ya sabemos todos lo que nos podemos encontrar en Mónaco, sino de que su potencia procreadora se pueda neutralizar con una leve capa impermeabilizante. Al fin y al cabo, Alteza, creo que Europa ya soporta el suficiente número de Grimaldis.

Fuente https://www.cadenaser.com/seccion.html?id=5&anchor=serprohoysec
 
Innombrable rebuznó:
han levantado ampollas (juas q gracioso q soy)


aki una carta abierta q envia Luis del Val


CARTA ABIERTA A ALBERTO DE MÓNACO (07/07/2005)

Alteza:

Debo decir que ignoraba que usted perteneciera al Comité Olímpico, porque siempre le he visto en bailes y saraos de diferente naturaleza, y no sabía de su amor al deporte, de su emocionada dedicación, de las largas horas que ha dedicado a la musculación atlética, aunque se nota que lleva años sin practicar, porque ahora se le ve fondón y con más evidencias de consumir foie de canard que de consumir kilómetros sobre zapatillas. En realidad, de sus saltos y carreras del pasado sólo me había enterado de las corridas con azafatas, que todavía no se consideran deporte olímpico, aunque perteneciendo usted al Comité puede ser un ejercicio con posibilidades de pasar por el aro. Me imagino que su discreción y su modestia, su humildad y su recato, han mantenido ocultos esos méritos deportivos indudables que le han llevado con toda justicia ocupar ese puesto, aunque algunos puedan pensar que se trata de una de esas prebendas a las que se accede por motivos principescos.

Alteza, quiero agradecerle sus esfuerzos por ayudar a nuestra candidatura. Si ante la de Nueva York, la ciudad que ha sufrido el mayor atentado terrorista de la Historia, se mantuvo circunspecto y cauto, sin mentar el terrorismo, y sí lo hizo ante la de España, no puede ser por otra razón que por la de ser un hijo de su madre, es decir, de la elegante Grace Kelly, que amaba nuestro país, y lo visitaba con frecuencia. Sin duda, ese amor heredado, ese afecto, le llevó a usted a mentar el mayor inconveniente con que contábamos, con el noble objeto de que se despejaran las dudas de sus compañeros de Comité. Podía haber pasado olímpicamente de la cuestión, nunca mejor dicho, pero se notó enseguida su deseo de favorecernos, un detalle, Alteza, que no olvidaremos nunca, y que estoy seguro que los españoles, sabrán expresarle con arreglo a la importancia de su socorro, en cuanto venga por estas tierras, sobre todo por Madrid.

Alteza, estoy tan conmovido por el importante auxilio que concedió a la candidatura española que sólo puede decirle: gracias. Y, por corresponder ínfimamente el favor, le aconsejaría, ya que está tan preocupado por la seguridad, que se preocupe algo más de la seguridad de sus relaciones amorosas, y que emplee más a menudo el preservativo, porque aunque esté empeñado en recuperar las tradiciones reales y traer al mundo un gran número de hijos bastardos con ayuda de las correspondientes plebeyas, comprenda que si se han modernizado las monarquías también lo deben hacer los principados. No es cosa de que cambie los blasones, e instaure como escudo heráldico una ruleta sobre campo de gules o dos cartas del black jack con la flor de lis, que ya sabemos todos lo que nos podemos encontrar en Mónaco, sino de que su potencia procreadora se pueda neutralizar con una leve capa impermeabilizante. Al fin y al cabo, Alteza, creo que Europa ya soporta el suficiente número de Grimaldis.

Fuente https://www.cadenaser.com/seccion.html?id=5&anchor=serprohoysec


Se le ha olvidado decir HIJO DE PUTA
 
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