Las virginidades de las mujeres: Estudio pormenorizado

Neutral Malvado

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30 Dic 2007
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Todos sabemos que hoy en día es casi imposible encontrar a una mujer virgen. Pero, ¿qué es una mujer virgen? Tradicionalmente, la mujer virgen es aquella cuya vagina no ha sido penetrada nunca por una polla. Sin embargo, con la llegada de los métodos anticonceptivos y la liberación sexual de la mujer, la vagina deja de ser un templo sagrado para convertirse en una estación de paso, de modo que pronto la virginidad femenina pierde valor y se hace necesario incorporar nuevos agujeros femeninos en el mercado sexual. Debemos, pues, redefinir el concepto de virginidad femenina.

Las virginidades de las mujeres

Hoy en día, las mujeres tienen 3 virginidades de primer grado (vaginal, bucal y anal), que se corresponden con los tres agujeros femeninos; y unas cuantas virginidades de segundo grado: la manual (pajear al varón con la mano por primera vez), la gástrica (tragar semen por primera vez), la cubana (pajear polla con tetas por primera vez), la axilar (paja con sobaco), la podal (paja con los pies), etc. No obstante, en este estudio nos centraremos en las tres virginidades de primer grado y en una virginidad de segundo grado: la virginidad manual; de vital importancia en la adolescencia de la fémina.

Empecemos, pues, por esta última:

La virginidad manual

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Pajeando la primera polla las mujeres hacen un descubrimiento fundamental en el desarrollo de su sexualidad: que las pollas son fáciles de manipular, que apenas rozándolas se ponen duras y que si las pajean un buen rato explotan en una erupción de leche cremosa. La pérdida de la virginidad manual es, por tanto, la primera toma de contacto de la fémina con el falo y el descubrimiento del poder que tiene para manipularlo a su antojo. La fémina descubre así que el pene es un cetro de poder que ella tiene en su mano y que puede manejar como si de un timón se tratara. La mujer descubre a través del control del falo un enorme abanico de posibilidades, entre las cuales se hallan dar paseos en Seat Leones tuneados, conseguir entradas gratis para locales nocturnos o acceder a viviendas sin haber trabajado en su puta vida.

La virginidad bucal

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La mujer contemporánea, sumida en permanentes conflictos alimentarios como la anorexia, la bulimia y las dietas perpetuas, no concibe la boca únicamente como un orificio por el que alimentarse, sino también como un orificio bidireccional que usa para fumar cigarrillos, vomitar comida o comer pollas.

La virginidad anal

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La fémina ofrece su ano como sustitutivo de la vagina para retener al macho y obtener ventajas competitivas sobre las hembras rivales. Hay, en todo sujeto pasivo del sexo anal, una profunda actitud pasiva y abnegada. Según el psicoanálisis freudiano, el bebé aprende, durante la fase anal, a retener la caquita para ser aceptado por sus padres. Así, todo ser humano relaciona el control de los esfínteres con las imposiciones culturales y el deseo de amor y aceptación. La hembra que ofrece el ano para retener al macho deseado hace una regresión a la fase anal. Sacrifica su ano y aguanta intensas sensaciones esfinterianas para obtener afecto, igual como hiciera cuando era bebita (apretar el esfínter) para obtener la aprobación de papi y mami, o cuando ya es adulta, de su macho.

La virginidad vaginal

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La única virginidad que tradicionalmente perdían las mujeres. Antiguamente, la virginidad vaginal era un tesoro reservado al varón que se comprometía a cuidar de la mujer y de su prole mediante los votos matrimoniales. Sin embargo, con la revolución sexual y la liberación de la mujer, las féminas empiezan a ofrecer su vagina para retener al macho deseado sin obligarlo a pasar por la vicaría. Claro, sucede que pronto la virginidad vaginal deja de tener valor para el macho de alto rango, por lo que algunas féminas incorporan la ventaja adaptativa de ofrecer también la boca para el use y disfrute del varón. Por supuesto, con el tiempo al varón este double pack (sexo vaginal + mamada) le parece insuficiente, y las hembras más taimadas empiezan a incorporar el sexo anal en su repertorio, alcanzando así el triple pack (coito vaginal + mamada + coito anal). Durante un tiempo, las hembras que ofrecen triple pack se convierten en las más populares, pero pronto el resto de hembras igualan a sus competidoras y también ofrecen ese triple pack. Nos encontramos, pues, ante una guerra entre hembras rivales; una carrera desbocada donde hay que ofrecer cada vez más carne para poder retener al macho alfa.

Bien, hasta aquí hemos aprendido que la fémina contemporánea, en su afán de obtener popularidad y réditos afectivos, se ve obligada a sacrificar otras virginidades además de la vaginal. ¿Pero qué ocurre con la virginidad vaginal? Algunos estudios recientes han observado que muchas chicas jóvenes reservan su virginidad vaginal para relaciones más serias o para machos más seguros. Parece que toda fémina, pese a su minúscula libido y su preferencia de lo afectivo sobre lo genital, sabe que su vagina es el centro neurálgico de su feminidad y la puerta a instancias uterinas, relacionadas con el sempiterno anhelo y/o miedo a la preñez. Así pues, el placer genital y el riesgo de embarazo lo dejan para relaciones más serias, mientras que en la adolescencia se entregan en cuerpo y alma a actividades precoitales (petting, mamadas, enculadas, etc.) que les proporcionan popularidad y una vida afectiva tormentosa, dos cosas que estas taradas necesitan como el aire que respiran.

Existe un estudio interesante a este respecto, realizado por una universidad norteamericana, que indica que cada vez hay más chicas adolescentes que creen que el sexo oral no es sexo. Por lo tanto, según la mentalidad de las jóvenes zorras americanas, si Deborah está saliendo con Jimmy y un día le chupa la polla a Michael, Deborah no le está poniendo los cuernos a Jimmy, sino que tan sólo está haciéndole un favor a su amigo Michael. Si para las nuevas generaciones de zorras americanas chupar una polla no es sexo, es lógico que pierdan antes la virginidad bucal que la vaginal. Parece que se trata de follar por todos los orificios excepto por el orificio fértil (la vagina), porque si me la dejo meter por el orificio fértil, entonces soy una guarra. Esta mentalidad pronto llegará a España (si no ha llegado ya), así que iros preparando.

La inversión en el itinerario de pérdida de virginidades

Como hemos visto, las mujeres de antaño empezaban perdiendo la virginidad vaginal (siempre en el lecho nupcial) y sólo las más atrevidas o las que tenían maridos más insistentes perdían las otras virginidades. Ahora las tornas han cambiado y muchas empiezan perdiendo la virginidad manual y la bucal. Algunas incluso pierden antes la anal que la vaginal.

¿Por qué se ha producido esta inversión?

Antiguamente, las mujeres consideraban que el sexo era una actividad puramente reproductora. Esta concepción del sexo daba lugar a que las mujeres sólo accedieran a perder una virginidad; la vaginal, y ni se les pasaba por la cabeza que pudieran haber otras virginidades. No obstante, a partir de 1960, con la invención de la píldora anticonceptiva y el advenimiento de la revolución sexual, el sexo deja de ser concebido como una actividad meramente reproductiva y se convierte en actividad recreativa. A partir de este punto, ofrecer la virginidad vaginal empieza a tener cada vez menos valor (claro, cómo va a tener valor ofrecer el coño cuando no hay peligro de embarazo), de manera que las fantasías sexuales masculinas y el cine porno empiezan a explorar otras prácticas sexuales (sexo anal, cubanas, corridas faciales, etc.). En este estado de cosas, las hembras más taimadas, conscientes de que el sexo vaginal ya no impresiona a los machos, empiezan a incorporar en su repertorio las mamadas, el sexo anal y las degluciones de semen. Esto supone una verdadera revolución en las relaciones sexuales hombre-mujer, porque la rivalidad entre féminas lleva a que todas las mujeres imiten el comportamiento de las hembras más versátiles para de este modo retener a los machos de alto rango y evitar que una lagarta se los lleve. En la era anticonceptiva postrevolucionaria, constituye una enorme ventaja adaptativa ser una guarra que come pollas, traga semen y se deja encular. De modo que la que no se adapte, no podrá retener al macho de alto rango.

La confusión sexual de la mujer contemporánea

La feroz competitividad entre féminas y la devaluación del sexo vaginal produce no pocas confusiones en la mente atolondrada de nuestras jóvenes zorritas.

Resulta que para retener al malote de clase, hay que masturbarlo en los lavabos del cole, chuparle la polla, tragarse su semen y dejar que se te corra en el recto. Si la hembra no lo hace, el malote de clase se irá con la Tamara o con la Jenny, que este año tienen las tetas más grandes y se dice que chupan polla como posesas en los lavabos del cole. De modo que la joven adolescente se encuentra bajo una enorme presión social y mediática y se ve obligada a ofrecer otras virginidades además de la vaginal. Pero a pesar de la presión cultural, la hembra continua siendo hembra, y tiene grabado a fuego en sus genes que no debe ofrecer su vagina al primero que pasa. Como ya hemos dicho, existe, en toda mujer, una sensibilidad visceral, interoceptiva, por la que intuyen las pulsaciones de su útero, ligadas al cerebro primitivo que todas poseen; una sensibilidad que las lleva a querer reservar su vagina para el macho con el que haya un vínculo de calidad. De modo que aquí es donde tiene lugar la inversión en el itinerario de pérdida de virginidades: en el choque entre los imperativos culturales (ofrécele tus tres orificios al macho dominante de la pandilla) y los imperativos biológicos (reserva el templo sagrado de tu vagina para el macho al que tengas bien cogido por los huevos). Y la forma que tienen las féminas de resolverlo es ésta: sacrificar las virginidades infértiles: manos, culo, tetas, boca, garganta, estómago, etc., y dejar la virginidad fértil para el macho que ofrezca verdaderas garantías.

Y sigue la confusión: Pese a vedar el acceso a su vagina y sacrificar las virginidades infértiles, el fantasma del embarazo es muy persistente en la psique de la fémina, de ahí que se vean en los consultorios sexuales para adolescentes las típicas preguntas: "¿Si me trago el semen de mi novio me puedo quedar embarazada?" o "¿Si mi novio se corre en mi culo me puedo quedar embarazada?". El deseo/miedo al embarazo es tan persistente en la fémina que incluso usando los dos agujeros infértiles no pueden evitar preguntarse si se van a quedar embarazadas.

Imaginaos esto en el caso de los varones. Que los varones renunciásemos al uso del pene para conseguir popularidad y beneficios afectivos con las mujeres. Que sólo empleásemos manos, lengua y ano para gustar a las mujeres y que no dejásemos que las ávidas manos femeninas nos tocaran el pene porque eso sería ser "guarros". ¿Os imagináis una forma de sumisión y renuncia más humillante que esa?

Neomachismo

La renuncia femenina al goce genital y el uso de las otras virginidades para obtener popularidad entronca con lo que se ha dado en llamar neomachismo. El neomachismo está bien ilustrado por la canción del rapero Porta. Las niñas de hoy en día, sumidas en un falso feminismo hedonista que consiste en meterse pollas y drogas por todos los orificios (un falso feminismo que no deja de ser una nueva manifestación de machismo posmoderno, porque la hembra que grita "las chicas al poder" y que usa sus orificios para atraer y retener a los machos no deja de ser una víctima más del machismo más recalcitrante), se han convertido en poco más que perras en busca de sensaciones, popularidad y poder. Un estudio reciente del Vaticano dice que el pecado capital más frecuente en mujeres es la soberbia, mientras que en varones es la lujuria. La mujer contemporánea es víctima de la soberbia y la necesidad de poder en el ámbito de los afectos y las relaciones. Para conseguir ese poder, emplea todos sus orificios.

En definitiva, el varón contemporáneo debe aprender a tener en cuenta la posibilidad de hollar las otras virginidades de las mujeres, sustituyendo el paradigma de que las mujeres sólo tienen una virginidad por un paradigma nuevo: las mujeres tienen tres virginidades de primer grado (vaginal, bucal, anal) más unas cuantas virginidades de segundo grado (manual, cubana, gástrica, axilar), etc. El desafío del macho contemporáneo es reventar cuantas más virginidades mejor, y hacerlo sin piedad, porque de lo contrario otro macho más convincente se nos adelantará. Recordad: ellas venden su cuerpo al mejor postor, pero lo venden a cachitos, y hay que saber regatear.

Pero tal vez esto no sea más que una pajaza mental, así que os lo pregunto a vosotros que tan versados estáis en cópulas y fornicios:

¿Habéis notado cambios en la forma en que las mujeres pierden sus virginidades? ¿Alguna os ha ofrecido mamada o sexo anal para preservar su himen?
 
Neutral Malvado rebuznó:
¿Habéis notado cambios en la forma en que las mujeres pierden sus virginidades? ¿Alguna os ha ofrecido mamada o sexo anal para preservar su himen?
Un análisis pormenorizado bastante acertado y deduzco que basado en su propia experiencia personal con jovencitas, la cual me apresuro en corroborar desde aquí.

Especialmente revelador el concepto de virgen por etapas según el progresivo destape de los agujeros según su importancia, lo que me recuerda a cuando siendo yo un chaval una moza preconizaba que ella era virgen, porque no era una guarra y le daba vergüenza tener sexo con hombres por el miedo al rechazo social y al qué diran, tanto en el plano social como en el complejo que sentía por sus ínfimas bufas, pero que rascando un poco más resultó que tragaba pollas a pares en los sanitarios del instituto. Podría resumirse como sigue:

Un chico cualquiera preocupado por la integridad de su amada: ¿Has follado nunca?

La jenny responde: Pues claro que no mi vida, ya sabes que para mí el sexo es algo especial, es un paso muy importante para mí (comentarios como este estan de más cuando una es conocida por su habilidad toreando, vamos que la redundancia es gratuita).

Días después, ante el conocimiento que los mangos de escoba se quedaban pequeños ante la habilidad gargantaprofundesca de la sujeta, le digo: Los cojones, vaya una mentirosa estás hecha.

Ella me suelta: Cómo!! ¿Acaso no conservo mi vagina intacta para el día en que el príncipe afull me rescate de Mórdor?

Yo: Joder, pero si te inchas a comer pollas en los urinarios del instituto. Es de dominio público, vamos no me jodas.

Ella: Pero yo no te he mentido, joder. Es la verdad. Sigo diendo virgen, ¿Sí o no?

Yo: Joder, sabes que me refería a si habías tenido contactos carnales con hombres, a si habías catado carnaza.

Ella: Ah! Pues haber preguntado mejor.

Yo: Espero que a parte de la capacidad para autoconvencerte de que no has mentido, seas al menos capaz de retener en tu fuero interno, muy muy muy interno que lo has hecho.

Ella: (Con sonrisa picarona) Qué va. Yo no te he mentido. Haberme preguntado si he comido pollas, o qué he hecho yo con hombres.

Yo: Vamos a ver, ¿Cuántos novios serios has tenido?

Ella: Joder, ¿A ti qué te importa?

Yo: (Carita de ángel) Venga, no, si no es por nada, mujer. De verdad, contéstame, porfa.

Ella: Pues dos (aquí vemos cómo se cumple el Teorema de Laputa, un interesante axioma matemático que da para hilo).

Yo: ¿Dos? Supongo que habrás tenido alguno más de estos de poca cosa. De algún piquito, algún besito, nada serio.

Ella: Bueno sí, alguno de algún piquito, algún besito…

Yo: ¿Supongo que ahí incluirás a todos los que les diste el piquito en la punta de sus pollas, no?

La mentalidad americana que saca usted a relucir ya hace años que campa a sus anchas, sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) en los institutos púb(l)icos.

Lo realmente lolérrimo del caso es que todas esas acepciones que ha diseccionado en su tesis no son una clave humorística inventada por usted sino que realmente las chicas como esa creen fervientemente que el hecho de mantener clausurado su hoyo vaginal las convierte automáticamente en castas, a pesar de apenas poder sentarse a calentar pupitre de lo escocido que tienen el recto. Esto tiene a mi parecer mucho que ver con la enorme capacidad femenina de falsear y admitir estadios completamente parciales de la realidad, heredada del relativismo moral que les sirve para adaptarse a todos los medios por adversos que sean. Así, ante la presión que usted señala, ante la disyuntiva entre ser tachadas de guarras y perderse las invitaciones a tabaco y los paseos en scooter del macho überalfa, ponen la garganta y el culo y ello no les impide tenerse por nada menos que abnegadas románticas que esperan al amor de su vida.

No digo que no haya hombres falsos, la gran diferencia estriba en que el hombre falso, siendo mentiroso e hipócrita, dispone de mucha menos capacidad que las mujeres de autoconvencerse de que no lo es.
 
Joder, pues sí, ya me temía que esta mentalidad había llegado a las féminas de España.

Bueno, sin ir más lejos, le puedo poner el caso de mi ex novia.

A los pocos días de conocerla, teniendo ella 19 años, y a la pregunta de "¿Cuántos penes has visto en tu vida que no sean en foto o en TV?", me contesta:

-¿Contando a mi padre o sin contar a mi padre?

-Sin contar a tu padre.

-Mmmm, no sé, unos 12.

-WTF?

Esto fue el principio de un largo período de desasosiego y celos retrospectivos que sólo terminaría con la ruptura al cabo de unos cuantos años. Pocos días después me enteré, además de que ya esnifaba coca a los 15 años, de que quedó con 5 o 6 tíos del chat a los que les llegó a ver y acariciar el pene sin que la cosa hubiese llegado a más -o eso afirmaba ella-. Y ojo, que no estamos hablando de una barriobajera, que era una niña bien de clase media-alta del ensanche barcelonés, con padre economista y madre enfermera. Tampoco era una hembra de alto rango, todo lo contrario, un 5 raspado, con un sobrepeso evidente que la acomplejaba, aunque de cara era bastante mona y tenía un tetamen de impresión. Pero vamos, que era una tía que ni te fijabas en ella por la calle. Que digo yo, si siendo una tía de nivel 5 y estando acomplejada ya había visto 12 pollas a los 19 años y acariciado -o chupado- 5 ó 6, no quiero ni imaginar cuál será el historial sexual de una hembra de nivel 7 u 8 que no esté acomplejada. Como diría el hamijo wetamir; montadas en un carrusel de pollas 24 horas non-stop.

Es que joder, luego ruben_vlc dice que somos cansinos siempre con la misma letanía, pero es que te entran ganas de poner un "todas putas" con letras Arial tamaño 60 en negrita, subrayadas y con luces de neón.
 
La verdad es que no sé cómo se puede exprimir tanto un limón tan pequeño.
 
Ojo, tampoco digo que mi ex fuera virgen cuando la conocí...

Lo del limón, pues sí, es un tema muy especializado y podría haberlo resumido, pero bueno, tenía sueño y estaba espeso y tal... Otro día será...
 
Neutral Malvado rebuznó:
¿Habéis notado cambios en la forma en que las mujeres pierden sus virginidades? ¿Alguna os ha ofrecido mamada o sexo anal para preservar su himen?

Personalmente, no he sido nunca agraciado por este tipo de ofertas discount, pero sí te puedo decir que el fenómeno no es ni mucho menos nuevo.

Hará como unos 20-25 años (ahora tengo 44) tenía una amiga que se hinchaba a follar exclusivamente por el culo con su novio (o más bien se hinchaba él, todo según como se mire), reservando el orificio vecino para tiempos matrimoniales, bajo el pretexto de no poder estar nunca estar en paz con Dios llegado el momento de rendir cuentas ante el altar.

Me convertí en una especie de confidente de esta mujer, en tiempos donde no solo no se conocía el término "pagafantismo" sino que ni siquiera éramos conscientes del propio concepto. Yo obviamente lo flipaba cuando me contaba sus confidencias, no tanto por las confidencias en sí como por sus (pseudo)argumentaciones delirantes, pero callaba rastreramente mis réplicas, más que nada para poder seguir alimentando mi libido de veinteañero virgen de polla y de corazón y pajearme a gusto por las noches cuando ya me aburría de los Lib y los Privates de aquellos tiempos, un tanto romos para lo que hoy se estila, para qué nos vamos a engañar.
 
Yo tuve suerte, he desvirgado a dos chavalas. Primero eran reacias pero todo fue calentarlas como a una moto y ellas sólas me pedían "Fóllame". Después, todo fue coser y cantar. Pero con una de ellas, fue extremadamente difícil penetrarla, de los nervios y lo tensa que estaba, aquello parecía una pared de hormigón, imposible de penetrar. Menos mal que tire de lengua y engrasé aquello.

Eso sí, una vez que las desvirgas no se olvidan de tí, está demostrado.
 
Desde hace años vengo constatando el fenómenos de "las vírgenes de garganata profunda y culo roto". De forma directa y por fuentes totalmente fiables son varios los casos que he conocido de hímenes intactos y sin embargo culos perforados sin piedad y riadas de semen desaguando garganta abajo. Como ya se ha detallado en el excelene post inicial del siempre certero Neumal, las atávicas presiones que sobre la psique femenina ejercen sus genes, las llevan a focalizar la presión sexual que sufren por parte de la manada hacia otros centros de placer para asi mantener intacto el valor secular de su genésico coño.

Es curioso, como un elemento tan devualudo como el coño, frente a otros orificios de mayor enjundia y perversión como son el culo o la boca, se revaloriza brusca y agudamente en cuanto se nos veda el paso. Recuerdo lo rápido y entusiasmado que acepte la propuesta. "Menos por el coño, lo que quieras". ¿Para que queria yo un coño, si ya los habia catado a decenas? Asi que me entregué gozoso y extático a aquella catarsis anal, sin preveer, que con el transcurso de los perforaciones, despues de muchos faciales, lluvia dorada, exhibicionismo, sumisión y fantasias varias, aquel coñol virginal acabaria convertido en mi obsesión.

Era igual que otros muchos coños que había horadado con maestría y excelentes resultados. Un coño sin nada particular, que habia lamido, chupado, apretado entre mis labios los molletes de su vulva, y que sin embargo no conseguía explorar en toda su profunidad. Niegame la mierda y la mierda será mi único deseo. Así ocurrió con aquella vagina que nunca fue mia, que tuvo el sacrílego poder de convertir las embestidas contra aquel culo juvenil y perfecto en una simple rutina de subsistencia sexual. Abandoné aquel cuerpo derrotado, humillado"cautivo y desarmado" como el ejército rojo.
 
Mmmm... Pues yo he follado hace un ratico. ¿Y vosostrows?
 
Lo primero de todo es felicitar a NEUTRAL MALVADO por su exposicíon, muy bien escrita y razonada, además de divertida.

Especialmente debo de darle la razón de que las mujeres norteamericanas no consideran las mamadas como sexo, según encuestas realizadas hace varios años que ya conocía yo.

Me llevé en su día una enorme sorpresa cuando me enteré de este detalle, y comprendí entonces la tranquilidad del expresidente de EEUU Sr. Clinton cuando firmaba ordenes de bombardeos, atentados terroristas e invasiones de países indefensos, mientras su señora esposa, no demasiado inteligente por cierto, preparaba potajes con pasta de cacahuete en el domicilio conyugal.

Parece ser que una tal Monica Lewinsky de 22 tiernos añitos, becaria y muy patriota se ponía de rodillas debajo de la mesa para chuparle el nabo y degustar y tragar los jugos presidenciales que se derramaban por su garganta.

Al Sr. Clinton le intentaron llevar a juicio por marranete, mentirosillo y tal... pero con pedir perdón en la TV diciendo que eran actos "impropios", pues no pasó nada, cada uno siguió con su vida, y el montón de mamadas (que fueron cientos) no hay quien se las quite.

Encima este individuo vive de puta madre porque su señora esposa es la que tiene que llevar desde hace muchos años los garbanzos a casa, tiene que viajar y tal, y el se queda con todo el tiempo libre para seguir guarreando.

No quiero ni pensar la que se habría organizado aquí si eso pasara con nuestro presidente y se descubriera el pastel...

Concretando sobre tu pregunta, no he desvirgado a nadie, todas las tias que me he follado son de segunda mano ( y algunas de varios cientos de manos) :lol::lol: :lol:


:0)
 
La abrasiva - para ellas mismas- necesidad que tienen las mujeres de emociones fuertes, de vivir sentimentalmente siempre en el filo, les hace en muchas ocasiones entregarse, unas veces abnegada y otras alegremente, a peculiares procesos de encerdamientos-desvirgamientos.

Ellas necesitan de la incertidumbre. Sí, en efecto proclaman que buscan seguridad afectiva pero no es del todo cierto; buscan otro tipo de respaldos y suelos firmes (el económico, el social, el laboral, el inmobiliario, ...) pero al tiempo se regodean en una enfermiza necesidad por vivir al borde del abismo y sembrar su tiempo de dudas, cuanto más infundadas y delirantes mejor.

Esa sensación relativa a la proximidad de la nada o cuanto menos de la pérdida del objeto de sus obsesiones las hace superar, uno a uno, los diversos niveles de desvirgamiento. Una mujer sumida en la incertidumbre acerca de si podrá retener a su macho comenzará una espiral en la que los pensamientos del tipo "me siento sucia/tengo que ser más sucia" la someterán a debate continuo.

El coño, en efecto, ha venido perdiendo su valor supremo. El concepto de transgresión, la publicidad presionante que padecen estas infelices a cuenta de su hipotética liberación y la competitividad feroz entre sí a la que se entregan suele conceder al varón la gozosa oportunidad de someter, por ejemplo, a auténticos martirios anales a la hembra de turno. No hay nada como lograr que una chispa de duda prenda en la mente femenina para que la progresión en el emputecimiento sea una constante. Si los cristianos según cuentan entonaban alegres cantos ante los leones, ellas se despelotan y abren ofrecen sus agujeros con una entereza encomiable una vez convencidas de que deben hacerlo.

Personalmente he optado en ocasiones por una actitud de indiferencia, displicente, lejana; algo que suele ser interpretado casi automáticamente como el riesgo de una desbandada sin retorno. Sentado este cimiento el resto se construye solo: de repente las mamadas en lugares y situaciones considerados arriesgados o inhabituales proliferan; los trasiegos de semen, con expresión regodeante y golosa, acaban por ser sana costumbre; las enculadas continuas, polvos vaginales intempestivos, exhibicionismos varios, andanzas sin bragas por lugares públicos, masturbaciones provocadores e incluso promesas (o materialización para los más afortunados y/o hábiles) de tríos, intercambios y demás gabelas se convierten en costumbre.
 
PERVERTMAN rebuznó:
Mmmm... Pues yo he follado hace un ratico. ¿Y vosostrows?

Yo también, ¿quieres ser mi amigo? Tengo cromos de pokemon, pikachu repe, jiji.

Al hilo, menuda sarta de soplapolladas. La sexualidad es algo placentero para las mujeres y como tal, intentan explorarla en todos los terminos socialmente admitidos. FIN.

Por cierto, menudo coñazo es desvirgar.
 
Sapotóxico rebuznó:
Si has encontrado a una virgen mayor de 15 años eres un master and comander, felicidades.

O más bien es un cardo de los que dañan la visión y le has hecho un gran favor.

Más bien lo segundo. Edito: tampoco puedo aspirar a mucho más, no nos engañemos.
 
Joder, me pongo a buscar neomachismo, a ver si el termino existe o es invención del amigo Neutral, que sí existe, y me encuentro esto

JESÚS AZCONA CUBAS Antonio García, presidente de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género, acuña éste término para el comportamiento de los jóvenes entre 17 y 30 años, que aunque perfumados y depilados, en lo que se ha dado en llamar metrosexuales, son machistas recalcitrantes que se enorgullecen de serlo. Ésta asociación que aboga por la supresión de la prostitución y de otros clichés patriarcales y machistas, anuncia que la clientela de la prostitución en España ha disminuido su franja de edad y ahora son los jóvenes, que no quieren pasar una noche dando conversación a las chicas, invitarlas a cenar o a copas en unas discotecas para acabar con una negativa a tener relaciones sexuales por parte de estas, los que directamente acuden a las prostitutas los fines de semana. Coincide esta información con la incoherencia que demostraba una encuesta sobre homosexualidad realizada en nuestro país entre los jóvenes, que demostraba que somos el país de Europa con unas leyes más modernas en cuanto a la igualdad de derechos de este colectivo pero a la cabeza de la homofobia. Comportamientos reflejados en la realidad en la que jóvenes depilados con un aspecto de estrella de programa cazatalentos, exhiben su triunfo de una manera machista, maltratando a las prostitutas con su comportamiento exigente, que no los diferencia de la clientela de más edad, y que viene a coincidir en el aumento de la desinformación sexual rampante en nuestro país, donde los jóvenes piensan que a ellos no les da el Sida porque no son maricas ni drogadictos. Sorprende que personas tan jóvenes tengan este tipo de pensamiento, tan retrógrado, que sería más achacable a un sector de la población que tuvo menos información y menos libertad sexual. Por lo visto rechazar a los homosexuales hace más macho según las respuestas dadas en la encuesta citada y como eso de ligar cuesta mucho trabajo y dinero, que no tiene garantía de ser restituido en forma de satisfacción sexual inmediata, los jóvenes españoles se van a las prostitutas, llamados por el reclamo del exotismo multicultural entre las trabajadoras de los clubs de alterne, donde exigen lo mismo de toda la vida, sexo genital rápido, que los invalida como pareja de la gente de su edad. Nuevo fraude social a las puertas del futuro, sin información sobre lo que es la sífilis, poder adquisitivo y prostitución como remate del fin de semana. Imposibilitados de establecer relaciones de igualdad, exigen porque pagan y se condenan a la incomunicación en libertad con el sexo. Neomachismo...

Claro pedazo de hijo de puta con sindrome de Estocolmo. Es mejor aguantar meses y meses con los huevos llenos de amor hasta que los planetas se alineen y uno de los seres superiores te haga el tremendo favor de follar.
Satisfaccion sexual inmediata dice. Estoy seguro de que si ningun hombre se pasase más de un mes de su vida sin echar un puto polvo, este foro no existiría, si simplemente aguantando a una zorra unas semanas pudiesemos follar, pues bueno, diríamos "el que algo quiere..." pero no, lo que tenemos es repulsión a participar en un juego en el que las cartas estan siempre marcadas y en el que el perdedor no solo tiene que padecer privación, sino además ser objeto de escarnios varios, y en el que casi todas las mujeres ganan siempre.
 
Todofluye rebuznó:
lo que tenemos es repulsión a participar en un juego en el que las cartas estan siempre marcadas y en el que el perdedor no solo tiene que padecer privación, sino además ser objeto de escarnios varios, y en el que casi todas las mujeres ganan siempre.

Eres triste y perdedor, verdad?
 
mister4 rebuznó:
Más bien lo segundo. Edito: tampoco puedo aspirar a mucho más, no nos engañemos.

Ustec es raudo y veloz como el viento, no había leído el hilo y creyendo que se refería a la virginidad de forma aislada me ha salido la gracieta benito style, que no he tenido más remedio que borrar. :lol:

Aportaré algo ya que el planteamiento de Neutral ha sido admirable.

Hace no más de un mes tuve el privilegium maximus de desvirgar a una chica, no vaginalmente (un hijo cuando ni había terminado tercero de la eso, tela marinera) sino en el noble acto de la garganta profunda. Soy bastante bruto y mi mienvro viril no es lo que muchos calificarían como delgado, por ello fue difícil para ella a la vez que divertidísimo por mi parte:

Todo empezó con la típica mamada precoital sin ella ser consciente de la práctica en la que iba a terminar la felación, pero poco a poco y con mucho humor conseguí que se la fuera introduciendo cada vez más, junto a los sonidos guturales que emitía, pocas veces me he reído más en mi vida. (Y ella, ella también) :lol:

No tuvo casi ninguna arcada ni por supuesto terminó vomitando, cosa que yo ya daba por hecha debida a la ligera curvatura hacia arriba que presenta mi falo. Aún con toda la cerdería la chica es de las que apartan la cara cuando te corres, corte abismal del morbo, pero todo no se puede tener. Desde entonces he intentado repetir tres veces ya, pero ahora la hija de puta finge las arcadas que entonces no tuvo :lol:

Tal vez los que seáis más mayores no hayáis encontrado a ninguna que quiera hacer algo así, creo que es algo intrínseco en estas nuevas generaciones de chicas jóvenes carentes de prejuicios hacia el sexo, ya que mujeres mayores de 35 a las que les guste el anal o la práctica anterior se toman por tesoros y no por corrientes. Eso no me lo invento yo, sino que lo saco de decenas de experiencias que han tenido conocidos con sus parejas/experiencias sersuales.

Ésta asociación que aboga por la supresión de la prostitución y de otros clichés patriarcales y machistas, anuncia que la clientela de la prostitución en España ha disminuido su franja de edad y ahora son los jóvenes que directamente acuden a las prostitutas los fines de semana.
Respecto a este tema rompí una promesa que hice hace 5 años. Consistía en "irse de putas" recién cumplida la mayoría de edad, pero no tuve huevos aún acompañado y medianamente perjudicado por el ron.

no quieren pasar una noche dando conversación a las chicas, invitarlas a cenar o a copas en unas discotecas para acabar con una negativa a tener relaciones sexuales por parte de estas
Lo mejor es que no tengo que salir los fines de semana a ningún sitio, no he ido ni 5 veces a discotecas y llevo meses sin beber alcohol fuera de casa, todo lo saco del trabajo. Soy el chico educado que hace que a las cincuentonas les chorree el colpos entre alabanzas y el que muchas chicas jóvenes toman por el niño malo del gallinero con el por-todos-conocido que este calificativo conlleva.

El problema es que sigo siendo tímido, ataco pero si la presa responde me achanto un poco. :oops:
 
Neutral Malvado rebuznó:
Lo del limón, pues sí, es un tema muy especializado y podría haberlo resumido, pero bueno, tenía sueño y estaba espeso y tal... Otro día será...

No me refería a eso. Me refería a que entro de higos a peras a este subforo y siempre me encuentro con lo mismo: unos notas escribiendo sesudos y monumentales tochos sobre cualquier fruslería del sexo femenino, y que luego se quejan de que éste se crea el centro de la galaxia. Manda cojones. Que sí, que una vez o dos está bien la cosa -como quien abra un día un hilo sobre "uñeros y padrastros"-; pero que tanta dedicación exclusiva al temita creo que revierte en vuestra -nuestra- contra.
 
La madre que te parió. Te has repetido un montón en ese tocho tan grande que has escrito. A ver si aprendes a no repetirte, a seguir una sucesión causa efecto o un orden lógico que sirve precisamente para eso, para no repetir lo mismo una y otra vez.

En cuanto al texto, es una nueva insistencia en las obsesiones neutral-malvadescas ya conocidas por todo el foro. Tienes una obsesión con que ella se trague el semen y por lo anal. Ya que has mencionado a Freud, me pregunto si se puede deducir algo de los que andáis dándole vueltas al asunto, obsesionados con ello a todas horas, (lo anal), porque no me parece muy normal.

Entonces según tú, los tíos quiero creer que normales, a los que no nos interesa que ella se trague nada ni nos interesa lo anal, no somos de "alto rango" (vamos, que esto debe ser como el ejército, con rangos y todo y yo no me he enterado). :2

P.D.: Ver tanto porno os está afectando. La gente se acostumbra a una cosa y hay que subir el nivel de guarrería. (Basta ver los banners de este sitio). Pero que os acostumbréis no quiere decir que sea natural. ¿Soy el único al que le da asco que una tía se trague semen?.
 
qbit rebuznó:
¿Soy el único al que le da asco que una tía se trague semen?.

Hombre, mejor que se lo trague a que te manche las sábanas. Eso sí, te doy la razón en que no le encuentro ningún placer a verla beber leche de polla. No así en lo referente al sexo anal, a mí me pone mucho más. Y da más gusto y todo, quizá por aquello de pasar más estrujada.:taca:113
 
Me mola este hilo :twisted:

En mi caso particular, desvirgué masturbatoria, cubana y oralmente a la primera chica con la que tuve contacto sexual; yo 22 y ella 20. Igual me mintió, pero parece que con el otro noviete que tuvo no había llegado tan lejos. Quien sabe.

Pero el caso completo fue con la última ex: antes de que pudieramos vernos (cosas de la distancia) ya le decía que la iba a estrenar por todos sus agujeros y que se preparase. Así fue: pajas, oral, follarle la boca, cubana (un poco dificil porque las tenia algo separadas), correrme en su boca y tragarselo, facial, vaginal, beso negro, anal y culo a boca. No necesariamente por ese orden, pero oral, vaginal y anal fueron las que primero cayeron. Os aseguro que no tuve mejor ni peor chica que ésta.

Neutral Malvado rebuznó:
¿Habéis notado cambios en la forma en que las mujeres pierden sus virginidades?

Concretamente, a ésta última que cito le desperté su lado ninfómano. Fue la chavala más complaciente que he tenido. A veces pienso que lo hacía para que no me fijase en otras, puesto que sospecho que no le gustaba la idea de que yo hubiera estado con otras chicas.

Neutral Malvado rebuznó:
¿Alguna os ha ofrecido mamada o sexo anal para preservar su himen?

Sí. Una cría de 15 con la que solía hablar por MSN me decía que la vagina la tenía reservada para su futuro esposo, el hombre que la quisiera de verdad y todo eso. La boca ya la había estrenado, le gustaba tragarse la leche y yo estaba deseando probar su culito, con su consentimiento. UUufffff!! :115

Demasiado riesgo; una vez la pillaron sus padres bajando del coche de un desconocido y el tío aún tuvo suerte de que no fuesen a por él porque el informe del médico dictaminó que no pasó nada con ella.

Generalmente, a la mayoría de las mozas les da miedo probar el anal porque duele y/o "eso es de guarras". En cambio el oral no hace daño (salvo al tio, si le muerden) y se animan más a probarlo. Más que asco, les da pánico no saber chuparla bien y que el maromo se acabe buscando a otra.
 
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