Sí, le conocía y además fue vecino mío, como lo fue su íntimo y socio Mario Zanata hasta hace un par de años que lo metieron en el maco.
Estaban retirados completamente de la noche, pero seguían trabajando bastante bien la drogaína a base de containers en el puerto de Valencia con una infraestructura muy pequeña pero muy consolidada, por eso me parece bastante improbable que venga de ahí.
Otra cosa es el tema Miami, donde quien conoció algo el tema, sabe que las ramificaciones de esas cloacas llegaban muy profundo.
Lo visible consistía en dos parejas de hermanos, los López Tardón y los Peña Enano. El jefe era Juan Carlos Peña, llevaban la seguridad de muchos garitos en Madrid, casi todos los que tenían grandes aforos, luego empezaron a extorsionar a los dueños y posteriormente a vender la droga con sus propios camellos.
Evolucionaron rápido, pero los hermanos López Tardón quisieron separarse y empezó una guerra entre ellos, al hermano de Juan Carlos le mataron y al de Álvaro le torturaron y perdió un ojo, a Juan Carlos le dispararon varias veces y le falta una pierna de otro atentado muy parecido al de Richar, pero cambiando el Golf por un 911, Somosaguas por Chamartín, y que el pistolero no iba en moto sino andando.
Pero detrás había mucha más mierda, boxeadores famosos reclutando porteros, si alguien se acuerda del Barceló, al menos Navascués, Valenciano y algunos más estuvieron encausados por temas relacionados. Futbolistas, jueces y demás gente de la farándula siendo clientes preferentes de esta banda, ora por drogaína, ora por telepalizas. El sheriff de Coslada metido también, primero demandando servicios y después pretendiendo parte del pastel. Bandas de búlgaros en el mismo nicho de mercado, a veces con sinergias y otras con enfrentamientos. Algún Topbox echando horas extras para alguna intervención como freelance. Colaboraciones estrechas con aluniceros, falsificadores, proxenetas, y demás Ivos y Cabeza de cerdos....
Una amalgama de caca donde te granjeas muchos enemigos y es imposible saber quién ha hecho el encargo profesional a los mensacas balaseadores por todas las cuentas pendientes aún, al cabo de años.