Yo fui un loco de los conciertos y los festivales durante un breve periodo. Unos 5 años me duró.
Y es que la cosa quema mucho y rápido. En mi caso como casi siempre tocaba ir hasta Madrid pues de las 3 horas de coche mínimo no te libras (y hay que volver, claro). Luego hay que meterse al meollo un par de horas antes como poco, para no quedarte a 12 malditas millas del escenario. Te tienes que joder un buen rato en la fila, luego el cacheito, entras al recinto y ya esta lleno de subnormales hasta la bandera, eso si, como han entrado con tiempo se pueden permitir el lujo de sentarse en el suelo en corrillos.
Dentro la comida infame y sobre todo la bebida esta a precios de resort dubaití. Se empieza a caldear el ambiente, se llena de gente y te ves rodeado de peña, empieza a hacer calor por la masa humana. Alguno de los que estaban sentados se alerta por algo y se levanta provocando el efecto dominó de todo cristo poniéndose en pie. Si no es un concierto de jevis, que son los mas educados, infinidad de niñatos subnormales intentaran colarse hasta la primera fila en el último momento, sin ahorrar en empujones y chulería, provocando indignación general, broncas localizadas, y un servidor clavando los pies al suelo como si fuese de plomo.
- Ah, tío, déjame pasar, que tengo a los amigos por allí
--Nein, tu juego ya me lo conozco, mequetrefe
Para cuando empiece el concierto las energías estarán seriamente menguadas, por no mencionar la sobrecarga muscular en gemelos y cervicales.
Cuando la música comienza normalmente todo el mundo se desplaza hacia adelante, provocando un apretujamiento de cuerpos que puede variar en cuanto a la presión física, la humedad o mal olor de los cuerpos adyacentes.
Luego lo típico. Algún jevi melenudo duchándote con su sudor al hacer headbanging, cretinos pegándote empujones desde atrás y tu creciente e imparable deseo de girarte y romperles la cara de una hostia, la batería que no se oye, algún otro gilipollas que lanza medio catxi sobre la gente unas filas por delante, un goteo continuo de gente inconsciente por la mezcla de todo lo mencionado antes que es sacada en volandas por la barrera como si de sacos de patatas se tratase...
Si es un festival tocará intentar dormir en una tienda de campaña entre trillones de borrachos, ventoleras y polvo. Una permanente sensación de estar sucio, una zona de retretes para hombres que es el infierno en la tierra, y una cantidad de horas de espera que es inaguantable hasta para el mas zumbado de los fans.
En el último concierto al que fui creo que tenia 22 años y estaba allí con mis amigos, todos sintiéndonos viejos sin energía. "El próximo lo vemos desde los asientos, no me jodas, esto es inaguantable". Ni a eso llegamos.
Dos recuerdos que me vienen a la mente. 12 horas bajo el sol de Junio, de pie y sin agua, en medio de una multitud, para cumplir el deseo de un colega de ver a KISS en primera fila. Aquel día la cantidad de muñecos que se traían desde la masa humana hasta el foso donde están los seguratas daba miedo de verdad.
Y otra. En algún concierto que no recuerdo, parte de un festival, el público estaba tan descontrolado que era como estar en medio de una avalancha. La masa humana se movía como las olas del mar, y estando en todo el medio no podías hacer absolutamente nada mas que usar los brazos para mantener un milímetro de espacio con el tipo de delante. Recuerdo la fortísima presión de la gente contra mi, y un movimiento colectivo que te llevaba de un lado para otro casi sin tocar el suelo con los pies. Realmente los vaivenes eran tan fuertes que hubiesen tirado a la gente al suelo si tal cosa fuese posible, pero como no había nada de espacio nadie podía caerse. De otra forma la situación se hubiese vuelto muy peligrosa.