[RETARDS] Los tontos de las terracitas

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Ilusión atávica de los señoritos castizos que tenían servicio en casa, al menos una criada para servir la mesa y limpiar. Clasismo que no desaparece con el relevo generacional sino que se reproduce y agrava en nuestra época, los jóvenes quieren espatarrarse en las terrazas de cualquier grasabar y tomar un aperitivo a precios desorbitados mientras puedan jactarse de que el camarero acude a su mesa como si tuvieran criado.


Faltaría más que el servicio se nos subiera a las barbas.
 
Ilusión atávica de los señoritos castizos que tenían servicio en casa, al menos una criada para servir la mesa y limpiar. Clasismo que no desaparece con el relevo generacional sino que se reproduce y agrava en nuestra época, los jóvenes quieren espatarrarse en las terrazas de cualquier grasabar y tomar un aperitivo a precios desorbitados mientras puedan jactarse de que el camarero acude a su mesa como si tuvieran criado.


Faltaría más que el servicio se nos subiera a las barbas.


Me sorprende que lo veáis como clasismo, cuando aquí lo de comer al aire libre se considera cosa de pastores y muertos de hambre.

A veces pienso que vivimos en universos paralelos, en las dos puntas de la misma longaniza, pero nunca en el mismo plano.
 
Y de todos los mendrugos que me han dejado flipado con su osadía o profundo retraso mental, el otro día se llevó la palma un señor que se sacaba a la terraza un café en una mano y el periódico en la otra, a las nueve de la mañana, que iba yo abrigado como para ir al Everest y aun así tenía frio. No se le ocurrió al tío tomarse el café dentro, no. Afuera, con la ventisca y los dos grados.

Y el café aun calentará el estómago, pero los coleguitas ahí con las cañas ya es inexplicable. Preferentemente en zona de ambiente y postureo, que estar dentro en un bareto cualquiera donde no vaya la borregada no tiene sentido para ellos.
 
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Me sorprende que lo veáis como clasismo, cuando aquí lo de comer al aire libre se considera cosa de pastores y muertos de hambre.

A veces pienso que vivimos en universos paralelos, en las dos puntas de la misma longaniza, pero nunca en el mismo plano.

Un pastor lleva una economía de subsistencia en la soledad del campo y no tiene nadie que le sirva mientras vigila su rebaño.
Ventajas y desventajas de la vida rural, menos contaminación, menos modas, menos comodidades... Lo comido por lo servido.

Y de todos los mendrugos que me han dejado flipado con su osadía o profundo retraso mental, el otro día se llevó la palma un señor que se sacaba a la terraza un café en una mano y el periódico en la otra, a las nueve de la mañana, que iba yo abrigado como para ir al Everest y aun así tenía frio. No se le ocurrió al tío tomarse el café dentro, no. Afuera, con la ventisca y los dos grados.

Y el café aun calentará el estómago, pero los coleguitas ahí con las cañas ya es inexplicable. Preferentemente en zona de ambiente y postureo, que estar dentro en un bareto cualquiera donde no vaya la borregada no tiene sentido para ellos.

Hay quien le da más importancia a la proyección artificiosa de su imagen pública antes que a su propia salud: una hipotermia que derive en neumonía puede matar a un anciano, qué decir si se juntara alguna comorbilidad con el coronavirus.
 
Un pastor lleva una economía de subsistencia en la soledad del campo y no tiene nadie que le sirva mientras vigila su rebaño.
Ventajas y desventajas de la vida rural, menos contaminación, menos modas, menos comodidades... Lo comido por lo servido.

Confundes pastor con ganadero. No siempre es lo mismo. De hecho ya casi nunca son el mismo.
 
Grande Max otra vez.
Hace poco comentaba las terrazas atestadas con gente al sol, pero el otro día salí a unos recados y vi en una terraza a cuatro chavales y chavalas, a la sombra y con aire, tomándose tranquilos un café y unas mierdas. Y ni iban abrigados decentemente. Acojonante.

Me parece flipante que alguien pague el triple de lo que cuesta una coca cola light y unas patatas fritas de bolsa, pero hacerlo a cero grados me mata del todo
 
Toda tasca decente que cuide a sus parroquianos debería proteger las terrazas durante el gélido invierno con algo más que plasticuchos cual tienda de campaña, colocar estratégicamente las antorchas calefactoras entre las mesas, reminiscentes de las cavernas de nuestros ancestros, de modo que calienten cual brasero de pueblo.
 
Hoy 11h con -2°C: ni paredes de plástico, ni antorchas de gas estratégicamente situadas, ni astro Sol en el cielo helado casi gris, y de 15 a 20 tíos (alguno crío) en la sociedad de pájaros cantores, todos bien juntitos tomando cervezas y alguno café, todos vociferando con tanta socarronería que ni a los pájaros se les oía cantar.
- Covid!
- Lo cualo?
 
Es un mensaje al Covid. Podréis con nuestros abuelos, pero nunca con nuestra sucnormalidad.
 
Luego los llaman del INEM para trabajar en la aceituna o en un andamio y dicen que hace mucho frío, que ellos no pueden.
 
Lo de los toldos es de denuncia. Se comen la acera y hasta cortan totalmente las calles por sus santos cojones y por que han soltado pasta en el ayuntamiento por la licencia de terraza. Que luego no es terraza por que le colocan el toldo cerrado. Hay que joderse.
 
Lo de los toldos es de denuncia. Se comen la acera y hasta cortan totalmente las calles por sus santos cojones y por que han soltado pasta en el ayuntamiento por la licencia de terraza. Que luego no es terraza por que le colocan el toldo cerrado. Hay que joderse.

Campamentos invernales según la licencia de terraza del grasabar. En algunos municipios, hace más de una década, no bastaba con soltar la pasta reglamentaria en el ayuntamiento: Ginés Jiménez exigía 3.000 euros a los dueños de los bares por instalar la terraza | elmundo.es
 
Es la forma más rápida de coger el "covid19". Pero. Como a los cabestros les han dicho que dentro del bar mueren, pues a la calle. Ni postureo ni pollas en vinagre: Derroche de cromosomas (tiene guasa la cosa que fieles de la Santísima Trinidad covidiana se rían de esto) y MIEDO (con mayúsculas) es lo que produce todo esto.
 
Es la forma más rápida de coger el "covid19". Pero. Como a los cabestros les han dicho que dentro del bar mueren, pues a la calle. Ni postureo ni pollas en vinagre: Derroche de cromosomas (tiene guasa la cosa que fieles de la Santísima Trinidad covidiana se rían de esto) y MIEDO (con mayúsculas) es lo que produce todo esto.
Negativo, antes del Covid también se hacía, pero hay formas y formas, no es lo mismo estar en un sitio recogido en el que tengan brasero y venga incluida la mantica para echarse sobre las piernas... que en medio de una corriente de aire en una plaza. La gente que hace lo segundo más les valdría haber comprado la cerveza en un supermercado, pero no, serían confundidos con vagabundos.
 
Negativo, antes del Covid también se hacía, pero hay formas y formas, no es lo mismo estar en un sitio recogido en el que tengan brasero y venga incluida la mantica para echarse sobre las piernas... que en medio de una corriente de aire en una plaza. La gente que hace lo segundo más les valdría haber comprado la cerveza en un supermercado, pero no, serían confundidos con vagabundos.
Coincido. En terrazas con estufa y manta se está bien. No es nada que no estuviera ya inventado en países mucho más fríos que España.
La TV ha conseguido que la gente tenga más miedo a la COVID que al frío. Excepto los de la pandilla de los calzoncillos largos, claro.
La vida, y el ansia de socializar, se abre camino.
 
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