Uncle Meat
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- 10 Sep 2005
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Toda la vida he tenido perros y siempre han sido mis mejores hamijos. Siempre he hablado con ellos; pero no penséis que me he dirigido a mis perros como si de niños pequeños se trataran: siempre les he tratado con respeto y les he hablado como a personas adultas. También, los he sentado a mi mesa y han comido lo mismo que yo (nada de piensos ni mierda similar) y todos han superado con creces su esperanza de vida. Ni que decir tiene que han dormido conmigo desde que recuerdo, en mi propia cama, y jamás han tenido ningún problema de alergia. Cuando han llegado a viejos, no he tenido ningún reparo en gastarme auténticos pastizales en veterinarios o en cambiarles de pañales o limpiarles los alrededores del ojete; creo que, si la naturaleza es injusta con sus criaturas, yo soy muy superior a ella y me cago en su puta madre. La gente me pregunta qué hago con ellos para que luzcan tan bien y me cumplan tantos años y siempre les digo lo mismo: les doy mi amol y les dejo que jiñen donde les dé la real gana.
Uno de los mayores placeres que tengo en la vida es salir con mis perros por el campo, desnudarme allí en cuerpo y alma y confundirme con las bestias de la creación; aúllo, danzo, me hago mis necesidades encima y creo que, si en esos momentos me cruzase con alguno de mi especie, lo mataría con mis propias manos o a dentelladas. Lo siento mucho, la vida es así, no la he inventado yo.
Hubo un tiempo en que vuestro tito Uncle, estando siempre rodeado de perros, quiso probar algún tipo de contacto con humanos. Asomó de su cueva y se adentró en algunos poblados. Allá visitó algunas de sus iglesias; mas en esos lares sólo halló beatos, fariseos e idiocios. Cual Simón del Desierto, dio acto seguido el gran salto a sus abundantes bares; mas no encontró otra cosa que paletos, borrachos, jinetes de tragaperras, rameras y contento vil. Tapándose la nariz, desplazóse después a sus amplias plazas, mas el hedor no cesaba. Desesperado, se refugió finalmente en sus bibliotecas; mas sólo se topó con pedantes, cuñaos, academicismo estirao y decadencia. "Nunca mais", se dijo tito Uncle, mientras regresaba blasfemando de vuelta a su tugurio. Y, una vez en la paz de su hogar, encontróse norabuena un día con el foro.
Y después de este inciso tengo que decir que mis perros también leen el foro. Su forero favorito es, por supuesto, ilovegintonic.