Cáncer de Colon
Cacarazzi
- Registro
- 2 Abr 2007
- Mensajes
- 31.969
- Reacciones
- 11.770
Hoy cumplo 37 años. Hoy he vuelto a recaer. Hace unos días mi psiquiatra me preguntó si era un riesgo el hecho de cumplir años para volver a las andadas. Le respondí que no, que a mí estos simbolismos me sudaban la polla.
Días antes Anna Los milagros parecían que existían, pero de momento no me propuso quedar para esta semana para vernos y comer juntos, le dije que eligiera día, que no tenía nada importante que hacer. El día de la semana tenía que ser hoy, cómo no. Mi familia me propone de ir a comer juntos hoy y tal y les digo que nanay, que tengo mis mierda-principios. 'Muy bien empieza a encauzar tu vida'. Anna me gusta. Quedamos en mi barrio, charlamos de nuestras cosas, parece que sea una disputa entre quién está más chalado. Gano yo. Vamos a comer a un japo, me comenta que quiere hacer el Camino de Santiago a trozos - cada cuando le den las ganas un poco de trayecto- y que le da algo de miedo ir sola. Le digo medio vacilándole que yo la acompaño y le defiendo de los violadores. Me dice que OK. También me comenta entre risas las veces que la he liado estando con ella borracho y que me prefiere sobrio. Flipo con lo que me dice que he hecho en su presencia -que no recuerdo para nada- y le agardezco su paciencia conmigo. Después del café decidimos dar un paseo juntos. Me coge del brazo, se me despiertan las alarmas. Ha dejado de fumar y le digo que es mi cumpleaños, que me voy a a hacer un piti y que nos besemos antes de que huela a tabaco. Y ahí que le damos como 15añeros. Le digo que si le apetece que subamos a mi casa a ver videoclipses y acepta. Ponemos música mía de fondo y nos damos el lote. Sé que no puedo ir más allá de momento. Luego empieza a poner su músicaque algunos temas bien y otros que no. Se lo digo, el ambiente es cordial. Nos enrollamos. 7 horas llevamos ya juntos, yo empiezo a pensar-comparar con la gorda obsesionada conmigo a la que le pongo los temas má ssalvajes y las películas más truculentas mientras nos ponemos de coca, alcohol y sexo guarro a mansalva y nos descojonamos -excepto cuando le puse el vidrio del poli mexican diseccionado delante su hijo que me pidió que eso no -. La gorda no me gusta, pero me lo paso bien con ella hasta que digo que basta. Pensando en esto, mientras estoy acurrucado con Anna en mi cama -no hemos follado- me empiezo a rayar. Soy un subnormal que tendría que agradecer lo que está viviendo y me falla algo. El OH. Dice que tiene que ir tirando para su casa y que ya quedamos para otra comida y planear lo del Camino. Yo en este punto quiero puto alcoholol. No lo entiendo, pero quiero beber, aunque todo ha salido mucho más bien que mal y que mis temores hamorosos se han convertido en éxitos. Pienso en un post de Verruga -que ni él mismo se debe acorda-r en que hablaba de la incompatibilidad de su persona con la molesta aparición momentanea de la felicidad.
La acompaño al Metro nos damos un último beso y quedamos para quedar para comer otra vez y cuadrar el inicio del Camino. Acto seguido me voy al súper pillo 24 latas de cerveza dura, me pongo Rock FM y rompo con mi abstinencia y con todo. Mi novia es la botella. La dejaré en breve y volveré a ella.
Ahora bebo.
Días antes Anna Los milagros parecían que existían, pero de momento no me propuso quedar para esta semana para vernos y comer juntos, le dije que eligiera día, que no tenía nada importante que hacer. El día de la semana tenía que ser hoy, cómo no. Mi familia me propone de ir a comer juntos hoy y tal y les digo que nanay, que tengo mis mierda-principios. 'Muy bien empieza a encauzar tu vida'. Anna me gusta. Quedamos en mi barrio, charlamos de nuestras cosas, parece que sea una disputa entre quién está más chalado. Gano yo. Vamos a comer a un japo, me comenta que quiere hacer el Camino de Santiago a trozos - cada cuando le den las ganas un poco de trayecto- y que le da algo de miedo ir sola. Le digo medio vacilándole que yo la acompaño y le defiendo de los violadores. Me dice que OK. También me comenta entre risas las veces que la he liado estando con ella borracho y que me prefiere sobrio. Flipo con lo que me dice que he hecho en su presencia -que no recuerdo para nada- y le agardezco su paciencia conmigo. Después del café decidimos dar un paseo juntos. Me coge del brazo, se me despiertan las alarmas. Ha dejado de fumar y le digo que es mi cumpleaños, que me voy a a hacer un piti y que nos besemos antes de que huela a tabaco. Y ahí que le damos como 15añeros. Le digo que si le apetece que subamos a mi casa a ver videoclipses y acepta. Ponemos música mía de fondo y nos damos el lote. Sé que no puedo ir más allá de momento. Luego empieza a poner su músicaque algunos temas bien y otros que no. Se lo digo, el ambiente es cordial. Nos enrollamos. 7 horas llevamos ya juntos, yo empiezo a pensar-comparar con la gorda obsesionada conmigo a la que le pongo los temas má ssalvajes y las películas más truculentas mientras nos ponemos de coca, alcohol y sexo guarro a mansalva y nos descojonamos -excepto cuando le puse el vidrio del poli mexican diseccionado delante su hijo que me pidió que eso no -. La gorda no me gusta, pero me lo paso bien con ella hasta que digo que basta. Pensando en esto, mientras estoy acurrucado con Anna en mi cama -no hemos follado- me empiezo a rayar. Soy un subnormal que tendría que agradecer lo que está viviendo y me falla algo. El OH. Dice que tiene que ir tirando para su casa y que ya quedamos para otra comida y planear lo del Camino. Yo en este punto quiero puto alcoholol. No lo entiendo, pero quiero beber, aunque todo ha salido mucho más bien que mal y que mis temores hamorosos se han convertido en éxitos. Pienso en un post de Verruga -que ni él mismo se debe acorda-r en que hablaba de la incompatibilidad de su persona con la molesta aparición momentanea de la felicidad.
La acompaño al Metro nos damos un último beso y quedamos para quedar para comer otra vez y cuadrar el inicio del Camino. Acto seguido me voy al súper pillo 24 latas de cerveza dura, me pongo Rock FM y rompo con mi abstinencia y con todo. Mi novia es la botella. La dejaré en breve y volveré a ella.
Ahora bebo.
Última edición: