Miedo a los coños

Neutral Malvado

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¿Hay miedo a los coños?

La mayoría de tíos vais a responder que no, que cómo vais a tenerle miedo a algo que os queréis follar, que en los coños hay que entrar y punto. De acuerdo, pero tened en cuenta que pensáis eso porque estáis cegados por el deseo sexual testosterónico y por el machismo patriarcal judeocristiano.

En realidad, por debajo de nuestro deseo sexual y del machismo imperante, existe un miedo ancestral al poder primitivo de los coños.

Vamos a diseccionar ese miedo. Hay 8 razones de peso por las que deberíamos ir con cuidado al enfrentarnos a un coño:

1. Zonas erógenas recónditas y desconocidas:

Si ya fue traumático descubrir que el clítoris tiene mayor concentración de terminaciones nerviosas que el pene, más traumático resulta que se hayan descubierto nuevas zonas erógenas como, ya no sólo el punto G, sino, según Desmond Morris, también el punto A y el punto U. Hay que joderse. A medida que se vayan descubriendo más y más zonas erógenas en ese abismo infernal llamado coño, irá haciéndose más y más difícil satisfacer a las mujeres en el futuro. Ya me veo dentro de unos años a unas cuantas zorritas liberadas de alguna teleserie titulada "Sex in the City 2021" diciendo: "He mandado a paseo a Steve porque aunque me estimulaba bien el clítoris y el punto G, no tenía ni idea de dónde estaba mi punto A ni mi punto U, además de que su pene era demasiado pequeño para estimularme el cuello del útero y darme el orgasmo uterino que yo me merezco", a lo que las zorriamigas responderán con risitas burlonas y brindis festivos en un bar de la Quinta Avenida. (Por cierto, el punto A tiene mucho que ver con el orgasmo cérvico-vaginal del que tantas veces he alertado en este foro, mucho más violento y satisfactorio que el orgasmo clitoriano, que a la mayoría de mujeres les provoca crispación sensorial e hipersensibilidad postorgásmica). Pero en fin, no me digáis que no es acojonante que en esa raja insaciable haya tantas y tantas zonas erógenas a estimular. Y las que quedan por descubrir... Dentro de nada para follar habrá que llevar un puto mapa.

2. Dilatación vaginal y profundidades insondables de un coño. Las 3 leyes de la mecánica genital:

Las leyes de la mecánica genital nos dicen que los coños siempre ganan a las pollas.

  • La primera ley de la mecánica genital nos dice que, dados unos genitales masculinos y unos femeninos, cualquiera que sea el estado de los genitales masculinos, los genitales femeninos siempre ganan. Por ejemplo, pene erecto versus coño, gana coño porque devora al pene. Pene fláccido versus coño, gana coño porque su propietaria piensa: "Gatillazo. Menudo maricón, ya verás cuando se lo cuente a mis amigas, jijiji". Es como un juego de piedra-papel-tijeras con dos contendientes (coño-polla) donde siempre gana el coño.

  • La segunda ley de la mecánica genital nos dice que, dado un pene erecto y un coño húmedo, el coño devora al pene por completo sea cual sea el tamaño del pene. Los consumidores de porno habréis visto que ellas se meten cualquier polla en el coño, da igual que se trate de una pichita torbellinesca o de una macropolla nachovidaliana.

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    Por muy grande que sea una polla, el coño siempre la devora hasta la base, dejando sólo los huevos en el exterior. Esa pichita vuestra de la que os sentís tan orgullosos será engullida por el coño de una fémina hasta el punto de que al miraros os veréis castrados. Digamos que durante el coito, el macho se convierte en un eunuco por un instante. Los genitales femeninos, en cambio, conservan su integridad anatómica: Ellas ganan.

  • La tercera ley de la mecánica genital nos dice que, dado un coño y un número de penes superior a uno, el coño los podrá engullir a todos a la vez siempre y cuando los propietarios de los penes no tengan demasiados reparos de cariz heterosexual. Es decir, para una mujer es sumamente fácil meterse 2 ó 3 pollas a la vez en la vagina (incluso en el ano).

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    Si no vemos más a menudo las dobles penetraciones vaginales (o anales) es porque dos tíos heterosexuales jamás aceptarán meter la polla a la vez en el mismo coño notando más el roce de la polla del otro que el de la vagina de ella. Pensad que cualquier forera tipo Candela o Niandra podría follaros por vía vaginal de dos en dos, sin apenas despeinarse, para luego volver tan tranquilas al foro, finas y modositas, a contar que una vez se follaron a dos tíos a la vez pero que prefieren a su novio. Véase si no la práctica del fist-fucking o a aquella furcia que se mete la cabeza de un tío por el coño. Los coños son aberturas abominables que se dilatan indefinidamente.

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3. El mito de la vagina dentada y miedo a la castración:

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Hay varias culturas que tienen leyendas sobre mujeres con vaginas dentadas. El objeto de tales leyendas era disuadir a los varones de tener relaciones sexuales con mujeres desconocidas. El mito de la vagina dentada se alimenta del miedo a la castración. Según el psicoanálisis freudiano, los varones sufrimos angustia de castración durante los primeros 6 años de vida, especialmente cuando nos vemos embargados por el deseo edípico de matar a nuestro padre y follarnos a nuestra madre (con el consiguiente miedo a que papi nos descubra y nos corte la pilila). Hay madres que intuyen el conflicto edípico y amenazan al niño diciendo: "Pórtate bien o te cortaré la colita". También según Freud, la visión de los genitales femeninos durante la infancia acentúa la angustia de castración debido a que el niño entiende que la niña no tiene pilila porque ha sido castrada. Esta angustia de castración reaparece en la etapa adulta cada vez que la mujer a la que amamos se folla a otro macho. Es como si la hembra que nos pone los cuernos nos castrase. Pero el fantasma de la castración no es gratuito ni injustificado. La castración es tan antigua como la humanidad. Basta echar una mirada sobre la historia: eunucos, castrati, esclavos negros castrados, vencedores que castraban a vencidos, etc. La amenaza está ahí... El caso de los eunucos es particularmente interesante: Hombres castrados para servir a las concubinas de un harén. Es como si el hecho de servir a una mujer llevase ineludiblemente a la pérdida de pene y testículos. No es de extrañar, por tanto, que en las fantasías sexuales masculinas de dominación femenina (recordemos que el 70% de los varones tiene fantasías sexuales de dominación femenina), uno de los temas más socorridos es que la mujer castre a su marido cornudo para tener relaciones sexuales con un macho ciclado de gimnasio, al que ellas llaman "hombre de verdad" (en inglés "Real Man").

4. Miedo al poder procreador de los coños y trauma del nacimiento:

Una de las revelaciones más perturbadoras de la infancia es cuando nos dicen que los niños no vienen de París sino que salen de los coños. ¿Cómo? ¿De los coños? Y uno se visualiza ya mayorcito, con 4 ó 5 años, saliendo del coño monstruoso de una mujer gigantesca. Para la mentalidad de un crío es muy inquietante que los genitales femeninos tengan ese poder creador de seres humanos.

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Además, todos hemos experimentado el trauma del nacimiento, todos provenimos de un coño en el que ya no cabíamos. Decía Otto Rank que el nacimiento es la fuente básica de ansiedad de los seres humanos. No sé si habéis tenido alguna vez ese sueño en el que vais por unos pasadizos que se van estrechando cada vez más hasta que tenéis que agacharos para pasar y llega un momento en que el pasadizo es tan estrecho que ni siquiera os cabe la cabeza y os quedáis encallados sin poder avanzar ni retroceder. Pues ese sueño es una reminiscencia del trauma del parto. En la etapa adulta ese miedo al coño-creador-de-niños parece desvanecerse, aunque sigue residiendo en lo más hondo de la mente y se reactiva cada vez que el condón se nos rompe o ellas se olvidan de la píldora. El solo hecho de que de un chumino salgan criaturas glotonas que pueden hundirte tanto financiera como emocionalmente debería ser razón más que suficiente para equiparar los coños al vampiro de Düsseldorf o al carnicero de Rostov.


5. Variedad de mucus y segregaciones vaginales:

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¿Cómo no tenerle miedo a un órgano que segrega muchos más fluidos que nuestras humildes pollas? Las braguitas de las féminas se quedan totalmente empapadas al cabo de pocas horas de haberse duchado y cambiado. Los hombres necesitaríamos una semana entera para ensuciar los gayumbos tanto como ellas ensucian las braguitas en sólo 12 horas. Los coños segregan un amplio e inabarcable surtido de fluidos y mucosidades que hacen palidecer a nuestras pililas. Según las últimas investigaciones, un coño produce mocos F, mocos G, mocos L, mocos P2, mocos P6, mocos S, gránulos Z, sangre y coágulos menstruales, fluidos de las glándulas de Bartolino, fluidos de las glándulas parauretrales de Skene... Apabullante. Pensad que si una polla quedase atrapada en una vagina durante todo el ciclo menstrual, acabaría desintegrándose por el efecto corrosivo de los ácidos chochiles combinados. Pero es que el zumo de coño también tiene proteinas y minerales. Según un estudio de una universidad norteamericana, un varón en huelga de hambre que ingiriese tres vasos de fluidos vaginales al día podría sobrevivir indefinidamente gracias al altísimo aporte calórico y nutricional que hay en el jugo de coño. Ante el fuerte carácter mucoso y olfativo de los coños, no es de extrañar que los hombres nos veamos atenazados por el miedo más irracional. Porque a ver quién es el guapo que se atreve a poner la boca en la raja supurante de una fémina que lleve más de 24 horas sin ducharse y tenga ese abecedario de mocos ahí abajo. No, hay que asumir nuestra derrota en ese aspecto.

6. La aletoriedad de la micción femenina:

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Si por algún extraño golpe del destino un macho se encontrase bajo el coño de una fémina a punto de recibir una lluvia dorada, a este macho le esperaría un infierno. La trayectoria del chorro es imprevisible. Nunca sabes por dónde te va a caer. La orina femenina brota hacia un lado, luego se divide en dos o tres chorros, luego se vuelve a unificar, luego cambia de trayectoria, te moja el pelo, la frente, los ojos, el pecho. Es humillante. Después del festival urinario, la vulva les queda totalmente empapada. Por eso ellas se limpian el coñito con papel higiénico después de mear, con ese ritual tan exquisitamente femenino de coger papel y doblarlo con delicadeza para secarse la vulva. Y eso en el mejor de los casos, porque como les dé por decirnos: "Límpiame el coñito con la lengua, cari", la cantidad de orina a lamer será interminable. Compárese esto con el chorro regular y previsible de los machos. A nosotros se nos ve venir. Es natural que ante una cloaca que micciona de forma tan aleatoria y traicionera, el macho no tenga otra que rendirse y pedir clemencia.

7. Miedo a la menstruación:

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No hay duda de que una raja que sangra es algo cuanto menos inquietante. La sangre simboliza heridas, muerte, vampirismo. La mayoría de culturas y religiones (incluida la cristiana) relacionan la menstruación con la impureza y la infertilidad. En la tradición judía se abofeteaba a la hija en su primera menstruación. Las mujeres hindúes, durante la menstruación, se abstienen de los oficios religiosos. El autor romano Plinio escribía en su Historia Natural: "Aproximarse a una mujer en este estado [entiéndase menstruación] tornará el vino agrio, las semillas que sean tocadas por ella se volverán estériles, los injertos se secarán, las plantas se marchitarán y la fruta se caerá del árbol debajo del cual ella se siente." También se ha podido observar con la ayuda de la fotografía Kirlian que el aura de la mujer menstruante se torna oscura, densa y pútrida. Incluso hay una explicación científica para todo esto. Según investigadores de una universidad estadounidense, las mujeres menstruantes segregan unas toxinas (menotoxinas) que poseen un efecto inhibitorio sobre el crecimiento de raíces, tallos, brotes, levaduras, y afecta a las propiedades geotrópicas de las plantas. Si por algún extraño revés del destino un varón se encontrase bajo el coño de una fémina a punto de recibir una lluvia roja, debería saber que la sangre menstrual constituye un auténtico veneno para el organismo del pobre macho. La ingesta de un solo vaso de sangre y coágulos menstruales bastaría para dejar a un macho estéril de por vida. Ante este panorama, no es de extrañar que haya miedo a los coños. Muchas chicas se cuentan entre risitas que sus novios se marean cuando ven los manchurrones de sangre de su menstruación. "Qué delicados que son los hombres... Y nosotras tan campantes, jijiji". Son tremendas.


8. Vellosidad genital femenina y miedo a la mujer-mona:

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Esto es un coño en su estado natural. Inquietante, ¿verdad? Los varones presentamos vello en el pubis, pero no en el pene ni en la bolsa escrotal. Sin embargo, las féminas presentan una espesa mata de pelo tanto en pubis como en labios mayores (que embriológicamente corresponden a nuestro escroto). Si pusiéramos en una balanza el vello púbico de las féminas (en estado natural) y el vello púbico masculino, el vello púbico femenino pesaría unos cuantos gramos más. Vamos, que hay más pelo en los coños de muchas mujeres que en la barba del señor de mi avatar. Por eso las mujeres intentan por todos los medios, mediante depilación, rasurado y demás artificios, que no nos percatemos de que ellas están más cerca del mono que nosotros y que, por tanto, su sexualidad es más primitiva y salvaje que la nuestra. Ante esta imagen de los genitales de la mujer-mona, no es de extrañar que exista un miedo ancestral equivalente al del hombre cazador-recolector frente al mamut lanudo.

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Si alguien conoce más peligros inherentes a los coños o más motivos por los que deberíamos temerlos, que tenga la bondad de exponerlos aquí. A ver si nos metemos ya en la cabecita que los coños tienen un poder espantoso y que toda precaución es poca.
 
También debéis de tener cuidado al terminar de echar un polvo, en esos momentos post-coito tan relajantes. Si a la mujer le da por apretarlo con todas sus fuerzas, vuestro pene puede sufrir agónicos dolores. Haced la prueba, por curiosidad, decidle a la próxima partenaire que tengáis que lo apriete cuando tengáis el pene dentro, y ya me contaréis si lográis sobrevivir. Es curiosa la fuerza que desarrollamos en esos músculos, a pesar de ser incapaces de levantar una bombona de butano con los dos brazos.

Hombre, eso de que nos cojan dos y hasta tres pollas a la vez vía vaginal... supongo que será a las mujeres que hayan parido ya; a las nulíparas es posible que no les entren más de cuatro dedos sin desgarros o dolores inconmensurables. Ilustradme sobre ese tema. ¿Es reversible el ensanchamiento vaginal post-parto?

Poseer a un hombre rodeándolo con el coño, abrigándolo dentro con ácidos fluidos destructores que él soporta estoico a pesar de todo. No se me ocurre muestra de amor y confianza mayor que atreverse a introducir la polla dentro de una mujer, después de leer ésto.
 
Hombre, eso de que nos cojan dos y hasta tres pollas a la vez vía vaginal... supongo que será a las mujeres que hayan parido ya; a las nulíparas es posible que no les entren más de cuatro dedos sin desgarros o dolores inconmensurables. Ilustradme sobre ese tema. ¿Es reversible el ensanchamiento vaginal post-parto?

Vamos a ver, la respuesta la tiene usted en este gif:

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Si os podéis meter dos pollas a la vez en el ano, ¿cómo no vais a poder meteros dos pollas a la vez en la vagina? La vagina es mucho más flexible.

Sobre lo de los músculos pélvicos, muy cierto, me había olvidado de ese peligro. En fin, que cada día me dais más miedo...
 
La ingesta de un solo vaso de sangre y coágulos menstruales bastaría para dejar a un macho estéril de por vida. Ante este panorama, no es de extrañar que haya miedo a los coños.

Joer, y a mi que me encanta comerme los coágulos, me dejará estéril? :lol:

:137:137:137
 
¿ los genitales femeninos siempre ganan. Por ejemplo, pene erecto versus coño, gana coño porque devora al pene.

No conozco casos de hombres que desearían tener coño para engullir lo que sea, por el contrario, muchas tienen la fantasía de tener falo para penetrar, poseer, romper...

El caso de los eunucos es particularmente interesante: Hombres castrados para servir a las concubinas de un harén. Es como si el hecho de servir a una mujer llevase ineludiblemente a la pérdida de pene y testículos.


No es ella la que lo castra, es él. Luego es el miedo del macho al otro macho.

¿Cómo no tenerle miedo a un órgano que segrega muchos más fluidos que nuestras humildes pollas?

En la variedad está el gusto.

Si por algún extraño golpe del destino un macho se encontrase bajo el coño de una fémina a punto de recibir una lluvia dorada, a este macho le esperaría un infierno. La trayectoria del chorro es imprevisible. Nunca sabes por dónde te va a caer. La orina femenina brota hacia un lado, luego se divide en dos o tres chorros, luego se vuelve a unificar, luego cambia de trayectoria...


Me parece que es mas o menos lo mismo que le pasa a los que no se retiran el prepucio para mear, lo que no sé, es si ellas se pueden retirar los labios completamente y mear derechito. Luego, si estás medio empalmado, tambien te sale de cualquier manera.


. La ingesta de un solo vaso de sangre y coágulos menstruales bastaría para dejar a un macho estéril de por vida.

Eso es de coña ¿ no?.

Ante este panorama, no es de extrañar que haya miedo a los coños. Muchas chicas se cuentan entre risitas que sus novios se marean cuando ven los manchurrones de sangre de su menstruación. "Qué delicados que son los hombres... Y nosotras tan campantes, jijiji".

Yo supe de una que para vengarse del fulano se pasaba las chuletas de ternera por el coño sangrante antes de cocinárselas.


Los varones presentamos vello en el pubis, pero no en el pene ni en la bolsa escrotal.


:shock: Serás tu, pero en general el vello del escroto es hasta necesario, para conservar la temperatura, y hasta para que no se te peguen como las piernas a los sofás de sky.


Sin embargo, las féminas presentan una espesa mata de pelo tanto en pubis como en labios mayores (que embriológicamente corresponden a nuestro escroto). Si pusiéramos en una balanza el vello púbico de las féminas (en estado natural) y el vello púbico masculino, el vello púbico femenino pesaría unos cuantos gramos más.

Lo dudo mucho, la cantidad de vello tiene que ver con las hormonas.

Por eso las mujeres intentan por todos los medios, mediante depilación, rasurado y demás artificios, que no nos percatemos de que ellas están más cerca del mono que nosotros y que, por tanto, su sexualidad es más primitiva y salvaje que la nuestra.


Yo diría que es precisamente porque el vello es símbolo de virilidad, y ellas quieren verse femeninas, no viriles. Ademas, el hecho de que se depilen tanto, tambien está relacionado con la aversión del hombre por el vello femenino, no son mas que ganas de gustar.


Si alguien conoce más peligros inherentes a los coños o más motivos por los que deberíamos temerlos, que tenga la bondad de exponerlos aquí.

Me parece que le das demasiada importancia, si me apuras es parecido a una mano pringosa.
 
También debéis de tener cuidado al terminar de echar un polvo, en esos momentos post-coito tan relajantes. Si a la mujer le da por apretarlo con todas sus fuerzas, vuestro pene puede sufrir agónicos dolores. Haced la prueba, por curiosidad, decidle a la próxima partenaire que tengáis que lo apriete cuando tengáis el pene dentro, y ya me contaréis si lográis sobrevivir. Es curiosa la fuerza que desarrollamos en esos músculos, a pesar de ser incapaces de levantar una bombona de butano con los dos brazos.

A mi me ha pasado alguna vez , cuando realizo con mi novia el mete saca, que cuando a ella le está llegando el orgasmo noto como su vagina me aprieta el pene duramente , como espasmos. Espasmos que son tan fuertes que incluso cuando hago el movimiento hacia atrás ( del mete saca ) incluso su propia vagina con esas contracciónes me expulsa la polla del coño, y es una putada, porque es como si te hicieran una pajilla y cortaran justo en el momento que te vas a ir (según sus explícitas explicaciones) . ¿ os ha pasado alguna vez bastardines ?
 
Este artículo me parece la forma más bizarra de justificarse por no follar en años.
 
No conozco casos de hombres que desearían tener coño para engullir lo que sea, por el contrario, muchas tienen la fantasía de tener falo para penetrar, poseer, romper...


Se equivoca usted. Es más frecuente la envidia de la vagina que la envidia del pene. Lo de la envidia del pene siempre ha estado muy sobrevalorado por los esbirros freudianos y la falocracia imperante. A decir verdad, estudios recientes demuestran que es más habitual que el hombre se pregunte qué siente una mujer que viceversa. Esto se debe al particular egocentrismo de las féminas, que las inclina a preocuparse sólo por cosas de mujeres. Usted fíjese: Es más frecuente el típico pensamiento masculino: "Joder, si fuese mujer sería la más puta del barrio", que un pensamiento femenino análogo. Del mismo modo, es más frecuente que el hombre se pregunte qué se siente al tener vagina que al contrario.

Otra razón de peso: Hay más transexuales que pasan de varón a mujer que transexuales que pasen de mujer a varón. De lo que se desprende que los varones queremos ser mujeres con más frecuencia que al contrario. Esto se debe a que, en términos embriológicos, ser hembra es más esencial que ser macho. El embrión es por defecto hembra y sólo se masculiniza por los efectos de la testosterona. Por lo tanto, en un escenario de ciencia-ficción, te encontrarías a más hombres interesados en probar el cuerpo de una mujer que a mujeres interesadas en probar el cuerpo de un hombre. Digamos que todos los hombres llevamos a una mujer dentro, mientras que las mujeres no llevarían a un hombre 'fuera'. Eso explica por qué los hombres tenemos más empatía a la hora de entender a las mujeres que viceversa.


No es ella la que lo castra, es él. Luego es el miedo del macho al otro macho.

No he dicho que sea ella la que lo castra. Sólo digo que cuando hay coños de por medio, es fácil acabar castrado, sea simbólica o físicamente.

Eso es de coña ¿ no?.

No, es todo verídico.

:shock: Serás tu, pero en general el vello del escroto es hasta necesario, para conservar la temperatura, y hasta para que no se te peguen como las piernas a los sofás de sky.

No me compare usted los cuatro pelos que tenemos en el escroto con la mata de pelo que tienen las tías en los labios mayores.


Yo diría que es precisamente porque el vello es símbolo de virilidad, y ellas quieren verse femeninas, no viriles. Ademas, el hecho de que se depilen tanto, tambien está relacionado con la aversión del hombre por el vello femenino, no son mas que ganas de gustar.

Tonterías. El vello no es símbolo de virilidad, sino de primitivismo. Lo que sucede es que a los hombres se nos ha permitido demostrar más primitivismo que a las mujeres. Por eso no se nos exige tanta depilación.
 
Excelente, brillante y cientifico hilo, señor Neumal. Todo lo que sea aplicar la racionalidad al comportamiento sexual y a las relaciones entre los géneros cuenta con mi ferviente adhesión y mi manifiesta complicidad. Ya es hora de tratar de comprender nuestros instintos y nuestras pulsiones dejando a un lado un enfoque tan pueril y televisivo como la que nos venden desde los consultorios sentimentales y los psicologos de polla floja, donde la sentimentalidad y el romanticismo decimononico pervierte e invalida cualquier aproximación realista.

Indudablemente el coño ofrece una apabullante coleccion de virtudes y características que le convierten en una entidad mágica, indescifrable y sumamente inquietante. Desde el mismo momento de nuestra llegada al mundo somos ungidos con el oleo santo de sus fluídos y transpasmos el umbral de su orificio triunfal. Quizá, toda nuestra ansia de perforar este mágico agujero no sea otra cosa que un intento desesperdo y fatal de regresar al mirífico y plácido mundo del cual fuimos expulsados en el momento de nuestro nacimiento, y por eso bregamos furiosamente con nuestro estilete buscando la puerta de entrada. El coño como la puerta del paraíso, no del placer sexual, sino de algo mucho más importante, de nuestro primitiva y pacífica existencia flotando felizmente en el líquido amniotico.

Por un coño nacemos y por volver repetidamente a los coños morimos. Nos jugamos la hacienda, la honra y la vida. Ese magnetismo irresistible debe esconder algo más que el facilitarnos una simple descarga seminal. Debe enconder en sus profundidades el secreto mismo de la inmortalidad. La vida eterna es más accesible volviendo al prenacimiento, gracias al cual es imposible morir si aún no hemos nacido, que adorando a extraviados y confusos diosos. Es precisamente por esta razón, por la que muchos adoramos a los coños como si a divinidades nos estuvieramos dirigiendo, porque adivinamos la felicisima promesa de la eternidad.
 
El post es muy bueno, hacia tiempo que no me leía un ladrillaco a gusto. Enhorabuena Bakunin
 
debería tenerse en cuenta en la discusión la cada vez más frecuente afición femenina a hacer uso de consoladores de correas para penetrar a sus machos.....se plantea un curioso problema interpretativo: ¿se trata de una sutil manifestación de la invidia peni freudiana, o, por el contrario, se ha dado una verdadera usurpación del falo lacaniano, según el principio de "tiene que haber falo en la relación, y si tú no estás a la altura, seré yo la que penetre"? Bueno, espero que Neutral nos ilustre verbal y gráficamente sobre este particular.
 
rusas-macizas rebuznó:
debería tenerse en cuenta en la discusión la cada vez más frecuente afición femenina a hacer uso de consoladores de correas para penetrar a sus machos.....se plantea un curioso problema interpretativo: ¿se trata de una sutil manifestación de la invidia peni freudiana, o, por el contrario, se ha dado una verdadera usurpación del falo lacaniano, según el principio de "tiene que haber falo en la relación, y si tú no estás a la altura, seré yo la que penetre"? Bueno, espero que Neutral nos ilustre verbal y gráficamente sobre este particular.

Bajo mi punto de vista se trata de una manifestación más de esa eterna afición femenina por jodernos; siempre están deseando hacerlo pero nunca del modo y en el momento que deseamos que lo hagan.
 
obsesión por el coño

Vaya auténtica obsesión por el coño que tiene el que ha abierto este hilo...
 
rusas-macizas rebuznó:
debería tenerse en cuenta en la discusión la cada vez más frecuente afición femenina a hacer uso de consoladores de correas para penetrar a sus machos.....se plantea un curioso problema interpretativo: ¿se trata de una sutil manifestación de la invidia peni freudiana, o, por el contrario, se ha dado una verdadera usurpación del falo lacaniano, según el principio de "tiene que haber falo en la relación, y si tú no estás a la altura, seré yo la que penetre"? Bueno, espero que Neutral nos ilustre verbal y gráficamente sobre este particular.

La mayoría de mujeres son incapaces de respetar a un hombre que se deje encular. Ser la parte pasivo-receptora en el sexo anal es interpretado por ellas como sumisión, y las mujeres jamás podrán amar ni respetar al varón sumiso. Es posible que haya un pequeño porcentaje (muy pequeño) de mujeres fálicas y posesivas que disfruten poseyendo a su macho por vía rectal (lo que les excita a estas mujeres es la idea de que SU hombre aguanta estoicamente por amor y devoción hacia ellas), pero son una minoría. Lo más habitual es que la presunta enculadora no sea más que una zorra enrolada en una mafia pornográfica-prostitucional o una mera oportunista que se aprovecha de las ansias de sumisión anal de los varones para obtener beneficios de toda índole.

En cuanto a ilustración gráfica, aquí tiene:

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Aunque me parece más estética ésta:

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La verdad es que los gifs son hipnóticos.

Alguna vez he soñado que tenía pene, y me lo he pasado bastante bien penetrando en sueños toda cavidad que se aparecía ante mis ojos.
Encuentro cierto divertimento en coger a mi novio de las caderas cuando está agachado y darle fuertes golpes con mi pubis en el culo. Pero nada morboso, todo es for the lulz. Solamente me rio yo, no sé porqué.
 
La verdad es que los gifs son hipnóticos.

Alguna vez he soñado que tenía pene, y me lo he pasado bastante bien penetrando en sueños toda cavidad que se aparecía ante mis ojos.
Encuentro cierto divertimento en coger a mi novio de las caderas cuando está agachado y darle fuertes golpes con mi pubis en el culo. Pero nada morboso, todo es for the lulz. Solamente me rio yo, no sé porqué.

Yo nunca he soñado que tengo coño, debe ser horrible y zómbico. Lo que sí he soñado es penetrar a una tia , a la que no le veo la cara ( está borrosa ) y me sale el pene desintegrado de la vagina. Como si se fuera quemando con un ácido. Pero no hay dolor .
 
Muy currado el hilo.
Pero debo de estar francamente enfermo porque muchas de las horrorosas con las que Neutral nos regala, me ponen berraco.
Donde él ve una mata de pelo amenazante, yo veo horas de diversión.
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Y qué quereis... un conejo chorreante, suave, deslizante, cálido, húmedo, acogedor, chapoteante, aromático...
Miedo precisamente, no es lo que me da.
 
La tesis es la puta leche pero he de decir que en mi vida no he tastado tantos coños como para EXPONER (pensar si que lo hago "a mi manera") en esa clase de psicoanálisis con ejemplos ilustrativos de sexo en ny 2021.

Al final vista la marcha que tengo, me he vuelto como el rubio de los bukakes.

Soy su clon pero en moreno, algo mas guapo y ni me se nombres y primer apellido de actrices.
 
Yo lo que pienso, es que los hilos de éste gran hombre, son carne de general. Son chanantes a más no poder, sin duda un soplo de aire fresco para el ambiente viciado que ahí se respira.

Aquí, la mayoría de los foreros no saben ni como replicarle
 
no ha habido NADA en el post inicial que no me la haya puesto como el cuello de fernando alonso.
 
Como me he reído con lo de la vagina dentada y lo de los coños engulle penes...:lol:

Buenísima reflexión. Pero aclaro que yo no me veo con huevos a hacer una doble penetración, ya sea una polla en culo y otra en vagina, o dos pollas en el coño. Pero si alguna vez que me han intentado meter 4 dedos me han semidestrozado y he andado a lo cowboy durante una semana, con eso lo digo todo.

A mí, de uno en uno. Gracias.

Jo, los gifs son hipnotizantes.
 
De NIÑO, vi una peli porno lesbica, donde al final, justo antes de la orgía, Ginger Lynn o alguna contemporánea suya paseaba desnuda con un cartél que traducido decía: "El mundo se rige por el poder del coño".

Yo, criado en una familia donde el machista cabeza de familia ordenadaba y mandaba, me reí como un retarded chiquito antes tamaño despropósito.

Hoy sé que esa frase es una verdad como un templo y, como tal templo, adoro a los coños, a todos (o a casi todos).

No comentaré porqué me gustan tanto, el que me conozca ya lo sabe. :lol:

Los coños son nuestros amigos, no les tengáis miedo. Son el puente que nos abre las puertas a llevarnos bien con las mujeres. Tratad bien su coño, y como mínimo esa chica será vuestra amiga fiel. :oops:
 
Yo lo que pienso, es que los hilos de éste gran hombre, son carne de general. Son chanantes a más no poder, sin duda un soplo de aire fresco para el ambiente viciado que ahí se respira.

Aquí, la mayoría de los foreros no saben ni como replicarle

Suscribo, yo también lo he dicho en más de una ocasión. Las pajazas mentales de este tipo son un lolazo.
 
A mí los coños dentados me enternecen. Me recuerdan a mi abuela Escolástica, que en paz descanse.

Es esta:

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