AsiduoTodas las navidades lo mismo.
Me permito compartir con vosotros esta personalísima costumbre navideña como es releer a Montherland...sin lugar a dudas el mejor escritor de la historia en temas deportivos (Píndaro incluido).
Tiempos propicios para recordar.
En fin.
LA PISTA.
¿Por qué hoy la pista me atrae como un abismo?
Hace diez años que dejé de correr. Bueno, solo cinco o seis veces detrás del autobus. ¡ Que curioso, un cuerpo que ha corrido tras el record del mundo...y ahora corre para atrapar el autobús!
Pero esas carreras ridiculas, me producian tambien placer. Sentir que mi cuerpo aun estaba intacto. Me divertia permanecer un breve tiempo manteniendo la distancia...mientras la gente hace votos para que no lo logre...y uno sabe que en tres segundos en el momento que quiera lo conseguirá y las da....y lo consigue. Sentir mis muslos bajo el pantalón de franela....sentir sus desniveles y sus masas....me sorprendia.
Este cuerpo herido y abandonado por mí...seguía respondiendome pese a todo.
COMO UN RELOJ al que hemos olvidado dar cuerda y observamos que sigue funcionando al cabo de los años.
Mi cuerpo seguía ahí....fiel...después de diez años.
Subo al autobus...me arrodillo para atarme el calzado y siento como mi corazón golpea mi rodilla.
¿Volver a competir?
No.
Estoy tan hundido, tan derrotado...que si mi destino se jugase en una esquina no me molestaria en ir a verlo.
Me permito compartir con vosotros esta personalísima costumbre navideña como es releer a Montherland...sin lugar a dudas el mejor escritor de la historia en temas deportivos (Píndaro incluido).
Tiempos propicios para recordar.
En fin.
LA PISTA.
¿Por qué hoy la pista me atrae como un abismo?
Hace diez años que dejé de correr. Bueno, solo cinco o seis veces detrás del autobus. ¡ Que curioso, un cuerpo que ha corrido tras el record del mundo...y ahora corre para atrapar el autobús!
Pero esas carreras ridiculas, me producian tambien placer. Sentir que mi cuerpo aun estaba intacto. Me divertia permanecer un breve tiempo manteniendo la distancia...mientras la gente hace votos para que no lo logre...y uno sabe que en tres segundos en el momento que quiera lo conseguirá y las da....y lo consigue. Sentir mis muslos bajo el pantalón de franela....sentir sus desniveles y sus masas....me sorprendia.
Este cuerpo herido y abandonado por mí...seguía respondiendome pese a todo.
COMO UN RELOJ al que hemos olvidado dar cuerda y observamos que sigue funcionando al cabo de los años.
Mi cuerpo seguía ahí....fiel...después de diez años.
Subo al autobus...me arrodillo para atarme el calzado y siento como mi corazón golpea mi rodilla.
¿Volver a competir?
No.
Estoy tan hundido, tan derrotado...que si mi destino se jugase en una esquina no me molestaria en ir a verlo.
Freak
Veterano