El 'cazador de negros' asegura que pagó al niño por la foto
El caso del
cazador de negros de Facebook, que tiene a Sudáfrica en estado de shock reabriendo la aún no cerrada herida del apartheid, se mueve ahora en términos de investigación policial y condena social.
Por un lado,
la policía ha reconocido que interrogó en 2007, momento en el que se hizo la foto, al autor de la instantánea y que éste les dijo que había pagado al niño para hacérsela. Sin embargo, la debilidad del informe y el gran revuelo creado tras aparecer la foto en televisiones y periódicos de todo el mundo, ha obligado a reabrir la investigación. "Nos centramos en saber si el niño está muerto o vivo. La investigación es por asesinato", ha dicho la policía. El perfil de
Terrorblanche en la red social es falso, por lo que los agentes no han podido aún dar de nuevo con el autor que hasta ahora está desaparecido.
La investigación intenta también esclarecer por qué cuatro años después ha vuelto a salir a la luz la foto.
"La imagen es muy dura y hay que esclarecer los hechos", dice Jefatura Policial. La propia líder de la oposición sudafricana, la blanca Hellen Zille, ha calificado la imagen de "espeluznante" y de "fomentar el oído racial". Las muestras de repulsa se suceden por todo el país, pero es en Facebook donde se han creado diversas páginas de condena.
De momento, se han dado de baja 25 amigos de
Terrorblanche que leyeron ayer que todos los contactos de la página podrían ser acusados de colaboración. A la vez, se han creado en la red social páginas de repulsa y condena en varios idiomas, incluida una en castellano, que cuentan ya con más de mil seguidores.
A la espera de que se resuelva la investigación policial, la foto ha servido para ahondar en el
problema racial sudafricano. "Estamos desolados, es una imagen atroz que nos inculpa a todos", decía ayer la mayor parte de la población blanca sudafricana.
Terrorblanche y el niño son ahora los objetivos de la investigación