Aporto expe para ver si la gente se anima
Nombre "artístico": Alex
Nacionalidad: Brasileira, como no.
Edad: Ella dice 23, pero a quien le importa
Dirección: Aragón con Marina
Teléfono: 667 224 470
Horario: Siempre disponible
Web: travestistop.com
Fecha de la experiencia: Septiembre 2008
Tarifas: 150€ la hora
Duración del servicio: 30 minutos
Descripción física: Esta algo mas delgada que en las fotos, el photoshop mejora la realidad. Increíblemente la polla es autentica, tal como sale en las fotos.
Fuma?: No conmigo, tampoco sabe a ceniza…
Vestimenta: Sucinta: top, medias y tacones.
Ambientación: Un piso antiguo del Ensanche que ya ha vivido sus mejores días.
Tatuajes No se los ví, pero me estaba fijando en otra cosa…
Da besos/morreos?: Piquitos, pero tampoco soy su novio.
Francés: Sin goma, lentos, mutuos con mucha saliva y dedicación.
Griego: Bueno, a eso ibamos, no?
Implicación: La chica es cumplidora, pretende ganarse lo que cobra.
Chica recomendable?: Si, si tu culo lo resiste.
Para repetir?: En noviembre podré volver a sentarme, luego ya veremos…
Resumen experiencia: Lo mejor de Brasil no son sus futbolistas.
Valoración final: lo mejor, el polvo que eché después. Lo peor el haber desperdiciado 50 € .
Relato off expe: Fui a verla al mediodía, como alternativa al aperitivo. Aparqué fácil en zona de descarga, porque se suponía que era lo que iba a hacer allí. Me abrió la puerta como se supone que debe hacerlo una puta, en bragas, medias y zapatos de tacón de aguja negros y brillantes. Es muy alta y muy delgada y habla suave y bajito. Enseguida fuimos a la habitación y se puso a hablar de dinero. Quería 150€ por una hora y 50€ mas por correrse. Le pagué y me quité la ropa, aquel día yo venía directo de la oficina y llevaba un traje caro. De haber ido en tejanos, me habría cobrado menos, seguro. Se fue con el dinero y volvió con una copa que no le había pedido. Me preguntó que quería hacer y cuando vio hacia donde se dirigía mi mirada, me metió un cojín bajo los lumbares y se estiró sobre mi para empezar a lamer, luego chupar, sorber y mordisquearme la polla. En esa posición no tuve mas remedio que hacer lo mismo, con la dificultad añadida de intentar meterme todo aquello en mi boca. Me ayudó a base de riñonadas bastante salvajes y empezó a hacerme el cunnilingus. Aquello duró bastante como para que mi erección le pareciera una señal de querer pasar al sexo duro. Así que me cogió por los tobillos, me abrió de piernas y mientras me masturbaba y me mordía las pantorrillas trató de partirme en tres hincándome su magnifica polla allí donde mas duele. Viendo que la penetración iba a ser imposible, al poco se dedicó a pasearme su tremendo falo por todos los sitios donde se le ocurrió. Así estuvimos un rato hasta que volvió a masturbarme primero con dedicación y al final con rabia, mientras seguía hincando su polla contra mi ya maltrecho culo. Antes que ponerme a llorar como una plañidera, hice lo que todo hombre suele hacer en estas ocasiones: correrme y salir corriendo. Creo que se despidió amablemente. Sentado ya en el coche tuve una erección salvaje solo de pensar lo que había pasado. Llame por teléfono a Thais Ribero, de día siempre está en la calle Lérida. Pero esa es otra historia.