Anodino
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Las relaciones sexuales, así como infinidad de sistemas, se rigen por la distribución de Pareto. Un 20% de individuos disfruta del 80% de otra cosa. En este caso el 20% de los hombres más atractivos se follan al 80% de las mujeres.
Tras instar al anormal de Herrumbre a que expusiera mejor esta teoría, me veo en la obligación foril de hacerlo yo. Porque sí, amigos, ahora me entero de que no follo por culpa de un tal Pareto. Más concretamente, la cusa es esta:
Como ahí se expresa claramente, el principio de Pareto (que desconocía debido a mi vasta incultura) se resume en que el reparto de bienes, riquezas, oportunidades, etc, está mal distribuido. Muy pocos acaparan mucho, y claro, no tardan en aflorar los muertos de hambre. Al parecer al italianini este se le ocurrió la teoría al observar que muy poca gente acumulaba gran parte de la riqueza, cosa que sigue sucediendo (Principio de Pareto - Wikipedia, la enciclopedia libre). Pareto "descubrió" que el 80% de la riqueza económica la poseía tan sólo el 20% de la población. Acababa de crear la ley del 80/20, y a partir de entonces este economista vio que era posible extrapolar su teoría a otras situaciones, como por ejemplo causa-consecuencia o esfuerzo-recompensa. Así por ejemplo, gracias a este señor sabemos que disfrutamos del 20% de nuestro tiempo libre después de haber gastado en la oficina el otro 80%. Y que a fin de mes disfrutaremos del asqueroso 20% de nuestro dinero después de habernos pulido el 80% en gastos y vicios varios.
Por lo que me he enterado buscando información sobre el amigo Pareto, hoy día son muchas las empresas que revisan y analizan su situación a partir del teorema 80-20. Pero el subnormal de Herrumbre me comenta que si no entierro el nardo en un chocho maloliente, es porque hay un 20% de foreros que me lo impiden. Es decir, hay un grupo minúsculo de fornidos y bellos seres que acaparan todo el marisco y se inflan a almeja día sí y día también, con lo cual esquilman el 80% de la reserva de coquina y ostra. Queda por ahí lun 20% de mujerío libre, pero resulta que no entra voluntariamente en el 80%, con lo cual no computa. El salto de un grupo a otro puede suceder, pero siempre por permuta, con lo cual se abre la veda a muchísimas posibilidades.
Atention plis porque las casuísticas pueden ser varias y hay que estar el loro de todas las variables. Para intentar hacerme una idea de lo que me trataba de decir el asqueroso de Herrumbre, he partido de un supuesto poblacional formado por un total de 20 individuos, repartidos por igual entre hombres y mujeres. Para facilitar el ejercicio de demostración, me he dejado fuera la estadística que dice que entre medias tendría que habría un travelo, un par de matrimonios arruinaos y una puta de pago, pero yo lo he dividido sencillamente entre hombres y mujeres:
Este sería nuestro 100% de población imaginario, que se dispone a follisquear un día de primavera cualquiera. Según el imbécil de Herrumbre, el reparto sería más o menos este:
Únicamente dos individuos se cepillan a medio bloque cada uno, en días y horarios distintos para no llamar la atención. Si no agotan con el 100% de los chochos disponibles es por tener en cuenta y hacer respetar la famosa escala loca-maciza (compatible y acumulable con la fórmula Pareto), que en este caso se cumple con una chalada borrachuza y una gorda enfundada en leggins. Sucede, además, que el 80% de vecinas disponibles están todas buenísimas, y coinciden con el gusto del cosumidor follador (detalle pequeño pero muy relevante). Como ustedes apreciarán, el resto del paisanaje nos quedamos foreando, cosa que agradezco porque por fin mi vecino de arriba deja de dar por culo con las obras para meter leds debajo de las baldosas para iluminar las cañerías del váter.
Hasta aquí la cosa podría ser más o menos admisible, aunque todos sabemos que no lo es, puesto que no pueden quedar sin presa grandes lobos del lugar, pero haremos un esfuerzo y lo daremos por válido. Lo que sucede es que la ley de Pareto es variable, y como dice el atrofiado de Herrumbre no ha de ser un reparto estático: los acaparadores pueden cambiar. No tiene que ser necesariamente el mismo individuo el que acapare el 40% de los chochos, sino que estos pueden pasar de mano en mano en cualquier momento.
Los porcentajes son estáticos pero no sus miembros. Los individuos que conforman los 80-20% y 20-80% no son siempre los mismos. Uno que no folla ni con recomendación puede pasar al 20% dominante.
Para ejemplificar esta variable, hago acto de presencia para follarme a la gorda del primero, que está a mi alcance porque tiene Tinder, no porque sea gorda. Y no tendría nada de malo de no ser por el hecho de que para poder llevar a cabo mi acto sexual he de dejar fuera de la ecuación a algún machito follador.
Sí, amigos, el follar gordas tiene consecuencias inmediatas sobre terceros. Es la letra pequeña del contrato de Pareto. El chocho que entra en el 80 follable desplaza a otros al grupo 20, que caen cual fichas de dominó y arrastran consigo a individuos masculinos de ese subgrupo 80-20. De otro modo: para que yo pueda meterla en una hamburguesa con pelo, otro morenaso de pasarela ha tenido que emigrar a otro país, que deja malfolladas a otras tantas féminas. Fíjense ustedes qué tristesa.
Pero seamos justos, tamaña desgracia no puede ocurrir por el simple hecho de que un hombre anodino se folle a PepaPig. Gracias a Badooc, las feas también pueden ser unas tigresas, y no por eso la rueda del 80-20 se paraliza. Por eso hay que pensar en una variable más sensata y realista, que niega el principio de Pareto:
A ver si el retardado de Herrumbre o los puestos en economía me sacan de dudas. Mientras tanto, se aceptan variables plausibles.
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