Misógino Empedernido
El de los "cupiditos"
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- 13 Sep 2005
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Ya lo dice la coplilla:
Como ya muchos peinan canas, si es que peinan algo, les propongo que hablemos de lo que sucede después del rapiñeo. Demos por hecho que ya sea por voluntad, descuido o casualidad, hemos pasado de saltar de flor en flor (o mejor sobre flor) a emparejarnos con una persona. La relación es exclusiva y se establece un vínculo implícito de fidelidad, pero todavía no es definitiva, no está asentada, seguimos preguntándonos si cuajará.
¿Cuál es punto de inflexión para saber que es realmente estable?
Me refiero a ese momento en que, por sentirnos seguros, sin miedo a que se rompa la relación, destapamos el frasco de nuestras esencias (no necesariamente ventosidades) y nos comportamos como realmente somos. Damos por hecho que ya no habrá consecuencias negativas porque nos aman igualmente. ¿Qué absurdos actos, insultantes comentarios o repugnantes costumbres son los que hasta entones hemos evitado y afloran al sentirnos queridos?
Resumiendo, la pregunta es: ¿cuál es la prueba del amor verdadero? ¿El primer pedo camero?
Mil veces puedes decirme
¡Ay, vida, cuánto te quiero!
Que no sabré que me amas
hasta el primer pedo camero.
¡Ay, vida, cuánto te quiero!
Que no sabré que me amas
hasta el primer pedo camero.
Como ya muchos peinan canas, si es que peinan algo, les propongo que hablemos de lo que sucede después del rapiñeo. Demos por hecho que ya sea por voluntad, descuido o casualidad, hemos pasado de saltar de flor en flor (o mejor sobre flor) a emparejarnos con una persona. La relación es exclusiva y se establece un vínculo implícito de fidelidad, pero todavía no es definitiva, no está asentada, seguimos preguntándonos si cuajará.
¿Cuál es punto de inflexión para saber que es realmente estable?
Me refiero a ese momento en que, por sentirnos seguros, sin miedo a que se rompa la relación, destapamos el frasco de nuestras esencias (no necesariamente ventosidades) y nos comportamos como realmente somos. Damos por hecho que ya no habrá consecuencias negativas porque nos aman igualmente. ¿Qué absurdos actos, insultantes comentarios o repugnantes costumbres son los que hasta entones hemos evitado y afloran al sentirnos queridos?
Resumiendo, la pregunta es: ¿cuál es la prueba del amor verdadero? ¿El primer pedo camero?
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