cuellopavo
Frikazo
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Ayer leyendo un artículo me enteré de la publicación de este libro, en el que está contenido material inédito de Charles Bukowski, su correspondencia con Sheri Martinelli, la amante de Ezra Pound y musa de la generación Beat.
“Siete años de correspondencia a ciegas, entre 1960 y 1967. Siete años de complicidad, alcohol, admiración, amor y odio que comenzaron con una frase urticante de ella a él: -Mi querido Charles Bukowski, quiero comentarte que no veo brío en tu obra…-”
A los que habéis leído algo de Bukowski, y conocéis su estilo duro, seco me gustaría transcribiros todo este artículo de Antonio Lucas, que apareció ayer en la sección de cultura de El Mundo, 23 de marzo de 2007, “Charles Bukowski”, el 'salvaje' a contraluz”
Dice de él Antonio Lucas, que “tenía un hambre caníbal como para empeñar la vida en ello. (Convertirse en uno de los grandes tipos de las estanterías) Le sobraba tiempo, hastío, hígado y voracidad para intentarlo. Empezó así la errática aventura de su vida literaria, el umbral de un mito sulfúrico que llegó a hacer de su estética de atunero una convulsión literaria.
La vida no le tendió la mano. (…) Zascandileó por mil trabajos, pajareó por los bares y las aceras, fornicó, buscó el amor con dinamita y dejó un rastro sucio de palabras bellas, o que resultan bellas en su estruendo, en su herida. Si Whitman vió América cantando, él la vio vomitando”
Ahora las cartas que intercambió con Sheri, se publican en este libro “Noche de escupir cerveza y maldiciones” al cuidado de Eduardo Iriarte.
"La destinataria de las cartas ahora recuperadas supo del autor de Factotum después de la experiencia de una relación honda y extraña. Era hija/amante/protegida/discípula del genial Ezra Pound, uno de los poetas más complejos y visionarios del siglo XX, 33 años mayor."
"Aquí, se presenta un Bukowski fascinante, un tipo que pronto descubrió la necesidad de inventarse un personaje bien construido y lo hizo" subraya Iriarte. Primero tomándose la existencia como un eructo, después ensayando una literatura aparentemente desmadejada, pero nada más lejos de la realidad. En estas cartas deja ver cómo pulía su obra, cómo corregía, pese a esa imagen de que no retocaba jamás un texto, sostiene Iriarte.
Agosto de 1962
Querida Sheri:
Es la hostia de duro vivir como un santo (…). Ginsberg y Corso tienen problemas con la prepotencia. Se pasean por distintos países alzando sus nombres por encima de la cabeza (…). Han caído en la peor de las trampas y su escritura – su creación- tiene que verse afectada porque han sacado su don del molde y lo están utilizando como una cuña para entrar en algo distinto. Cuando voy a las carreras o a la cama con una puta me mantengo al margen. En realidad no entro. Estoy allí para registrar los sonidos de otro mundo. Mi ex esposa lo averiguó tras tres años de ejercer de esposa: “ no eres más que un maldito puritano (…)” No estaba dispuesto a ofrecerle mi alma para que se paseara en zapatillas y creyó que yo sería presa fácil, un “primo” después de leer mis poemas.
A mí este artículo me resulta interesante. Por dos razones principalmente:
- El interés de leer este libro de correspondencia, donde Buk es más él que a través de sus personajes.
- El reflexionar sobre cómo dos personas pueden mantener una relación epistolar intensa durante siete años sin llegar a conocerse, en un momento dado el artículo dice:
“Quizá lo mejor que les pudo pasar es no encontrarse. Probablemente sólo así fue posible esta relación entre dos luminosos inadaptados”
“Las cartas se agotaron en 1967. Sin adiós. Pero dejaron la mercancía de sus espíritus torcidos y libres en un puñado de folios cruzados, tremendamente humanos”
“Siete años de correspondencia a ciegas, entre 1960 y 1967. Siete años de complicidad, alcohol, admiración, amor y odio que comenzaron con una frase urticante de ella a él: -Mi querido Charles Bukowski, quiero comentarte que no veo brío en tu obra…-”
A los que habéis leído algo de Bukowski, y conocéis su estilo duro, seco me gustaría transcribiros todo este artículo de Antonio Lucas, que apareció ayer en la sección de cultura de El Mundo, 23 de marzo de 2007, “Charles Bukowski”, el 'salvaje' a contraluz”
Dice de él Antonio Lucas, que “tenía un hambre caníbal como para empeñar la vida en ello. (Convertirse en uno de los grandes tipos de las estanterías) Le sobraba tiempo, hastío, hígado y voracidad para intentarlo. Empezó así la errática aventura de su vida literaria, el umbral de un mito sulfúrico que llegó a hacer de su estética de atunero una convulsión literaria.
La vida no le tendió la mano. (…) Zascandileó por mil trabajos, pajareó por los bares y las aceras, fornicó, buscó el amor con dinamita y dejó un rastro sucio de palabras bellas, o que resultan bellas en su estruendo, en su herida. Si Whitman vió América cantando, él la vio vomitando”
Ahora las cartas que intercambió con Sheri, se publican en este libro “Noche de escupir cerveza y maldiciones” al cuidado de Eduardo Iriarte.
"La destinataria de las cartas ahora recuperadas supo del autor de Factotum después de la experiencia de una relación honda y extraña. Era hija/amante/protegida/discípula del genial Ezra Pound, uno de los poetas más complejos y visionarios del siglo XX, 33 años mayor."
"Aquí, se presenta un Bukowski fascinante, un tipo que pronto descubrió la necesidad de inventarse un personaje bien construido y lo hizo" subraya Iriarte. Primero tomándose la existencia como un eructo, después ensayando una literatura aparentemente desmadejada, pero nada más lejos de la realidad. En estas cartas deja ver cómo pulía su obra, cómo corregía, pese a esa imagen de que no retocaba jamás un texto, sostiene Iriarte.
Agosto de 1962
Querida Sheri:
Es la hostia de duro vivir como un santo (…). Ginsberg y Corso tienen problemas con la prepotencia. Se pasean por distintos países alzando sus nombres por encima de la cabeza (…). Han caído en la peor de las trampas y su escritura – su creación- tiene que verse afectada porque han sacado su don del molde y lo están utilizando como una cuña para entrar en algo distinto. Cuando voy a las carreras o a la cama con una puta me mantengo al margen. En realidad no entro. Estoy allí para registrar los sonidos de otro mundo. Mi ex esposa lo averiguó tras tres años de ejercer de esposa: “ no eres más que un maldito puritano (…)” No estaba dispuesto a ofrecerle mi alma para que se paseara en zapatillas y creyó que yo sería presa fácil, un “primo” después de leer mis poemas.
A mí este artículo me resulta interesante. Por dos razones principalmente:
- El interés de leer este libro de correspondencia, donde Buk es más él que a través de sus personajes.
- El reflexionar sobre cómo dos personas pueden mantener una relación epistolar intensa durante siete años sin llegar a conocerse, en un momento dado el artículo dice:
“Quizá lo mejor que les pudo pasar es no encontrarse. Probablemente sólo así fue posible esta relación entre dos luminosos inadaptados”
“Las cartas se agotaron en 1967. Sin adiós. Pero dejaron la mercancía de sus espíritus torcidos y libres en un puñado de folios cruzados, tremendamente humanos”