Noches de escupir cerveza y alcohol

cuellopavo

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23 Abr 2006
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Ayer leyendo un artículo me enteré de la publicación de este libro, en el que está contenido material inédito de Charles Bukowski, su correspondencia con Sheri Martinelli, la amante de Ezra Pound y musa de la generación Beat.

“Siete años de correspondencia a ciegas, entre 1960 y 1967. Siete años de complicidad, alcohol, admiración, amor y odio que comenzaron con una frase urticante de ella a él: -Mi querido Charles Bukowski, quiero comentarte que no veo brío en tu obra…-”

A los que habéis leído algo de Bukowski, y conocéis su estilo duro, seco me gustaría transcribiros todo este artículo de Antonio Lucas, que apareció ayer en la sección de cultura de El Mundo, 23 de marzo de 2007, “Charles Bukowski”, el 'salvaje' a contraluz”

Dice de él Antonio Lucas, que “tenía un hambre caníbal como para empeñar la vida en ello. (Convertirse en uno de los grandes tipos de las estanterías) Le sobraba tiempo, hastío, hígado y voracidad para intentarlo. Empezó así la errática aventura de su vida literaria, el umbral de un mito sulfúrico que llegó a hacer de su estética de atunero una convulsión literaria.

La vida no le tendió la mano. (…) Zascandileó por mil trabajos, pajareó por los bares y las aceras, fornicó, buscó el amor con dinamita y dejó un rastro sucio de palabras bellas, o que resultan bellas en su estruendo, en su herida. Si Whitman vió América cantando, él la vio vomitando”

Ahora las cartas que intercambió con Sheri, se publican en este libro “Noche de escupir cerveza y maldiciones” al cuidado de Eduardo Iriarte.

"La destinataria de las cartas ahora recuperadas supo del autor de Factotum después de la experiencia de una relación honda y extraña. Era hija/amante/protegida/discípula del genial Ezra Pound, uno de los poetas más complejos y visionarios del siglo XX, 33 años mayor."

"Aquí, se presenta un Bukowski fascinante, un tipo que pronto descubrió la necesidad de inventarse un personaje bien construido y lo hizo" subraya Iriarte. Primero tomándose la existencia como un eructo, después ensayando una literatura aparentemente desmadejada, pero nada más lejos de la realidad. En estas cartas deja ver cómo pulía su obra, cómo corregía, pese a esa imagen de que no retocaba jamás un texto, sostiene Iriarte.

Agosto de 1962

Querida Sheri:

Es la hostia de duro vivir como un santo (…). Ginsberg y Corso tienen problemas con la prepotencia. Se pasean por distintos países alzando sus nombres por encima de la cabeza (…). Han caído en la peor de las trampas y su escritura – su creación- tiene que verse afectada porque han sacado su don del molde y lo están utilizando como una cuña para entrar en algo distinto. Cuando voy a las carreras o a la cama con una puta me mantengo al margen. En realidad no entro. Estoy allí para registrar los sonidos de otro mundo. Mi ex esposa lo averiguó tras tres años de ejercer de esposa: “ no eres más que un maldito puritano (…)” No estaba dispuesto a ofrecerle mi alma para que se paseara en zapatillas y creyó que yo sería presa fácil, un “primo” después de leer mis poemas.

A mí este artículo me resulta interesante. Por dos razones principalmente:

- El interés de leer este libro de correspondencia, donde Buk es más él que a través de sus personajes.
- El reflexionar sobre cómo dos personas pueden mantener una relación epistolar intensa durante siete años sin llegar a conocerse, en un momento dado el artículo dice:
“Quizá lo mejor que les pudo pasar es no encontrarse. Probablemente sólo así fue posible esta relación entre dos luminosos inadaptados”

“Las cartas se agotaron en 1967. Sin adiós. Pero dejaron la mercancía de sus espíritus torcidos y libres en un puñado de folios cruzados, tremendamente humanos”
 
He considerado este apartado como el más idóneo para abrir el hilo al que pertenecen las palabras que redacto… El amor es diverso, diversos sus actores y las formas en las que se sustancia. Interpelaciones y réplicas se dan por escrito, cuando parte del amor que se vive, exige algo ahora mismo fuera de hábito: la carta. Los servicios postales, entonces, trasladaban de mano a mano la preciosa palabra latente, hoy se saldan relaciones mediante un mensaje de texto telefónico: ¿hemos progresado?

El coqueteo epistolar entre Hemingway y la Dietrich

Ernest Hemingway y Marlene Dietrich se conocieron a bordo de un crucero en 1934. Desde entonces, mantuvieron una compleja relación de coquetería por carta, cuyo contenido no se ha hecho público hasta ahora, por petición expresa de la hija de la actriz alemana, María Riva.

En una carta fechada el 19 de junio de 1950, a las 4 de la mañana, el escritor y premio Nobel escribe:

"Te estás poniendo tan hermosa que tendrán que sacar fotografías de tu pasaporte de 9 pies de altura. ¿Qué es lo que realmente quieres hacer en tu vida? ¿Romper el corazón de todos por una moneda de diez centavos? Siempre podrías romper el mío por una de cinco centavos y yo pondría la moneda".

Una relación epistolar que sugiere que su vínculo fue firme, apasionado y, probablemente, sólo platónico.A Ernest Hemingway, el autodesignado Papá del mundo literario, le gustaba de llamar "hijas" a sus amigas. Nada más conocer a Marlene Dietrich, decidió incluirla en ese selecto grupo. De esa relación han sobrevivido treinta cartas escritas por Hemingway a la actriz entre 1949 y 1953. En ellas, la llamaba "Mi pequeña Kraut", que significa "alemana", pero también "cabeza cuadrada", un término que suele usarse para referirse a los alemanes despectivamente, pero que el escritor utilizaba con cariño.En una de las cartas, fechada el 23 de mayo de 1950, el escritor se defiende de los celos de la alemana hacia la actriz sueca Ingrid Bergman:

"Sigue enojada todo lo que quieras. Pero detente en algún momento, hija, porque sólo hay una como tú en el mundo, y nunca jamás habrá otra, y me siento muy solo en este mundo cuando tú te enojas conmigo", le escribe.

En otra carta, fechada en 1951, la Dietrich le dice:

"Creo que ya es hora de que te diga que pienso en ti constantemente. Leo tus cartas una y otra vez y hablo de ti con algunos hombres selectos. He cambiado tu foto a mi alcoba y la mayoría de las veces que la observo me siento bastante impotente".

Hemingway tenía 50 años y Dietrich 47 cuando comenzaron a escribirse. Él le describió la relación a su amigo, el escritor A.E. Hotchner, diciendo que se enamoraron cuando se conocieron a bordo del Ile de France.

"Nunca hemos estado en la cama. Sorprendente pero cierto. Las víctimas de una pasión fuera de sincronía", le confesó a su amigo.

Las cartas, que en ocasiones Hemingway concluía con un "te mando un beso muy fuerte", fueron donadas a la biblioteca en 2003 por la hija de la actriz, María Riva, a condición que no fueran hechas públicas hasta ahora. Son de acceso público pero para contemplarlas hace falta pedir permiso. Los primeros afortunados pudieron leerlas de primera mano el jueves pasado, durante la exhibición de la Colección de Ernest Hemingway en la Biblioteca y Museo Presidencial John F. Kennedy.
 
cuellopavo rebuznó:
del autor de Factotum


Tan solo resalto esto porque me toca los cojones que se considere así al viejo, como si Factotum fuera un codex o una obra magna, ni entre sus 3 mejores libros lo catalogaría yo.
Por lo demás tengo interés en el libro pero las dronjas y el alcohol me comen recursos a ritmo desenfrenado así que esperaré una temporada a ver si hay edición bolsillo o a que baje al menos un mínimo el precio de la edición standard.
P.D. Sigo buscando "Lo que más me gusta hacer es rascarme los sobacos", si alguien sabe donde puedo comprarlo ruego que por favor me lo comunique.
 
Henry Chinasky rebuznó:
cuellopavo rebuznó:
del autor de Factotum


Tan solo resalto esto porque me toca los cojones que se considere así al viejo, como si Factotum fuera un codex o una obra magna, ni entre sus 3 mejores libros lo catalogaría yo.
Por lo demás tengo interés en el libro pero las dronjas y el alcohol me comen recursos a ritmo desenfrenado así que esperaré una temporada a ver si hay edición bolsillo o a que baje al menos un mínimo el precio de la edición standard.
P.D. Sigo buscando "Lo que más me gusta hacer es rascarme los sobacos", si alguien sabe donde puedo comprarlo ruego que por favor me lo comunique.


Métete en www.iberlibro.com, yo lo conseguí ahí.Acabo de mirar y hay disponibles.Pos eso
 
Ya que sacáis el tema de Bukowski, había algo que quería preguntar desde hace un tiempo: ¿qué libro me recomendáis para alguien como yo que empieza a leerlo?

He estado varias veces repasando sus poemas y me parecieron geniales. Ahora quiero lanzarme con alguna novela.

Que conste que hace unos años empecé a leer "La senda del perdedor" y me quedé gratamente sorprendido con su forma de relatar, pero como simplemente tenía el libro descargado de Internés era un coñazo leérmelo todo por aquí (por la pantalla, entiéndase), fijo que iba a acabar con los ojos fritos.

Pues eso, que en un par de semanas iré a una librería y me gustaría saber cuál me recomendáis para que empiece a meterle mano al bueno de Henry.


Saludos.
 
Timothy Leary rebuznó:
Ya que sacáis el tema de Bukowski, había algo que quería preguntar desde hace un tiempo: ¿qué libro me recomendáis para alguien como yo que empieza a leerlo?

He estado varias veces repasando sus poemas y me parecieron geniales. Ahora quiero lanzarme con alguna novela.

Que conste que hace unos años empecé a leer "La senda del perdedor" y me quedé gratamente sorprendido con su forma de relatar, pero como simplemente tenía el libro descargado de Internés era un coñazo leérmelo todo por aquí (por la pantalla, entiéndase), fijo que iba a acabar con los ojos fritos.

Pues eso, que en un par de semanas iré a una librería y me gustaría saber cuál me recomendáis para que empiece a meterle mano al bueno de Henry.


Saludos.


El primer libro de Bukowski que leí fue Cartero,la verdad es que fue un muy buen primer contacto con este escritor,ya que hay otras obras un poco coñazos que se parecen mucho entre ellas;ya te digo que Cartero está muy bien,al igual que Pulp o La Máquina de Follar.Cualquiera de estas tres para empezar(al menos bajo mi humilde opinión)
 
Yo recuerdo que empecé por Mujeres, el primero que me prestaron. Si ya has leído la senda en mi humilde opinión seguiría con Música de cañerias o La Máquina de Follar.
 
Aún no he leído la senda. Se puede decir que me leí un tercio, simplemente.

Creo que empezaré directamente por ese, y así lo finiquito de una vez. Sobre todo porque me pareció la mar de ameno; se leía fácil, bien, rápido, entraba de lujo (como los berberechos de Sam).

Luego os haré caso y seguiré con Mujeres, La máquina de follar y Pulp o Cartero.


Gracias por las recomendaciones.
 
mi primer contacto también ha sido mujeres, me enganchó desde el principio, hacía mucho que no me pasaba tal cosa con un libro...aunque he acabado un tanto saturado de tanto polvo, me estaré haciendo viejo :lol:

voy a seguir con las que habeis dicho...por cierto chinasky, en la web de fnac está esa de los sobacos con envío en 15 días...según ellos claro :lol:
 
El "libro de los Sobacos" lo vi yo en el fnac de Diagonal Mar en Barcelona, me imagino que lo tendrán en otros de la misma cadena.

En cuánto a lo de empezar con Buk, yo lo descubrí con Factotum y el último que me he leído ha sido La senda del perdedor y ambos te los recomiendo encarecidamente, tanto para empezar como para continuar.

Entre medias han caído Hollywood, bastante mediocre a mi entender, e Hijo de Satanás, con algún relato bueno pero en general nada del otro mundo.
 
Henry Chinasky rebuznó:
Yo recuerdo que empecé por Mujeres, el primero que me prestaron. Si ya has leído la senda en mi humilde opinión seguiría con Música de cañerias o La Máquina de Follar.


Mujeres es el primero que he leido yo de él.

Sobra decir que tras leer una frase donde el cartero le decía algo así como "había conseguido lo mismo que mis compañeros de facultad con sus trajes y coches caros y yo con mis trajes sucios y mi bicicleta" respecto de las titis que se había trajinado.

Tengo que hacerme con todo lo que haya publicado por ahí. Es amo.
 
tony soprano rebuznó:
.por cierto chinasky, en la web de fnac está esa de los sobacos con envío en 15 días...según ellos claro :lol:

Joder, pues en la fnac de Madrid no hace ni 15 días me dijeron que naranjas de la china, que de la Pivano solo tenían el de Hemingway.

the_seilor rebuznó:
Entre medias han caído Hollywood, bastante mediocre a mi entender, e Hijo de Satanás, con algún relato bueno pero en general nada del otro mundo.

Hollywood es mediocre pero tiene su gracia si has visto Barfly no hace mucho y descifras los nombres ficticios (Sean Penn, Shroeder...).
HIjo de Satanás es el mini libro de relatos que fue de lo último que escribió no? A mí me dejó un grato recuerdo ese libro la verdad.
 
por eso decía lo de según ellos :lol:

la última que pedí con 15 días de plazo de entrega me la cancelaron un mes después porque estaba descatalogada según su proveedor

prueba a pedirla, eliges pago contra reembolso y si finalmente no te la consiguen tampoco pierdes nada
 
Henry Chinasky rebuznó:
Hollywood es mediocre pero tiene su gracia si has visto Barfly no hace mucho y descifras los nombres ficticios (Sean Penn, Shroeder...).
HIjo de Satanás es el mini libro de relatos que fue de lo último que escribió no? A mí me dejó un grato recuerdo ese libro la verdad.


No he visto la película, tendré que hacerlo y releer el libro, a ver si le encuentro el atractivo. No es que sea un libro malo ni mucho menos, es un libro entretenido, pero para mi gusto, no llega a la altura de Factotum y La Senda del perdedor.


Sí, Hijo de Satanás es ese. Un buen relato de este libro.


Los Escritores
Por Charles Bukowski


Harold llamó a la puerta del apartamento.
Nelson estaba sentado a la mesa de la cocina comiendo un trozo de tarta de queso y bebiendo una taza de café express.
-¿Sí? -preguntó Nelson. Los golpes a la puuerta le ponían nervioso. Y cuando se ponía nervioso desarrollaba un tic en la cabeza. Su cabeza empezaba a hacer reverencias.
-¿Quién es?
-Nelson, soy Harold.
-Ah, un momento.
Nelson cogió lo que quedaba de la tarta de queso y se lo metió en la boca. Mientras masticaba se le humedecieron los ojos. Pesaba 20 kilos de más. Tragó el último trozo, se precipitó hacia el fregadero, echó agua sobre el plato, se lavó las manos, después se fue hacia la puerta, quitó la cadena, giró el pomo y abrió la puerta.
Harold entró. Medía 1 metro 52 cm y era delgado. Tenía 68 años. Nelson tenía unos 30 años menos. Ambos eran escritores pero sólo escribían poesía. Sus libros se vendían muy de vez en cuando y era un secreto bien guardado cómo podían sobrevivir. Ambos contaban con canales de ingresos furtivos provenientes de algún sitio. Pero ninguno hablaba de ello.
-¿Quieres un café express? -preguntó Nelsoon.
-Bueno, sí...
Harold se sentó. Nelson le trajo una taza enseguida. Después Nelson se sentó a su lado en el sofá junto a la mesita.
La cabeza de Nelson empezó a hacer reverencias y a sacudirse de nuevo.
-Bueno, Harold, fui a ver al hijo de puta.. Me concedió una entrevista.
Harold levantó su taza a medio camino hacia la boca. Se detuvo.
-¿Follawski? -preguntó.
Así era como ellos llamaban a aquel escritor.
-Sí.
Harold dio un sorbo, volvió a poner la taza sobre la mesa.
-Creía que ya no veía a nadie.
-¿Estás de broma? Ve a casi todas las maldditas mujeres que le escriben o le llaman. Intenta emborracharlas, les hace promesas, cuenta mentiras, se pone pesado con ellas y, si no ceden, las viola.
-¿Y cómo justifica todo eso?
-Afirma que necesita algo sobre lo que esccribir.
-¡Qué jodido viejo verde!
Continuaron sentados un rato pensando en aquel jodido viejo verde. Entonces Harold preguntó:
-¿Y cómo te permitió que fueras a visitarllo?
-Probablemente para dar la matraca. Ya sabbes, yo lo conocí justo cuando acababa de dejar la fábrica y había decidido intentar convertirse en escritor. Ni siquiera tenía papel higiénico para limpiarse el culo. Usaba papel de periódico arrugado.
-¿Así que le viste, Nelson? ¿Y qué pasó? ¿¿Estaba borracho?
-Claro, Harold, estaba borracho corno una cuba.
-Se cree que eso es de machos. Me da asco..
-No es tan macho. Tod Winters me contó quee una noche le dio una paliza que casi lo mata.
-¿De verdad?
-De verdad. Eso es algo de lo que no escriibirá nunca.
-Ni soñarlo.
Continuaron sentados sorbiendo sus cafés express.
Nelson hurgó en el bolsillo de su camisa y sacó un purito. Se lo llevó a la boca, rasgó el celofán con los dientes. Después le quitó uno de los extremos, se lo metió en la boca, se estiró para coger un cenicero de encima de la mesa.
-Oh, no enciendas eso, Nelson, ¡es una cosstumbre asquerosa!
Nelson se quitó el purito de la boca y lo tiró sobre la mesa.
-Y es que, Nelson, aparte de la maldita peeste que echa, está el cáncer.
-Tienes razón.
Se quedaron otra vez en silencio durante un momento, pensando más en Follawski que en el cáncer.
-Bueno, Nelson, ¡dime qué te dijo!
-¿Follawski?
-¿Quién va a ser?
-Bueno, Harold, ¡se rió de mí! Dijo que yoo nunca lo lograría.
-¿De veras?
-De veras. Imagínatelo sentado con sus tejjanos rotos, descalzo, con una camiseta sucia. Vive en esa casa enorme, con 2 coches nuevos en el garaje. Está detrás de una gran cerca. Tiene un sistema de seguridad carísimo. Y vive con esa chica tan guapa que es 25 años menor que él...
-No sabe escribir, Nelson. No tiene vocabuulario, no tiene estilo. Nada.
-Sólo vomitar y follar y putear, Harold, eeso es todo...
-Y odia a las mujeres, Nelson.
-Pega a sus mujeres, Harold.
Harold se rió.
-¿Dios mío! ¿No has leído nunca ese poema en el que se lamenta de que las mujeres nazcan con intestinos?
-Harold, es un tipo condenadamente barriobbajero. ¿Cómo logra vender?
-Tiene lectores barriobajeros.
-Sí, escribe sobre apuestas, borracheras...., una y otra vez.
Se quedaron pensando sobre eso un momento.
Entonces Harold suspiró.
-Y es famoso en toda Europa, y ahora está llegando a Sudamérica.
-Un cáncer de imbecilidad, Harold.
-Pero aquí no es tan famoso, Nelson. En loos Estados Unidos le tenemos calado.
-Nuestros críticos saben quién es auténticco.
Nelson se levantó y volvió a llenar las tazas, luego se sentó.
-Y hay otra cosa, ¡algo desagradable! ¡Basstante!
-¿El qué, Nelson?
-Se hizo un chequeo general. E1 primero dee su vida. Tiene 65 años.
-¿Y qué?
-Limpio y transparente. Tiene los resultaddos guardados debajo de una botella de vodka. Los he visto. Se ha bebido suficiente matarratas como para destruir a un ejército. La única vez que no bebió nada fue cuando estuvo en chirona por borracho. Lo único que no dio normal en el chequeo fueron los triglicéridos, tiene 264 menos de los que hay que tener.
-¡Al menos le pasa algo!
-De todos modos, no es justo. Ha enterradoo a casi todos sus amigos borrachos y a alguna de sus amigas borrachas.
-Ha tenido suerte no sólo con la escrituraa, Nelson.
-Es como un perro que hubiera logrado cruzzar sin mirar una autopista congestionada sin ser atropellado.
-¿Y le preguntaste cómo es eso?
-Sí. Se rió de mí. Dijo que los dioses esttán de su parte. Dijo que es su karma.
-¿Karma? ¡Si ni siquiera sabe lo que signiifica esa palabra!
-Fanfarronea, Harold. Fui a una lectura dee sus poemas y cuando uno de los estudiantes le preguntó qué pensaba que era el existencialismo, le contestó que «pedos de Sartre».
-¿Cuándo van a ponerle en evidencia?
-¡No veo el momento!
Sorbieron sus cafés express.
Entonces la cabeza de Nelson empezó a saltar y a hacer reverencias otra vez.
-¡Follawski! ¡Es tan feo! ¿Cómo puede una mujer besarlo sin vomitar?
-¿Tú crees que realmente ha conocido a toddas esas mujeres sobre las que escribe, Nelson?
-Bueno, yo he conocido a algunas. Y tienenn bastante buen aspecto. No lo entiendo.
-Le tienen lástima. Es como un perro con ssarna.
-Que cruza una autopista congestionada sinn mirar.
-¿Por qué seguirá teniendo suerte?
-Mierda, yo qué sé. Cada vez que sale se mmete en un lío. Lo último que he oído es sobre un editor que lo llevó a él y a su novia al Polo Lounge. Se levantó de la mesa para ir al lavabo de caballeros y se perdió. Se dedicó a dar vueltas diciéndole a la gente que eran todos unos impostores. Cuando el maître se acercó para ver qué era aquel escándalo, él le amenazó con una navaja. Ahora no le está permitida la entrada al Polo Lounge.
-¿No te enteraste de cuando lo invitaron aa la casa de ese profesor y se meó en un tiesto con flores y prendió fuego al gallinero?
-No tiene ni un puto gramo de clase.
-Nada en absoluto.
Otra vez se sumieron en un silencio momentáneo.
Entonces Harold suspiró.
-No sabe escribir, Nelson.
-Y no tiene educación literaria, Harold. -Es un maleducado y un mal leído, Nelson.<
-Un pichaboba. Un completo pichaboba. Le oodio.
-¿Por qué lo leen? ¿Por qué compran sus liibros?
-Es por el estilo simple que tiene. Esa faalta de profundidad les da confianza.
-¡Aquí nosotros escribiendo algunos de loss versos más grandiosos del siglo XX y ese pichaboba de Follawski llevándose los aplausos!
-Tiene un espíritu despreciable.
-Es un impostor.
-¿Cómo puede una mujer besar esa cara tan fea?
-¡Tiene los dientes amarillos!
Entonces sonó el teléfono.
-Disculpa, Harold...
Nelson contestó el teléfono.
-Dígame... Ah, mamá... ¿Qué? Bueno, no lo sé. No, no creo que sea una buena idea. No, no lo creo. Bien, mamá, vamos a dejar este asunto... Ya sé que tenías la mejor intención. Vale. Oye, mamá, ahora estoy en una reunión. Estamos trabajando en la organización de una lectura de poesía en el Hollywood Bowl. Te llamaré pronto, mamá. Un beso...
Nelson colgó de un golpe.
-¡ESA PUTA!
-¿Qué pasa, Nelson?
-¡Está tratando de encontrarme un TRABAJO!! ¡ESO ES LA MUERTE!
-¡Santo cielo! Pero ¿es que no comprende?<
-Me temo que no, Harold.
-¿Follawski ha tenido madre alguna vez? -¿Estás bromeando? ¿Que una cosa así vengaa de otro cuerpo? ¿Un cuerpo humano? Imposible.
Entonces Nelson se levantó y comenzó a deambular por la habitación. Su cabeza se sacudía más que nunca.
-¡DIOS MÍO, ME CANSA TANTO ESPERAR! ¡ES QUUE NADIE PERCIBE EL GENIO!
-Bueno, Nelson, mi madre, no. Hasta la nocche en que murió, no. Pero, al menos, sí tuvo inteligencia suficiente para ahorrar e invertir su dinero.
Nelson volvió a sentarse. Se cogió la cabeza con las manos.
-Jesús, Jesús...
Harold sonrió.
-Bueno, a nosotros nos recordarán 100 añoss después de que él haya muerto...
Nelson retiró las manos, miró hacia arriba. La cabeza rompió todos los récords de inclinaciones para arriba y para abajo.
-PERO ¿NO TE DAS CUENTA? ¡AHORA LAS COSAS SON DISTINTAS! ¡ES POSIBLE QUE PARA ENTONCES EL MUNDO HAYA VOLADO EN PEDAZOS! ¡N0 SEREMOS APRECIADOS NUNCA!
-Sí -dijo Harold-, sí, eso es cierto. ¡Ah,, qué maldición!
En algún lugar de una ciudad sureña Follawski estaba sentado a su máquina de escribir, borracho, escribiendo sobre dos escritores que había conocido. No era un gran relato, pero era necesario. Escribía un cuento al mes para una revista de sexo que publicaba religiosamente todo cuanto él les enviaba. Sin importar lo malo que fuese. Posiblemente, debido a su fama internacional.
A Follawski le gustaba que sus páginas aparecieran entre fotografías de coños despatarrados. Se imaginaba a alguna de las modelos de las fotos hojeando la revista y topándose con uno de sus relatos.
-¿Qué mierda es esto? -dirían.
Chicas, contestaría él si pudiese, esto es la frase simple, sin confusiones, el diálogo realista. Ésta es la forma en que debe hacerse. Y sólo podréis besar mi fea cara con los dientes amarillos en vuestros sueños. Yo ya estoy comprometido.
Follawski sacó la última página de la máquina, la unió con un clip a las otras y luego buscó un sobre de papel manila. Ésa era la parte más pesada del trabajo de ser escritor: meter lo escrito en el sobre, poner la dirección, pegar el sello y enviarlo, después, por correo.
Y normalmente le llevaba un par de copas de vino rematar una de las formas más bonitas que se han inventado para pasar la noche.
Se sirvió la primera.
 
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