Libros Nosotros.

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Barley

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29 Mar 2008
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Hace poco terminé Nosotros. Para quien no conozca esta obra, Nosotros está considerada la primera distopía de la historia de la literatura, la cual surgió en el contexto del inicio de la revolución socialista a comienzos del siglo pasado, en el cual se especuló sobre cómo sería el estado socialista del futuro. Mas, a diferencia de las optimistas obras humanistas que precedieron a este libro -como Utopía, que da su nombre al género utópico- mostraba desconfianza hacia un futuro que parecía mostrarse desalentador. Su autor, convencido bolchevique en sus primeros años de vida y militante activo desde 1905, sufrió un fuerte desengaño al comprobar los métodos empleados por su gobierno. Nosotros es fruto de la desilusión y la desesperanza. Nosotros es el preludio de posteriores obras distópicas de gran importancia como 1984 y un Un mundo feliz.

Pero éste hilo, más que hablar de distopías en general, que también, se centrará más en esta obra y en su autor, cuya biografía no se puede dejar pasar por alto. Algo que hay que tener en cuenta sobre Zamiatin es que antes que escritor fue ingeniero naval, algo que se refleja en la novela al mostrar sus amplios conocimientos sobre mecánica y otras materias al describir cómo se desarrolla la construcción de la gigantesca nave espacial de la que habla en la novela (el Integral), algo en lo que recuerda mucho a Isaac Asimov, cuyas historias también se nutrían de sus conocimientos científicos. Como ingeniero, Evgueni Ivánovich Zamiátin estuvo dedicado a la construcción de buques de gran calado en Gran Bretaña. Estudió en el Instituto Politécnico de San Petersburgo y, antes y después de graduarse, viajó por toda Rusia y por el extranjero. Siendo simpatizante del partido bolchevique desde el comienzo, como se ha comentado antes, se encontró en Odessa en 1905 cuando tuvo lugar la rebelión del Potemkin, así como en la de Sveaborg, en Helsinki.

Más tarde, rechazó trabajar como profesor prefiriendo alternar sus publicaciones técnicas con sus primeras narraciones de ficción, y es aquí cuando empezamos a hablar de sus obras. Su primer trabajo es Relatos de la vida provinciana. Pero más importancia emocional tendría en su vida En el quinto infierno, por ser censurada por las autoridades zaristas por su carácter antimilitarista en 1916. Un año más tarde, fue enviado a Inglaterra para acometer la construcción de buques rompehielos, donde vivió en un suburbio de Newcastle llamado Jesmond, y fue aquí donde comenzó a vislumbrar los primeros detalles de su futura novela Nosotros, o al menos eso se nota en el hecho de que los planos y especificaciones de su nave favorita, el Alexander Nevski, rebautizado más tarde como Lenin, lleven las firmas D-503, I-330 y O-90, los principales protagonistas de la novela, reducidos a números, como son llamados a lo largo de la misma. Su estancia en los alrededores de Newcastle supone la entrada en contacto con un ambiente laboral basado en el taylorismo, un sistema de eficiencia industrial en el trabajo que comienza a inquietarle.

De vuelta a Rusia en 1917, Zamiatin dirigió la edición de sus propias obras: Al final del mundo, la serie de cuentos cortos Fábulas para muchachos adultos e Isleños, relato también escrito durante su estancia en Inglaterra, en el que ridiculiza a los ingleses. Fundó una escuela literaria, Hermanos de Serapión, y ejerció de profesor durante un tiempo en el Instituto Politécnico de San Petersburgo, a pesar de que al principio rehusase a hacerlo. Su entusiasmo revolucionario comenzó a decrecer. Una comedia suya, La pulga, es representada en los teatros durante la primera fase de Nueva Política Económica. Al igual que en Isleños y en La sociedad de los honorables compañeros, Zamiatin ironiza sobre los británicos, y en este caso, también, sobre los rusos. Sin embargo la permisividad de la NEP se acaba y la edición de Nosotros es censurada. Además, las dificultades para representar las obras de este autor son cada vez más evidentes. Finalmente, cansado por la imposibilidad de seguir desarrollando su profesión de escritor, Zamiátin, por mediación de Maxím Gorki, dirige una carta a Stalin con el ruego de obtener permiso para abandonar la Unión Soviético junto a su esposa. Se le concede la autorización para marcharse del país, pero antes de dirigirse hacia el exilio logra publicar La inundación (1929). Tras una primera estancia en Praga, se establece finalmente en París, donde fallece en 1937 en el olvido. Aún hoy, es prácticamente un desconocido, tanto él como su obra, de la cual sólo se ha comenzado a hablar por ser la primera distopía creada.

Nosotros es una novela en la que, además de mostrar preocupación por el devenir de los acontecimientos en los países socialistas, se duda acerca de que la felicidad pueda venir dada por el progreso tecnológico. Tiene cierto parecido con Los quinientos millones de la Begun, una novela casi desconocida de Julio Verne de la que Zamiátin toma la idea de identificar a los hombres con números sin personalidad al servicio de un estado omnipresente y omnipotente. Orwell se inspiró en Nosotros y se entusiasmó tanto por la historia que llegó a ser acusado de plagio, si bien es cierto que consideraba superior la novela de Zamiátin a la de Huxley, sorprendiéndose de que hubiese pasado desapercibida. En cualquier caso, plagiase o no la novela es obvio que tienen muchos elementos en común: El Gran Hermano es el equivalente al Benefactor; las telepantallas derivan de las Tablas de la Ley; los Guardianes y la Policía del Pensamiento cumplen la misma función; y la habitación 101 procede del auditórium 112, la celda en la que Zamiátin llegó a estar preso en dos ocasiones. De Huxley, Orwell comentó que seguramente tuvo que verse influido por Zamiátin, si bien es cierto que aquél nunca lo reconoció. Otro apunte interesante de Orwell es que afirma que Zamiátin comprende mucho mejor que Huxley el lado irracional del totalitarismo, pues quienes detentan el poder en Un mundo feliz carecen realmente de motivos poderosos para mantenerse en él. Por el contrario, en Nosotros Zamiátin sugiere que el poder es un fin en sí mismo.

La primera impresión que se tiene al leer el relato es que Nosotros es una sátira sin más de la sociedad soviética de entonces. No es sólo eso: es la visión de un mundo superindustrializado extremo en todas sus características. La preocupación por el avance de la técnica es una constante en muchos autores desde el momento en que la revolución industrial echar a andar en el S.XIX sin importar el sufrimiento de aquellos a quienes usa. Zamiátin defiende que la ciencia ha de estar al servicio del hombre, y no al revés. Además del socialismo, el taylorismo sería el otro blanco de sus críticas.

Un aspecto en el que la novela de Zamiátin resulta original es su formación en ciencias: en su novela, todas las actividades humanas están reducidas a ecuaciones matemáticas. Los personajes no tienen nombre, sino números, y D-503, el protagonista principal, posee características propias de la biografía de Zamiátin, pues es el constructor de una nave espacial. La libre voluntad es la causa de la infelicidad y las vidas de los ciudadanos, que ya no son tales, sino números controlados por la precisión matemática del sistema de eficiencia industrial de Taylor.

En general, es un relato muy original, sencillo y agradable de leer al estar narrado de manera autobiográfica emulando a un diario dividido en breves anotaciones y que será del disfrute de todos aquellos aficionados al género. Es, eso sí, algo difícil de encontrar. Encontré un ejemplar de la editorial Akal en Casa del Libro.
 
y no te ha dejado su lectura un poso amargo?
A mí el de Huxley me produjo desconsuelo, descontento, una sensación en el cuerpo nada agradable que me duró unos cuantos días, demasiados, sentía como una desilusión interna, un descreimiento hacia los hombres, la raza humana; buf...
 
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