Morzhilla
Muerto por dentro
- Registro
- 2 Jun 2009
- Mensajes
- 31.670
- Reacciones
- 12.093
Muy buenas familia, ya sabéis quien soy así que nos ahorramos las presentaciones. Dudo si hubo un hilo sobre la misma temática o similar pero bueno, podemos hablar de lo mismo otra vez, hijos de puta. Hace un par de días vi un sketch en youtube con el que me identifiqué muchísimo y lamentablemente no puedo encontrarlo, así que lo describiré brevemente.
Creo que se trataba o bien de La Hora Chanante o bien Museo Coconut o algun otro proyecto en el que haya estado involucrado le pesadísimo de Joaquín Reyes. Este me toco un poco al verme en parte identificado, me obligo a mirarme al espejo y hacer autocrítica. ¿Cuántas veces habré cogido una nueva afición o hobbie casi con obsesión para dejarlo al poco tiempo?
Las mías a botepronto casi siempre están relacionadas con el deporte, como aquella vez que me compre la bicicleta para ir a trabajar o salir por el monte o alguna historia. Cuatro veces la he usado, cuatro. Menos mal que la compré de segunda mano. Lo que si compre nuevo fue un equipo completo de esquí de fondo, al menos en un outlet por cuatro perras. Si estamos en Noruega como no vamos a esquiar, hombre por dios. El primer día que salimos acabamos en urgencias con una mano rota, por suerte para mi no fui yo y por desgracia para mi amigo fue el. Somos auténticos patanes con palillos en los pies y sabéis de sobra que lo que cuesta y necesita tiempo y esfuerzo para dominar no gusta. Ahí están muertos de risa.
Recuerdo también cuando salió la Go Pro con esos videos publicitarios tan impactantes hechos por auténticos profesionales tanto del deporte como de edición de video pero que te vendían la idea de que TU puedes ser ese mismo. Ya solo lo que cuesta editar un video, el montaje, la corrección de color y su putisima madre lleva directamente a la frustración, sobre todo al ver que tus primeros resultados son una MIERDA en comparación con los spots publicitarios. Curiosamente hoy en día la peña que monta bien videos se gana la vida haciéndolos para youtubers o deportistas de Instagram. Total, que acabe utilizando la Go Pro de cámara de fotos, Go Pro que en su día era difícil de conseguir y valia 4 veces más que hoy. Aunque sea el utilizarla para fotos me hizo dar el salto a la fotografía, afición que si mantengo y he llegado hasta ganar algún dinerillo con ello.
¿Qué más? Cuando me lo flipé viendo a unos amigos bailar y dije “yo también quiero”. Que fatídica es esta actitud. ¿Para que narices lo quiero? No es más que una ilusión y obsesión momentánea como un perro que se aferra a un hueso hasta que se aburre. A mi en concreto se me pasa la tontería en cuanto veo que soy un patán y que no es lo mío, porque aunque no sepas hay gente que tiene una facilidad natural para aprender rápido las cosas y otras que no. Tengo la inmensa suerte de ser del segundo grupo en la mayoría de las cosas que he intentado, así que a pasar pagina y esconderlo bajo la alfombra.
Hoy en día no se si me esfuerzo menos, o es que no me ilusiono tanto o directamente pienso si realmente quiero o necesito hacer/tener lo que se me ocurre. La respuesta en el 99% de las ocasiones es no.
¿Vosotros que iniciativas fallidas escondéis bajo la alfombra de la vergüenza? Hablad.
Creo que se trataba o bien de La Hora Chanante o bien Museo Coconut o algun otro proyecto en el que haya estado involucrado le pesadísimo de Joaquín Reyes. Este me toco un poco al verme en parte identificado, me obligo a mirarme al espejo y hacer autocrítica. ¿Cuántas veces habré cogido una nueva afición o hobbie casi con obsesión para dejarlo al poco tiempo?
Las mías a botepronto casi siempre están relacionadas con el deporte, como aquella vez que me compre la bicicleta para ir a trabajar o salir por el monte o alguna historia. Cuatro veces la he usado, cuatro. Menos mal que la compré de segunda mano. Lo que si compre nuevo fue un equipo completo de esquí de fondo, al menos en un outlet por cuatro perras. Si estamos en Noruega como no vamos a esquiar, hombre por dios. El primer día que salimos acabamos en urgencias con una mano rota, por suerte para mi no fui yo y por desgracia para mi amigo fue el. Somos auténticos patanes con palillos en los pies y sabéis de sobra que lo que cuesta y necesita tiempo y esfuerzo para dominar no gusta. Ahí están muertos de risa.
Recuerdo también cuando salió la Go Pro con esos videos publicitarios tan impactantes hechos por auténticos profesionales tanto del deporte como de edición de video pero que te vendían la idea de que TU puedes ser ese mismo. Ya solo lo que cuesta editar un video, el montaje, la corrección de color y su putisima madre lleva directamente a la frustración, sobre todo al ver que tus primeros resultados son una MIERDA en comparación con los spots publicitarios. Curiosamente hoy en día la peña que monta bien videos se gana la vida haciéndolos para youtubers o deportistas de Instagram. Total, que acabe utilizando la Go Pro de cámara de fotos, Go Pro que en su día era difícil de conseguir y valia 4 veces más que hoy. Aunque sea el utilizarla para fotos me hizo dar el salto a la fotografía, afición que si mantengo y he llegado hasta ganar algún dinerillo con ello.
¿Qué más? Cuando me lo flipé viendo a unos amigos bailar y dije “yo también quiero”. Que fatídica es esta actitud. ¿Para que narices lo quiero? No es más que una ilusión y obsesión momentánea como un perro que se aferra a un hueso hasta que se aburre. A mi en concreto se me pasa la tontería en cuanto veo que soy un patán y que no es lo mío, porque aunque no sepas hay gente que tiene una facilidad natural para aprender rápido las cosas y otras que no. Tengo la inmensa suerte de ser del segundo grupo en la mayoría de las cosas que he intentado, así que a pasar pagina y esconderlo bajo la alfombra.
Hoy en día no se si me esfuerzo menos, o es que no me ilusiono tanto o directamente pienso si realmente quiero o necesito hacer/tener lo que se me ocurre. La respuesta en el 99% de las ocasiones es no.
¿Vosotros que iniciativas fallidas escondéis bajo la alfombra de la vergüenza? Hablad.