naxo
Muerto por dentro+
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Si hay algo que más puede llenar de orgullo a una madre es ver como su hija se abre camino, se convierte en una mujer de provecho y consigo todo aquello por lo que ella tanto ha luchado.
Lo hemos visto con Verónica Forqué y su hija, la guarra esa:
- Hay que ver, ¡tan alta y tan puta, niña!
lo hemos visto con Morfeo y la hija que le salió actriz porno:
- Espero que no la vean los puteros de León.
- Recibe la ensaimada, socios, no le come el miedo.
y ahora lo vemos en Almudena Grandes.
- ¿Qué es fascismo? Me preguntas mientras...
Porque no hay nada más satisfactorio para una madre de izquierdas, pero MUY de izquierdas, de esas que llaman "fascismo" a todo lo que no sea lo que ellas digan, que tu hija se haga de Falange: La hija de Almudena Grandes y Luis García Montero, una "camarada" de la Falange
Aunque la foto es antigua, ya reflejaba lo que estaba por venir. La hija con los pelos con los colores de la formación política, la madre tragándose un sapo del tamaño del Empire State, y a la vuelta de la esquina la que podría ser la mejor cena de Navidad de la historia, con ambas señoras llamándose puta, zorra, facha, coxina marxista y cosas así.
La justicia poética en su máxima expresión.
Lo hemos visto con Verónica Forqué y su hija, la guarra esa:
- Hay que ver, ¡tan alta y tan puta, niña!
lo hemos visto con Morfeo y la hija que le salió actriz porno:
- Espero que no la vean los puteros de León.
- Recibe la ensaimada, socios, no le come el miedo.
y ahora lo vemos en Almudena Grandes.
- ¿Qué es fascismo? Me preguntas mientras...
Porque no hay nada más satisfactorio para una madre de izquierdas, pero MUY de izquierdas, de esas que llaman "fascismo" a todo lo que no sea lo que ellas digan, que tu hija se haga de Falange: La hija de Almudena Grandes y Luis García Montero, una "camarada" de la Falange
Aunque la foto es antigua, ya reflejaba lo que estaba por venir. La hija con los pelos con los colores de la formación política, la madre tragándose un sapo del tamaño del Empire State, y a la vuelta de la esquina la que podría ser la mejor cena de Navidad de la historia, con ambas señoras llamándose puta, zorra, facha, coxina marxista y cosas así.
La justicia poética en su máxima expresión.