Pareja mas joven que, mas mayor que

Wetamirista

Aborto de Forero
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4 Mar 2008
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Foreros, dicidme, vuestra pareja, os gusta que sea mas mayor que vosotros, o por el contrario, que sea mas joven y lozana. U os es indiferente, mismo perro con distinto collar, no es lo mismo pero es igual. Cuales son vuestras preferencias con respecto a la edad de ella. Quiero saber, foreros.

Foreras, contarme, el maromo con el que compartireis lecho, precisais que aporte la veterania y el porte que confiere la edad, o por el contrario, sois como Pepu y preferis a un yogurin de esos a los que les esta cambiando la voz. U os es indiferente, mientras podais manejarle a vuestro antojo. Quiero saber, foreras.

Mas jovenes, mas mayores. Ventajas, incordios? Es la experiencia un grado o solo un puñado de arrugas? Es mejor cazarlas jovenes? Es este un tema repe y no menterao? Puede un clon abrir un hilo interesante? No me dejeis con estas dudas, por el amor de Wetamir. Exponed vuestros casos.
 
Me gusta una que no llegue a los treinta, o sea, muuuuucho menos que yo.

Si pasa de los treinta, ya empiezan las carnes fofas, las arrugas, vamos que estén hechas pero sin pasarse.

Lo malo de esa edad es que viene resabiadas y refolladas, y encima preguntando si el piso esta a tu nombre y si lo tienes ya pagado, pero creo que es el punto de madurez de la fruta sin que empiece a pochear.
 
nocavesmitumba rebuznó:
(...)Lo malo de esa edad es que viene resabiadas y refolladas, y encima preguntando si el piso esta a tu nombre y si lo tienes ya pagado, pero creo que es el punto de madurez de la fruta sin que empiece a pochear.

Pura verdad oiga, la de veces que me lo han preguntado las de esa franja de edad, así como quien no quiere la cosa.

No vea lo que disfruto percibiendo su fugaz aunque indisimulable esbozo de decepción cuando les digo que es de alquiler porque no soy partidario de la vivienda en propiedad y que además no ahorro un chavo porque me gusta gastarlo todo, que la vida es breve y además nunca se sabe por dónde va a asomar la parca.

De caerse.

De cualquier modo hasta las jovencitas viene ya bien resabiadas en materia hipotecaria, no crea.
 
saca-al-tarado rebuznó:
De cualquier modo hasta las jovencitas viene ya bien resabiadas en materia hipotecaria, no crea.

No olvidemos que las jovencitas que pernoctan y fornican con un cuarentón, lo hacen única y exclusivamente para acceder al usufructo de los bienes materiales del interfecto. Para sexo desinteresado ya tienen a los veinteañeros, que no necesitan Viagra para empalarlas sin piedad y saciar el hambre de sus ávidos coñitos.
 
Wetamirista rebuznó:
Foreros, dicidme, vuestra pareja, os gusta que sea mas mayor que vosotros, o por el contrario, que sea mas joven y lozana. U os es indiferente, mismo perro con distinto collar, no es lo mismo pero es igual. Cuales son vuestras preferencias con respecto a la edad de ella. Quiero saber, foreros.

Foreras, contarme, el maromo con el que compartireis lecho, precisais que aporte la veterania y el porte que confiere la edad, o por el contrario, sois como Pepu y preferis a un yogurin de esos a los que les esta cambiando la voz. U os es indiferente, mientras podais manejarle a vuestro antojo. Quiero saber, foreras.

Mas jovenes, mas mayores. Ventajas, incordios? Es la experiencia un grado o solo un puñado de arrugas? Es mejor cazarlas jovenes? Es este un tema repe y no menterao? Puede un clon abrir un hilo interesante? No me dejeis con estas dudas, por el amor de Wetamir. Exponed vuestros casos.


las foreras no se, pero los foreros, generalmente tienen un rasero especifico cuya nota de corte es que este viva(y no necesariamente) y que no tenga polla(tampoco necesariamente) asique yo me limitare a decir, que mientras me mole, como si es el charcutero de mi barrio que se ha cambiado de sexo.
 
Últimamente se ve mucho, desde los treinta y tantos, hasta los cuarenta y tantos, a mujeres saliendo con hombres hasta una década más jóvenes.

Es lógico y razonable, pues necesitan hombres novatos en temas emocionales, con buena potencia sexual y, ya dependiendo si quieren desfogarse sexualmente, o además quieren engancharlos, buscan un tío bueno O un tío bueno con carrera y prometedor trabajo.

En mi entorno cercano, de amiguetes y conocidos, he observado este fenómeno en no menos de una decena de casos (y NO TENGO TANTOS AMIGOS Y CONOCIDOS). Vamos, que es la norma.

Obviamente, esto acontece por el estado actual de Oferta - Demanda. En tiempos de crisis se invierten totalmente los papeles, y los hombres atractivos - adinerados se afianzan con jugosas jovencitas de firmes pechos y prieto culo, mientras las bien entradas en la treintena y las cuarentonas buscan un "caballero solvente y bien acomodado para compartir la vida", porque ellas son chicas formales y serias que buscan una auténtica relación de cariño y afecto y blao blao blao...

No paisa na, todas putas. :)
 
Pues yo no tengo una preferencia, una horquilla definida por la fecha de nacimiento.
Mi anterior pareja tiene dos años menos que yo. Luego estuve una temporada haciendo el gamba con una chica de veintiseis, y la que tengo ahora acaba de cumplirlos, cuando empezamos tenía el cuarto de siglo clavadito.
Personalmente mi combinación perfecta es de dos a cinco años menos que yo y con la cabeza razonablemente amueblada. En cualquier caso, no me importaría salir con una chica mayor que yo, que se cuide y tal. Que servidor conoce a alguna cuarentona que está de hipo.
Precisamente una semana antes de empezar con la que tengo ahora estuve a puntito de caer el las garras de una chica muy tranquila un año mayor que yo. Pero se fué de vacaciones, no lo dejó todo atadito y llegó otra más espabilada entre medias. Y ahí estamos.

Para mi más importante que la edad es la cabeza. Pero está claro que no es lo mismo una persona con poquita experiencia, que alguien ya curtidito... A mi alguien sin mucho rodaje, pero con inteligencia, me encanta. Ir descubriendo cosas juntos y redescubriendo por sus ojos las cosas que ya conocía pero ella no. Inexperta no significa tonta, las hay que aprenden muy rápido.
 
-SI tenemos en cuenta que de 100 mujeres, 50 no reunen las condiciones esteto-higiénicas mínimas, 25 están casadas, 10 despechadas o lesbianas, 10 son inaccesibles por pertenecer a "la nobleza"....para 5 que quedan no vamos a andarnos con remilgos!

-A mi juicio un culo prieto es un culo prieto tenga los años que tenga, pero, cuanto más joven sea, más prieto será el resto de su cuerpo!
 
Para un polvo, cuanto más joven mejor (siempre que sea mayor de edad, claro).

Para una relación, cuanto más cercana a mi edad mejor.

Aunque luego acabo echando polvos esporádicos con treintaañeras y teniendo relaciones con veinteañeras.

Es que no falla, basta que digas lo que buscas en una mujer para que acabes encontrando exactamente lo contrario.
 
Gran dilema. Todas mis parejas han sido menores que yo(tengo 26), pero mis amantes mayores que yo(el tope está en 30). No tengo preferencia, aunque mi lado cabrón me dice:

-como pareja mejor menor que tu, suelen estar cautivadas por un halo de embelesamiento hacia su novio que es mayor bla bla..eso si se puede volver en tu contra si son ultradependientes y llegar a ser un coñazo.

-como amante creo que la edad no dice nada, hay chicas de veintipocos que son fieras autenticas :p y otras de más de 30 que luego no te dan la del pulpo que creías que te darían.
 
j.m.1970 rebuznó:
Para un polvo, cuanto más joven mejor (siempre que sea mayor de edad, claro).

Para una relación, cuanto más cercana a mi edad mejor.

Aunque luego acabo echando polvos esporádicos con treintaañeras y teniendo relaciones con veinteañeras.

Es que no falla, basta que digas lo que buscas en una mujer para que acabes encontrando exactamente lo contrario.

Quisiera que explicases por qué, aún sigo sorprendida. Entiendo que prefieras una mujer de tu misma generación para mantener una relación seria, lo que no acaba de cuadrarme es el resto del mensaje.

En cuanto a mí, que tengo veinte años, decir que entre los 19 (empezar una carrera les hace madurar) y los 30 (a partir de esta edad nuestras formas de vida no encajarían) todo me vale.
 
Madame Baroque rebuznó:
Quisiera que explicases por qué, aún sigo sorprendida. Entiendo que prefieras una mujer de tu misma generación para mantener una relación seria, lo que no acaba de cuadrarme es el resto del mensaje.

En cuanto a mí, que tengo veinte años, decir que entre los 19 (empezar una carrera les hace madurar) y los 30 (a partir de esta edad nuestras formas de vida no encajarían) todo me vale.

Es muy sencillo, aunque estaba generalizando, por supuesto: prefiero a las jovencitas para follar porque los cuerpos jóvenes suelen ser más atractivos, más tersos, duros y suaves. Y porque, en general, me parecen más guapas las veinteañeras.

Ya sé que hay muchas chicas que siguen estando a los 30 y tantos como a los 20 y tantos, pero hay otras muchas que no.

El porqué me salen las cosas al revés de mis preferencias, tampoco yo lo entiendo, pero así es la vida.

Es como vosotras cuando decís que queréis a un chico bueno, sensible, que os respete, y luego acabáis enrollándoos con el chulo gilipollas de turno que os trata como basura (estoy generalizando, insisto). Así es la vida. El hombre propone y Dios dispone.
 
Mantener una relación con una de +30 es un acto criminal, son las mas peligrosas de todas, nunca estarás a su altura porque merecen mucho más... mejor una más joven porque se las ve venir de lejos.
 
Misógino Empedernido rebuznó:
No, en los menesteres que nos ocupan, la mujer dispone.
Sí, en estas cosas ya se sabe, querer es poder.
Si ellas quieren, nosotros podemos.
 
j.m.1970 rebuznó:
Es muy sencillo, aunque estaba generalizando, por supuesto: prefiero a las jovencitas para follar porque los cuerpos jóvenes suelen ser más atractivos, más tersos, duros y suaves. Y porque, en general, me parecen más guapas las veinteañeras.

Ya sé que hay muchas chicas que siguen estando a los 30 y tantos como a los 20 y tantos, pero hay otras muchas que no.

Esto es algo que siempre ha llamado mi atención. Parece como si, para algunos (especialmente hombres), los gustos no cambiasen: al cumplir los treinta os seguís fijando en las mismas personas que podrían haberos interesado antes de los veinte, por ejemplo. Sé que estoy generalizando, pero lo cierto es que en muchos casos es así.

Yo, sinceramente, no me imagino a los cuarenta con una pareja diez años menor que yo.
 
Madame Baroque rebuznó:
Parece como si, para algunos (especialmente hombres), los gustos no cambiasen: al cumplir los treinta os seguís fijando en las mismas personas que podrían haberos interesado antes de los veinte, por ejemplo.
Ya se lo han acotado, esto sucede cuando se trata de fornicio, puro y duro. Para semejante actividad importa más el cuerpo que la mente y los cuerpos, para qué nos vamos a engañar, tienen mejor apariencia a los veinte que a los treinta.
 
A mí me gusta que me lleven unos añitos, pero en realidad depende más del atractivo (follabilidad+inteligencia) del maromo que de la edad que tenga. Con los tipos de mi edad siempre me ha costado más congeniar, y yo sin eso ni follar ni hostias.
 
a mi me gustan mas mayores que yo,tienen menos pajaritos en la cabeza aunque alguna como mi ex se las trae (era 10 años mayor que yo pero a veces parecia una niña pequeña por como se le iba la olla).
habia vivido toda la vida supeditada a un marido que luego cuando lo dejo queria vivir lo que no habia vivido de golpe.
 
Madame Baroque rebuznó:
Esto es algo que siempre ha llamado mi atención. Parece como si, para algunos (especialmente hombres), los gustos no cambiasen: al cumplir los treinta os seguís fijando en las mismas personas que podrían haberos interesado antes de los veinte, por ejemplo. Sé que estoy generalizando, pero lo cierto es que en muchos casos es así.

Yo, sinceramente, no me imagino a los cuarenta con una pareja diez años menor que yo.

Imagine usted que ha terminado su carrera, que empieza a trabajar. Imagine, también, que es capaz de hacer bien su cometido y le cargan con mayor responsabilidad pero con un mejor sueldo. Por norma general, en un país machista como España usted tardará más tiempo en progesar en la empresa que un hombre; digamos unos 3 o 4 años más para alcanzar la misma meta.

- Llega a los 30 y tiene que decidir entre sentar la cabeza y empezar a parir como una coneja (asumiendo, por supuesto, que tener hijos a partir de los 30 pasa mayor factura que en la decena anterior) o por el contrario continuar apostando por una prometedora y sacrificada vida profesional que le está reportando enormes satisfacciones personales.
- Llegan los 36-37 y no tiene pareja estable. Está en el límite saludable de la maternidad y empieza a buscar maromo desesperadamente, a sabiendas de que su horno se apaga poco a poco. Sale con hombres, pero les asusta con sus ganas de ir rápido, de no marcar un tempo en la relación.
- Llega la cuarentena y manda a tomar por culo la maternidad, porque tras 18-20 años ha sido independiente, ha hecho lo que le ha dado la gana y no ha tenido que dar explicaciones a nadie ni acarrear la responsabilidad que supone que alguien dependa de usted; y ya no está dispuesta a acometer esta ardua tarea.

Multiplique esta historia por miles de mujeres que aspiran a igualar al sexo masculino en el mundo real (en ése donde acudir a 40 manisfestaciones al año para reclamar los derechos de *** introduzca su ferroflautismo preferido *** supone perder el tiempo) y cambiar las estructuras sociales desde dentro.

RESULTADO: hordas de cuarentonas inteligentes, con dinero, con ganas de pasarlo bien el poco tiempo libre que tienen, que buscan al hombre que encaje en ese alienado estilo de vida que llevan y que mientras tanto sólo pueden sentirse vivas pasándose entre las piernas nabos jóvenes y juguetones.

A parte de esto, desde mi enferma y retorcida mente, el morbo que da clavársela a una mujer alrededor de los 40 con las condiciones arriba mencionadas no tiene precio, salvo concurrencia al mercado de la carne.Pero lo evidente es que la juventud es sinónimo de salud y salvo estos pequeños deslices lujuriosos, una muchacha es más atractiva a los sentidos que una hembra madura. Y para una relación, siempre pensaré que una edad parecida es una pequeña garantía para llevarla a buen puerto.
 
Ya lo dice bien claro el refrán "Búscatela delgada y limpia que gorda y sucia ya se vuelve ella sola". Bastantes taras y angustias nos trae la edad como para empezar la carrera cojeando. La experiencia no es un grado ni una medalla para exhibir en una mujer. La piel tersa, clara, inmaculada es un galardón innigualable. No se necesita tener 35 años para follar bien. Cualquier macho que merzca tal nombre puede educar a su hembra y convertirla en una zorra ansiosa por complacer. Es tan breve el explendor en las hembras, que no perdais nunca ocasion de paladear los frutos que el breve verano os ofrece. Ya os tocará ir con una flor marchita en el ojal, mientras hermosos jardines os apabullan a vuestro alrrededor sin que podais disfrutar de sus gracias.
 
Aunque es una generalización y no se trate de categorías estanco, sino de un continuo gradual:

Menos de 20. Diosas. Están hechas de eternidad y así las recordaremos siempre. Son habitantes de los verdaderos paraísos perdidos. Cuando, viejunos moribundos, agonicemos con un bombona de oxígeno en un hospital cualquiera, querremos cerrar el círculo mojando nuestros dedos entre sus piernas como si fuera el óleo de la extrema unción.

Veinteañeras. Las más recomendables. Mucho más fáciles de conseguir que las anteriores, no sólo sus cuerpos son más atractivos a nuestros sentidos que las posteriores, sino también su espíritu. Por mucho que sepan, el tiempo, que es la forma que posibilita la variación, todavía no ha actuado en ellas a través de lo repetido innumerables veces. No es lo que sabes, sino cómo y cuándo lo sabes. Además, todavía no han sucumbido a la doma social y a poco que mantengan un poco de rebeldía ante lo que creen ver lejano, suelen ser un verdadero bálsamo para rejuvenecimientos nocturnos de urgencia.

Treintañeras. Las peores. Dominadas por el principio de realidad biológico y social. Puesto que en nuestro país la adolescencia (término social y no biológico) se ha extendido desmesuradamente, la desesperación ante el arroz pasado de la maternidad o la consecución de una posición social sólida y cómoda que no termina de llegar las convierte en las peores prostitutas. Mercadean con su vida y la de los demás hasta convertirlas en un verdadero infierno. Como, además, todavía no se ha producido el triunfo del tiempo y del desengaño, aparece aún en circulación un rosario de amargadas y destinadas a la vestimenta de santos que no han comprendido la dignidad de su destino y se arriesgan a envenenar los próximos años de su vida y los de quien tenga la mala suerte de cruzarse con ellas.

Cuarentonas. Realistas, juegan con su tiempo como los banqueros, sabiendo dónde invertir para obtener el mejor rendimiento con el menor riesgo. A esas alturas las urgencias biológicas pasaron y las sociales están ya satisfechas (o no habrían llegado hasta ahí). La vida sin estúpidos aditivos. Normalmente son unas compañeras de cama realmente empáticas, pero el final del polvo no deja de ser un tanto melancólico.

En resumen, como lo óptimo es enemigo de lo mejor, ponga una veinteañera en su cama. Pero no se olvide de cambiarla frecuentemente, como las sábanas.
 
Norman Valdés rebuznó:
Aunque es una generalización y no se trate de categorías estanco, sino de un continuo gradual:

Menos de 20. Diosas. Están hechas de eternidad y así las recordaremos siempre. Son habitantes de los verdaderos paraísos perdidos. Cuando, viejunos moribundos, agonicemos con un bombona de oxígeno en un hospital cualquiera, querremos cerrar el círculo mojando nuestros dedos entre sus piernas como si fuera el óleo de la extrema unción.

Veinteañeras. Las más recomendables. Mucho más fáciles de conseguir que las anteriores, no sólo sus cuerpos son más atractivos a nuestros sentidos que las posteriores, sino también su espíritu. Por mucho que sepan, el tiempo, que es la forma que posibilita la variación, todavía no ha actuado en ellas a través de lo repetido innumerables veces. No es lo que sabes, sino cómo y cuándo lo sabes. Además, todavía no han sucumbido a la doma social y a poco que mantengan un poco de rebeldía ante lo que creen ver lejano, suelen ser un verdadero bálsamo para rejuvenecimientos nocturnos de urgencia.

Treintañeras. Las peores. Dominadas por el principio de realidad biológico y social. Puesto que en nuestro país la adolescencia (término social y no biológico) se ha extendido desmesuradamente, la desesperación ante el arroz pasado de la maternidad o la consecución de una posición social sólida y cómoda que no termina de llegar las convierte en las peores prostitutas. Mercadean con su vida y la de los demás hasta convertirlas en un verdadero infierno. Como, además, todavía no se ha producido el triunfo del tiempo y del desengaño, aparece aún en circulación un rosario de amargadas y destinadas a la vestimenta de santos que no han comprendido la dignidad de su destino y se arriesgan a envenenar los próximos años de su vida y los de quien tenga la mala suerte de cruzarse con ellas.

Cuarentonas. Realistas, juegan con su tiempo como los banqueros, sabiendo dónde invertir para obtener el mejor rendimiento con el menor riesgo. A esas alturas las urgencias biológicas pasaron y las sociales están ya satisfechas (o no habrían llegado hasta ahí). La vida sin estúpidos aditivos. Normalmente son unas compañeras de cama realmente empáticas, pero el final del polvo no deja de ser un tanto melancólico.

En resumen, como lo óptimo es enemigo de lo mejor, ponga una veinteañera en su cama. Pero no se olvide de cambiarla frecuentemente, como las sábanas.

Muy cierto, y apostillaría que para un hombre en sus últimos 20 o primeros 30 lo ideal es una en torno a los 25. Comienza a saber lo que quiere y su porqueyolovalguismo y demás defectos congénitos de su género bajan a niveles más aceptables. Ya posee cierta experiencia y alguna cicatriz pero todavía conserva la energía, la vitalidad, las ganas de vivir y de aprender, la capacidad de entregarse y gozar sin red ni calculadoras. Es el punto de partida justo entre candidez y madurez en el que aún todo es posible y auténtico. Ni piensa que es inmortal ni su reloj biológico está a punto de estallar. Es el equilibrio y todo lo bueno nace de él.

Todo esto a priori por supuesto, luego nunca se sabe.
 
PERVERTMAN rebuznó:
Muy cierto, y apostillaría que para un hombre en sus últimos 20 o primeros 30 lo ideal es una en torno a los 25. Comienza a saber lo que quiere y su porqueyolovalguismo y demás defectos congénitos de su género bajan a niveles más aceptables. Ya posee cierta experiencia y alguna cicatriz pero todavía conserva la energía, la vitalidad, las ganas de vivir y de aprender, la capacidad de entregarse y gozar sin red ni calculadoras. Es el punto de partida justo entre candidez y madurez en el que aún todo es posible y auténtico. Ni piensa que es inmortal ni su reloj biológico está a punto de estallar. Es el equilibrio y todo lo bueno nace de él.

Todo esto a priori por supuesto, luego nunca se sabe.


Esto lo podría haber escrito yo mismo. Pero luego llega una de 30 que se pone a nadar en tu alma y a ver qué coño haces.
 
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