El segundo teniente de alcalde de Salou (Tarragona), Alberto Del Hierro (PPC), se ha sumado a un manifiesto firmado por todos los grupos, que considera una "temeridad reprobable comparar la política franquista hacia el catalán con la política lingüística de Cataluña hacia el castellano".
Esta afirmación contrasta con la tesis del presidente del PP, Mariano Rajoy, quien hace diez días aseguró que en Cataluña "se está haciendo con el castellano lo que en época de Franco se hizo con el catalán".
Del Hierro, que ejerce de concejal de seguridad ciudadana en este municipio, ha admitido que el redactado del manifiesto es "mejorable", pero ha argumentado que aceptó esta afirmación "en favor del consenso" y porque "tampoco es para rasgarse las vestiduras".
"Que nadie piense que me desmarco de mi partido. No me salgo de las líneas que marca mi partido", ha sentenciado Del Hierro, cabeza de lista del PP en Salou en las últimas elecciones municipales.
Firmó porque era “aceptable”
Del Hierro ha explicado que el alcalde de Salou, Esteve Ferran, que pertenece al grupo independiente Ferran Units per Salou (FUPS), le propuso que firmara este manifiesto y que él optó finalmente por aceptarlo al ver que era "aceptable", puesto que "no hay que ser radical en la vida".
Ha añadido que, con el manifiesto, simplemente se buscaba dejar claro que la ciudad de Salou, cuyo equipo de gobierno está formado por representantes de FUPS, PP y CiU, "es un ejemplo de integración y un modelo de acogida y convivencia".
Asimismo, ha insistido en que habitualmente escribe artículos en un semanario de Salou en defensa del "bilingüismo", y ha remarcado que la intención del manifiesto era también subrayar que "no admitimos la existencia de un conflicto entre castellano y catalanohablantes".
No existe imposición dictatorial
El mencionado manifiesto, que se firmó este jueves pasado, dice que "ante la escalada de declaraciones sobre la discriminación de la lengua castellana en Cataluña con la aplicación de la normalización lingüística", los grupos ven una "temeridad reprobable" equiparar el trato del franquismo al catalán con el que recibe actualmente el castellano en Cataluña.
"En primer lugar porque no prohíbe ni persigue el castellano, todo lo contrario. Y en segundo lugar porque la política lingüística fue aprobada democráticamente por el Parlament y no fue una imposición dictatorial", dice el manifiesto.
El texto también asegura que la ley de normalización lingüística "garantiza a toda la población el pleno conocimiento de las dos lenguas y, a la vez, garantiza que el alumnado no sea discriminado ni separado en grupos diferentes por razón de la lengua, manteniendo el sistema de conjunción lingüística aplicado al amparo de la ley".
Asimismo, se hace constar "nuestro apoyo y nuestra defensa a la libre expresión de todo el mundo, si bien apostamos por elevar progresivamente el conocimiento de la lengua catalana y su uso social como elemento fundamental de la identidad y la cultura catalana", así como por "avanzar en la generalización del conocimiento completo y del uso normal la lengua catalana".
"No admitimos ni reconocemos la existencia de conflicto entre castellano y catalanoparlantes", asegura el manifiesto, que destaca el papel de Salou como "lugar de acogida" y dice que "proclamar el conflicto (lingüístico) es una provocación que sólo puede ser entendida por el desconocimiento de la realidad catalana".