Hermano griego rebuznó:
Qué fácil es hablar sin tener ni puta idea. Para que lo sepas, yo nunca me tiro faroles, lo que digo es porque lo voy a hacer. Y vale, bien es cierto que me equivoqué con las entradas de la final del mundial de baloncesto. ¿Y? ¿Soy peor? Me pasé unos días de putifé en Grecia viendo el Panteón, Antenas, el templo de Apoño, el Obstáculo de Belfos.
Eso sí, a ver si hay cojones a criticarme ahora que ha pasado España a semis...jaja. No lo he dicho antes porque seguro que si la eliminaban os reíais de mí, pero TEN-GO EN-TRA-DAS PA-RA LAS SE-MIS (y no me refiero a las de la cabeza, que son hereditarias y Hedi y yo estamos calvetes).
Verás la semana que viene cuando esté alucinando en el campo viendo el España-Papúa Nueva Guinea en la sede de Burgos. La verdad es que no sabía muy bien al principio dónde era el partido, pero me dijeron que era en una ciudad que acababa por -urgo y sólo se me ocurrió una. Jiajiajia...vamos a petar El Plantío y vosotros aquí como fracas viéndolo por Telecinco...tengo ladillas como centollos.
Ya os mandaré una postal desde la catedral, pringuis.
Sé que visto desde fuera lo que voy a hacer puede parecer un exceso de confianza, pero estoy seguro de que mi guionizado me bendeciría.
Alguna vez he estado haciendo merienda-cena en casa de los ascendientes del Capitán, y el ver a esa señora hablando de ti como si fueras un santo varón, diciendo que algún día todos verán que eres bueno y que el foro entero te aclamará, y también llena de
saudade mientras te estás gastando su jubilación en tus viajes a lugares exóticos y competiciones deportivas de alta alcurnia cuando no vas a visitar a tu madre
NI UNA SOLA VEZ POR SEMANA me produce un sentimiento horrible; y, encima, tengo que ver a mi guionizado, el paradigma de la felicidad y hacer gracia, cabizbajo, pidiéndome desesperado una línea para poder salir de la situación (la resolví con un pedo y una crítica inteligentísima a la Santa Iglesia Católica, un clásico que nunca falla) y devolver a tu madre, ¡a tu propia madre! a una realidad real donde no estás tú, pero sí Hediondo que la cuida y protege y hace risa, sufriendo por toda la situación de la familia mientras llena todo de felicidad a la vez. Familia a la que tú perteneces, pero sólo porque mi profesionalidad me impide ocupar tu lugar.
Sigue con tus viajes, nunca serás nada en el foro y nunca harás realidad los sueños de tu madre. Que encima hace una tortilla de pimientos bastante decente.
Perdóname, Hediondo. Sé que los trapos sucios se lavan en casa, pero no he podido SALTAR ante una afrenta tal.
PD: Tengo un ángulo novedosísimo para sacar fotos a las cacas. Te mantendré informado por los canales habituales.