Un saludo, pececillos. Actualizo para comentar que mis contactos de
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Os recuerdo que para registraros en
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- Depósitos seguros
- Reintregros rápidos
- Descarga y juegos gratuitos
- El mejor software del mercado
- La más amplia selección de juegos
- Soporte ganador de premios disponbile 24/7
Y bueno, como lo prometido es deuda, paso a impartir mi primera MASTER CLASS de poker, para que podáis empezar a aplicar vuestros conocimientos en
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En esta primera lección no hablaré específicamente de poker, sino de matemáticas, que serán la principal herramienta que usaremos para tomar decisiones, no solo en las mesas sino en otros muchos ámbitos de la vida.
La clave para hacer CÚMULOS de pasta gansa es apostar con la estadística a nuestro favor. Tomaré un ejemplo de uno de los volúmenes de mi vastísima biblioteca pdf de libros de poker para que os hagáis una idea. Supongamos que os ofrecen jugar a cara o cruz con una moneda de un dólar, jugándoos uno cada uno. La probabilidad de cara y cruz es del 50%, de modo que ganaríais 0.50 x 1 y perderíais 0.50 x 1, con lo que la ganancia esperada por cada apuesta sería de 0.50-0.50=0. No estaríamos ni ganando ni perdiendo dinero, simplemente estaríamos perdiendo el tiempo. Ahora imaginemos que jugáis a los dados. Os ofrecen 10 dólares por cada seis que saquéis, pero tenéis que poner un dólar por tirada. Veamos: ganaremos 10 x 1/6 (probabilidad de sacar el seis) y perderemos 1 x 5/6 (probabilidad de no sacarlo). Echando cuentas, el balance en cada apuesta es de 10/6-5/6=5/6 de dólar cada vez que apostemos. Esto, amigos, es un auténtico chollo, pero es muy difícil que alguien os ofrezca unas condiciones tan favorables. De todos modos, primos hay en todos los sitios, sólo hay que saber encontrarlos. Personalmente he hecho bastante pasta en asilos de ancianos, campamentos de verano (con la ventaja añadida de tratar con NIÑOS) o cotolengos, donde, haciendo valer mis superiores conocimientos y tecnicas de condicionamiento, he llegado a jugar a cara o cruz con tres a uno a mi favor.
Otra cosa muy importante es que sepáis que, aunque los libros son útiles, tampoco son la Biblia. El ejemplo del cara o cruz es de un libro americano, que habla de dólares, por lo que, a menos que tengáis un bagaje tan amplio como el mío me cuidaría muy mucho de intentar hacer lo propio con monedas de euro. Eso sí, cuando se llega a ser un SUPERCLASE como yo pueden hacerse todo tipo de cabriolas matemáticas, y sacar ganancias de situaciones donde el resto de los mortales no ven más allá de sus narices. Por ejemplo, y siguiendo con el cara o cruz, he estimado, mediante complejos cálculos FÍSICO-MATEMÁTICOS (PROBABILIDAD Y ESTADÍSTICA, MECÁNICA NEWTONIANA Y LAGRANGIANA, TEORÍA DE JUEGOS, VARIABLE COMPLEJA...) que la probabilidad de que una moneda caiga de canto es de 1/50. Así, cuando hago mis RAIDS de cara o cruz en mis lugares habituales ofrezco a mis contrincantes pagar un euro si sale cara o cruz y si cae de canto que me paguen 200. Estoy ganando 200 x 1/50 - 49/50 x 1 = 151/50 = 3 euros por jugada nada más y nada menos.
Aunque la estadística nos sea favorable, existe la llamada VARIANZA, que es la desviacion de los resultados con respecto a lo estadísticamente esperable. Por ahora no ha caído ninguna vez de canto, pero, al igual que es posible que en la ruleta salga el rojo quince veces seguidas, todo es debido a la susodicha varianza. La manera de vencerla es jugar una gran cantidad de veces, ya que a largo plazo nuestras ganancias convergerán con lo que nos correspondería estadísticamente. Por eso, aunque ya llevo palmados más de dos mil euros en el cara o cruz, no puedo hacer otra cosa que descojonarme internamente del zote que tengo enfrente porque desconoce que está jugando contra las matemáticas, ya que en realidad está perdiendo tres euros por cada apuesta que hace.
Y no sólo podemos aplicar nuestro saber al tema de las apuestas. Veamos otro ejemplo que yo mismo puse en práctica. ¿Cuántas veces os topáis con un revisor en el metro? ¿Una vez al año, quizá? Un servidor sacaba el abono de transporte público religiosamente todos los meses, con un gasto total de, pongamos, 500 euros al año. Si la multa por pillarte sin billete asciende a 20 euros, me dije, y de media me van a pillar sin él una vez al año, ¿qué coño hago yo aquí palmando dinero como un FISHARDO en la Bobby's Room del Belaggio? Decidí entonces colarme SIEMPRE, porque, como el año pasado me pidieron una vez el billete, y hacía dos viajes al día de media, la probabilidad de que me pillaran era de 1/700 más o menos, así que me compensaba pagar esos 20 una vez en lugar de los 500 del abono. La verdad es que me fue bastante bien las primeras semanas, pero hete aquí que la varianza levantaría su fea cabeza. Todo empezó un día como cualquier otro. Entrar por la boca de la estación, saludar a la taquillera y saltarme los tornos, pero coincidió con el momento en el que el segurata doblaba la esquina. Me cazó y me cayó la primera multa. 20 euros entraba dentro de los planes, podrían cogerme un par de veces al mes y aún estaría BREAK EVEN, así que ningún problema. Al día siguiente más de lo mismo, saludo de rigor a la señorita y APOLÍNEO salto de torno. El segurata esta vez me pilló en el andén. Perder dos veces seguidas una apuesta con 699/700 a favor es bastante jodido, pero estas cosas pasan y hay que saber sobreponerse y confiar en la matemática. En poker, perder una apuesta en la que tenemos una altísima probabilidad de ganar se conoce como BAD BEAT, y hay que ir acostumbrándose a ellos desde el principio, porque vamos a jugar muchas manos y alguna vez le caerá esa carta que le completa la escalera al primo de enfrente. Así, aunque nos hayan pegado un bad beat tras otro hay que mantener la compostura y seguir confiando en nuestro juego. Así, el tercer día el segurata me estaba esperando directamente frente a los tornos con los brazos en jarras. Yo sabía que sólo tenía 1/700 en contra, así que evite dejarme llevar por la superstición y me encomendé a la estadística, con más brío que nunca. Tomé carrerilla y salté a lo Fosbury ante la ATÓNITA mirada de la multitud, con tan mala fortuna que uno de mis pies se enganchó en una de las barras de metal, llevándome un fuerte golpe en la cabeza al topar contra el suelo. Mareado, me incorporé y vi al orangután correr hacia mí blandiendo su porra. Todo buen jugador de poker debe evitar perder los nervios, por muchas pérdidas que esté teniendo. Cuando no puede hacerlo entra en el estado denominado TILT, una especie de cabreo que seguramente le hará perder más dinero todavía. Reconozco que cuando me lancé hacia él emulando a Riptor en Killer Instinct (grito incluido) tenía cierta falta de control sobre mi tilt. No pude alcanzarle en mi frenesí porque rápidamente lanzó una patada contra mi pecho que me tiró de espaldas, y procedió a trabajarme las costillas mientras llamaba a otros compañeros suyos para que se unieran a la fiesta. Lo último que recuerdo es a mí en el suelo recibiendo golpes mientras les recriminaba lo estúpidos que eran por saber tan poco de matemáticas y empeñarse en llevar la contraria a la estadística. Dos semanas más tarde me dieron el alta en el hospital, desplazándome a pie por la ciudad desde entonces. ¿Derrota, diréis? Bueno, el año pasado gasté 500 euros en transporte, y éste sólo los 40 de las dos multas. Es decir, que tengo un balance de 460 en positivo. IMPRESSIVE.