Protagonistas de la historia

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Catullus

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7 Mar 2007
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Con este hilo pretendo homenajear a aquellos individuos que por su valía, su saber hacer y su sagacidad han dejado una profunda y duradera impronta en la historia. En principio pensaba restringir el homenaje a los militares y estadistas, pero creo que pensadores, científicos, artistas et al. tienen cabida.
El primer homenajeado es Napoleón, grande entre grandes.

Datos biográficos

Napoleón Bonaparte nació el 15 de agosto de 1769 en Ajaccio (Córcega) y recibió el nombre de Napoleone di Buonaparte. Era el segundo de los ocho hijos de Carlo Buonaparte y Letizia Ramolino, miembros ambos de la pequeña nobleza corsa. Su padre trabajaba como abogado y luchó por la independencia de Córcega; después que los franceses ocuparan la isla en 1768, ejerció como fiscal y juez e ingresó en la aristocracia francesa con el título de conde. Gracias a la influencia de su padre, la formación de Napoleón en Brienne y en la Escuela Militar de París estuvo subvencionada por el propio rey Luis XVI. Terminó sus estudios en 1785 —a los 16 años— y sirvió en un regimiento de artillería con el grado de teniente.
Una vez que dio comienzo la Revolución Francesa, pasó a ser teniente coronel de la Guardia Nacional corsa (1791); sin embargo, cuando Córcega declaró su independencia en 1793, Bonaparte, decididamente partidario del régimen republicano, huyó a Francia con su familia. Fue nombrado jefe de artillería del ejército encargado de la reconquista de Tolón, una base naval alzada en armas contra la República con el apoyo de Gran Bretaña (que junto a Prusia, Austria, Holanda y España, tras la declaración de guerra francesa a ésta última, habían constituido la Primera Coalición contra Francia en 1793). Reemplazó a un general herido, y, distribuyendo hábilmente sus cañones, expulsó del puerto a las naves británicas y reconquistó finalmente esta posición. Como recompensa por su acción Bonaparte fue ascendido a general de brigada a la edad de 24 años. En 1795 salvó al gobierno revolucionario restableciendo el orden tras una insurrección realista desatada en París. En 1796 contrajo matrimonio civil con Josefina de Beauharnais, viuda de un aristócrata guillotinado durante la Revolución y madre de dos hijos.

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Sobre el puente de Arcole.

Militar de éxito.

Aquel general de veintisiete años transformó unos cuerpos de hombres desarrapados hambrientos y desmoralizados en una formidable máquina bélica que trituró el Piamonte en menos de dos semanas y repelió a los austríacos más allá de los Alpes, de victoria en victoria. Sus campañas de Italia pasarían a ser materia obligada de estudio en las academias militares durante innúmeras promociones. Tanto o más significativas que sus victorias aplastantes en Lodi, en 1796, en Arcole y Rívoli, en 1797, fue su reorganización política de la península italiana, que llevó a cabo refundiendo las divisiones seculares y los viejos estados en repúblicas de nuevo cuño dependientes de Francia. El rayo de la guerra se revelaba simultáneamente como el genio de la paz. Lo más inquietante era el carácter autónomo de su gestión: hacía y deshacía conforme a sus propios criterios y no según las orientaciones de París. El Directorio comenzó a irritarse. Cuando Austria se vio forzada a pedir la paz en 1797, ya no era posible un control estricto sobre un caudillo alzado a la categoría de héroe legendario.

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Napoleón en la campaña de Egipto

Napoleón mostraba una amenazadora propensión a ser la espada que ejecuta, el gobierno que administra y la cabeza que planifica y dirige, tres personas en una misma naturaleza de inigualada eficacia. Por ello, el Directorio columbró la posibilidad de alejar esa amenaza aceptando su plan de cortar las rutas vitales del poderío británico -las del Mediterráneo y la India- con una expedición a Egipto. Así, el 19 de mayo de 1798 embarcaba rumbo a Alejandría, y dos meses después, en la batalla de las pirámides, dispersaba a la casta de guerreros mercenarios que explotaban el país en nombre de Turquía, los mamelucos, para internarse luego en el desierto sirio. Pero todas sus posibilidades de éxito se vieron colapsadas por la destrucción de la escuadra francesa en Abukir por Nelson, el émulo inglés de Napoleón en los escenarios navales.
El revés lo dejó aislado y consumiéndose de impaciencia ante las fragmentarias noticias que recibía de Europa. Allí la segunda coalición de las potencias monárquicas había recobrado las conquistas de Italia y la política interior francesa hervía de conjuras y candidatos a asaltar un Estado en el que la única fuerza estabilizadora que restaba era el ejército. Por fin se decidió a regresar a Francia en el primer barco que pudo sustraerse al bloqueo de Nelson, recaló de paso en su isla natal y nadie se atrevió a juzgarle por deserción y abandono de sus tropas, mientras subía otra vez de Córcega a París, ahora como héroe indiscutido.

Primer Cónsul

En pocas semanas organizó el golpe de estado del 18 Brumario (según la nueva nomenclatura republicana del calendario: el 9 de noviembre) con la colaboración de su hermano Luciano, el cual le ayudó a disolver la Asamblea Legislativa del Consejo de los Quinientos en la que figuraba como presidente. Era el año de 1799. El golpe barrió al Directorio, a su antiguo protector Barras, a las cámaras a los últimos clubes revolucionarios, a todos los poderes existentes e instauró el Consulado: un gobierno provisional compartido en teoría por tres titulares, pero en realidad cobertura de su dictadura absoluta, sancionada por la nueva Constitución napoleónica del año 1800.

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Napoleón, Primer Cónsul

Aprobada bajo la consigna de «la Revolución ha terminado», la nueva Constitución restablecía el sufragio universal que había recortado la oligarquía termidoriana, sucesora de Robespierre. En la práctica, calculados mecanismos institucionales cegaban los cauces efectivos de participación real a los electores, a cambio de darles la libertad de que le ratificasen en entusiásticos plebiscitos. El que validó su ascensión a primer cónsul al cesar la provisionalidad, arrojó menos de dos mil votos negativos entre varios millones de papeletas. Pero Napoleón no se contentó con alargar luego esta dignidad a una duración de diez años, sino que en 1802 la convirtió en vitalicia. Era poco todavía para el gran advenedizo que embriagaba a Francia de triunfos después de haber destruido militarmente a la segunda coalición en Marengo, y emprendía una deslumbrante reconstrucción interna.

Emperador

La heterogénea oposición a su gobierno fue desmantelada mediante drásticas represiones a derecha e izquierda, a raíz de fallidos atentados contra su persona; el ejemplo más amedrentador fue el secuestro y ejecución de un príncipe emparentado con los Borbones depuestos, el duque de Enghien, el 20 de marzo de 1804. El corolario de este proceso fue el ofrecimiento que le hizo el Senado al día siguiente de la corona imperial. La ceremonia de coronación se llevó a cabo el 2 de diciembre en Notre Dame, con la asistencia del papa Pío VII, aunque Napoleón se ciñó la corona a sí mismo y después la impuso a Josefina; el pontífice se limitó a pedir que celebrasen un matrimonio religioso, en un sencillo acto que se ocultó celosamente al público. Una nueva Constitución el mismo año afirmó aún más su autoridad omnímoda.

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Napoleón coronado emperador

La historia del Imperio es una recapitulación de sus victorias sobre las monarquías europeas, aliadas en repetidas coaliciones contra Francia y promovidas en último término por la diplomacia y el oro ingleses. En la batalla de Austerlitz, de 1805, abatió la tercera coalición; en la de Jena, de 1806, anonadó al poderoso reino prusiano y pudo reorganizar todo el mapa de Alemania en la Confederación del Rin, mientras que los rusos eran contenidos en Friendland, en 1807. Al reincidir Austria en la quinta coalición, volvió a destrozarla en Wagram en 1809.

Nada podía resistirse a su instrumento de choque, la Grande Armée (el 'Gran Ejército'), y a su mando operativo, que, en sus propias palabras, equivalía a otro ejército invencible. Cientos de miles de cadáveres de todos los bandos pavimentaron estas glorias guerreras. Cientos de miles de soldados supervivientes y sus bien adiestrados funcionarios, esparcieron por Europa los principios de la Revolución francesa. En todas partes los derechos feudales eran abolidos junto con los mil particularismos económicos, aduaneros y corporativos; se creaba un mercado único interior, se implantaba la igualdad jurídica y política según el modelo del Código Civil francés, al que dio nombre -el Código Napoleón, matriz de los derechos occidentales, excepción hecha de los anglosajones-; se secularizaban los bienes eclesiásticos; se establecía una administración centralizada y uniforme y la libertad de cultos y de religión, o la libertad de no tener ninguna. Con estas y otras medidas se reemplazaban las desigualdades feudales -basadas en el privilegio y el nacimiento- por las desigualdades burguesas -fundadas en el dinero y la situación en el orden productivo-.

La obra napoleónica, que liberó fundamentalmente la fuerza de trabajo, es el sello de la victoria de la burguesía y puede resumirse en una de sus frases: «Si hubiera dispuesto de tiempo, muy pronto hubiese formado un solo pueblo, y cada uno, al viajar por todas partes, siempre se habría hallado en su patria común». Esta temprana visión unitarista de Europa, quizá la clave de la fascinación que ha ejercido su figura sobre tan diversas corrientes historiográficas y culturales, ignoraba las peculiaridades nacionales en una uniformidad supeditada por lo demás a la égida imperialista de Francia. Así, una serie de principados y reinos férreamente sujetos, mero glacis defensivo en las fronteras, fueron adjudicados a sus hermanos y generales. El excluido fue Luciano Bonaparte, a resultas de una prolongada ruptura fraternal.
A las numerosas infidelidades conyugales de Josefina durante sus campañas, por lo menos hasta los días de la ascensión al trono, apenas había correspondido Napoleón con algunas aventuras fugaces. Éstas se trocaron en una relación de corte muy distinto al encontrar en 1806 a la condesa polaca María Walewska, en una guerra contra los rusos; intermitente, pero largamente mantenido el amor con la condesa, satisfizo una de las ambiciones napoleónicas, tener un hijo, León. Esta ansia de paternidad y de rematar su obra con una legitimidad dinástica se asoció a sus cálculos políticos para empujarle a divorciarse de Josefina y solicitar a una archiduquesa austriaca, María Luisa, emparentada con uno de los linajes más antiguos del continente.

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Napoleón con sus hijos

Sin otro especial relieve que su estirpe, esta princesa cumplió lo que se esperaba del enlace, al dar a luz en 1811 a Napoleón II -de corta y desvaída existencia, pues murió en 1832-, proclamado por su padre en sus dos sucesivas abdicaciones, pero que nunca llegó a reinar. Con el tiempo, María Luisa proporcionó al emperador una secreta amargura al no compartir su caída, ya que regresó al lado de sus progenitores, los Habsburgo, con su hijo, y en la corte vienesa se hizo amante de un general austriaco, Neipperg, con quien contrajo matrimonio en segundas nupcias a la muerte de Napoleón.

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Imperio en 1812

Legado e influencia

La influencia de Napoleón sobre Francia puede apreciarse incluso hoy en día. Los monumentos en su honor se encuentran por doquier en París; el más señalado es el Arco del Triunfo, situado en el centro de la ciudad y erigido para conmemorar sus victoriosas campañas. Su espíritu pervive en la constitución de la V República y el Código de Napoleón sigue siendo la base de la legislación francesa y de otros estados, y tanto el sistema administrativo como el judicial son esencialmente los mismos que se instauraron durante su mandato; igualmente se mantiene el sistema educativo regulado por el Estado. Las reformas radicales que aplicó Napoleón en otras partes de Europa alentaron las sucesivas revoluciones del siglo XIX de carácter liberal y nacionalista.

Aparte de su importancia como transmisor de las ideas e instituciones revolucionarias a Europa, lo que, avanzado el siglo XIX consagraría a esta centuria como el periodo paradigmático de las revoluciones liberales, Napoleón dejó una inigualada impronta como un genio militar.
Liberó a los judíos europeos de la opresión, y los sacó de los guetos allá donde pudo. Donde el imperio llegó, las reformas e innovaciones mejoraron el bienestar del pueblo dando libertad y justicia a través del Código Civil.

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Gloria al emperador.
 
Un detalle: siempre se ha dicho que Napoleón era un enano, cuando lo cierto es que su altura estaba en la media de la población francesa de la época.
 
El poco "contacto" que he tenido con Napoleón ha sido a través de su versión comentada de "El Príncipe", de Maquiavelo.

Es obvio que para llegar a los niveles de poder que alcanzó Napoleón hay que tener mucha ambición, pero a mí me sorprendió la egolatría y desprecio por los demás que desprende en sus comentarios. Me pareció que entraba en lo patológico. Pensaba que si se representaba a los locos con su gorro y su postura era porque creían ser Napoleón, pero desde entonces estoy convencido de que es porque él mismo estaba de atar.

Cosa que no quita que sus logros fuesen impresionantes.
 
Puto gabacho.



"Tengo por enemigo a una nación de doce millones de almas, enfurecidas hasta lo indecible. Todo lo que aquí se hizo el dos de mayo fue odioso. No, sire. Estáis en un error. Vuestra gloria se hundirá en España."


Cartita de Pepe Botella al hideputa de su hermano, enano cabrón.
 
El "enano" Napoleón se supone medía 1.68m (según las últimas teorías) y Wellesley (su contrincante el duque de Wellington, 1.64m) por lo que, llamar a uno "enano" y al otro no, parece una muestra más de la memoria histórica relativa.
 
Sí, Napoleón medía entre 1'66 y 1'68 lo que implica que era de estatura media en Francia y seguramente en toda Europa, por lo que decir que era bajo no es correcto.
Pastanaga, te recomiendo la lectura de Napoleón Bonaparte, una biografía íntima de Vincent Cronin. Elimina muchos mitos acerca de la personalidad del corso.
Con respecto a la invasión que sufrimos, pues la verdad, ser parte del imperio por más tiempo y con más calma hubiera quizá sacado a España de su tremendo atraso. Luchar para liberar España y colocar en el trono al inútil de Fernando VII sí que fue un error.

Por cierto, si alguno se quiere animar y postear otro personaje histórico que a juicio personal convenga reseñar, bien venido será el texto.
 
El nacionalista corso que se volvió emperador francés, curiosa vuelta a la tortilla
 
Sí, Napoleón medía entre 1'66 y 1'68 lo que implica que era de estatura media en Francia y seguramente en toda Europa, por lo que decir que era bajo no es correcto.
Pastanaga, te recomiendo la lectura de Napoleón Bonaparte, una biografía íntima de Vincent Cronin. Elimina muchos mitos acerca de la personalidad del corso.
Con respecto a la invasión que sufrimos, pues la verdad, ser parte del imperio por más tiempo y con más calma hubiera quizá sacado a España de su tremendo atraso. Luchar para liberar España y colocar en el trono al inútil de Fernando VII sí que fue un error.

Por cierto, si alguno se quiere animar y postear otro personaje histórico que a juicio personal convenga reseñar, bien venido será el texto.


Desde luego que el avance cultural, el progreso que habríamos sufrido entonces, habría sido buenísimo para el pueblo español, pero habría que imaginarse la situación, el día a día, el del español de la calle (no el de clase media), el que se codeaba día a día con franceses burlones, que miraban por encima del hombro al español, que se mofaba de sus tradiciones, que le tocaba el culo a la novia, que bebía gratis en la taberna,... duro era eso de aguantar, y de ahí el gran cabreo.

Probablemente España habría evolucionado, y no estaríamos ahora en la España que estamos, ni estos dos cientos años pasados habrían sido lo que han sido, pero ¿a qué precio? ¿Podía la gente de los barrios bajos, la gente de la calle, aguantar tal afrenta de parte de los gabachos? A todas luces que no, y todo eso le vino de puta madre a Fernando VII.

¿De parte de quién habríamos estado? Ahora tampoco es fácil decidirse. ¿Con los afrancesados, o con los españoles de navaja fácil? Ni puta idea, pero es lo que ocurrió, y casi que me alegra ver que el coraje de la gente (porque los señoritos no hicieron mucho el 2 de mayo), pudo poner una NACIÓN en pie de guerra.
 
Por favor, que alguién escriba algún tocho de Alejandro Magno o Leonor de Aquitania, que estoy muy vago hoy.
 
Siento mancillar el honor de tan loable personaje histórico, pero las cosas son como son:

"En 1999 el pene de Napoleón fue vendido por 4 mil dólares en una subasta y John Lattimer, un urólogo estadounidense, se convirtió en su nuevo propietario. Según los datos que el urólogo aportaba, “el tamaño del pene era de 4,1 cms. y en erección alcanzaría un máximo de 6,6 cms.”. Se sabe que el emperador Napoleón padecía un desorden endocrino, el cual limitó el crecimiento normal de sus genitales. Se casó dos veces y tuvo un hijo. Se sabe que era un incansable amante y que allá donde iba conquistaba a alguna mujer, casi siempre casada o comprometida."

Para más información:
https://www.elmundo.es/elmundo/2007/05/25/sexo/1180101046.html

¿No todo podía ser gloria y conquista no? :lol:
 
Para cambiar de aires el siguiente en recibir loores es Ronald Reagan.

Introducción

En la típica rueda de prensa de la casa blanca Ronald Reagan aparece con el rostro notablemente serio, se aclara la garganta y lanza una noticia increible: "Obedeciendo mis ordenes como comandante en jefe de las fuerzas armadas de los EEUU, bombarderos B-52 del mando estrategico vuelan en este momento hacía Moscú para arrasar el corazón del poder soviético". Los periodistas entran en shock, se remueven sorprendidos y un alud de manos y gritos reclama explicaciones. Entonces Reagan con una sonrisa los tranquiliza: "Vamos chicos, solo era una broma para saber si realmente me prestais atención".

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Esta era el estilo del hombre que respondió a los soviéticos con sus propias armas, la amenaza permanente de enfrentamiento, la tensión verbal continua y el aumento de la carrera armamentistica, pero que nunca tuvo la más mínima intención de sacrificar una sola vida americana en una guerra global. Simplemente, en el juego de las fanfarronadas y los faroles Reagan supo ganar a los maestros sovieticos que habían jugado con éxito desde 1917.


Primeros años

Ronald Reagan nació el 6 de febrero de 1911 en Tampico, un pueblecito del estado de Illinois, en EE.UU. Hijo de un descendiente de irlandeses católicos y de una mujer de familia escocesa y protestante. Su familia le había destinado el nombre de Donald, pero tuvo que ser cambiado a última hora ya que un primo suyo acababa de ser así bautizado.

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Nadie solía llamarlo Ron o Ronald, sino Dutch o Dutchman, ya que al nacer su padre habría proclamado: Vaya, parece un pequeño holandés, pero puede que llegue a ser presidente de los EEUU.

Como hijo de un irlandés católico, a pesar de que con el tiempo elegiría la fe de su madre (una variante protestante de los discipulos de Cristo) experimentó en su propia carne los prejuicios religiosos y la discriminación de la que por entonces eran victima los católicos romanos. En opinión de los protestantes las iglesias católicas eran arsenales preparados para apoyar la invasión de los ejércitos del Papa de Roma. Este infundio aún sigue vivo, en otras formas, entre los sectores máss extremistas de los protestantes.

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Cursó estudios de economía y sociología en la universidad de Eureka, propiedad de su agregación, mediante una suma de becas y trabajos ocasionales. Deportista aventajado, la crisis de la época dirigió sus pasos hacia el mundo del cine en California. Fue entonces, en los años treinta, cuando se alistó en la reserva del ejército estadounidense, en el 14º regimiento de caballería de Fort Des Moines. Aunque obtuvo el grado de teniente fue declarado posteriormente inútil total por no ver tres en un burro. Al estallar la Segunda Guerra Mundial fue inmediatamente pasado al servicio activo, pero nuevamente su mala vista le evitó el servicio de primera linea. Como el mismo recuerda, el medico le informó así de sus limitaciones:

"Hijo, si te enviasemos al frente posiblemente le disparases a tu general en lugar de al enemigo".

El segundo médico, mucho menos optimista agregó:

"Y ten por seguro que fallarias". :137

Su principal misión fue organizar el envío de hombres hacía Australia o informar sobre los elementos más útiles para el ejército entre los profesionales del cine. Una de las actividades que más le sorprendió fue la construcción de una maqueta del recinto urbano de Tokio, que se reconstruía cada día con las fotos de reconocimiento. De ese modo se podían rodar películas para instruir a los pilotos sobre sus objetivos.

Pasada la guerra Reagan se definía como un liberal demócrata convencido. Fue entonces cuando comenzó su actuación en los sindicatos y organizaciones de actores. Descubrió con desagrado la incipiente infiltración comunista, que se dedicó a atacar por todos los medios posibles. En opinión de Reagan, los politicos y jueces concentraron la lucha en las grandes estrellas, la mayor parte de las veces sin pruebas, para darse publicidad por un medio sencillo.

Su facilidad de palabra y su capacidad para las relaciones publicas le llevaron a ser contratado por la General Electric para difundir la imagen de sus productos y servicios y la politica de la empresa. Sin embargo, al cambiar los directivos cambió esa misma politica, y antes que ser relegado a vendedor Reagan renunció a su trabajo. Comenzó entonces su actuación en politica, dentro de los cauces del partido republicano, postulando su candidatura para gobernador de California.


Actor de Hollywood

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Reagan ha sido estigmatizado como un actor de segunda fila, un estúpido que ascendió a la presidencia en un momento de crisis aupado por el poder de Hollywood y de las todopoderosas multinacionales. Otro mito americano, el de la conspiración y el de la conexión de los republicanos con las grandes fortunas.

Como hecho comprobado, Nixon y Reagan procedían de ambientes de clase media-baja mientras que Kennedy, Johnson y Carter eran grandes fortunas de los negocios. En realidad Reagan había sido un actor del montón, que había descubierto que nadaba mucho mejor en la politica del sindicato de actores que en los platós. Se convirtió en el jefe de relaciones públicas de una gran empresa (la mentada GE), y descubrió que lo que realmente se le daba bien era el trato personal y las declaraciones publicas. La política americana, siempre necesitada de caras nuevas y con carisma en los medios, le aseguró el exito, aunque a una edad avanzada.

El salto a la gobernación de California (el estado mas rico y más importante en unas elecciones presidenciales) fue una secuencia lógica de la carrera que le llevó a la presidencia de los EEUU. Reagan demostró ser un buen amigo de las grandes empresas y de Hollywood, y a la vez un politico hábil y buen orador. La crisis republicana le facilitó el camino.

En realidad, con Carter como oponente, Reagan lo tenía fácil, sobre todo con la crisis de los rehenes en Teherán, que catalizó la sensación de debilidad de los americanos. América tenía miedo, y tenía la necesidad de sentirse fuerte. La política de conciliación de Carter había fracasado totalmente en Irán y Afganistán.

No obstante, Reagan se enfrentaba a la dura misión de hacer olvidar la salida ignominiosa de Nixon y la fama de incapaz de Ford, misión en la que estuvo a punto de condenar al partido republicano con el escandalo "irangate", un conjunto de actuaciones ejecutivas de muy dudosa legalidad en las que había puenteado el control del congreso.

Reagan no será recordado tanto por una politica interior anodina y sin resultados dignos de mencion como por su politica internacional. El verdadero campo en que su presidencia se destacó realmente convirtiéndolo para la posterioridad en el que sin duda será con Rooselvelt y Kennedy el tercero de los grandes presidentes americanos del siglo XX (sin duda Carter, Nixon y Johnson también serán recordados, pero con una actitud muy distinta).

Governor

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Elegido gobernador del estado más importante de la unión (en solitario sería considerado la 7ª potencia mundial) Reagan trazó las bases de la revolución conservadora que combatiría tanto a la revuelta estudiantil como al modo liberal de hacer las cosas. Los líderes demócratas, desde la época de F.D.Rooselvelt habían creído que el modo de hacer las cosas en EE.UU y de evitar una segunda crisis del 29 era aumentar progresivamente el control sobre la economía americana y extender el poder del gobierno en todas las esferas. Por otra parte, la revuelta estudiantil ponía en crisis todo el sistema de valores americano. Reagan, como Nixon antes de él, era un firme opositor de ambas politicas.

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Para empezar, la principal misión de Reagan como gobernador fué controlar el deficit acumulado por el estado de California, y combatir frontalmente la revuelta estudiantil. Hay que recordar que estamos en los años duros de la guerra de Vietnam, y del movimiento de insurgencia universitario. La política de Reagan fue clara a ese respecto: Los estudiantes debían respetar el órden público y cumplir con los reglamentos académicos o enfrentarse a la justicia. No dudó en debatir con ellos siempre que fue necesario, aunque tuvo que enfrentarse a ataques directos, y no sólo verbales. El clima de revolución lo refleja perfectamente el hecho de que se incautasen en los recintos universitarios armas y cócteles molotov por centenares.

Un líder de la revuelta se dirigió así al gobernador:

"Nos resulta dificil entendernos con la generación de nuestros padres. Ellos no vivieron en el mundo de los ordenadores y la televisión, donde la información puede transmitirse instantáneamente a través del fax a todo el mundo, donde el hombre ha llegado a la luna."

Respuesta:

"Tienes razón hijo. No vivimos en un mundo así porque fuimos nosotros los que inventamos todas esas cosas."

Reagan apoyaba firmemente los principios de la revolución conservadora, que no inventó pero que interiorizó por completo. Reducción de la imposición a todos los niveles, reducción de la burocracia y de la legislación sobre el mercado, rearme moral.

Tuvo éxito en California. No obstante no se presentó a las primarias republicanas contra Nixon, y perdió contra Ford, pero la chapucera gestión de Carter le dio alas a la hora de plantearse su lanzamiento a la politica nacional.


Presidencia

- Política interna -

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En su politica interna Reagan lideró la revolución conservadora, un estilo de "rearme moral", de apoyo en la "mayoría silenciosa" que podría resumirse en una de sus alocuciones: "Llegamos aquí para luchar contra los problemas de América, y entendemos que uno de los principales problemas de nuestro país es el propio gobierno y el poder excesivo que ha asumido".

En resúmen, su política interna se resumía en hacer lo menos posible, en eliminar el intervencionismo estatal y dejar en manos de cada ciudadano la mayor parte posible de las decisiones que le afectasen. Inevitablemente esto supuso un refuerzo de las prácticas capitalistas, pero hay que asumir esta tesis con muchas precacuciones: América nunca se ha distinguido por el control a las prácticas económicas ni por el intervencionismo, y a los efectos, sin mayoria clara en las camaras la política interna de Reagan consistió más en un nuevo estilo que en medidas efectivas. Sin ir más lejos, las famosas "Reaganomics" (medidas económicas de la administración Reagan) fueron poco más que reajustes menores del poder ejecutivo presidencial.
Como se ha recalcado en numerosas ocasiones, la política económica en norteamerica apenas difiere de una presidencia demócrata a una republicana. Los demócratas dan tímidos pasos hacia un sistema de protección social público y los republicanos eliminan lo poco logrado durante los mandatos anteriores. De hecho los americanos parecen desear una permanente situación de equilibrio: Un presidente de una tendencia contrapesado por un congreso en el que la opción contraria es la mayoritaria.

Reagan resumió el ideal de una importante masa de americanos, de aquellos que viven en núcleos urbanos medios o pequeños y que viven con desahogo económico: pagar pocos impuestos, y dejar que cada cual salga adelante por si mismo mediante el esfuerzo y el sacrificio. Toda una declaración de principios de la simplista ética protestante del trabajo aplicada a los planes nacionales de protección social (aunque dejando vía a libre a las administraciones de cada estado para decidir por su cuenta a este respecto).

- Continuismo republicano -

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La política internacional de Reagan fue continuista en un sentido republicano, es decir, supuso un reforzamiento de la línea de los presidentes republicanos de la guerra fría, Eisenhower, Nixon y Ford, y una ruptura con la política errática y contradictoria de los presidentes demócratas, cuya política exterior había carecido de un proyecto coherente y había hipotecado todas sus aspiraciones de mejoras sociales en el interior con el coste asfixiante de la guerra de Vietnam (eso aun en el caso de que las mayorías republicanas hubiesen aprobado sus presupuestos).

Kennedy había tratado de relajar la tensión con los sovieticos y había puesto al país al borde la una guerra nuclear, Johnson había apostado decididamente por la guerra de Vietnam y Carter había propuesto una politica de paz, conciliación y diálogo que había fracasado de un modo humillante. Reagan va a recuperar los planes de Nixon en muchos aspectos.

Así pués, la politica de Reagan se muestra continuista en el aspecto militar:

  • Apoyo incondicional a los aliados en la lucha contra la URSS, sin preocuparse demasiado de sus credenciales demócraticas (Jonas Savimbi, un guerrillero despiadado fue condecorado en Washington con la medalla de los luchadores por la libertad, término que sirvió para denominar tanto a la contra nicaragüense como a los exiliados de Miami).
  • Posición firme en los asuntos internacionales, negándose a pactar con la URSS en todo aquello que pudiera debilitar el poderio americano.
  • Mantenimiento de las causas de prestigio: carrera espacial, bases militares, apoyo a Israel y despliegue de armas nucleares en Europa, con fines únicamente propagandísticos. La llegada de los misiles tácticos americanos a Europa fue acogida con una oleada de protestas inaudita, en gran medida orquestada por los movimientos prosovieticos. A efectos prácticos, era sólo una forma de responder a la instalación de sus contrapartes soviéticos en Europa oriental. Como reconocen todos los estrategas, "la distinción entre lo táctico y lo estratégico en una guerra nuclear sólo existe en la mente de los teóricos". Los soviéticos protestaron ampliamente contra el movimiento, por lo que suponía de medida evidente de apoyo a los aliados europeos y por la utilización propagandistica que podrían hacer de su retirada, interpretándola como una derrota de la política americana y como un abandono de los aliados. Por un lado y por otro, semejantes armas solo tenian propósitos de presión y de prestigio.

- Rearme moral y recuperación del american pride -

Las consignas patrióticas del presidente, meditadamente simples y con caracter de eslogan van a calar profundamente en una sociedad harta del desplome de sus valores producido desde los 60. Incluso el cine se va a poner decididamente del lado de Reagan, con toda una serie de productos de acción que transmiten el mensaje de una america poderosa y orgullosa de sus soldados, que reacciona contra el abandono que estos han sufrido en las administraciones anteriores: "Rambo" será la pelicula que marque el camino, señalando un aumento notable en los alistamientos para las fuerzas armadas. La frase repetida hasta la saciedad "soy ciudadano americano" lanzada contra terroristas árabes o comunistas del tercer mundo, y el rescate de estos ciudadanos por superguerreros americanos (ya sea Michael Dudikoff, Charles Bronson o Silvester Stallone) será el argumento común de todas estas películas. Charles Bronson y otros harán frente a la lucha interna en las calles contra las bandas organizadas que luchan contra el modo de vida americano. Una serie como "El equipo A" resumirá todo este ideario: Valientes soldados americanos, acusados injustamente por hacer su trabajo, viajan a través de america defendiendo a buenos ciudadanos de los traidores y delincuentes que les hicieron perder la guerra.

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En resumen, una visión simplista del mundo y de la realidad en la que todo lo americano es bueno y noble. Más que una demostración de las limitaciones del presidente y de su administración, fue una prueba de su conocimiento de la realidad americana y de la necesidad de superar las consignas de la lucha hippie y radical de los 60 y 70 con una nueva visión de la sociedad y de sus retos de futuro. A esta visión de lo militar, acompaña otra de lo económico con una mitificación del ciudadano que triunfa solo frente a los poderes superiores que tratan de hacerlo fracasar, con todo su corolario de peliculas al uso y de estructura repetitiva.


- Tensión economica -

El programa denominado "Iniciativa de defensa estratégica" no era otra cosa que un plan a largo plazo destinado a la investigación de las tecnologías avanzadas y su aplicación para la defensa y la agresión en una guerra nuclear del futuro. La mayor parte de propuestas se basaban en tecnologías que aún no se habían diseñado o en otras que necesitaban decadas para ser realmente operativas. En resumen, era poco más que un conjunto de laboratorios y científicos que trabajaban a nivel teórico para que América no se viese rezagada ante los masivos trabajos que los soviéticos ya estaban llevando a cabo.

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Reagan encontró en estos trabajos una nueva baza propagandística, una imagen de una america moderna y tecnológicamente rupturista que llevaba la guerra a un nuevo nivel. Se difundió ampliamente en sus discursos y declaraciones la imagen de un escudo impenetrable, de una defensa espacial a base de satelites y cañones de rayos laser situados en el espacio que protegerían a America haciéndola invulnerable ante los ataques de los misiles rusos. El exito de este "bluff", de este farol fenomenal lo señaló la reacción histérica de la izquiera mundial y de los lideres sovieticos, que trataron de hacer todo lo posible por que " la opinión pública" y los tratados anteriores ( Como el SALT, jamás ratificado por el congreso americano, pero repetidamente violado por los rusos) forzaran a Reagan a abandonar el proyecto. Evidentemente, eso solo reforzó la retorica triunfalista del presidente, cuya falta de base quedaría de manifiesto en la decada siguiente: de todo el magno programa, lo único que se llegó a realizar fueron un par de lanzadores de misiles antimisil, todavia hoy dudosamente operativos. Es decir, una tecnología que los soviéticos ya habían experimentado en los 70 con la misma falta de éxito.


- Tensión dialectica -

Los rusos boicotearon los juegos de Los Ángeles, igual que los americanos habían boicoteado los de Moscú como respuesta a la ocupación de Afganistán. Frente a los presidentes anteriores, moderados dialécticamente, o todo lo más, capaces de responder a los ataques propagandísticos soviéticos, Reagan es un partidario del asalto directo.
Califica a la URSS de "imperio maligno" y no pierde ocasión de atacar al sistema soviético en su conjunto. Amenaza abiertamente con la guerra, y sitúa a los soviéticos como principal amenaza a la supervivencia del "mundo libre", y de America en particular.

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Por primera vez los mandatarios soviéticos tienen a un rival que les fuerza al debate agresivo, algo para lo que no están debidamente preparados.
El momento culminante de Reagan es la rápida sucesión de gerontócratas cerebralmente difuntos; Breznev, Andropov, Chernenko se suceden raudamente en menos de 2 años. Con mal disimulada satisfacción Reagan lanza una de sus frase publicitarias: " ¡No paran de morir!".

Con líderes ancianos, disminuídos y al borde de la muerte, Reagan no encuentra un interlocutor en el otro bando. Su voz es la única que se oye en el debate, dada la falta de autoridad de las figuras menores de rango ministerial que se le oponen desde el otro bando. La izquierda mundial responde a la amenaza y lanza una campaña furibunda contra el vaquero americano. Pero en América y en los países del tercer mundo aliados de ésta la figura de Reagan se mantiene como la de un líder iluminado que está ganando la partida a los soviéticos.
El progresivo desplome de la URSS y la llegada al poder de un hombre como Gorbachov, dispuesto a reconocer la crisis soviética acabarán por darle la razón.


- Operaciones en el extranjero -

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A pesar de toda la retorica y la propaganda, de la entidad de los recursos invertidos y de la decisión mostrada en los discursos, los 2 mandatos de Reagan no se distinguieron por ningún compromiso militar destacable.

  • Centroamerica: su intervención decidida contra los sandinistas nicaragüenses se limitó a equipar a la "contra" y a apoyarla diplomáticamente, pero no conllevó ninguna actuación directa de las fuerzas armadas norteamericanas.
  • Golfo Persico: los EEUU lideraron un bloque internacional, respaldado tácitamente por los soviéticos, que con su presencia en la zona en conflicto aseguraron el suministro de petróleo por vía marítima, frustrando el sueño iraní de un bloqueo total a la exportación en la zona.
  • Libia: aunque posiblemente Reagan ambicionase una escalada de mayor importancia, los hechos se reducen a un combate aéreo y una operación doble de bombardeo relativamente limitada.
  • Oriente Medio: envío de una fuerza multinacional a el Líbano.
  • Caribe: intervención en Granada ante el riesgo del establecimiento de un regimen afín a la Cuba castristas ("Sargento de Hierro").


Conclusiones

Nacido en 1911, fue uno de los presidentes norteamericanos más ancianos. No obstante habría fracasado al postular su candidatura en 1976, aunque esto le benefició a la postre, al permitir que se disipasen los vapores del "Watergate" con la crisis de Teherán y la incompetencia internacional de la administración Carter.

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Reelegido por una proporción abrumadora de los votantes, su prestigio incluso se extendió a la elección de su vicepresidente tras su marcha.
Al fin y al cabo, la mayor parte del mandato de Reagan pudo resumirse en eso: retórica. Había aprendido el juego de los soviéticos. Presionaba sobre el enemigo, y cuando descubría un punto débil, presionaba aún más.
Se preparaba para la guerra para sostener sus amenazas, pero en ningún momento estuvo dispuesto desencadenar la tercera guerra mundial.
Su politíca se basaba tanto en los informes de la CIA que dibujaban un estado de crisis industrial y económica profundo en la URSS como en sus propias convicciones acerca de la superioridad industrial y tecnológica americana. Mantuvo un pulso de tensión politica y militar con la URSS y la URSS no pudo ganarlo.

No conviene interpretar el mandato de Reagan como una sucesión de medidas originales y brillates que destruyeron a un regimen invencible y militarmente superior con astucia e ingenio, ni mucho menos.
El mandato de Reagan se basó en la existencia de una profunda crisis estructural en la URSS y en la convicción de que el sistema soviético era incapaz de adaptarse a una variación radical de la situación general. Reagan apostó por que un aumento importante de la presión politica, que forzase a los sovieticos a intensificar la carrera militar llevaría al colapso de la economía comunista y al desplome de su sistema, empero se equivocó en esto. Los soviéticos comprendieron su incapacidad de ponerse a la altura del desafío y prefirieron retirarse de la misma y reajustar su economia.
Al final el resultado fue el mismo, Gorbachov fracasó en su intento y el sistema soviético se vino abajo de igual forma. En resumen, la presión exterior forzó un intento de reajuste que se habría tenido que producir más tarde o más temprano. Es decir, la actuación de Reagan supuso una "aceleración" de la historia, pero en sentido estricto parece difícil reconocer la posibilidad de que el sistema soviético hubiese pervivido mucho más sin su actuación. El mandato de Regan y su política fueron la gota que colmó el vaso, el empujón que desequilibró definitivamente un sistema en tensión permanente con una estructura economica apoyada en una industria deficitaria y en un sistema de producción inefectivo.

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No era perfecto ni carecía de limitaciones. Tenía un buen equipo de asesores, igual que todo presidente, que le dejaban libre para dirigirse a la opinión pública, puenteando el control de los medios por los "liberales de la coste este" que tanto había denuncidado Nixon. Asistió a su ceremonia de investidura a media noche, para esquivar un día nefasto predecido por su astróloga personal, lector asiduo de la biblia, estaba divorciado y enfrentado a su hija. Nunca se destacó culturalmente y carecía de una comprensión adecuada de los problemas bilaterales más allá del juego superior de las grandes alianzas. Su visión del mundo no era tanto simplista, como determinada por la obsesión de la amenaza soviética. Era un producto típico del partido republicano, comprometido con el capitalismo, la iniciativa privada, la moralidad intransigente de los puritanos protestantes y la visión chovinista del "american pride". No creía en la protección social y era un defensor de la mano dura contra la delicuencia.

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En definitiva, toda su presidencia podría resumirse en los fastos de 1982, celebrados en honor de la victoria sobre los ingleses en la guerra de independencia: una apoteósis del american way of life, orgulloso de sí mismo y sin complejos frente a Europa o los comunistas.
America se vio reflejada en el de un modo que no se había producido desde Rooselvelt. El modo en que su mandato influyó en todas las facetas de la cultura americana y del sentir popular resulta, todavía hoy, sorprendente, y tal vez pueda achacarse a su extraordinario dominio de los medios audiovisuales en el más importante de los cuales, el cine, era al fin y al cabo un profesional.

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...pene de Napoleón...


Personalmente tenía conocimiento de que Napoleón no era dueño de un longo falo, no obstante nunca imaginé que fuese de ese tamaño exacto.
De todos modos el propio periódico alude a la "destacable altura" del corso, por lo que no sé hasta qué punto será fiable lo que dicen. Quizá sea cierto y sólo lo acompañen con el mito de la altura por añadir algo relacionado.
 
Para animar un poco el hilo he pensado que podríamos comentar quien ha sido el personaje más relevante del siglo XX. Cada uno puede, si así lo desea, nombrar al individuo que ha tenido un protagonismo y un impacto en la historia que lo hacen destacar, para bien o para mal.
Si os place, podéis nombrar a uno y comentar por qué creéis que es el más importante del siglo XX.

En mi opinión Adolf Hitler es quien ha dejado la huella más profunda (desgraciadamente). Sus acciones no sólo afectaron a Alemania sino a todo el orbe de una forma inusitada. Hizo tambalearse a las democracias europeas, provocó una cruenta guerra que cambió el mapa global tras su finalización, causó millones de muertes y tuvo un fuerte impacto en el arte de la guerra con la Blitzkrieg.
Obviamente hay más hechos que se le pueden atribuir, sin embargo y para no extenderme sólo comento algunos que creo que hacen de Hitler el personaje más significativo del siglo XX.

Si alguien quiere participar en la iniciativa, ¡adelante!
 
Para animar un poco el hilo he pensado que podríamos comentar quien ha sido el personaje más relevante del siglo XX. Cada uno puede, si así lo desea, nombrar al individuo que ha tenido un protagonismo y un impacto en la historia que lo hacen destacar, para bien o para mal.
Si os place, podéis nombrar a uno y comentar por qué creéis que es el más importante del siglo XX.

En mi opinión Adolf Hitler es quien ha dejado la huella más profunda (desgraciadamente). Sus acciones no sólo afectaron a Alemania sino a todo el orbe de una forma inusitada. Hizo tambalearse a las democracias europeas, provocó una cruenta guerra que cambió el mapa global tras su finalización, causó millones de muertes y tuvo un fuerte impacto en el arte de la guerra con la Blitzkrieg.
Obviamente hay más hechos que se le pueden atribuir, sin embargo y para no extenderme sólo comento algunos que creo que hacen de Hitler el personaje más significativo del siglo XX.

Si alguien quiere participar en la iniciativa, ¡adelante!

En el ámbito político, o cualquiera? Lo digo porque posiblemente la política sea la forma de influir más en el resto de vidas, pero no es fácil comparar la influencia de ámbitos como la política y la medicina. A lo mejor (por decir cualquier cosa) la penicilina ha incidido en más gente que el nazismo, o a lo mejor de forma más o menos evidente o importante.

Por cierto, a Franziska Van Almsick le cayó una bien grande cuando realizó ciertas afirmaciones sobre Hitler, aunque nunca me quedó claro si realmente se habían sacado de contexto o realmente mostró admiración. Vino a decir que había sido la figura más importante del siglo en Alemania, sin especificar si lo fue negativamente, y se le echaron al cuello.
 
Es cierto lo que comentas. Dije Hitler por continuar con la línea de estadistas, militares y/o políticos.
No obstante podemos nombrar al más excelso individuo del siglo XX en cada una de las áreas y campos posibles (o se puede restringir a un número límite de disciplinas para que no se haga excesivamente largo), siempre a juicio personal.
 
En mi opinión Adolf Hitler es quien ha dejado la huella más profunda (desgraciadamente).

Hombre, quizás, pero en riña singular con Lenin/Stalin, porque la revolución bolchevique fue mucho más duradera y dejó también una honda huella. Hasta los años 90 la mitad de Europa aún estaba sometida a sus consecuencias.
 
caco3 rebuznó:
Hombre, quizás, pero en riña singular con Lenin/Stalin, porque la revolución bolchevique fue mucho más duradera y dejó también una honda huella. Hasta los años 90 la mitad de Europa aún estaba sometida a sus consecuencias.

Tristemente, en la política los más notables del siglo pasado parece que sólo puedan serlo por cuestiones negativas. A nosotros (europeos) no nos ha afectado directamente, pero en el grupito también se podría añadir a Mao.
 
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