Victor I
Freak
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Setecientos hombres de 6 países distintos fueron entrevistados.
Muchos de ellos se sienten "mal" después de pagar por sexo.
Una mayoría es consciente de que, en muchos casos, las mujeres están siendo explotadas.
https://www.20minutos.es/noticia/608487/0/hombres/prostitucion/estudio/
Se les acosa y atosiga, se les vilipendia y rejonea como animales de castigo. Son objeto de mofa y escarnio, marionetas voluntarias de sus vicios felices y degradantes. Se les imagina despreocupados, orondos, excesivos, llenos de apetitos y vilezas. Pero señores, los puteros sufren. Sufren por ellos, por sus pollas tristes y vacías después de la ingrata descarga, y por ellas, sufridas mercenarias, carne doliente, "mortal y rosa". Puteros con conciencia, puteros que sollozan de vuelta a casa conduciendo por carreteras solitarias.
Ahora que sabemos la verdad, ahora que abren su pecho y no sólo su bragueta, es el momento de arrepentirse, de abandonar las visitas a su lazareto foril cual etólogos en un zoológico, y tenderles la mano y ofrecerles el hombro. Es más, ofrecerles, el culo si es preciso, librarles de esa penumbra de culpabilidad en la que viven, solidarizarnos analmente para liberarles de esta servidumbre crematística. Que descarguen sin remordimientos, libres de esas ataduras pecuniarias que tanto fustigan sus tierna sensibilidad.
Uniros a mi como hombres nobles que sois capaces de reconocer vuestra falta. Es el momento de la redención y la penitencia. Os hemos juzgado mal, hermanos puteros, y os pedimos perdón.
Muchos de ellos se sienten "mal" después de pagar por sexo.
Una mayoría es consciente de que, en muchos casos, las mujeres están siendo explotadas.
https://www.20minutos.es/noticia/608487/0/hombres/prostitucion/estudio/
Se les acosa y atosiga, se les vilipendia y rejonea como animales de castigo. Son objeto de mofa y escarnio, marionetas voluntarias de sus vicios felices y degradantes. Se les imagina despreocupados, orondos, excesivos, llenos de apetitos y vilezas. Pero señores, los puteros sufren. Sufren por ellos, por sus pollas tristes y vacías después de la ingrata descarga, y por ellas, sufridas mercenarias, carne doliente, "mortal y rosa". Puteros con conciencia, puteros que sollozan de vuelta a casa conduciendo por carreteras solitarias.
Ahora que sabemos la verdad, ahora que abren su pecho y no sólo su bragueta, es el momento de arrepentirse, de abandonar las visitas a su lazareto foril cual etólogos en un zoológico, y tenderles la mano y ofrecerles el hombro. Es más, ofrecerles, el culo si es preciso, librarles de esa penumbra de culpabilidad en la que viven, solidarizarnos analmente para liberarles de esta servidumbre crematística. Que descarguen sin remordimientos, libres de esas ataduras pecuniarias que tanto fustigan sus tierna sensibilidad.
Uniros a mi como hombres nobles que sois capaces de reconocer vuestra falta. Es el momento de la redención y la penitencia. Os hemos juzgado mal, hermanos puteros, y os pedimos perdón.