Recuerdos de vuestros profesores de juventud.

Cachondo Mental

Spanish Stallion
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19 Mar 2007
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Imagino que en este foro la mayoría seréis chicos "cultos e instruidos" y habéis ido de joven a la escuela o instituto...
Si es así, ¿qué recuerdos tenéis de esos antiguos profesores que os dieron clases?.
¿Lo pasásteis bien con ellos u os amargaron la vida?.
¿Sentís que avanzásteis en el aprendizaje?.
¿Tuvísteis profesores militares?.
Contad vuestras experiencias (divertidas o amargas),
 
Este tipo aún sigue siendo mi profesor. Aquí demuestra como Cervantes se carga a la caterva histórica de mediocres del poder mundial.
Me imagino a don Quijote espoleando a Rocinante mientras dirige la lanza contra una Margarita Robles, eso sí, protegida con casco militar.
Ah, que se me olvida, ya puedes cerrar el tema:

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Recuerdo profesores curas.
Recuerdo a alguno que olía rancio, halitosis, uno que era muy cabrón atizaba capones con un anillo gordo.
Ahora viéndolo con la experiencia de los años aquellos curas eran putos perdedores de la vida, amargados que no servirían a sus familias para otra cosa y les metían a curas.
Alguno era verdaderamente amanerado. Maricas de libro, vamos.
Hoy en vez de ser curas serían presentadores de la tele y cosas así
 


Así nos trataban los curas. En vez de con una caña nos daban con esto.

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Igual que en el vídeo, te reías cuando le daban a tu compañero, aunque supieras que luego te iban a dar a ti. Ni tan mal.
 
Recuerdo a muchos profesores reprimidos en el colegio de teresianas; eran tipos raros de cojones. Una mezcla de asexualidad y apatía con brotes súbitos de violencia verbal muy desagradables. Vestidos como lechuginos con suéter y el cuello de la camisa asomando. Y con esas manías y certezas personales que defendían como si fueran sagradas y universales. Sus castigos preferidos eran enviar a la biblioteca a escribir 200 líneas de cualquier gilipollez, o separar a x alumno con su pupitre a una esquina delantera, al lado de la pizarra, durante al menos todo un mes :lol: Jodía mucho ver qué coño ponía en la pizarra. O aguantar los disparos del papelito ensalivado de los cojones.

Profesoras monjas teresianas sufrí pocas, pero tuve una que era un absoluto bodrio; era tutora de mi clase además de enseñar lengua castellana. La típica monja cuarentona fea y mal hecha que no sabe lo que es vivir, ni lo que es el humor o la ironía.

Luego también recuerdo a un hijoputa que tenía una hija subnormal y ¡oh, sorpresa!, lo pagaba con sus alumnos. "Enseñaba" filosofía. Jamás olvidaré cuando se negó a recogerme un examen porque según él había seguido escribiendo tras haber dicho "Basta, se acabó el tiempo, dejad de escribir; los bolígrafos en el lado derecho del pupitre". Le repliqué que la capacidad de un alumno no se mide con la rapidez en la que es capaz de plasmar sus conocimientos en una hoja de papel. Me contestó que viajase al futuro, donde seguro que hacen los exámenes con ordenador. Así de payaso y mierdoso era el tío.

Luego una de mates me rozaba el culo cuando le apetecía y a mi me ponía como un burro; no era muy guapa y estaba gorda, pero las tetas eran descomunales. Dos putas pelotas de mini-basket, redondas bajo el suéter ceñido. La cosa, por desgracia, no pasó de ahí.
 
Editado cobardemente:
Cura que daba clases de religión, y pilló a uno de las últimas filas con una revista porno. Tendría yo unos 14 años.
El curilla, de unos 60 años para arriba, le requisa la revista a mi compañero y le suelta en voz alta lo siguiente: "me voy a llevar la revista a mi despacho y voy a elegir las mejores fotos para enseñarselas a tu padre". Y encima se mosqueó con las risas generalizadas.
La verdad es que algunos eran unos pobres diablos, pero bajo aquella impostura de seriedad y rectitud en la educación, yo que era un poco cabrón disfruté un huevo de aquellos años...
 
Mi profe Juanjo le dijo a mi madre en 2° de EGB que yo iba para ingeniero (cuando ése término era algo importante) y que acabaría en un IBM o un Ministerio. Ojo clínico el ioputa.

Luego un cabrón muy simpático y muy listo en electrónica que me cascó un 7 porque dijo que me podía poner un 9 o 9.5 pero que podía llegar al 10 y no quise. Y es que era verdad, ioputa, pero con 20 años hay que camelar
 
Y para profe bueno El Piraña cepillandose una clase entera con total tranquilidad
 
Las bragas de doña Flora, una solterona cursi y cuarentona bastante recta y seca pero que simulaba dulzura, yo nunca se las vi pero un compañero dijo que sí las atisbó en un descuido cuando se apoyo en la mesa y desde entonces las tengo en la mente (sin haberlas visto, solo con el poder de la imaginación y la confianza en la palabra de un igual). Desde entonces supe que el verdadero poder del sexo no esta en la carne sino en la percepción.
 
Recuerdo este instrumento pedagógico que usaban en mi colegio.....

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Si no me falla la memoria era algo así:

• En posición vertical: todos de pie
• En posición horizontal: todos con los brazos cruzados
• Un golpe de chasca: Respuesta correcta a una pregunta del profesor
• Dos golpes de chasca: Respuesta incorrecta a un golpe del profesor
• Sonido ininterrumpido: Llamada al orden y al silencio

Y luego era usada también como arma por los profesores, para reconducir a los alumnos, bien golpenado con ella en la cabeza o bien arrojándola contra el alumnado.
 
Editado cobardemente:
Don Cipriano, hermano Claristino (de los Claristinos descalzos, los Claristinos calzados eran de colegios para niños ricos, aunque por aquel entonces todos llevaban zapatos ya). Un auténtico hijo de puta que me obligó a estudiar sin haberlo yo pedido a base de paciencia y buen hacer. Un día me sacó a la pizarra estando yo dormitando y como no me levantaba sabéis que me hizo, pues me dijo “levántate y sal al encerado”, así delante de todo el mundo, para humillarme (hubo risas de los compañeros). Y en gimnasia me obligaba a correr queriendo yo estar sentado tan tranquilo. Ah, y cuando me tocó el pito, el pito que tenía yo para jugar a los árbitros me lo tocó él sin permiso con su boca de mierda que le olía a caramelos de menta con chorizo. Y otra vez que vomité la merienda y llamó a la de la limpieza en lugar de limpiarlo él. Cavez que macuerdo me dan ganas de matarlo a hostias por hijo de puta psicópata.
 
Editado cobardemente:
Don Cipriano, hermano Claristino (de los Claristinos descalzos, los Claristinos calzados eran de colegios para niños ricos, aunque por aquel entonces todos llevaban zapatos ya). Un auténtico hijo de puta que me obligó a estudiar sin haberlo yo pedido a base de paciencia y buen hacer. Un día me sacó a la pizarra estando yo dormitando y como no me levantaba sabéis que me hizo, pues me dijo “levántate y sal al encerado”, así delante de todo el mundo, para humillarme (hubo risas de los compañeros). Y en gimnasia me obligaba a correr queriendo yo estar sentado tan tranquilo. Ah, y cuando me tocó el pito, el pito que tenía yo para jugar a los árbitros me lo tocó él sin permiso con su boca de mierda que le olía a caramelos de menta con chorizo. Y otra vez que vomité la merienda y llamó a la de la limpieza en lugar de limpiarlo él. Cavez que macuerdo me dan ganas de matarlo a hostias por hijo de puta psicópata.
En el internado de los escolapios lo divertido era apostar qué cura aparecería en tu cama por la mañana.
 
EGB fue un lol con profesores que en vez de ir a comer a casa solían irse de vinos.

Algunas tardes directamente nos ponían a pintar ( los muy cucos ponían plástica los viernes a la tarde) mientras charlaban con aliento a vinacho.
 
EGB fue un lol con profesores que en vez de ir a comer a casa solían irse de vinos.

Algunas tardes directamente nos ponían a pintar ( los muy cucos ponían plástica los viernes a la tarde) mientras charlaban con aliento a vinacho.
Yo tenía dos profesores alcohólicos, el sapo y el búho.

El sapo por su papada, el búho supongo que por sus gafos. El búho era un argentino que venía a clase muy mamado y sólo le apetecía sobar, así que si le preguntábamos que había que hacer nos decía que no molestar, lo que quisiéramos pero sin molestar, "a mí como si se la cascan al sol", decía el tipo.
 
Yo tenía dos profesores alcohólicos, el sapo y el búho.

El sapo por su papada, el búho supongo que por sus gafos. El búho era un argentino que venía a clase muy mamado y sólo le apetecía sobar, así que si le preguntábamos que había que hacer nos decía que no molestar, lo que quisiéramos pero sin molestar, "a mí como si se la cascan al sol", decía el tipo.
El más borracho era ingeniero industrial en la época donde estos ganaban un pastizal; este prefería dar clases si bien no se le entendía nada.

Típico morrosko de las Encartaciones, su vida eran lo potes en los bares, entre semana y el fin de semana. Era unas risas y siempre andaba contando invents a ver si picábamos, otras anécdotas reales e historias ranciofacts. También tenía su vena violenta, su libro estaba reventado de tanto lanzárselo a los alumnos y sacaba la mano a pasear.

Muchas tardes venía cocido, rojo, con hipo y se ponía sus cintas de Benito Lertxundi e Imanol mientras nos ponía haciendo deberes durante dos horas. Solía canturrear, poner motes, insultar de forma original, y soltar muletillas y frases propias que solía repetir como marca de la casa. Sus castigos solian ser escribir en el cuaderno 100 veces “no voy a ser mamerto”, “no voy a ser cebollo” etc.

Un amigo mío jugó en juveniles años después con su hijo y fue delegado del equipo, andaba igual e incluso se llegó a pegar con gente de equipos rivales.

Pero como suele suceder, este hombretón acabo sumido en una depresión y el padre de un compañero de clase se lo encontró hace 10-15 años y estaba irreconocible del bajón en todos los aspectos que había sufrido, entre ellos, el físico.
 
Editado cobardemente:
Yo he estado en colegio de curas y afortunadamente no he tenido ningún problema, se comportaron correctamente.
Lo único jodido fué en 8º de EGB en donde estaba un profesor de gimnasia que era MILITAR pero de los cerraos de mollera y nos trataba como a sus "soldaditos". El régimen disciplinario que existía en esa hora de clase nos tenía a todos cagados de miedo y respeto, nadie se atrevía a toserle ni decirle algo. Ni a hablar con otro compañero.
Lo gracioso fué un día que faltó y entonces mando a un SUSTITUTO. Nos estuvimos cachondeando de él (evidentemente no nos daba miedo) en toda su cara y el tío por lo visto se marchó bien cabreado y se lo dijo al MILITAR y dió los nombres de los más gamberros.
En la siguiente clase de gimnasia nos puso firmes y empezó a repartir tortas, ¡¡¡bufff, cómo sonaban las bofetadas!!!. De 100 decibelios para arriba...A mí no me dió ninguna, afortunadamente. Y de nuevo, volvimos a ser mansos corderitos.
Lo peor era cuando nos mandaba un ejercicio, por ejemplo, subir la cuerda. Del terror que teníamos más de uno se cagó.
Yo la pude subir y es que no sé cómo lo hice.
 
Editado cobardemente:
Recuerdo este instrumento pedagógico que usaban en mi colegio.....

Ver el archivos adjunto 204254

Si no me falla la memoria era algo así:

• En posición vertical: todos de pie
• En posición horizontal: todos con los brazos cruzados
• Un golpe de chasca: Respuesta correcta a una pregunta del profesor
• Dos golpes de chasca: Respuesta incorrecta a un golpe del profesor
• Sonido ininterrumpido: Llamada al orden y al silencio

Y luego era usada también como arma por los profesores, para reconducir a los alumnos, bien golpenado con ella en la cabeza o bien arrojándola contra el alumnado.
¿De qué año estamos hablando y localización?
 
Por contar algo con LOL recuerdo al profesor que me dio matematicas durante 7º y 8º de EGB que era un completo HIJO DE PUTA frustrado la de la vida que lo pagaba con nosotros. Años mas tarde estando ya la universidad un dia de cervezas aparecio un amigo con su novia y me pregunto si habia estado en tal colegio y si habia tenido a tal profesor y antes de poder responder pensando un poco empece a hablar en la lengua de mordor soltando lo cabron que era y concluir que ojala se pudriera en el infierno sin caer en la cuenta de que la novia de mi hamijo era su hija, y curiosamente, se habia muerto de cancer dos años antes. Entonces se desato el LOL porque la hija empezo a llorar y mi "hamijo" quiso hacerse Sir Lancelot y encararse conmigo con la gracia añadidad de que es algo asi como Jose Martinez Almeida y no levanta mas de 1,60 del suelo de tal modo que cuando fui a darle un empujon suave para apartarlo (porque no soy no hombre de peleas) lo desplace como 5 metros, que vamos, si llego a soltarle una hostia lo mando con el padre de su novia.

Y por cierto, tengo que decir que aun habiendome encontrado a cabrones e hijos de puta en la vida posiblemente sea la unica persona que de verdad me alegro que se haya muerto. Bien merecido se lo tenia.
 
Editado cobardemente:
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