Reflexiones laborales - old dick edition

Desmond Humes

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Esto iba a ir en el hilo de supermercados de Perrino, pero aprovecho para hilo nuevo.
Se trata de que quien lleve cierto periodo de tiempo en el mismo puesto de trabajo, o dentro de un mismo sector laboral, comparta las diferencias que ha experimentado desde el primer día que empezó a trabajar, hasta hoy.
Para no alargar mucho, me centraré en tres apartados:
Personal humano (compañeros, empleados, jefes...etc), Tecnología, y usos y costumbres del público/clientes/consumidores.
En mi caso, cocina.











-Personal



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El caso es que trabajando en cocina, es habitual que todo sea un ir y venir constante de compañeros. Si uno se queda varios años en el mismo sitio, entonces sí que llegará un momento en el que se forme un grupo o cuadrilla que se recuerda durante mucho tiempo, aunque eso también tenga fecha de caducidad.
El último grupo de este tipo del que formé parte fue hace tres años, ahora cada uno está en una punta del mundo y recordando los momentos de diversión.
La gente que se ha casado y tenido hijos parecen los más melancólicos. Todos con esposas extranjeras, por cierto.

En cuanto a una perspectiva más general, es difícil generalizar, ya que la hostelería está muy diversificada, pero lo que sí me atrevería a decir es que ahora mismo todo es blanco o negro en cuanto a formación, no hay apenas término medio.
Cuando yo empezaba se veía a mucha gente trabajando en cocina que venía rebotada de otros empleos o que aún no tenía muy claro que hacer con sus vidas.
Eso ya no sucede así, ahora el que te manda un currículum, o está a tope de experiencia, o no tiene ninguna y es su primera vez.

Lo que sí que no ha cambiado es que apenas hay mujeres, por mucho que se diga. Diría que el porcentaje es más o menos el mismo que hace 15 o 20 años.
Lo que pasa es que antes había señoras en las cocinas y ya no, las que hay ahora son jóvenes que vienen de las escuelas de hostelería.






-Clientes


Esto sí que ha cambiado, y para mal.
Antes se cambiaba un menú cada cuatro o cinco meses, ahora los clientes lo cambian todos los días, según les sale de las pelotas.
Y cuantas más estrellas o tenedores tenga un sitio, más caso se le hace a las ocurrencias de los clientes. Lo último ha sido un tipo que pedía lenguado y macarrones con queso. No le valían las dos cosas por separado, lo quería todo junto ya en el plato. Delicioso.
No queda otra que envidiar el menú de los Mcdonalds, donde el menú es el que es, y no el que tú te quieras inventar:lol:

Pero eso no es lo peor. Ahora todo el mundo es vegetariano, vegano, intolerante a la lactosa, al gluten, o resulta que su religión le impide comer almejas. Para llorar.
Y por supuesto, hay que poner el culo.
Otra diferencia respecto a cuando uno empezaba en esto: las influencias muslims y chinas.
Son gente con dineros, y hay que atrapar esos mercados.

Como resultado, hay que llamar a proveedores de carnes que tengan certificados Halal.






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Los proveedores locales de toda la vida, perjudicados.
La carnicería de Mohammed y de Yusuf, que abrieron hace nada, beneficiados por realizar los sacrificios conforme a las leyes del profeta.
Pero así es la vida.

En cuanto a los chinos, se reserva una parte de la sala para ofrecer desayunos con productos tradicionales de allí, todos los días.
Eso no tiene nada de raro. El problema es que se hace incluso cuando no hay grupos y ni un solo chino en el hotel, pero hay que ofrecerlo igualmente. puesto que se publicita así y así se acordó (tratando de acaparar ese mercado), así que hay que hacerlo igualmente, no vaya a ser que ese día haya un mistery guest y no haya preparado un rincón chino con su arroz, sus dumplins, y sus caldos.
Muchos días, es comida que se pierde. Ridículo. Al menos son cosas baratas y ningún producto fresco.






-Tecnología


Bueno esto creo que es el punto más evidente de cambio, seguramente en casi todas las profesiones.
Equipamiento para cocinar, para limpiar, hacer pedidos, sistema informático para nóminas, vacaciones, horarios... todo.
Y lo que está en camino, con la tecnología alimentaria.
De hecho estoy seguro que la profesión de cocinero desaparecerá, no tan pronto como la de los taxistas quizá, pero se terminará. De todas formas ya había hilo para hablar de ese tema.


Quien quiera también puede comentar, aunque en principio esto iba para @Perrino Chico y los cambios que ha ido notando desde que cogió las llaves del supermercado.
 
-Personal. Mi padre llevaba una bata como la del señor de la primera foto, pero azul, y ahora resulta que yo llevo el uniforme casi del mismo color pues es el color corporativo de la cooperativa. Se quiso dar este color porque representaba a los viejos tenderos de toda la vida. Llevo más de 20 años con las llaves del negocio y tan solo he tenido tres empleadas fijas y uno temporal que acabó el martes precisamente. No puedo dar muchos datos sobre lo que han cambiado porque siempre he buscado el mismo perfil, chica del pueblo y poco más. El temporal era un sobrino de la mujer que ha resultado ser un bluff de cojones, vaya un sinsangre para tener 18 años la verdad.

-Clientes. Aquí si que ha habido cambio, antes las mujeres no tenían ni puta idea y se les podía vender lo que tú quisieras. Ahora no, ahora ya saben lo que quieren, o eso creen ellas, y es más complicado venderlas lo que a ti te interesa, es cuestión de saber llevarlas y querer hacerlo.

-Tecnología. Fuimos la primera tienda del pueblo en tener caja registradora, 1980, y por supuesto los primeros en tener lector de códigos de barras y puerta automática, 2001. Aún tengo máquina de poner etiquetas metto pero apenas la usamos, para las cosas de bazar y poco más.
 
En el proceloso mundo hospitalario desde principios de los 90. Los cambios fundamentales en el trabajo están relacionados, como no, con el mundo virtual. Ahora que puedo consultar en la intranet todo el historial del paciente, analíticas, pruebas de imagen, citas pendientes, etc se me hace casi imposible recordar la época en que tenía que husmear en un inmenso sobre de cartón, buscar radiografías y ponerlas en el negatoscopio, revolver las carpetas de las distintas especialidades y leer el historial en todas, etc Por no hablar de las presentaciones con diapositivas en los congresos, que salían disparadas del carro o las proyectabas al revés, en ese extraño mundo anterior al Power Point. Tampoco existía la ayuda informática en determinadas cirugías guiadas por ordenador ahora, y muchas cosas que hoy se hacen metiendo un tubito con cámara precisaban grandes incisiones.

La naturaleza humana no cambia, pero las relaciones personales sí. Ahora cuando un residente pilla una plaza MIR o esperamos a un nuevo compañero, empieza la revisión exhaustiva de sus redes sociales para descubrir vida y milagros. Una de las resis que pilló plaza con nosotros este año se encontró el mismo día una invitación a la cena de despedida de los que acababan. Hay grupos de whattsap para discutir casos clínicos y temas del trabajo, y también para aspectos lúdicos. Un mundo nuevo, en suma.
 
A lo tonto ya llevo unos añitos en el mundo de la computasión.

-Personal

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Todos conocemos el estereotipo y es dolorosamente cierto. Gente con serios problemas para las relaciones sociales que suele tirar por tierra su capacidad intelectual tan pronto como tiene que exhibir algo de inteligencia emocional.

Si algo han traído los tiempos modernos es que en convenciones te ves a más de un travelo. Y no uso esta palabra gratuitamente, es la más adecuada para referirse a travestis que parecen vestidos del arcón rescatado de la basura su tía abuela la solterona.

Mención aparte merecen los autoproclamados líderes. Esos turistas sin vergüenza son de una calaña especial en España, donde todos los tontos quieren ser jefe. La jerga de palabras de moda en la industria, la camisa perenne y la complacencia con sus superiores pueden parecer rasgos inofensivos, pero hunden en la miseria a sus subordinados a base de vender su alma y su culo prometiendo cosas totalmente fuera de su alcance en tiempos imposibles.


-Clientes

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Esto puede ser lo que más ha cambiado. Todos los días en las noticias sale una MENTIRA sobre lo moderno que es todo. Inteligencia artificial, machine learning, ordenadores cuánticos y su reputísima madre. Las expectativas del cliente son desmesuradas y sus ganas de pagar nulas. Y me jode decirlo, pero España en esto es el tercer mundo. Lo sé porque he tratado con rusos y angoleños y estamos a mitad de camino.

El informático de rango más bajo suele ser el que interactúa con el cliente final. Se le deja esta jovial tarea porque es la más odiada. Según subes en la pirámide, vas hablando con los jefes de esos usuarios o sus proveedores, según tu nicho de mercado. También se puede dar el caso de que tus clientes sean solamente gente de tu propia empresa.

Pero siempre, siempre, siempre, vas a tener que responder la pregunta de "¿esto para cuándo estará?". Y no importa las pizarras blancas que pintes, las presentaciones, tiras cómicas o charlatanadas de TED que les mandes para que entiendan. Van a seguir preguntando lo mismo y vas a seguir teniendo que aguantarte las ganas de matar.

-Tecnología

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Es curioso, pero para mí, que entré en la universidad en 2003, las cosas no han cambiado apenas. El bombardeo desde todos los medios de comunicación es incesante, pero es solamente un género más de mentiras para la caja tonta o sus versiones internetiles. Decir que la tecnología avanza vende periódicos y genera clics, pero la demanda de este tipo de noticias es superior, en varios órdenes de magnitud, a la oferta.

Hay ordenadores más potentes y las webs se abren más rápido. Eso es todo lo que ha cambiado a grandes rasgos. Lo demás es meramente cosmético y obviamente algo más práctico, pero en esencia cada nuevo nivel de abstracción que aparece para hacer la vida del informático más llevadera es solamente un intento por deshacerse de esta calaña de trabajadores que cada vez es más cara, más engreída y más ingrata desde el punto de vista empresarial. Pero lo único que sucede es que el lenguaje de programación cambia, el problema a resolver es ligeramente distinto, pero el trabajo es igual: picar un teclado, negociar tiempos de entrega con gerentes que te van a meter más faena con calzador antes de que tengas tiempo de incumplirlos y evitar reuniones de mierda con gente a la que no aguantas.


La verdad es que sueño con un trabajo totalmente offline, irme a una cabaña a pintar cuadros al óleo. Pero me pagan demasiado bien, soy un preso del sistema en una cárcel de seda.
 
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Pues no creais que ha habido muchos cambios en el sector de la administración pública... aún así estos son los más significativos.

Personal: la gente que aquí trabaja es viejísima, no se entera de nada, quieren seguir haciendo las cosas de la misma manera que hace años y cualquier mínimo cambio les hace infartar. Conforme van aumentando los trienios disminuyen las ganas de trabajar. Las nuevas incorporaciones entramos de otra manera, con cierta ilusión y ganas de hacer las cosas bien. En mi nuevo destino no paro de trabajar.

Clientes, administrados en mi caso, yo no suelo atender al público, pero cuando lo hago me suelo encontrar mucho agradecimiento. En general, antes el funcionario sabía mucho, y ahora se le cuestiona todo.

En cuanto a la tecnología, pues hay un intento de modernizar las administraciones y de eliminar el papel y hacerlo todo digital, lo que esto nos supone en el día a día es seguir haciéndolo todo en papel como antes y además tener que escanearlo para que quede registrado digitalmente ,trabajo duplicado que no resulta nada útil.
Que pasa, @Travelord . Yo no he roto nada.
 
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