Sobre el retrato como género artístico:
Cada vez que vemos una fotografía de un ser querido, o un fotograma en el que, en primer plano -o en plano medio- aparece el protagonista de una película, estamos disfrutando de un género, sin ser conscientes de ello, ligado a los tiempos en los que la pintura Europea comenzaba a dar sus primeros pasos: el retrato.
El retrato como categoría artística nos ayuda a escudriñar en el corazón del retratado, al contrario que otros géneros, más desligados del interés por conocer en profundidad la psique del individuo, es decir, que no sólo es una forma de arte más, sino que resulta potencialmente útil en otros campos como la historia, la psicología o la sociología -incluso puede ser percibida como aprovechable por pseudociencias como la morfopsicología-; sin duda, es el tipo de manifestación artística más humana que existe.
Esta semana visité una exposición sobre dicho tema, la cual nos muestra la evolución de la manera de retratar desde la Edad Media hasta el ocaso del Renacimiento, dando a entender que el retrato pasó de ser algo meramente político a algo público y asequible, lo que unido al desarrollo tecnológico de Occidente tuvo como consecuencia una masificación de las técnicas usadas para captar mediante una imagen el rostro y el alma de quien queramos. Hoy podemos usar desde el antiguo carboncillo, hasta sofisticados programas de ordenador, pudiendo retratar a alguien incluso en gifs o vídeos; esto último es toda una novedad, pues antes no era posible concebir el que la imagen de la faz se moviese, salvo usando el cine como herramienta.
Las posibilidades que existen en este campo son inimaginables, mas mirando sólo al pasado bien vale la pena comentar algunas obras, en diversos campos, que merezcan ser recordadas; ya sea por su alto valor estético, por la fuerza de su mensaje, por ser una rareza, o por alguna que otra peculiaridad que la haga única.
En concreto he seleccionado tres obras -una de ellas un documental- que, de alguna manera, tratan de recoger cómo fue la evolución de la forma de retratar, desde la usada en las antiguas esculturas, hasta la que se dio con el nacimiento de nuevas técnicas durante el transcurso de la Edad Contemporánea.
Artistas y obras célebres:
El busto de Nefertiti:
Nefertiti, o La belleza ha llegado, es el nombre con el que esta reina es aún conocida hoy en día, lo que nos hace suponer que el hermoso busto no fue modificado por el artista, lo que resultaba poco común en una época en la que Amenofis IV insistió en que los escultores comenzasen a retratar a sus superiores de un modo más real, más humano, reflejando incluso los defectos del soberano, si era preciso.
Esta obra, de unos 3450 años de antigüedad aproximadamente, es uno de los retratos más antiguos que se guardan, además de hallarse en un estado de conservación nada despreciable.
La obra del artista no parece tener expresividad alguna, salvo, quizá, la de un aire despreocupado y distante propio de alguien que gobierna con completa confianza en su savoir faire.
Nefertiti, reina de pasmosa belleza cuyo famoso busto se conserva en Berlín
Recomiendo encarecidamente la lectura de
El amargo don de la belleza para saber más acerca del personaje histórico; en dicha novela uno de los protagonistas es Akenatón, marido de Nefertiti, cuya historia merecería un hilo aparte, pues no es el tema tratado.
Carlos V en Mühlberg:
Tiziano pinta al emperador como a un verdadero dios: imponente, implacable, invencible. Además de la actitud arrogante y segura de sí misma adivinable en las afiladas facciones del rey, son dos más los elementos destacables en el impresionante lienzo histórico: el modo de portar la lanza; y la ausencia de componentes adicionales, como llameantes edificios o enemigos, tan sólo se aprecia un discreto paisaje al fondo. Está claro que el autor quería concentrar toda la atención de quien contempla la obra usando este recurso, pues si el fondo es sencillo o no existe directamente, el lóbulo occipital se dirige de forma instintiva hacia donde hay algo, en este caso hacia el único personaje que se nos muestra;
Marte, de Velázquez, es un buen ejemplo acerca del modo de mostrarnos al sujeto en cuestión.
Carlos consiguió hacer de España la potencia más poderosa de todos los tiempos
Pero el que no aparezca ni un sólo enemigo tiene otro sentido amén del ya mencionado, y es que la propaganda católica quiso hacer parecer la aplastante victoria española en Alemania como un legítimo triunfo político, fruto de una justa intervención contra quienes habían osado desobedecer a su señor; esta visión era la opuesta a la que trataron de difundir los reformistas seguidores de Juan de Sajonia, a quien compararon con San Daniel, debido al cautiverio que sufrió como prisionero de guerra.
En cuanto a la lanza -también lleva una pistola, pero no destaca en absoluto al no ser importante en este caso, la prueba es que normalmente no se recuerda ese detalle-, es significativo el que se haya elegido precisamente ese tipo de arma en lugar de una espada o un bastón del mariscal, como símbolo que ayuda a subrayar el porte regio de Carlos. Si se analiza qué quiere decir la lanza, lo primero que obviamente se apreciará es que innegablemente es un arma, pero desde un punto de vista cristiano es algo más: la lanza identifica al guerrero con Longinos, cuya legendaria lanza supuestamente adquirió la capacidad de otorgar un gran poder a su portador tras hundirse en el costado de Cristo. Con ella Tiziano quiere identificar el poder de los Habsburgo con el del propio Dios; quien se opone a los Austrias no es un rebelde: es un pecador.
Leni Riefenstahl:
Pasemos ahora al último terreno en el que se desarrolla esta forma intemporal de arte: la fotografía. Si hablamos de retratar con la cámara no podemos olvidarnos de un genio como Leni Riefenstahl; preguntémonos, ¿qué habría sido de Hitler sin el talento de la artista para convertir a los hombres en dioses?
A pesar del ostracismo histórico al que se sometió su persona tras el fin del conflicto, es necesario reconocer que Leni es, sin temor a equivocarnos, la mejor fotógrafa de la Historia -quiero decir en comparación con otras mujeres que aprendieron a fotografiar, no me refiero a los fotógrafos en general-, sin cuyo elaborado y minucioso trabajo el siglo XX, tal vez, habría tomado otros derroteros. Fuese realmente nacionalsocialista o no, ¿qué importa?
Leni es un personaje controvertido. Obligada a abjurar del nazismo, se insinuó malintencionadamente que mantuvo un escarceo amoroso con el Führer, ciertamente, para dañar su reputación
Su obra más conocida no está exenta de polémica:
La marcha que acompaña las imágenes al final no tiene desperdicio. Impresionante.
Otros vídeos de interés:
Sobre el retrato en la Edad Contemporánea:
Un artista nos demuestra lo que hacen, y lo que podrían llegar a hacer, los ordenadores:
PD: Aunque el hilo es sobre el peso que ha tenido el retrato como género artístico a lo largo de la Historia, así como su posible devenir, también sería interesante comentar en este hilo algunos de sus retratos favoritos; uno de mis preferidos, verbigracia, es el que he puesto del Emperador.