La idea de estar amenazado , física o psicológicamente, hace que el cuerpo se contraiga; este es el aspecto físico de la emoción que denominamos miedo.
También es claro que no podemos ser conscientes de todas la pautas de pensamiento y si conectamos intensamente con nuestras emociones estamos arrastrados a ellas sin control.
Asi solo seremos esclavos de nuestras emociones que en ocasiones nos pertubarán hasta los extremos mas inpensables.
Las emociones, como ya comenté en otro hilo, preceden al pensamiento. Son el motor del mismo, y ningún estímulo, en apariencia neutral, escapa a ellas. Hay gente que piensa, erróneamente -gracias a la tv, of course-, que los psicópatas carecen de emociones. Esto es tan falso como que yo no soy clon de moporday; tienen emociones, lo único que, digamos, son difíciles de
traducir para la mayoría de la población -o no tan mayoría, quién sabe-.
Y vaya mano a mano tito...
Por que quieres; por mí podríamos ir más allá.
Empty Words rebuznó:
Lo más absurdo del tema, es que si somos dueños de nuestro cuerpo, por qué no lo somos también de nuestra mente... y si somos dueños de nuestra mente, ¿por qué en ocasiones la usamos para hacernos daño?
Es curioso, dicen que la mente podría aliviar muchos de nuestros males físicos, en cambio parece que la utilicemos a la inversa, para jodernos más y más.
Controlar la mente... una utopía????
Tu mente eres tú, y eso de que eres dueño de tu cuerpo es más que discutible. Existen procesos mentales que escapan de nuestra conciencia al igual que escapa de nuestra conciencia nuestra tensión arterial o el inicio de un cáncer.
Tienes razón en eso de que nuestra mente puede aliviar muchos de nuestros males físicos, pero también existe lo inverso: el ejercicio, los buenos hábitos alimenticios, la relajación, el dormir bien, el no abusar demasiado del cuerpo, etc, también repercuten en nuestra mente. Véase la relajación progresiva de Jacobson, por ejemplo.
En cuanto a lo de controlar la mente, no creo que haya existido jamás tal cosa. La función de la mente es controlar, dentro de lo posible, el entorno y, en consecuencia con esto, también controlarse un poco a sí misma -por eso de no dar demasiada rienda suelta a nuestros instintos-, pero poco más.
DIGITALGIRL rebuznó:
La idea que se desprende de eso es que crees ciegamente que controlas tu mente porque te identificas con patrones mentales: imágenes, juicios y definiciones.
La mente es un instrumento soberbio si se usa correctamente.
Sin embargo , si se usa incorrectamente, se vuelve muy destructiva. Para decirlo con más precisión, no se trata tanto de que usas la mente equivocadamente: generalmente no la usas en absoluto, sino que ella te usa a ti. Ésa es la enfermedad. Ese es el engaño.
El instrumento se ha apoderado de ti y es como si estuvieras poseido sin saberlo.
Es solo cuando desconectas del pensamiento compulsivo cuando te das cuenta de las cosas que verdaderamente no veias y por las que vale la pena la existencia.
Vuelvo a repetir que la mente no puede separarse del Yo. De acuerdo totalmente en que se puede, y suele, utilizar incorrectamente, pero no es algo que nos posea. Resulta curioso que la mayoría de afectados por un problema de ansiedad, por no decir todos, hablan de sus síntomas, en un principio, en términos de posesión -'es como si algo dentro de mí quisiera hacerme daño', 'es como si me traicionara a mí mismo', 'es como si fuésemos dos personas distintas', etc-. No se preocupen, que es más un problema de
software que de
hardware. Aprendemos a pensar como aprendemos a hacer todo lo demás; y unos lo hacen mejor y otros peor -cuestión de aprendizaje-.
¿Y como consigo dominarla a ella antes de que ella me domine a mí?
Me hago pesao: tú y ella sois lo mismo.