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Hoy me dio por alejarme de mis dominios, cruzar la frontera y adentrarme en barrios hasta ahora inexplorados para mí, y al encontrar ciertos negocios me vino la idea de este cutrehilo.
Vi muchas tiendas antiguas que parecen resistirse al paso del tiempo, por ejemplo pequeños locales de tecnología hindú, eran muy comunes en mi niñez y pensé que habían desaparecido, pero todavía quedan algunos, con un aspecto polvoriento y desvencijado, pero ahí siguen.
Pero lo que realmente me sorprendió fue este local, tal vez en la península sigan existiendo pero me ha chocado verlo Cerrado por supuesto, recuerdo que por mi casa había una sala X, pero era más discreta, solo tenía las equis en luces de neón, y si te asomabas por debajo de la cortinilla de entrada tal vez podías ver un póster de señoritas ligeras de ropa Este local en cambio me parece mucho más gráfico, dejo foto
Tal vez forers canarios con más años como @saltagradas o @Lance_Murdock lo visitaron en su momento.
Pues eso amics, salgan móvil en mano a fotografiar esos rincones anacrónicos de sus ciudades, que huelen a naftalina, apolillados, que tuvieron su momento de gloria y cayeron en el olvido, pero que se niegan a desaparecer.
Vi muchas tiendas antiguas que parecen resistirse al paso del tiempo, por ejemplo pequeños locales de tecnología hindú, eran muy comunes en mi niñez y pensé que habían desaparecido, pero todavía quedan algunos, con un aspecto polvoriento y desvencijado, pero ahí siguen.
Pero lo que realmente me sorprendió fue este local, tal vez en la península sigan existiendo pero me ha chocado verlo Cerrado por supuesto, recuerdo que por mi casa había una sala X, pero era más discreta, solo tenía las equis en luces de neón, y si te asomabas por debajo de la cortinilla de entrada tal vez podías ver un póster de señoritas ligeras de ropa Este local en cambio me parece mucho más gráfico, dejo foto
Tal vez forers canarios con más años como @saltagradas o @Lance_Murdock lo visitaron en su momento.
Pues eso amics, salgan móvil en mano a fotografiar esos rincones anacrónicos de sus ciudades, que huelen a naftalina, apolillados, que tuvieron su momento de gloria y cayeron en el olvido, pero que se niegan a desaparecer.