Candidato sorpresa
Novato de mierda
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- 6 Nov 2011
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Años de mi juventud. Yo era el típico pequeño pringao nerd al que se le daban más o menos bien los estudios, para todo lo demás mi vida era un fracaso. Había en mi clase una chica que era preciosa. Me presenté con una excusa barata y empezamos a hablar: me friendzoneó inmediatamente.
Me llevé una tremenda decepción, pero mantuve la relación de amistad con ella, evidentemente no deseada por mi parte: yo quería algo más. La chica valía muchísimo la pena y pensaba, "si no es hoy, quizás mañana...". Así es como igual que vosotros, parados emocionales, quedé atrapado en una espiral de frustración descendiente.
Uno de los chicos que me hacía la vida imposible en el colegio empezó a salir con ella. Me dolió muchísimo que prefiriese a un capullo como él antes que a mí. Mi orgullo se llevó un golpe del que nunca logró recuperarse. Para salir adelante pensaba que quizás eso era solamente una fase, un episodio temporal, que un día se levantaría y se daría cuenta de que su novio era un gilipollas inmaduro de mierda que nunca podría ofrecerle el cariño que yo le estaba reservando. Nunca ocurrió.
Nos hicimos mayores y la chica SE CASÓ con el impresentable ese. Incluso tuvieron un hijo. Yo no podía creerlo, entré en shock. Me di a la bebida, experimenté con pócimas bastante chungas. Porque no había podido dejar de amar con todo mi corazón a esa mujer, pero mis manos estaban atadas, no podía hacer nada al respecto de la situación. Por puro revanchismo empecé a salir con gente peligrosa con las que el capullo y sus colegas tenían deudas pendientes, pensando que los enemigos de mis enemigos bien podían ser mis amigos. Lo pasamos bien durante un tiempo haciendo el gamberro y casi me olvidé de aquél amor imposible, hasta que el líder de mi banda se puso serio y dio un paso al frente. Intentó matar a la chica, al capullo de su novio e incluso al hijo. Fue una carnicería, pero de algún modo el niño logró sobrevivir.
En fin, después de toda esa mierda pasé página y me convertí en el maestro de Pociones de Hogwarts.
Preguntadme lo que queráis.
Me llevé una tremenda decepción, pero mantuve la relación de amistad con ella, evidentemente no deseada por mi parte: yo quería algo más. La chica valía muchísimo la pena y pensaba, "si no es hoy, quizás mañana...". Así es como igual que vosotros, parados emocionales, quedé atrapado en una espiral de frustración descendiente.
Uno de los chicos que me hacía la vida imposible en el colegio empezó a salir con ella. Me dolió muchísimo que prefiriese a un capullo como él antes que a mí. Mi orgullo se llevó un golpe del que nunca logró recuperarse. Para salir adelante pensaba que quizás eso era solamente una fase, un episodio temporal, que un día se levantaría y se daría cuenta de que su novio era un gilipollas inmaduro de mierda que nunca podría ofrecerle el cariño que yo le estaba reservando. Nunca ocurrió.
Nos hicimos mayores y la chica SE CASÓ con el impresentable ese. Incluso tuvieron un hijo. Yo no podía creerlo, entré en shock. Me di a la bebida, experimenté con pócimas bastante chungas. Porque no había podido dejar de amar con todo mi corazón a esa mujer, pero mis manos estaban atadas, no podía hacer nada al respecto de la situación. Por puro revanchismo empecé a salir con gente peligrosa con las que el capullo y sus colegas tenían deudas pendientes, pensando que los enemigos de mis enemigos bien podían ser mis amigos. Lo pasamos bien durante un tiempo haciendo el gamberro y casi me olvidé de aquél amor imposible, hasta que el líder de mi banda se puso serio y dio un paso al frente. Intentó matar a la chica, al capullo de su novio e incluso al hijo. Fue una carnicería, pero de algún modo el niño logró sobrevivir.
En fin, después de toda esa mierda pasé página y me convertí en el maestro de Pociones de Hogwarts.
Preguntadme lo que queráis.