Sé lo que no hicisteis el último verano

Alien

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10 Ago 2004
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Un relato que escribí hace un huevo sobre una historia que me pasó hace otro huevo, cuando todavía estaba en activo y las niñas se acercaban a mí. A ver si os mola. Que no os acojone la extensión, que es fácil de leer.


Me había tirado unas 5 horas haciendo barra con el aliciente de saber que la rubia de dentro saldría conmigo por la puerta. Como ya andaba con la inercia y ella era aún más bebedora que yo, fuimos a tomar la penúltima al Donatello’s, el after con más delincuentes por metro cuadrado de la zona sur de Madrid. Al salir, empezamos a meternos caña y acabamos revolcándonos en el parque de enfrente, rodeados de jeringuillas y condones. La cosa se puso preocupante cuando los primeros rayos de sol sorprendieron a mi polla en la boca de Raquel.
- ¿Podemos ir a tu casa?- dije abrochándome nervioso la bragueta.
- Me da mal rollo, está la niña durmiendo y no quiero que se haga líos.
A mí tampoco me apetecía lo más mínimo que la niña se hiciera líos. Entretanto seguíamos magreándonos a lo bestia como dos enamorados que juegan a atraparse los dedos de sus manos.
- ¡Coño!- exclamó Raquel mientras yo le tocaba el mismo- Tengo las llaves del garito, nos lo podemos montar dentro.
- Joder ¿Y si pasa tu jefe y se huele el asunto?
- Ni de coña, a estas horas ya estará sudando el pedo y además, con el cierre echado no se nota que hay alguien dentro.
El Ricado estaba a dos minutos del parque, tiempo que nosotros conseguimos reducir a dos segundos. Entramos y volvió a echar el cierre metálico. Me dijo que fuéramos a la cocina, al fondo del local. A mi me hubiera molado más encima de la barra, pero dado el cauce de los acontecimientos me pareció más inteligente dejarme llevar y no cagarla como de costumbre. Nos metimos en la cocina, se tumbó, me tumbé, me folló y me la follé. Al acabar ella tenía un bonito tatuaje en forma de chapa de cerveza marcado en la espalda.
La despedí en la puerta de su casa, a eso de las ocho de la mañana y con un sol infernal reventando nuestras pupilas. Yo ya me había convertido en calabaza y ella seguía siendo la cenicienta. Al día siguiente me iba a Gandía con Nacho, que había alquilado un apartamento por una quincena.
- Bueno, entonces hasta la vuelta. Te pegaré un toque- le dije deseando pillar la cama.
- A lo mejor os pegamos una sorpresa Isa y yo y os hacemos una visita. Nacho me lo propuso y el padre de Cristina me ha dicho que se la puede quedar unos días.
Al oír la oferta me cambió la cara, que a esas horas, resacoso y recién follado, ya era de casting de Nosferatu.
- Mira, Raquel. Vivo todo el año deseando que llegue el Verano para irme a Gandía y allí me gustaría estar con mi gente. Aquí tengo un mundo y allí otro. Sin malos rollos.
- Claro, tranqui, lo entiendo. Entonces hasta que vuelvas.
- Hasta entonces preciosa- me despedí orgulloso de mi control sobre las mujeres.

Así que allí nos plantamos. Nacho y yo habíamos pillado una buena piedra y nos pasamos todo el viaje fumando y cantando. Conducía él, pero juro no haberle visto al volante en todo el trayecto. Fuimos a pegar un toque a Marcos para que nos diera las llaves del apartamento. Abrazos, copas y canutos.
- ¿Ha venido ya Marta?- pregunté aparentando indiferencia.
A Marta la conocí años antes. Teníamos una relación extraña. Sólo nos enrollábamos en verano a pesar de estar locos el uno por el otro. De quince días juntos, pasábamos 1 de buen rollo y 14 discutiendo. A pesar de eso, al año siguiente siempre repetíamos. Este año yo me había jurado que no volvería a suceder.
- No, todavía no. Quien sí ha llegado ha sido Maika.
Maika era la hermana de Marta. Estaba mucho más buena, pero me molaba menos, seguramente porque pensaba que nunca tendría ninguna posibilidad con ella. Su novio era Juan, un peluquero de dos metros de alto por dos de ancho. Un oso desconcertante que a veces se pasaba de simpático.

Un año antes salimos los cinco. Yo me pasé las primeras dos horas hablando con Maika de su hermana, y Marcos y Nacho aguantando las disertaciones de Juan acerca de por dónde entraba la coca en las costas españolas. Fuera como fuera, al rato ya estábamos todos borrachos bailando en el Cosa Nostra. La racha insólita que estaba teniendo en los últimos meses había subido al límite mi autoestima y estuve especialmente gracioso con Maika, que era de las que si las hacías reír, ganabas un 50% en posibilidades de sexo. En un momento de la noche estábamos Juan, ella y yo formando una especie de triángulo no sexual al fondo del bar. Y digo no sexual por que pasó a serlo cuando, sorprendente y maravillosamente, ella empezó a tocarme el paquete. La situación era cojonudamente peligrosa. La tía más buena del garito metiéndome mano a la altura de la bragueta mientras yo conversaba con el gigante de su novio, que no se enteraba de nada. Decidí no jugarme el tipo por más tiempo y me fui a pegar saltos con Marcos y Nacho, que ya habían entrado a casi todas las tías y a algún melenudo. Sudoroso y borracho me fui a mear, con la sonrisa boba y orgullosa del que puede parar el tiempo un segundo antes de morir. El servicio del Cosa Nostra era ideal para borrachos, porque tenía tanta mierda que no se veía el agujero del vater y no tenías que preocuparte en apuntar. Descargué y puede que me quedase dormido por unos minutos. Cuando iba a abrir, la puerta se escapó de mis manos y bajo el marco apareció Maika, como una escultura diabólica creada para demostrar a Dios que los hombres no podemos resistirnos al pecado. Un pecado sudoroso y rubio con unos pezones que pintaban dos puntos negros en su camiseta roja. Dos puntos que en morse significaban “tómame”. Y yo, que de morse no tengo ni puta idea, capté el mensaje a la primera. Agarré su nuca y le metí la lengua hasta las entrañas. Empezamos a morrearnos como en la más guarra de las películas que hubiera visto, mientras los visitantes del servicio morían de envidia. Cuando estaba a punto de explotar sus tetas con mis manos, mi instinto de conservación me previno de una posible entrada de su novio y zanjamos el asunto. Salimos del servicio como en las películas, arreglándonos el pelo y la ropa. Ese año no volví a estar con ella, pero me las arreglé para arrancar una promesa de sexo en un futuro.

- Cojonudo, a ver si esta noche quedamos con ella.
A Marcos no le hizo demasiada gracia el plan, pero asintió. A Nacho le hacían gracia todos los planes.

Y sí, esa noche quedamos con Maika y esa noche volví a enrollarme con ella, sin novio peligroso y sin situaciones límite. Tal vez por eso no fue tan excitante como el año anterior. Decidimos alargar la situación hasta dentro de unos días que llegaban Juan y Marta, su presente y mi futuro desde Madrid, a bordo de un Renault 21.

Pocas noches después, estábamos dando vueltas por la zona de garitos. Yo estaba muy animado porque Maika me había dicho que me debía algo que me había prometido y no veía el momento de zumbármela. Nacho tampoco debía verlo porque el cabrón nunca nos dejaba solos en el apartamento. Habíamos estado tomándola en un par de bares y las camareras, que nos conocían desde hacía años, me dijeron que había un par de locas enseñando una foto mía por la zona y preguntando a la gente si me habían visto. La historia era tan alucinante, incluso tratándose de mí, que decidí que era una coña. Días antes de llegar a Gandía me había pasado a ver a mi distribuidor autorizado de productos colombianos y guardaba en el bolsillo algo de perica. Le propuse a la gente que subiéramos a la iglesia a meternos unas lonchas y no se lo pensaron. El único que me acompañaba en el vicio era Nacho, así que habría suficiente para un buen par de rayas.
Subían Marcos y Nacho delante y yo iba detrás con Maika, intentando asimilar una historia de enamoramiento súbito que me estaba confesando. Evidentemente a mí no me interesaba el tema ni por ella, ni por su novio, ni por su hermana. Cuando llegamos arriba, veo a estos conversando con dos tías. Una situación que sólo se solía dar con miembros de su familia. Al afinar la vista las trompetas del Juicio Final casi me dejan sordo. Sentadas en un banco, con sendas mochilas, aspecto de sin hogar, y segadoras de mi felicidad, estaban Raquel e Isabel, mi camarera de cabecera y su ayudante Moby Dick.
- ¡Hey!- solté de tal forma que pareció que llevaba un centollo colgando de los cojones.
- ¡Joder, Alex, os llevamos toda la noche buscando!- Soltaron a dúo como si fueran las Virtudes.
Ellas eran las indagadoras, ellas eran las gilipollas que son capaces de plantarse en una ciudad desconocida con la esperanza de darse de narices con un conocido, ellas eran las hijas de puta que venían a joderme un verano cojonudo.
No fui capaz de hablar más. Le eché a Raquel una mirada asesina que ella respondió con un reflejo de humillación y me senté con Maika a planear nuestra noche de bodas. Las ganas de farlopa se perdieron como lágrimas bajo la lluvia.
Nacho es un puto bocazas y consiguió que tuviéramos que aguantar a estas dos bajo nuestro techo. Venían con duración indefinida, poca pasta y muy buen chocolate. Esto fue lo que consiguió bajar mis instintos asesinos. Fumamos unos canutos en el apartamento y yo no le dirigí la palabra a Raquel. Maika me dirigía algo más que palabras y esto hizo que Raquel pensase que se trataba de Marta, de la que ya le había hablado alguna vez. Había pasado de tener una jaca impresionante y deshinibida y un apartamento para retozar, a tener a la prometida de Hulk Hogan pidiéndome fidelidad y una casa llena de gente en la que no podía ni dormir a gusto. Con Gandía llena de gente que nos conocía, no podíamos arriesgarnos a ser sorprendidos en la playa follando.
Tras dejar a Miss Holmes y Lady Watson acostadas y arropaditas nos bajamos al coche de Nacho a dar buena cuenta de esas rayitas prometidas. Marcos había tenido suficiente noche loca y se fue a casa, así que quedamos Nacho, que siempre había ignorado aquello de “tres son multitud”, Maika en el asiento de atrás y yo en el del copiloto desenvolviendo cuidadosamente mi papelina. Cuando consigo abrirla me encuentro un cupón de la ONCE untado en aceite. La humedad, la arena, Neptuno o la puta capa de ozono habían convertido mi medio gramo en una mancha de Roscharch. Si algún psicólogo me hubiera preguntado en ese momento qué interpretación le daba hubiera acabado mal. Eso fue suficiente para poder con Nacho y nos quedamos la noche, Maika y yo. Decidimos dejar de escondernos y lucir nuestro adúltero deseo en el Cosa Nostra. Las camareras intentaban encajar la ecuación Alex-Marta, Alex-Maika, Juan-Maika, pero les cuadraba tan mal como la caja. A mí me volvía loco aquello, era un Semi-Dios feo, flaco y enano rodeando la cintura de Venus. Cuando llegó la hora en que la polla manda más que la cabeza y estaba a punto de desnudarla encima de la barra, Maika tuvo una idea:
- Al salir de vuestro apartamento he visto que la escalera sube hacia arriba, hasta una puerta que debe conducir al tejado. Siempre he tenido ganas de follar en las escaleras de un edificio.
Evidentemente, esta tía era adicta al riesgo y yo me estaba convirtiendo en el novio de la muerte. Aquella proposición hizo que se me agarrotaran los gemelos. Llegamos al edificio y subimos hasta el final de las escaleras, guardando especial sigilo al pasar delante de la puerta de Nacho y las dos okupas. Me senté en el último escalón y Maika lo hizo encima mía. En menos de lo que dura un chupito ya estábamos follando. No sé por qué yo tenía la idea de que Maika tomaba la píldora, recordaba habérselo oído alguna vez. Cuando llevábamos el tiempo suficiente, más o menos un minuto, me corrí.
- Nooo...- dijo Maika en un extraño idioma.
- ¿Qué?- conseguí preguntar reuniendo fuerzas de flaqueza.
- Dentro no... es peligroso.
- ¡¡¡¡¡Mecagoendiosmecagoendiosmecagoendiosmecagoendios!!!!!... ¿Pero tú no tomabas la píldora?
- No, que va, esa es mi hermana... bueno, da igual.
Mientras ella se dedicaba a darme besitos yo vi pasar toda mi vida por delante de mis ojos. Vi una boda con puros y sangría en los Salones París de Fuenlabrada, vi a un niño avergonzándose de un padre amargado y adicto a la Teletienda, vi a una Maika con el pelo cardado gastándose el dinero de la compra en las máquinas. Escuché la risa diabólica de Marta y Juan con cajas de condones en las manos.
Acompañé a la posible madre de mis hijos a su casa y volví al apartamento. Nacho se estaba fumando un cigarro.
- ¿Qué haces despierto?
- Te estaba esperando. Tío, estás blanco ¿Que tal te ha ido?
- Tengo una buena noticia y otra mala- dije mientras me curraba un canuto de medio kilo.
- Cuenta, joder.
- La buena es que me la he follado.
- ¡Qué cabrón!
- La mala es que quiero que seas el padrino de nuestro hijo.

Lo primero que pensé al ver llegar a Marta es que seguía siendo un gilipollas. Una mirada había bastado para tirar por la borda todo un año renegando de ella. Seguía siendo la puta mujer de mi vida. Nos dimos un par de besos, me reí de las coletas de quinceañera que se había puesto y quedamos para esa noche. Los días en compañía de Raquel habían sido bastante tensos. Yo seguía estando mosqueado por que hubiera aparecido a pesar de mis advertencias y ella mostraba una actitud infantil y desquiciante. Nacho y yo estábamos en la terraza conversando y las chicas haciendo la comida. No es que fuéramos machistas, es que lo intentamos un día cada uno y fueron ellas las que decidieron encargarse del tema. Eran unas jodidas expertas.
- Alex, tío ¿te has enrollado con Raquel?
- ¿Estás de coña?
Nacho soltó su sonrisa multiusos y dijo:
- no.
- Pues claro, hace tres meses que nos enrollamos. No jodas que no lo sabías.
- Bueno, es que el otro día me pregunto Isa que si me gustaba Raquel y yo le contesté que a quién no, que a lo mejor le metía caña y ella me respondió que no sabía cómo te lo tomarías tú. Al preguntarle que a ti qué coño te importaba me dijo: “Ah ¿pero no sabes que están enrollados?”
- ¿En qué mundo vives, tío?
- Lo siento, si lo hubiera sabido no la hubiera invitado.
- Tranqui, ya está hecho. Puedes meter caña sin problemas.
- No, si paso de ella.
Y es que Nacho siempre tenía que llegar el primero.

Estábamos tomando agua de Valencia en la terraza del Coscorrón Marta, Maika, Isa, Raquel, Marcos, Nacho y yo. La tensión se podía cortar con el borde de un folio y Marcos arrastró a todos a una partida de dardos dejándonos solos a Marta y a mí. Después de la conversación tonta de rigor, empezó a intentar besarme. Su puta estrategia siempre daba resultado. Yo ya me había rendido a sus encantos y lo estaba deseando, pero me daba pánico pensar en la reacción de Raquel cuando me viera besándome con la hermana de Maika, que era la que identificó como mi famoso amor de Gandía. Yo me resistía y eso hacía que Marta se animase cada vez más, hasta que no pude aguantarme y la besé. La besé justo cuando Raquel salía del garito y se sentaba delante de nosotros. Yo me volví aterrado, ella abrió los ojos como si hubiera visto al Papa haciéndoselo con Xuxa y volvió corriendo hacia el bar mientras intentaba no atragantarse con la copa.
- ¿Qué le pasa?- me preguntó Marta.
- Eh... nada - respondí mientras me meaba encima- es que estuvimos enrollados hasta hace poco y puede que le dé mal rollo.
- Ah, pobrecilla.
- Sí... pobrecilla- dije mientras me veía haciendo de funambulista entre las Torres Gemelas.
Con tal ambientazo nos encaminamos hacia el Cosa Nostra. Maika de mal rollo porque yo estaba con su hermana, Raquel de mal rollo por que yo estaba con Marta cuando ayer estaba con Maika y antes de ayer con ella, Isa y Marcos acojonados rezando porque no se desencadenase la tragedia, yo flipando por todos los lados y Nacho con su media sonrisa sin enterarse, como siempre, de nada.
Entré en el Cosa Nostra y fui directo a la barra de la mano de Marta para dejar bien claro con quién iba. Las camareras se quedaron con la boca abierta y un tábano entró y salió de cada una de ellas sin que les diera tiempo a cerrarla. Empezamos a meterle caña a las copas y el ambiente se fue relajando. Con el rollo de tú bailas conmigo y ahora yo contigo conseguimos que la situación pareciera más lógica. Según el alcohol me iba conquistando ascendía un peldaño más en mi camino al Nirvana. Tres tías de bandera y las tres para mí. Retén este momento, Alex, por que vas a necesitar el recuerdo cuando lleguen las vacas flacas. Después de cuatro bailoteos, Marta se fue al servicio y antes de que me diera tiempo a soltar la copa, Maika me estaba besando.
- ¡Ay la ostia! ¡Pero tía, que va a salir tu hermana!
Como en un partido de tenis, mis desorbitados ojos iban de la cara de Maika a la puerta del servicio, estaba acojonado pero no podía dejar de besarla. Las camareras nos miraban alucinadas, Marcos, Nacho e Isa nos miraban alucinados, el mundo nos miraba alucinados y por un instante cambió el sentido de su órbita. Raquel seguía atragantándose con el cubata. Marta salió del servicio y culpó al alcohol de las caras amarillas que teníamos todos. Decidí ir a hablar con Raquel y aclarar un poco el tema.
- Hey tía, no estés de mal rollo.
- Joder, Alex, es que esto es increíble.
- Te pido disculpas por el espectáculo pero ya te advertí que no vinieras. Tú no tendrías que estar aquí.
De repente le cambió la cara y echó una sonrisa diabólica y seductora. La muy cabrona estaba disfrutando con todo esto. Se acercó mucho a mí y me dijo en voz baja:
- qué cabrón que eres.
El bar me lo pedía, mi pasado me lo pedía, woody, Hank y una legión de perdedores me lo pedían a gritos y yo no pude defraudarles. Acerqué mi frente a la suya y le di un beso pequeño y cálido. A Isa le entró la risa nerviosa y corrió al servicio. Nadie más se enteró de nuestra fugaz unión.

De esto hará unos 4 años y haciendo balance de lo que vino después ahora puedo decir, sin temor a equivocarme, que ese fue mi último verano.

14/10/99
 
patricia26.gif

cuando fue la ultima vez que te lo pasaste bien? has puesto los cuernos a tu novia con tu madre? te la pelas pensando en saltamontes?
si estas en elguno de estos casos, escribenos y vente a contarlo..
 
NaKo rebuznó:
cuando fue la ultima vez que te lo pasaste bien?

Un Partido de Polo de caracter internacional en Bombay, Inglaterra-Nepal. Allí conocí a una inglesita de 8 años que me hizo pasar momentos inolvidables :oops:

Buenas Tardes.
 
Magnífica obra literaria, Alien.
Me ha encantado la parte en la que dices:

" Cuando iba a abrir, la puerta se escapó de mis manos y bajo el marco apareció Maika, como una escultura diabólica creada para demostrar a Dios que los hombres no podemos resistirnos al pecado. Un pecado sudoroso y rubio con unos pezones que pintaban dos puntos negros en su camiseta roja. Dos puntos que en morse significaban “tómame” "

Espero que nos vuelvas a deleitar en otra ocasión con otra narración de semejante calidad.

Un saludo.
 
¿Lo leeis y luego soltáis la gilipollez o la soltáis sin más? Me la suda si decís que es una mierda pero al menos opinad, huevones.
NaKo, no me pongas a la zorrita esta que se va a creer la peña que es una historia de amor veraniego adolescente y no van por ahí los tiros.
Gracias por leerlo y opinar, Berracoman. Tú sí eres un hombre sensible y cultivado.:9
Que os den, panda de maricas. :-o
Sin acritud, como dijo Mussolini.:94
 
PAOLA rebuznó:
Parte el avatar de la Belen y err Jezulin !!!

Ayer me preguntó Argentinita que si el del avatar era yo :9:9:9
Al menos la caspa aún no ha cruzado el charco.
 
A mi me ha encantado:

Amor, romanticismo, sexo, alcohol, drogas, GANDIA, el detalle del morse y de las torres gemelas, el renault 21 ... me ha gustado mucho, el nombre de los garitos le da mucho realismo, me ha gustado.

Si tienes otro, no dudes en postearlo.
 
Alien rebuznó:
Un relato que escribí hace un huevo sobre una historia que me pasó hace otro huevo, cuando todavía estaba en activo y las niñas se acercaban a mí. A ver si os mola. Que no os acojone la extensión, que es fácil de leer......................

A ver si lo he entendido: ¿es Vd padre?
 
He leido hasta que deciden seguir enrollandose en el bar. Habia mantenido hasta ese momento la atencion, sobre todo cuando nombra las jeringas del jardin. Pensaba que usted o ella iban a pincharse con una de ellas, y luego llegaria una historia tragica, SIDA, y demas movidas ...
Pero vaya, parece que no. No se como sigue la historia, pero bueno, le recomiendo que la proxima sea un poquito mas corta.
 
rojillo rebuznó:
He leido hasta que deciden seguir enrollandose en el bar. Habia mantenido hasta ese momento la atencion, sobre todo cuando nombra las jeringas del jardin. Pensaba que usted o ella iban a pincharse con una de ellas, y luego llegaria una historia tragica, SIDA, y demas movidas ...
Pero vaya, parece que no. No se como sigue la historia, pero bueno, le recomiendo que la proxima sea un poquito mas corta.

Joder! te recomiendo que la termines de leer porque está bastante bien relatada, y hay situaciones que son bastante graciosas ;)
 
rojillo rebuznó:
No se como sigue la historia

Le cuento: Al salir de follar en el bar, el camión de la basura me atropella porque todavía no me había terminado de subir la sangre de la polla a la cabeza. En el resto del relato narro como descubro a Dios Nuestro Señor en las sesiones de rehabilitación del hospital y cómo allí conocí a la que hoy es mi esposa y contable, María José Campanario.:34
 
Alien rebuznó:
rojillo rebuznó:
No se como sigue la historia

Le cuento: Al salir de follar en el bar, el camión de la basura me atropella porque todavía no me había terminado de subir la sangre de la polla a la cabeza. En el resto del relato narro como descubro a Dios Nuestro Señor en las sesiones de rehabilitación del hospital y cómo allí conocí a la que hoy es mi esposa y contable, María José Campanario.:34
Fijese que podria haberme respondido con un certero: "Hijo de puta, si no te gusta no la leas, pero no vengas aqui a joderme el post!". Pero viendo su amabilidad e ironia, ahora mismo voy a continuar leyendo la historia desde donde la deje. Se ha ganado usted un fiel lector, enhorabuena.
 
rojillo rebuznó:
Fijese que podria haberme respondido con un certero: "Hijo de puta, si no te gusta no la leas, pero no vengas aqui a joderme el post!". Pero viendo su amabilidad e ironia, ahora mismo voy a continuar leyendo la historia desde donde la deje. Se ha ganado usted un fiel lector, enhorabuena.

Esa era la idea, venerable anciano. :wink:
 
Ya lo lei. Dejandonos de analisis linguisticos-gramaticales, si el texto es bueno, si podria ganar un concurso, etc ..... lo interesante es la historia. Si es cierta (creo que si, usted mismo dice que le ocurrio hace bastante tiempo), le felicito. Tres tias pendientes de usted. El sueño de cualquier hombre. Y aun mas destacable es que dos de las tias fueran hermanas, lo que aun le da mas morbo a la situacion. Ha merecido la pena leerla, le pido disculpas por mi desprecio inicial hacia su texto. Uno es humano y se equivoca .... :oops:
 
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