Con el kronos todo está organizado más eficazmente, pero podemos caer esclavos del tiempo que creemos controlar. Porque empezamos a creernos expresiones tales como "No pierdas tiempo", "El tiempo no espera a nadie", "El tiempo es oro". "Nos da miedo perderlo, quedarnos sin él o ser consumidos o devastados por el tiempo". El tiempo se convierte en "restrictivo, exigente y desgastador”. "Kronos" se conecta con el dios griego Kronos que estaba tan asustado de ser suplantado por sus hijos, que se los comió vivos. El tiempo kronos también nos comerá vivos si nos sometemos a él.
Kairós es el tiempo cualitativo de la vida. Los griegos lo consideraban el más oportuno para la novedad. "El concepto tiene sus orígenes en la práctica griega de tiro al arco, y representaba el momento en que el arquero encuentra la perfecta apertura para disparar su flecha y acertar la diana. Pero Kairós (o Caerus) también era el dios griego de la oportunidad. Tenía alas en los pies y corría mucho, pero si uno estaba atento, le podía pillar por la larga cola de pelo que colgaban detrás de su cabeza calva".
Para pillar el tiempo kairós debemos aflojar nuestra ansiedad en torno al tiempo kronos. Todos tenemos compromisos en la agenda. Y sin embargo, "podemos aprender a relacionarnos con el tiempo de una manera, que no solo asegura que cumplimos nuestros objetivos profesionales y honramos nuestras responsabilidades, sino que también nos mantiene abiertos a ser arrastrados por la vida de maneras que no podríamos haber anticipado..."
"Un momento kairós se puede abrir en cualquier lugar... Puede ser tan breve como reconocer aquella repentina necesidad de dar un paseo por el aire fresco para ventilar la cabeza, confiando en que un acto tan simple de auto-cuidado no es una pérdida de tiempo, sino un tiempo que te puedes permitir. La meditación, la lectura pausada, paseos, mirar por la ventana, pescar, contemplar arte, bailar, cocinar despacio, conversaciones con escucha intencional, actuar al momento en que tu intuición habla - todo esto te mantiene atento, abierto y en sintonía con el momento presente.
(...) Hay algo liberador en dejar caer las manos ante kairós. Deberíamos decidir aprender a mantenernos en las circunstancias presentes y encontrar el coraje para preguntar: "¿Para qué es el tiempo?" Y entonces tomar tiempo para escuchar y actuar.