Sobradas callejeras. Mas chulos que un ocho.

Me cago en mi calavera, había creido entender "El hilo de las SOBADAS callejeras" y estaba to emocionao esperando una historia de asalto a borracha en fiestas de pueblo con magreo y tal.
 
Edelweiss rebuznó:
Me cago en mi calavera, había creido entender "El hilo de las SOBADAS callejeras" y estaba to emocionao esperando una historia de asalto a borracha en fiestas de pueblo con magreo y tal.

De ser "sobadas callejeras" te puedo contar una que camino a casa de fiesta iba tan jodido que me eché un rato en un banco porque no podía andar, y cuando me desperté habían pasado 3 horas y estaba en un tren de cercanías, por la hora del billete se ve que había hecho el trayecto unas cuantas veces :lol:
 
Dr. LeChuck rebuznó:
Yo he visto a dos de pueblo barrer a palos a un grupo de 8 o 9 canelos de ciudad, así que me lo creo perfectamente.

Si en un grupo de 50 hay 45 nerds que les tiemblan las piernas si les levantan la voz, igual da 5 que 50.

Si, los otros 13 o 14 no hicierón nada, solo observar como a sus amigos los zurraban 2 hombres (uno de ellos, antiguo forero de esta casa, hasta que le banearon hace ya 5 años).
 
Hombre, hay que tener cuidado a la hora de hinchar los números e interpretar los datos.

Pongamos el supuesto de que yo voy a Madrid o que ya me encuentro en el, salgo con un hacha de leñador a la calle donde empiezo a talar torsos hasta una hora prudente en la que no me pueda pillar la policia y vuelvo a casa diciendo:

ACABO DE LUCHAR CONTRA 5 MILLONES DE MADRILEÑOS Y HE GANADO, ES MÁS, NI ME HAN TOCADO UN PELO.

En las peleas multitudinárias el problema reside en los tontos que se meten a separar y acaban recibiendo, además no suelen ser del tipo 20 contra dos, sino más bien dos tios que le pegaban a todo lo que se meneara fuese amigo o enemigo en la que la mayoría de los que recibieron solo pasaban por ahí u intentaban parar la pelea... así que la mayoría no son grandes jestas, sino la idealización de algún psicópata cascándole a todo lo que pasaba al alcance de sus manos.

Además, el peor amigo que se puede tener es el que al tratar de separarte te agarra a ti, hay que ser subnormal profundo rematado, así el otro puede percutirte la cara sin problemas porque de la cintura te agarra la estúpida de tu novia y del brazo un amigo mientras gritan: ¡No Jonny, No!, ¡No merece la pena! y te vuelven a soltar otro meco en el jetoleno.

Así que la próxima vez que querais separar a un amigo... ¡¡¡SE AGARRA AL OTRO DESGRACIADOS!!!.
 
Chill rebuznó:
Las hay peores y ciertas, aunque por lo que veo a ti te cuentan cualquier trola y te la CREES ya que tienes la inteligencia justa para no cagarte encima.
Por cierto,¿que edad tienes si puede saberse ricura?.
Para no desvirtuar el hilo, realmente no tengo hanecdotas para contar en este sacrosanto foro ya què partiendo de la base de que salir a la calle es de gente gorda e hortera pues no suelo salir mucho entre esta jungla de cemento donde un simple cruzar de acera puede generar la muerte.
Aun asì espero el anecdoton de curro jimenez con las putas y los ovnis.

14 añazos

Por?
 
Ando muy liado Senior, pero me leí su jilo con el probe selular.
No tengo selebro ahora para ponerle una anécdota.
Solo decirle que no hace falta que ennegrite nada, cualquier conforero de acá sabe quien era ustec en su anterior reencarnación foril.
Y que por cierto, aún a dia de hoy, molaba más antes.

Sepa disculpar que no colabore mucho.
l◄arma y ¡sujetadme que le meto!
 
una vez, de fiesta en un pueblo de ciudad real, salimos por alli con un par de orihundos que eran los que nos invitaron ir a tan entrañable localidad.

Yo, como suele ser costumbre, llevaba un tablon que el de bricomania no tenia sierra que pudiese cortar aquello, me tire un eructo y acto seguido se oia a la gente del bar diciendo "yo si quiero todo esto lo compro" por inalar mi rutio.

pues resulto, que a la novia de uno de los orihundos, uno que mas que una persona, parecia que eran dos lomos plateaos puestos el uno sobre el otro, con atunes por manos, le empezaron a rondar unos tios que tambien iban para salir en callejeros dando ejemplo.

yo que me percate del mamoneo, me fui a restregarle mi escroto por el muslo a uno de ellos, al grito de "soy una chica guapa" y el tio este me empujo, estrellandome contra nuestro colega, antes citado como un tandem de gorilas, el mostro.


El mostro se giro y vio que a mi me estaban increpando entre tres pavos, y acto seguido, estiro el brazo, lo echo hacia atras todo lo que le daba la cadera, y le solto un soplamocos por encima de mi cabeza al que me habia empujado, que giro 360º en el aire, y se volvio a quedar de pie en el sitio, pero con cara como de estarse corriendo.

No contentos con el resultado de un solo miembro del grupo transformado repentinamente en Hawking, se acerco un segundo zagal a reclamar jarabe de palma.

El mostro me aparto a un lado con cuidado y procedio de la misma manera que con el primer interfecto. El rebufo que llevaba el brazo durante la ostia, succiono el aire en torno a el, haciendose el vacio a nuestro alrededor, por lo que a muchos se nos apago el cigarro, y cuando le estrello la mano en la cara, al resto del bar le hacia la boca somo si les estuvieran enchufando con una sopladora de hojas en la cara.

195 euros le costo al tio el viaje en taxi de vuelta al pueblo cuando se desperto.

El resto ni se arrimaron a protestar, le pidieron el carrito de llevar la bebida al del bar, subieron al que se quedo hawking y se lo llevaron del bar, y eso que eran 10 tios.

El mostro, tuvo que meter la mano 10 minutos en la cubitera del bar para que se le enfriara y no calentase el cubata, aunque tardo un mes y medio en volver a salirle pelo en el brazo.
 
Senior Putas rebuznó:
Hombre, hay que tener cuidado a la hora de hinchar los números e interpretar los datos.

Pongamos el supuesto de que yo voy a Madrid o que ya me encuentro en el, salgo con un hacha de leñador a la calle donde empiezo a talar torsos hasta una hora prudente en la que no me pueda pillar la policia y vuelvo a casa diciendo:

ACABO DE LUCHAR CONTRA 5 MILLONES DE MADRILEÑOS Y HE GANADO, ES MÁS, NI ME HAN TOCADO UN PELO.

En las peleas multitudinárias el problema reside en los tontos que se meten a separar y acaban recibiendo, además no suelen ser del tipo 20 contra dos, sino más bien dos tios que le pegaban a todo lo que se meneara fuese amigo o enemigo en la que la mayoría de los que recibieron solo pasaban por ahí u intentaban parar la pelea... así que la mayoría no son grandes jestas, sino la idealización de algún psicópata cascándole a todo lo que pasaba al alcance de sus manos.

Además, el peor amigo que se puede tener es el que al tratar de separarte te agarra a ti, hay que ser subnormal profundo rematado, así el otro puede percutirte la cara sin problemas porque de la cintura te agarra la estúpida de tu novia y del brazo un amigo mientras gritan: ¡No Jonny, No!, ¡No merece la pena! y te vuelven a soltar otro meco en el jetoleno.

Así que la próxima vez que querais separar a un amigo... ¡¡¡SE AGARRA AL OTRO DESGRACIADOS!!!.

Quién eres, maricón
 
Winner de Lavida rebuznó:
Quién eres, maricón

0.jpg

Yo una vez, estando en Niu Llorc, en una pachanga callejera gané a
Jordan, Barkley y Olajuwon. I is Winner de Lavida.
 
Yo tenía unos colegas que veraneaban habitualmente en Laredo. Los que no teníamos casa, pero íbamos ocasionalmente a salir de bares, nos arrejuntábamos con ellos, quienes después de todo conocían mejor el ecosistema, los baretos y las escapatorias, y estaban además acostumbrados a hacer mil gamberradas y perrerías a los locales.

Al parecer la rivalidad entre los aborígenes (aka "pejinos") y los bilbaínos residentes era (y sigue siendo) bastante enconada, estando las peleas de bar, levantamiento de novia y demás machadas etílicas en el orden del día.

Normalmente para cuando llegábamos en coche desde Bilbao, estos colegas ya tenían un pedal considerable así que nos llevaban un par de horas de ventaja en el viaje al coma etílico.

Una vez, habiéndose metido en el cuerpo más tequila que en la boda de Pancho Villa, y ante algunas provocaciones de los locales, no se les ocurrió otra cosa que mangar el extintor de uno de los bares, metérselo al más gordo por debajo de la amplia chupa, sacarlo del local, y una vez fuera, con él, rociar toda la plazoleta que está en frente de la calle Santa María. Aquel coqueto enclave del casco viejo se transformó en pleno verano en un blanco paraje alpino.

La escena terminó con una cadeneta al estilo Benny Hill, con los bilbaínos borrachos corriendo delante atropelladamente, los pejinos igualmente tajados detrás, y finalmente un par de patrullas de la policida local detras de todos ellos.

Al final consiguieron llegar a la oscuridad de la playa y allí desistieron todos los perseguidores de prosegir con la caza del bilbaíno.

Para entender el nivel suicida que alcanzaban estos niños bien descerebrados, contar otra anécdota que recuerdo, uno de ellos se quedó en un bar desenganchado del grupo, debido a que cuando los colegas le dijeron "oye que nos piramos a otro bar" su cerebro ya solo podia procesar ruido blanco y ni se enteró y ahí se quedó pegado al cubata.

Total que no se le ocurre otra cosa que a la de un rato, levantarse e ir a donde un nutrido grupo de pejinos, y entrarle directamente a la novia de uno de ellos. Así, el solo. Le empezaron a llover las hostias a granel y el se defendió como se suele hacer en estas situaciones, repartiendo lo que se pueda hasta que te derriban hecho una pulpa sanguinolenta.

Así quedó este colega que al día siguiente despertó en el hospital con más cardenales que en el bingo del Vaticano, y se preguntó qué habría pasado el día anterior para terminar así y por qué cojones no le habrían defendido los colegas.
 
Saliendo de Atocha íbamos un amigo y yo dirección a Kapital (cuando estaba bien, no la mierda que es ahora) para ver si lográbamos tocar pelillo púbico en su cine.

De repente dos gitanos nos pararon uno delgadillo con navaja sidrosa en mano y el otro un armario con pelazo a lo The Rock en Hercules. Mi amigo que era un poco lelo aunque mayor que yo dos años, yo tenía 17 años, se cagó por las patas abajo cuando el gitanillo le pidió el reloj, se puso nervioso y no se lo podía quitar.

Yo avispado como el que más le dije al farruquín que se lo quitase él...este, con ojos lujuriosos se guardó la navaja y se puso a intentar quitarle el reloj.
En ese momento mi puño se convirtió en el martillo de Thor y le asesté un hostiazo (se escribe con "h" hijos puta) que retumbó en todo atocha como la bomba mora. El gitanillo se derrumbó sangrando por su tocha e inmediatamente fui a por el otro armario que al verme la cara de loco emprendió la huida con su pelo ondeando al viento.
Unos gitanos que nos observaban a lo lejos y que seguramente iban con estos dos lerdos, hicieron gesto de venir pero no lo hicieron porque mucha gente se había percatado y ya nos habían rodeado en el típico rondo morboso buscando ver sangre.

En ese momento se produjo uno de los momentos más LoL de mi vida...el gitanillo con una mano en su nariz sangrando y la otra con la navajilla temblando desde el suelo le dijo a mi amigo, que se había quedado paralizado, que le diese el reloj ¡Eh mio! ¡el reló eh mio! ¡Dameló!
Medio riéndome le solté un par de patadas mientras seguía repitiendo de forma patética y llorando el mismo mantra cual catalán pidiendo votar por la independencia. Vi muchas risas entre la gente, incluso de viejas cotillas.

Lo mejor de estas historias es recordarlas con los amigos y seguramente muchos de esos espectadores la habrán compartido con sus allegados.

Me gustaría saber que fue de aquel gitanillo para darle un abrazo fraternal...¿habrá muerto?


Pd: Toqué pelillo gracias a contar lo que nos había pasado a unas zorras..
 
Ahora parece que el tio Win se arrepiente de haber cambiado de personalidad.
Con lo que hubiera triunfado forilmente a dia de hoy mostrando tan solo su avatar. Que conste que en su día ya le indicábamos que no iba a triunfar tanto con otra personalidad. (¡ Qué ♪ioputezlol♫ tenía el muy ♪ioputal♫ !)

Me ha recordado Semp alguna anécdota de lo cowards que son los tábanos cuando se ven 1:1, pero voy con otra.

Una que me recuerda al [j]elipollas del Duendec, una personalidad parecida.
Un hamijo, así como canijo, muy de correr él, muy apocado, y que con el tiempo y el alcoholismo que cada vez se le acentúa, pues va sacando su geniecillo. Eso si, y al igual que el mentado exconforero, a destiempo.
Resulta que por su barrio había un rumano medio yonki, que atracaba viejas y tiendecitas. Y mi hamijo, que es rubio y delgado, se ajustaba a la descripción, y una ♪pura♫ vieja le señaló ante la police.
Le llamaron para que fuera a comisaría a declarar y tal. Como sea que le interrogaron 2 polis, y uno hacía el papel de malo, el [j]elipollas de mi imaginario, se puso nerviosín y no se le ocurre otra que:
- "Pues ahora me vas a dar tu número de placa". :face:

Resultado final:
- Inocente, porque no era él el atracador, así de sencillo.
- Pero le imputaron para el juicio, y le metieron 48h en el calabozo así como de preventivo; durmió 2 días rodeado de buenas gentes, cosa que al parecer está en las competencias extrajudiciales de un poli, si le tocas los webs y todo ello por el lol.

l◄arma karcelaria
 
Uno de los pocos fines de semana que funcionó el coche que tenía con 19 años (Para más señas buscar en el hilo del Cocreta), LLené el coche de pollas y nos fuimos a Playa de Aro. Lugar famoso conocido por su facilidad para encontrar ayunte.

De 4 maromos que ibamos, el propietario del vehiculo fue el único que no ligo, y por tanto se puso tibio de Vodkas con Lima (Bebida de Putas).

Me rallé de estar solo y me fui para casa. Me paró la policía, y cómo era incapaz de bajar la ventanilla, el Sr agente, amablemente me abrió la puerta y me caí a la calle. Aún así el agente me preguntó si había bebido. Me hicieron la prueba de alcoholemia y lo borde... Estando allí retenido, le solté al policía que si no sabía quien era mi padre???, Que me dejase ir a una cabina para llamarle. El policía accedió.

A la hora llegó mi padre, y lo primero que hizo fue darme una galleta que me giró la cara. Los policias empezaron a sonreir, pero cuando uno de ellos dijo que si que conocia mi padre, que era Bud Spencer, se descojonaron vivos.

Menos mal que debido al coche que tenía casí que no conducía.....


Salut!
 
Con 14 años iba con unos amigos dando mi primer paseo en solitario, sin adultos, por Salamanca cuando un yonki nos pidió cinco duros. Buena gente que era yo le dije que es que no tenía cambio y saqué una moneda de 100, me la cogió de la mano y se metió a un bar. Y yo detrás de él. Al cabo de un rato le digo al tio que si no me va a dar la vuelta, el yonki me miró y se sorprendió, no sabía que le había seguido. Así que ni corto ni perezoso me enseñó una jeringa, eran los 80, y me dijo que me fuera o me clavaba el sida. Pues clávamelo, pero dame la vuelta, le dije. Volvió a insistir en lo de la chusta y yo con las mismas. Al final sacó la moneda para cambiarla y se la quité de la mano, ahora te quedas sin ná, le dije mientras salía del bar.
 
Perrino, leyendo tu historia me acorde de una muy buena.

Un amigo mio un sabado de estos de invierno, salio tarde e iba solo a la zona de bares y discotecas por donde nos soliamos ver, total que hay que cruzar un parque bastante oscuro y solitario, le salio un yonki al paso y le pidio algo de dinero, mi colega le dijo que le daba algo pero le tenia que dar algunas monedas de vuelta por que si no se quedaba sin dinero para entrar a la discoteca, el yonki le dijo que sin problema, total que mi amigo le dio 100 ptas y el yonki le devolvio 400 :lol:.

Nos invito a un par de cachis y todo.
 
Esta anécdota me la contaron hace ya mucho tiempo y se trata de cierto local al que curiosamente iban a tomar cafeses toda una clase de practicantes de cierta arte marcial sanguinaria de esas que tienen un nombre raro que entrena patadas voladoras y llaves rompebrazos.

Pues resulta que estando el bar repleto a una hora poco prudente del domingo por la mañana (esos bares que dan almuerzos a esas horas), donde esta gente sana y deportista, tarados eso si, pero sanos y deportistas, estaban sentados aplicando combos a sus desayunos ya que habían quedado para coger los coches y marcharse a sabe dios donde a ver una competición de esas de repartir hostias como panes por un trofeo.

En ese momento entraban por la puerta dos individuos con claros indicios de haber estado toda la noche rascando yeso de la pared y bebiendo mentas poleo a ponerse como el culo pidiendo bebercios y viandas, vestidos además con ropajes adidash que hacía siglos que no habían visto una lavadora.

Cuando llega la hora de pagar los individuos de los ilustres chándales hacen saber al camarero (un melenas propietario del local que caía bien a todo el mundo, conozco el sitio) que por sus cojones no les daba la gana de pagar. Hay que añadir, que según contaban, estos dos individuos habían estado tocando los cojones de todos los parroquianos, los cuales, por las malas pintas de los increpadores, permanecían aletargados por su instinto de autoconservación.

En un momento dado, al grito de "no te pago gilipollas porque no me sale de los cojones", salen del local a pie y tan tranquilamente como el que sale de comprar el pan. En ese mismo instante 120 kilogramos de músculo se levantan de una de las mesas al fondo del bar, hasta las cuales no habian llegado los ilustres protagonistas, al grito "si pago yo estos pagan por mis santos cojones" y sale disparado hacia la puerta seguido por otros 10 o 12 cuerpos que a buen recaudo superarían la tonelada de carne.

Los cojen justo en la puerta, agarran por el cuello, desde atrás al primero, lo levantan, le dan la vuelta y uno de ellos le da un bofetón tipo padre a mano abierta que le vuela la gorra que llevaba puesta, gira 180º y desorientado sigue su camino como si nada hubiese pasado, eso si, haciendo unas eses de puta madre y sujetándose con las dos manos la media cara, su acompañante trata de golpear, sin éxito, y recibe un cúmulo de bofetones a palma y de rebés mientras que con la otra mano lo sujeta, el mismo que le está dando, de la solapa con los pies sin hacer suelo, izquierda, derecha, izquierda, derecha, a tal velocidad, que cuentan que cuando daba la segunda era cuando se escuchaba la primera.

El primer tipo, a lo tonto se ha ido alejando, pero con el otro están jugando un rondo, se lo pasan entre ellos a sopapo limpio, siempre con la mano abierta, ¡plas! al siguiente, hasta que el tío, con los carrillos rojos como latas de cocacola cae al suelo donde le quitan la cartera, cojen el dni y le dice uno de ellos en tono amenazador que helaría la sangre de Chuck Norris y Steven Seagal: "Bien, Jose María (nombre inventado) Tal y Tal, ahora ya se quien eres, entra en el bar, que han llamado a la policia y te sientas a esperar en un taburete como un niño bueno y que no me entere yo que te has ido sin esperar". Tras esto se guarda el dni en el bolsillo y le pega con su propia cartera en la cara, se la arroja encima y pasan por encima de el escupiéndole conforme pasaban por su lado.

Entran en el bar de nuevo, le dan el dni al melenas, le indican donde se tiene que sentar a esperar y se van a terminar su desayuno.

Los del gimnasio ya se habían ido y el tío esperó aún media hora hasta que llegaron los municipales (ya sabemos las prisas que tienen para según que cosas), los cuales, tras 5 minutos hablando con el tipo en cuestión lo acompañaron a un cajero automático donde sacó dinero y pago al melenas propietario del bar (que el muy capullo no debería de tener para tarjetas, aunque suena raro y tal vez el municipal le diera la pasta o vayase usted a saber que) que le devolvió el dni (sin que los municipales dijeran ni mu).

Según cuentan el policía lo reconoció y lo llamó por su nombre, así que a buen recaudo eran viejos conocidos del tipo "que raro que seas tu", tras esto, se marchó a su casa a terminar de dormir caliente.

La gorra que supuestamente voló se la quedó el que me contó la historia.

Moraleja: Siempre hay uno más grande y más cabrón que tu.
 
Senior Putas rebuznó:
Esta anécdota me la contaron hace ya mucho tiempo y se trata de cierto local al que curiosamente iban a tomar cafeses toda una clase de practicantes de cierta arte marcial sanguinaria de esas que tienen un nombre raro que entrena patadas voladoras y llaves rompebrazos.

Pues resulta que estando el bar repleto a una hora poco prudente del domingo por la mañana (esos bares que dan almuerzos a esas horas), donde esta gente sana y deportista, tarados eso si, pero sanos y deportistas, estaban sentados aplicando combos a sus desayunos ya que habían quedado para coger los coches y marcharse a sabe dios donde a ver una competición de esas de repartir hostias como panes por un trofeo.

En ese momento entraban por la puerta dos individuos con claros indicios de haber estado toda la noche rascando yeso de la pared y bebiendo mentas poleo a ponerse como el culo pidiendo bebercios y viandas, vestidos además con ropajes adidash que hacía siglos que no habían visto una lavadora.

Cuando llega la hora de pagar los individuos de los ilustres chándales hacen saber al camarero (un melenas propietario del local que caía bien a todo el mundo, conozco el sitio) que por sus cojones no les daba la gana de pagar. Hay que añadir, que según contaban, estos dos individuos habían estado tocando los cojones de todos los parroquianos, los cuales, por las malas pintas de los increpadores, permanecían aletargados por su instinto de autoconservación.

En un momento dado, al grito de "no te pago gilipollas porque no me sale de los cojones", salen del local a pie y tan tranquilamente como el que sale de comprar el pan. En ese mismo instante 120 kilogramos de músculo se levantan de una de las mesas al fondo del bar, hasta las cuales no habian llegado los ilustres protagonistas, al grito "si pago yo estos pagan por mis santos cojones" y sale disparado hacia la puerta seguido por otros 10 o 12 cuerpos que a buen recaudo superarían la tonelada de carne.

Los cojen justo en la puerta, agarran por el cuello, desde atrás al primero, lo levantan, le dan la vuelta y uno de ellos le da un bofetón tipo padre a mano abierta que le vuela la gorra que llevaba puesta, gira 180º y desorientado sigue su camino como si nada hubiese pasado, eso si, haciendo unas eses de puta madre y sujetándose con las dos manos la media cara, su acompañante trata de golpear, sin éxito, y recibe un cúmulo de bofetones a palma y de rebés mientras que con la otra mano lo sujeta, el mismo que le está dando, de la solapa con los pies sin hacer suelo, izquierda, derecha, izquierda, derecha, a tal velocidad, que cuentan que cuando daba la segunda era cuando se escuchaba la primera.

El primer tipo, a lo tonto se ha ido alejando, pero con el otro están jugando un rondo, se lo pasan entre ellos a sopapo limpio, siempre con la mano abierta, ¡plas! al siguiente, hasta que el tío, con los carrillos rojos como latas de cocacola cae al suelo donde le quitan la cartera, cojen el dni y le dice uno de ellos en tono amenazador que helaría la sangre de Chuck Norris y Steven Seagal: "Bien, Jose María (nombre inventado) Tal y Tal, ahora ya se quien eres, entra en el bar, que han llamado a la policia y te sientas a esperar en un taburete como un niño bueno y que no me entere yo que te has ido sin esperar". Tras esto se guarda el dni en el bolsillo y le pega con su propia cartera en la cara, se la arroja encima y pasan por encima de el escupiéndole conforme pasaban por su lado.

Entran en el bar de nuevo, le dan el dni al melenas, le indican donde se tiene que sentar a esperar y se van a terminar su desayuno.

Los del gimnasio ya se habían ido y el tío esperó aún media hora hasta que llegaron los municipales (ya sabemos las prisas que tienen para según que cosas), los cuales, tras 5 minutos hablando con el tipo en cuestión lo acompañaron a un cajero automático donde sacó dinero y pago al melenas propietario del bar (que el muy capullo no debería de tener para tarjetas, aunque suena raro y tal vez el municipal le diera la pasta o vayase usted a saber que) que le devolvió el dni (sin que los municipales dijeran ni mu).

Según cuentan el policía lo reconoció y lo llamó por su nombre, así que a buen recaudo eran viejos conocidos del tipo "que raro que seas tu", tras esto, se marchó a su casa a terminar de dormir caliente.

La gorra que supuestamente voló se la quedó el que me contó la historia.

Moraleja: Siempre hay uno más grande y más cabrón que tu.
la verdad es que esas bofetadas sobrecojedoras, duelen mas en el alma que que te rompan la cara con un puño americano.

un dia, un pavo que me caia fatal de mis antiguos compañeros de curro, se metio en una movida con otra peña que estaba haciendo botellon a 10 metros de nosotros. un puto bizco que aun se la tengo jurada.

Total que los del otro grupo, se encanaron con el y cuando ya lo habian puesto violeta entero a ostias, se vinieron para nosotros que ni sabiamos de que el torrija este habia pillado y se pusieron a repartir.

A una tia que estaba a mi lado le dieron un bofeton que le deshicieron una coleta, y a mi, que estaba tranquilamente buscando el ron en una bolsa, me cayo un sopapo, que me cambio la raya del pelo de lado.


luego los tios se pusieron a disculparse y tal, pero yo en cuanto me dejo de lagrimear el ojo derecho, al primero que pille, le estampe un pedrolo en la chepa, que porque no pude levantarlo mas arriba, que si no le endiño en la puta calva.

encima mi madre me echo la peta por no llamar a la policia "tu le denuncias y aunque salga inocente, sabemos donde vive, que eres tonto benito".
 
Hace unos años fui con unos amigos a hacer botellón por el centro, ya que eran las fiestas del orgusho y se podía beber sin miedo a que los vandeazul te multaran. El caso es que, tras pimplar lo nuestro, fuimos a Huertas al típico garito de pachangueo, su portero negro y sus copas de cicuta, a mover el esqueleto (expresión para el otro hilo) y buscar amistad y lo que surgiera con los ejemplares que se pusieran por delante.

En esto que uno de mis amigos empieza a sentir reflujos y sale con otro a que le de el aire de la capital; se pone a echar la papilla tranquilamente, hasta que un par de jambos, creo que argentinos, que estaban comiendo un cacho de pizza empiezan a meterse con él, diciendo que se fuera a dar asco a otro sitio. Mi colega, que es bajito pero tiene una relación tamaño-fuerza descomunal, deja de potar por pura mala leche y les dice que qué. Los fulanos eran uno de estatura normal y uno bien tocho, y se crecieron al ver que mis amigos eran más bien enclenques, por lo que el alto se acercó y sin previo aviso le soltó un galletón al colega que había estado haciendo el Pollock en la acera.

Yo estaba a lo mio en el garito, fraguando un posible rollo a base de movimientos de cadera Jarvis Cocker style y frases tontas como ellas solas, cuando veo entrar a mis colegas muy alterados y nos dicen al que se había quedado conmigo y a mi lo que había pasado, aunque más a mi colega que es un vigardo gordo, un Bud Spencer, porque de lo que se trataba era de buscar refuerzos y yo soy pacifista (marica). Todo era un barullo, nos vimos siguiendo a mi colega el Pollock que ni nos dijo a por quién iba, dos de nosotros intentando retenerle, sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) porque llevaba un hermoso vaso de tubo en la mano, y el Spencer intentando enterarse todavía de la movida.

En esto que Pollock va hacia un grupo de tios que estaban ya a otra cosa y le rompe el vaso en la cara a uno de ellos con toda la mala follá del mundo, mientras vemos al vigardo que le había cruzado la cara echar por patas como si perdiera el autobús. Yo sujeté a uno que se iba a meter, aunque inútilmente ya que mi colega ya había desaparecido tras el tocho, haciéndose con una litrona por el camino para realizar otra estampada. Vamos corriendo detrás hacia la calle dónde se habían metido cuando de la nada salen tres municipales que agarran a mi colega y lo inmovilizan planchándole contra la pared.

Fue todo un desastre luego, pero me sentí orgulloso de que mi colega, más bueno que el pan pero duro, dejara al fulano fuera de juego y a otro que le sacaba dos cabezas corriendo como una maricona.

Hezditado, que uno no es de ladrillacos y se despista :roll:
 
B0BBY Perú rebuznó:
Hace unos años fui con unos amigos a hacer botellón por el centro, ya que eran las fiestas del orgusho y se podía beber sin miedo a que los vandeazul te multaran. El caso es que, tras pimplar lo nuestro, fuimos a Huertas al típico garito de pachangueo, su portero negro y sus copas de cicuta, a mover el esqueleto (expresión para el otro hilo) y buscar amistad y lo que surgiera con los ejemplares que se pusieran por delante. En esto que uno de mis amigos empieza a sentir reflujos y sale con otro a que le de el aire de la capital; se pone a echar la papilla tranquilamente, hasta que un par de jambos, creo que argentinos, que estaban comiendo un cacho de pizza empiezan a meterse con él, diciendo que se fuera a dar asco a otro sitio. Mi colega, que es bajito pero tiene una relación tamaño-fuerza descomunal, deja de potar por pura mala leche y les dice que qué. Los fulanos eran uno de estatura normal y uno bien tocho, y se crecieron al ver que mis amigos eran más bien enclenques, por lo que el alto se acercó y sin previo aviso le soltó un galletón al colega que había estado haciendo el Pollock en la acera. Yo estaba a lo mio en el garito, fraguando un posible rollo a base de movimientos de cadera Jarvis Cocker style y frases tontas como ellas solas, cuando veo entrar a mis colegas muy alterados y nos dicen al que se había quedado conmigo y a mi lo que había pasado, aunque más a mi colega que es un vigardo gordo, un Bud Spencer, porque de lo que se trataba era de buscar refuerzos y yo soy pacifista (marica). Todo era un barullo, nos vimos siguiendo a mi colega el Pollock que ni nos dijo a por quién iba, dos de nosotros intentando retenerle, sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) porque llevaba un hermoso baso de tubo en la mano, y el Spencer intentando enterarse todavía de la movida. En esto que Pollock va hacia un grupo de tios que estaban ya a otra cosa y le rompe el vaso en la cara a uno de ellos con toda la mala follá del mundo, mientras vemos al vigardo que le había cruzado la cara echar por patas como si perdiera el autobús. Yo sujeté a uno que se iba a meter, aunque inútilmente ya que mi colega ya había desaparecido tras el tocho, haciéndose con una litrona por el camino para realizar otra estampada. Vamos corriendo detrás hacia la calle dónde se habían metido cuando de la nada salen tres municipales que agarran a mi colega y lo inmovilizan planchándole contra la pared. Fue todo un desastre luego, pero me sentí orgulloso de que mi colega, más bueno que el pan pero duro, dejara al fulano fuera de juego y a otro que le sacaba dos cabezas corriendo como una maricona.

me lo he leido todo, con dolor y tal, a estas alturas de la pelicula, el termino "parrafo" te deberia ser familiar, cabronazo.
 
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