¿Condenados a la Soledad?
Entiendo que lo que finalmente se desprende del sentimiento misógino no es sino la constatación de que el hombre no encuentra una compañía que consiga llenar su fuero interno, una Saray que le traiga paz y progenie a su Canaán particular.
Y lo particularmente interesante no es que no lo haga por ineptitud social, sino que realmente existe una disociación entre el sujeto y el objeto. No es cuestión de valorar ahora a aquel enajenado que por biopsicología queda fuera de los marcos de 'lo normal' y no consigue una adaptación óptima al medio. No, lo que aquí expongo es si aquel que consigue las metas vitales presumibles para cualquiera (bienestar físico, social y afectivo) puede o no llegar a una realización plena, a una suerte de felicidad no relativa, en la medida en que pueda sentirse parte fundante de una realidad común, y no un lobo estepario.
En tanto que zóon politikon nos hallamos inmersos en un complejo social en la que tenemos que interactuar con otros semejantes, pues este es nuestro mecanismo de supervivencia. Ahora bien, en cuanto a individuos muchas veces nos cuesta entrar en la dinámica comunitaria, con unas leyes y unas premisas que no consideramos como nuestras. En cuanto a esto, la relación directa con los demás aparece como viciada y se dificulta la comprensión del otro, que tantas veces es tratado como un simple medio más de cara a nuestros fines personales.
Así, muchas veces es defendida esa tesis hobbeana del todos contra todos, que supongo que aquí tendrá sus adeptos, donde lo único que priman son los intereses del Actor individual y el cómputo comunal no es más que un mal necesario para protegernos de otras alimañas y males.
Llegado a este punto, el hombre tantas veces parece un desterrado Caín, marcado para la eternidad teniendo que vagar por la tierra sin encontrar asentamiento al que llamar hogar, o en nuestro modo de vida, amigos en los que confiar y pareja a la que querer.
Dejo un par de ideas más en el tintero, pero el eje de este primer post lo veo en: ¿No tenemos lo que queremos o más bien no queremos lo que tenemos?

Entiendo que lo que finalmente se desprende del sentimiento misógino no es sino la constatación de que el hombre no encuentra una compañía que consiga llenar su fuero interno, una Saray que le traiga paz y progenie a su Canaán particular.
Y lo particularmente interesante no es que no lo haga por ineptitud social, sino que realmente existe una disociación entre el sujeto y el objeto. No es cuestión de valorar ahora a aquel enajenado que por biopsicología queda fuera de los marcos de 'lo normal' y no consigue una adaptación óptima al medio. No, lo que aquí expongo es si aquel que consigue las metas vitales presumibles para cualquiera (bienestar físico, social y afectivo) puede o no llegar a una realización plena, a una suerte de felicidad no relativa, en la medida en que pueda sentirse parte fundante de una realidad común, y no un lobo estepario.
En tanto que zóon politikon nos hallamos inmersos en un complejo social en la que tenemos que interactuar con otros semejantes, pues este es nuestro mecanismo de supervivencia. Ahora bien, en cuanto a individuos muchas veces nos cuesta entrar en la dinámica comunitaria, con unas leyes y unas premisas que no consideramos como nuestras. En cuanto a esto, la relación directa con los demás aparece como viciada y se dificulta la comprensión del otro, que tantas veces es tratado como un simple medio más de cara a nuestros fines personales.
Así, muchas veces es defendida esa tesis hobbeana del todos contra todos, que supongo que aquí tendrá sus adeptos, donde lo único que priman son los intereses del Actor individual y el cómputo comunal no es más que un mal necesario para protegernos de otras alimañas y males.
Llegado a este punto, el hombre tantas veces parece un desterrado Caín, marcado para la eternidad teniendo que vagar por la tierra sin encontrar asentamiento al que llamar hogar, o en nuestro modo de vida, amigos en los que confiar y pareja a la que querer.
Dejo un par de ideas más en el tintero, pero el eje de este primer post lo veo en: ¿No tenemos lo que queremos o más bien no queremos lo que tenemos?
