LeChuck
Freak total
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Que pasa.
A lo largo de mi vida intenté aprender a dibujar varias veces, siempre abandonándolo por asuntos de mayor importancia. Es una de las tres espinas clavadas que tengo en esta vida, junto con tocar la guitarra, y mantener relaciones intimas con una mujer.
Tengo cierta base, pero es un nivel tirando a bajo que para nada se puede comparar al de alguien que realmente sepa dibujar, aunque no sea muy bien. Tal vez ya hayáis visto algún dibujo mío por el foro. Son cosas hechas a mano con el ratón en Photoshop. La diferencia es que en Photoshop puedo borrar y rehacer una pierna mil veces hasta dibujarla bien, y sobre el papel jamás podría obtener el mismo resultado a la primera.
Este anhelo se juntó con un nuevo hobby que creí que merecía la pena poner en práctica. Hablo del urban sketching, que no sé si tiene traducción pero viene a ser sentarse en la calle y dibujar lo que sea que tengas delante con las herramientas que creas convenientes. La norma es hacerlo en vivo y en directo, a pesar de las carencias de materiales. No pasa nada porque sea imperfecto. De hecho es natural que quede un poco regulero, y ahí queda el encanto. Y de hecho es eso lo que lo hace accesible. No hay que ser un máquina para empezar.
Cuando yo he viajado a sitios y he hecho fotos, al volver a casa siempre se me antojaban insuficientes. No me llenaban del todo. Y es por eso que mi plan es empezar a aprender a dibujar de esta manera, sin pretender adquirir un gran nivel, para plasmar en papel esos lugares que me gusten, y tener ese recuerdo un poco más personal que una foto o un imán.
En esto del urban sketching hay tantos estilos como personas lo practican. Es muy curioso ver como, al dejar a un lado la técnica pura, emerge el estilo personal de cada uno, y nunca hay dos iguales. Los hay que tienen un tufillo anticuado muy cutre, los hay que dibujan putas mierdas propias de un niño de ocho años:
Y los hay que hacen auténticas obras maestras:
Y entre medias todos los niveles de detallismo y maestría que os imaginéis.
De la misma forma las herramientas son diferentes también. Lápiz, boli, pluma, acuarela, rotuladores. Hay quien necesita un cuaderno pequeño y un lápiz, y quien monta el caballete y despliega mil pinturas ahí en medio de la calle. Yo creo que me decantaré, cuando llegue el momento, por hacer un boceto general en lápiz desde algún rincón discreto y luego en casa ya me dedicaré a mejorarlo.
Mi plan es ir comentando mis progresos al menos durante todo el 2019. Os voy a poner algunas mierdas que he hecho. Debo remarcar que llevo un mes y medio máximo dibujando, y que la última vez que lo había hecho (sin contar Photoshop) fue hace unos cuantos años. También debo subrayar que todo lo que haga hasta por lo menos marzo es puramente precalentamiento, ya que tengo otros asuntos más importantes y dibujo cuando puedo.
Lo primero que hice fueron un par de dibujos de fotos en el ordenador, con un boli bic y papel cuadriculado. Sin planificar, sin tomármelo en serio. Bastante lamentables. Así que ni siquiera los conservé. Luego hice otro con un folio en blanco y boli negro, con cuidado, vigilando los ángulos, mirando y remirando la foto (era un puente del pueblo de mi padre). Quedó bastante mejor, y de hecho casi podría haberlo dado por aprobado bajo mi propio criterio, que no es precisamente blando. El caso es que luego probé a pintarlo con unas acuarelas para niños que tengo por ahí y lo jodí, ya que la tinta del boli no era a prueba de agua (primer tropiezo) y se corrió.
Vamos a ello. Sin vergüenza.
Un pincho muy popular en la calle Laurel, la zona de pinchos de Logroño. Champiñones con gambas y una salsa secreta (la foto modelo era de internet). Observad los sombreados. Oía tiros y no sabía por donde. Los dibujos estaban numerados. Como digo, esto tiene un mes y medio como mucho.
Manzana, pera y pimiento sobre mi escritorio. Por pura intuición sabía que los sombreados realizados con rayas paralelas y cruzadas dan mejor resultado que a lo loco (sobre todo en boli), pero todavía no andaba muy fino. Aun así se aprecia mejoría del dibujo 4 al 5. la sombra también ayuda a crear la ilusión de tridimensionalidad. aprender a dibujar sombras es básico.
Una pequeña jarra. Después de haber visto un tutorial descubrí que el sombreado a rayas que mencionaba se llama cross hatching. Es una técnica con la cual se representan las sombras (y brillos) dejando en blanco las zonas más brillantes del dibujo y rayando en diferentes niveles las zonas oscuras. Por ejemplo podemos empezar con una serie de lineas a 45º cubriendo toda la zona de sombra, y luego, en una zona más reducida y oscura trazamos lineas en la dirección opuesta, de tal forma que estaríamos dibujando una cuadricula. Luego, en zonas todavía más oscuras dibujaríamos lineas horizontales, y en puntos casi negros, lineas verticales.
Eso es la teoría básica. Luego para obtener formas orgánicas y sensación de profundidad las lineas realmente deben seguir la curvatura de los objetos que estemos dibujando.
Lo que más cuesta es frenar el impulso de hacer rayas rápido y sin control, y tomarnos nuestro tiempo dibujando cada una con cuidado y respetando un espaciado regular entre cada una. Es un trabajo muy lento y laborioso pero que ofrece resultados muy buenos.
También ayudó a mejorar el dibujo el rotulador gris que usé, que alguien se olvidó en un autobús somewhere. No es un rotulador cualquiera. Tiene cabeza de pincel, que son muy utilizados para el urban sketching.
Un salto importante. Un plátano dibujado sobre mi escritorio con una técnica más depurada. El cross hatching va muy bien para texturas orgánicas, y no tanto para dibujar fachadas de edificios, que es lo que pretendo, principalmente. Aunque si va bien para cualquier tipo de sombra. Nótese como cubrí el platano de trazos, sin acordarme de dejar en blanco donde debía estar la zona más brillante. En cualquier caso estoy contento con ese dibujo. Sé, también, que aunque vaya mejorando siempre puedo caer hasta la casilla de salida si no me ando con cuidado al dibujar. Un buen dibujo no salva al siguiente de ser una basura.
La casa de cristal de Madrid basada en una fotografía que tenía por el ordenador. Este dibujo fue laborioso de cojones y al final lo usé para hacer experimentos. Hay errores de perspectiva, un viandante hecho como el culo (tengo que solucionar eso), y ya dos colores, aunque el amarillo era demasiado fuerte (la foto original esta bañada de amarillo, de todas formas). Las sombras proyectadas de la estructura del edificio y los arboles detrás quedaron guay en algunas partes y mal en otras. Y simplemente es porque las que quedaron bien estaban basadas en la foto original y las otras me las inventé. Cuando veo este dibujo hay algo que me chirría, y no hablo de todos los errores obvios. Luego lo comento.
A lo largo de mi vida intenté aprender a dibujar varias veces, siempre abandonándolo por asuntos de mayor importancia. Es una de las tres espinas clavadas que tengo en esta vida, junto con tocar la guitarra, y mantener relaciones intimas con una mujer.
Tengo cierta base, pero es un nivel tirando a bajo que para nada se puede comparar al de alguien que realmente sepa dibujar, aunque no sea muy bien. Tal vez ya hayáis visto algún dibujo mío por el foro. Son cosas hechas a mano con el ratón en Photoshop. La diferencia es que en Photoshop puedo borrar y rehacer una pierna mil veces hasta dibujarla bien, y sobre el papel jamás podría obtener el mismo resultado a la primera.
Este anhelo se juntó con un nuevo hobby que creí que merecía la pena poner en práctica. Hablo del urban sketching, que no sé si tiene traducción pero viene a ser sentarse en la calle y dibujar lo que sea que tengas delante con las herramientas que creas convenientes. La norma es hacerlo en vivo y en directo, a pesar de las carencias de materiales. No pasa nada porque sea imperfecto. De hecho es natural que quede un poco regulero, y ahí queda el encanto. Y de hecho es eso lo que lo hace accesible. No hay que ser un máquina para empezar.
Cuando yo he viajado a sitios y he hecho fotos, al volver a casa siempre se me antojaban insuficientes. No me llenaban del todo. Y es por eso que mi plan es empezar a aprender a dibujar de esta manera, sin pretender adquirir un gran nivel, para plasmar en papel esos lugares que me gusten, y tener ese recuerdo un poco más personal que una foto o un imán.
En esto del urban sketching hay tantos estilos como personas lo practican. Es muy curioso ver como, al dejar a un lado la técnica pura, emerge el estilo personal de cada uno, y nunca hay dos iguales. Los hay que tienen un tufillo anticuado muy cutre, los hay que dibujan putas mierdas propias de un niño de ocho años:
Y los hay que hacen auténticas obras maestras:
Y entre medias todos los niveles de detallismo y maestría que os imaginéis.
De la misma forma las herramientas son diferentes también. Lápiz, boli, pluma, acuarela, rotuladores. Hay quien necesita un cuaderno pequeño y un lápiz, y quien monta el caballete y despliega mil pinturas ahí en medio de la calle. Yo creo que me decantaré, cuando llegue el momento, por hacer un boceto general en lápiz desde algún rincón discreto y luego en casa ya me dedicaré a mejorarlo.
Mi plan es ir comentando mis progresos al menos durante todo el 2019. Os voy a poner algunas mierdas que he hecho. Debo remarcar que llevo un mes y medio máximo dibujando, y que la última vez que lo había hecho (sin contar Photoshop) fue hace unos cuantos años. También debo subrayar que todo lo que haga hasta por lo menos marzo es puramente precalentamiento, ya que tengo otros asuntos más importantes y dibujo cuando puedo.
Lo primero que hice fueron un par de dibujos de fotos en el ordenador, con un boli bic y papel cuadriculado. Sin planificar, sin tomármelo en serio. Bastante lamentables. Así que ni siquiera los conservé. Luego hice otro con un folio en blanco y boli negro, con cuidado, vigilando los ángulos, mirando y remirando la foto (era un puente del pueblo de mi padre). Quedó bastante mejor, y de hecho casi podría haberlo dado por aprobado bajo mi propio criterio, que no es precisamente blando. El caso es que luego probé a pintarlo con unas acuarelas para niños que tengo por ahí y lo jodí, ya que la tinta del boli no era a prueba de agua (primer tropiezo) y se corrió.
Vamos a ello. Sin vergüenza.
Un pincho muy popular en la calle Laurel, la zona de pinchos de Logroño. Champiñones con gambas y una salsa secreta (la foto modelo era de internet). Observad los sombreados. Oía tiros y no sabía por donde. Los dibujos estaban numerados. Como digo, esto tiene un mes y medio como mucho.
Manzana, pera y pimiento sobre mi escritorio. Por pura intuición sabía que los sombreados realizados con rayas paralelas y cruzadas dan mejor resultado que a lo loco (sobre todo en boli), pero todavía no andaba muy fino. Aun así se aprecia mejoría del dibujo 4 al 5. la sombra también ayuda a crear la ilusión de tridimensionalidad. aprender a dibujar sombras es básico.
Una pequeña jarra. Después de haber visto un tutorial descubrí que el sombreado a rayas que mencionaba se llama cross hatching. Es una técnica con la cual se representan las sombras (y brillos) dejando en blanco las zonas más brillantes del dibujo y rayando en diferentes niveles las zonas oscuras. Por ejemplo podemos empezar con una serie de lineas a 45º cubriendo toda la zona de sombra, y luego, en una zona más reducida y oscura trazamos lineas en la dirección opuesta, de tal forma que estaríamos dibujando una cuadricula. Luego, en zonas todavía más oscuras dibujaríamos lineas horizontales, y en puntos casi negros, lineas verticales.
Eso es la teoría básica. Luego para obtener formas orgánicas y sensación de profundidad las lineas realmente deben seguir la curvatura de los objetos que estemos dibujando.
Lo que más cuesta es frenar el impulso de hacer rayas rápido y sin control, y tomarnos nuestro tiempo dibujando cada una con cuidado y respetando un espaciado regular entre cada una. Es un trabajo muy lento y laborioso pero que ofrece resultados muy buenos.
También ayudó a mejorar el dibujo el rotulador gris que usé, que alguien se olvidó en un autobús somewhere. No es un rotulador cualquiera. Tiene cabeza de pincel, que son muy utilizados para el urban sketching.
Un salto importante. Un plátano dibujado sobre mi escritorio con una técnica más depurada. El cross hatching va muy bien para texturas orgánicas, y no tanto para dibujar fachadas de edificios, que es lo que pretendo, principalmente. Aunque si va bien para cualquier tipo de sombra. Nótese como cubrí el platano de trazos, sin acordarme de dejar en blanco donde debía estar la zona más brillante. En cualquier caso estoy contento con ese dibujo. Sé, también, que aunque vaya mejorando siempre puedo caer hasta la casilla de salida si no me ando con cuidado al dibujar. Un buen dibujo no salva al siguiente de ser una basura.
La casa de cristal de Madrid basada en una fotografía que tenía por el ordenador. Este dibujo fue laborioso de cojones y al final lo usé para hacer experimentos. Hay errores de perspectiva, un viandante hecho como el culo (tengo que solucionar eso), y ya dos colores, aunque el amarillo era demasiado fuerte (la foto original esta bañada de amarillo, de todas formas). Las sombras proyectadas de la estructura del edificio y los arboles detrás quedaron guay en algunas partes y mal en otras. Y simplemente es porque las que quedaron bien estaban basadas en la foto original y las otras me las inventé. Cuando veo este dibujo hay algo que me chirría, y no hablo de todos los errores obvios. Luego lo comento.
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