Lo que dice ese texto es evidente, y no hace falta tanta palabrería.
Yo dejé de ver la TV hace unos años, y observé una cierta dependencia psicológia. Ahora la veo en contadas ocasiones sin dependencia, sin costumbre. Por ejemplo, sin la costumbre de hacerlo durante la cena, en la que es considerada horario de máxima audiencia.
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El Páramo.
Desde El Páramo lanzamos este manifiesto con la intención de que cada vez seamos más los que nos pongamos la máscara para evitar la intoxicación continua y desde todos los frentes a la que nos somete el sistema, especialmente con sus jeringas mediáticas.
Hoy día, aunque esto viene de bastantes años atrás, los medios de comunicación tanto visuales, como orales o escritos, son el cordón umbilical mediante el cual estamos unidos al sistema. La televisión especialmente es un arma tremendamente poderosa con la que los distintos gobiernos están causando estragos entre la población. La televisión sí que es una auténtica arma de destrucción masiva. ¡Desconexión! A través de la pantalla nos muestran el mundo, SU mundo, SU realidad, y no dejan de inocularnos pautas de comportamiento, modos de vida y demás modas alienantes. Sea en forma de series de televisión, de tertulias, de películas o reportajes, los telediarios... O las variadas publicaciones de tendencias, las cuales todas tienden a lo mismo. Así que solo tenemos que echar un vistazo a nuestro alrededor para ver qué clase de sociedad es la resultante, qué rebaño de modorros tan inmenso están consiguiendo. Lo que no sale en los medios, de lo que no te hablan ellos, es que oficialmente no existe, y en el caso de que exista es tabú y debes olvidarte de ello pues puede resultar peligroso. Y así tenemos que cualquier punto de vista alternativo, cualquier pensamiento diferente, cualquier otro modo de ver las cosas no es de fiar, es sospechoso, pues no aparece en ninguno de los distintos medios.
¡Atrévete a desconectar! Esta es la clave. Cerremos la ventana desde la que nos cuelan su basura, desde la que echan el pienso para alimentar su rebaño de ovejas modorras, desde la que consiguen que lo extraño sea asumido como normal, lo falso como única verdad, los valores débiles y cómodos como los únicos a seguir. ¡Desconecta! Su consigna parece ser: no pienses, solo imita lo que veas, lo que queremos que veas. ¡Ignórales! Pero no está todo perdido, afortunadamente. Internet, de momento, nos puede suponer otra ventana desde la que poder asomarnos y ver todo lo no existe para los que mandan, desde la que poder asomarte al páramo. Y desde aquí seguir nutriendo las brigadas de demolición que tras derribar el edificio levantarán uno nuevo forjado en otros valores y cimentado bien profundo.
¡El espíritu vencerá a la materia! ¡Ven a la disidencia!
El Páramo, Septiembre de 2005.