Ante la lectura del artículo que viene a continuación, yo me pregunto:
-Si se puede dar una parte del dinero de nuestros impuestos a la iglesia voluntariamente, ¿por qué hay que dar también dinero de los impuestos de la gente que no quiere?
-¿Hasta cuándo vamos a estar soportando esta lacra que es la iglesia?
-¿Tiene que ocurrir otro caso como el de Gescartera para que de una vez nos demos cuenta de que podríamos hacer algo mejor con esa pasta?
LAS RELACIONES DEL GOBIERNO CON LA CONFESIÓN CATÓLICA
Zapatero lima aristas con la Iglesia
El Gobierno garantiza a los obispos la subvención directa del Estado
El Papa Juan Pablo II recibirá mañana en Roma al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. El Vaticano observa con mucha prevención determinados aspectos del nuevo curso político español, pero el Ejecutivo socialista ha garantizado a los obispos que no cuestionará la financiación estatal de la Iglesia.
AUDIENCIA EN ROMA. El Papa recibe mañana en Roma al presidente Rodríguez Zapatero
LAS CRÍTICAS. La entente no impedirá que la Iglesia critique facetas de la política del PSOE
ENRIC JULIANA - 20/06/2004
MADRID. – Que la Iglesia católica se siente algo incómoda con el nuevo Gobierno socialista español no es ningún secreto, pero no es nada seguro que estén en ruta de colisión frontal, por duras que sean las palabras del Papa contra la autorización del matrimonio civil entre homosexuales o la disminución del peso de la religión en los programas escolares. La audiencia que mañana Juan Pablo II concederá en Roma al presidente José Luis Rodríguez Zapatero será reveladora de la temperatura real de las relaciones.
Zapatero llegará a la plaza de San Pedro habiendo tomado las medidas necesarias para evitar el choque de trenes. En las últimas semanas, el Gobierno ha garantizado a la Conferencia Episcopal Española la continuidad de la actual fórmula de financiación de la Iglesia católica.
Los acuerdos que en 1979 sustituyeron de manera definitiva el concordato de 1953 garantizan a la confesión católica unos ingresos fijos equivalentes a la subvención fijada por el viejo concordato. Y desde el año 1987, la Iglesia no es prisionera del número de ciudadanos que deciden realizar su aportación a través del IRPF. Aquel año, siendo presidente del Gobierno Felipe González, el gobierno del PSOE y la Conferencia Episcopal pactaron un periodo transitorio de prueba, con el compromiso de que la cuota voluntaria del IRPF (0,5239%) permitiría, a corto plazo, una plena autofinanciación. Ello no ha sido así y el sistema se halla desde hace años en permanente prórroga.
La Iglesia recibe en la actualidad unos 138,7 millones de euros (23.024 millones de las antiguas pesetas) procedentes de los presupuestos generales del Estado, de los cuales sólo unos 90 millones de euros (15.000 millones de pesetas) provienen de las aportaciones vía IRPF. El Estado, por tanto, efectúa una aportación neta de unos 48 millones (8.100 millones de pesetas), libres de impuestos. El porcentaje de declaraciones de IRPF que adjudican su cuota a la Iglesia no supera el 33% en toda España, siendo notablemente más bajo en Catalunya (22%). En sus ocho años de mandato, el gobierno del Partido Popular no sólo mantuvo el sistema, sino que en el 2003 decidió prorrogarlo por dos años (2004 y 2005), superando el límite de la legislatura.
Ante el imprevisto regreso del PSOE al poder, el 14-M, la cúpula episcopal temió que el nuevo Ejecutivo bloquease la prórroga decidida por Aznar y cuestionase abiertamente las aportaciones directas del Estado. En el 2001, al estallar el escándalo Gescartera, donde se descubrieron inversiones eclesiásticas, el PSOE planteó abiertamente la necesidad de replantear la financiación estatal de la confesión católica.
Nada de eso va a ocurrir. Tanto Zapatero como el ministro de Justicía, Juan Fernando López Aguilar, han garantizado la prórroga del sistema financiero al presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Antonio María Rouco Varela, en discretos encuentros mantenidos en las últimas semanas, según fuentes gubernamentales.
Ello no impedirá que la Iglesia española y el Vaticano mantengan un discurso crítico con aquellas decisiones del Gobierno español que considera adversas a su doctrina, pero en el palacio la Moncloa no se considera la hipótesis de una colisión frontal. La reprimenda del Papa el pasado viernes al nuevo embajador ante la Santa Sede, Jorge Dezcallar (ex director del Centro Nacional de Inteligencia), acompañado de un exquisito trato formal durante la presentación de credenciales, se ajusta al guión previsible.
Zapatero, cuyas dos hijas estudian religión en la escuela, fue recibido muy brevemente por Juan Pablo II en mayo del 2003, durante la última visita del Papa a Madrid.
-Si se puede dar una parte del dinero de nuestros impuestos a la iglesia voluntariamente, ¿por qué hay que dar también dinero de los impuestos de la gente que no quiere?
-¿Hasta cuándo vamos a estar soportando esta lacra que es la iglesia?
-¿Tiene que ocurrir otro caso como el de Gescartera para que de una vez nos demos cuenta de que podríamos hacer algo mejor con esa pasta?
LAS RELACIONES DEL GOBIERNO CON LA CONFESIÓN CATÓLICA
Zapatero lima aristas con la Iglesia
El Gobierno garantiza a los obispos la subvención directa del Estado
El Papa Juan Pablo II recibirá mañana en Roma al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. El Vaticano observa con mucha prevención determinados aspectos del nuevo curso político español, pero el Ejecutivo socialista ha garantizado a los obispos que no cuestionará la financiación estatal de la Iglesia.
AUDIENCIA EN ROMA. El Papa recibe mañana en Roma al presidente Rodríguez Zapatero
LAS CRÍTICAS. La entente no impedirá que la Iglesia critique facetas de la política del PSOE
ENRIC JULIANA - 20/06/2004
MADRID. – Que la Iglesia católica se siente algo incómoda con el nuevo Gobierno socialista español no es ningún secreto, pero no es nada seguro que estén en ruta de colisión frontal, por duras que sean las palabras del Papa contra la autorización del matrimonio civil entre homosexuales o la disminución del peso de la religión en los programas escolares. La audiencia que mañana Juan Pablo II concederá en Roma al presidente José Luis Rodríguez Zapatero será reveladora de la temperatura real de las relaciones.
Zapatero llegará a la plaza de San Pedro habiendo tomado las medidas necesarias para evitar el choque de trenes. En las últimas semanas, el Gobierno ha garantizado a la Conferencia Episcopal Española la continuidad de la actual fórmula de financiación de la Iglesia católica.
Los acuerdos que en 1979 sustituyeron de manera definitiva el concordato de 1953 garantizan a la confesión católica unos ingresos fijos equivalentes a la subvención fijada por el viejo concordato. Y desde el año 1987, la Iglesia no es prisionera del número de ciudadanos que deciden realizar su aportación a través del IRPF. Aquel año, siendo presidente del Gobierno Felipe González, el gobierno del PSOE y la Conferencia Episcopal pactaron un periodo transitorio de prueba, con el compromiso de que la cuota voluntaria del IRPF (0,5239%) permitiría, a corto plazo, una plena autofinanciación. Ello no ha sido así y el sistema se halla desde hace años en permanente prórroga.
La Iglesia recibe en la actualidad unos 138,7 millones de euros (23.024 millones de las antiguas pesetas) procedentes de los presupuestos generales del Estado, de los cuales sólo unos 90 millones de euros (15.000 millones de pesetas) provienen de las aportaciones vía IRPF. El Estado, por tanto, efectúa una aportación neta de unos 48 millones (8.100 millones de pesetas), libres de impuestos. El porcentaje de declaraciones de IRPF que adjudican su cuota a la Iglesia no supera el 33% en toda España, siendo notablemente más bajo en Catalunya (22%). En sus ocho años de mandato, el gobierno del Partido Popular no sólo mantuvo el sistema, sino que en el 2003 decidió prorrogarlo por dos años (2004 y 2005), superando el límite de la legislatura.
Ante el imprevisto regreso del PSOE al poder, el 14-M, la cúpula episcopal temió que el nuevo Ejecutivo bloquease la prórroga decidida por Aznar y cuestionase abiertamente las aportaciones directas del Estado. En el 2001, al estallar el escándalo Gescartera, donde se descubrieron inversiones eclesiásticas, el PSOE planteó abiertamente la necesidad de replantear la financiación estatal de la confesión católica.
Nada de eso va a ocurrir. Tanto Zapatero como el ministro de Justicía, Juan Fernando López Aguilar, han garantizado la prórroga del sistema financiero al presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Antonio María Rouco Varela, en discretos encuentros mantenidos en las últimas semanas, según fuentes gubernamentales.
Ello no impedirá que la Iglesia española y el Vaticano mantengan un discurso crítico con aquellas decisiones del Gobierno español que considera adversas a su doctrina, pero en el palacio la Moncloa no se considera la hipótesis de una colisión frontal. La reprimenda del Papa el pasado viernes al nuevo embajador ante la Santa Sede, Jorge Dezcallar (ex director del Centro Nacional de Inteligencia), acompañado de un exquisito trato formal durante la presentación de credenciales, se ajusta al guión previsible.
Zapatero, cuyas dos hijas estudian religión en la escuela, fue recibido muy brevemente por Juan Pablo II en mayo del 2003, durante la última visita del Papa a Madrid.