Trabajos DE MIERDA

  • Iniciador del tema Iniciador del tema LeChuck
  • Fecha de inicio Fecha de inicio

LeChuck

RangoFreak total
Registro
18 Ago 2010
Mensajes
17.219
Reacciones
16.312
Atiende ahí que viene ladrillo.

Este verano se veía paro en el horizonte. Mi último trabajo se acabó en abril y yo planeaba pasarlo enclaustrado estudiando hasta septiembre, cuando volviesen a florecer escasas oportunidades de "lo mio".

En algún momento se me ocurrió recurrir a las ETT, esas empresas que te llaman para cosillas breves y con altísimas posibilidades de ser trabajo basura. Dado que ya había probado varias veces en los últimos años y nunca me hicieron ni puto caso, no esperaba que me llamasen.

Bueno, pues me llamaron. 3 días, 3, a trabajar en una afamada y acaudalada bodega en tareas de limpieza. 10,85€ la hora. Coitus interruptus total, porque aunque el salario es golosón, 3 días no da para nada.

Al final los tres días fueron dos semanas. Los compañeros y el encargado eran buena gente y el trabajo era físico pero manejable. Por lo tanto bien, pues el sueldo del mes de algún muerto de hambre me lo saqué yo en 10 días.

Gracioso estuvo el día que los currelas se enteraron de que soy informático.

"¡¿o sea, en mi puta mierda de opinión que no vale ni para tomar por culo, que tú tienes estudios?!" Leedlo con un ligero tono de incredulidad, como si fuese el primero que veían por allí.

Se acabó la cosa y el lunes siguiente ya me estaban llamando otra vez. Me dio mala espina escuchar la voz de la chica de la ETT y antes de que me comentase la oferta le dije que me iba unos días de vacaciones. Vaya, dijo, pues entonces nada porque era solo para unas horas.

Unas horas, ese concepto vergonzoso que debería estar prohibido en este país de mierda.

Al rato me vuelve a llamar, porque, igual, tal vez, puedas dejar de lado tus vacaciones si te interesa un contrato de un mes con posibilidad de continuar. Tras un poco de teatro acepté la oportunidad y abandoné mi plan de vacaciones falsas.

El trabajo, que desempeñé durante 9 días, fue el peor que he tenido, de largo, en mi vida.

Entrar a las seis de la mañana a una nave en un polígono en la que se fabrican las piezas de goma que encajan con las puertas de los coches. El proceso se llama vulcanizar. Fabricar piezas en una prensa a base de inyectar goma.

370132-944-708.jpg

Una imagen muy lejanamente similar a lo relatado. Para que no sea todo letra

Lo primero que me dijeron era que me quedase en manga larga y que me pusiese tres pares de guantes. Me plantaron delante de una prensa (en el contrato se especificaba una tarea de validación de piezas en una mesa) y tras un par de días de mierda en los que una trabajadora me enseñó de que iba la vaina, tuve que empezar a fabricar piezas yo.

El proceso iba así: coges dos buenas manos de unas tiras de goma, izquierda y derecha, de un carro y las pones colgando de tu máquina, vieja y poco fiable, para tener suministro durante un rato. Las dos piezas se encajan en unos machos -la milimétrica posición, a ojo, es vital- y se colocan cuidadosamente dentro de la prensa, que emana un calor importante. Pulsas los dos botones de seguridad y se cierra la prensa durante unos 65 segundos.

img-automotriz.jpg


En esos 65 segundos había que hacer varias cosas:

-Sacar las piezas previas muy, muy calientes, comprobar que estuviesen en buen estado (pocas veces), quitarles unas rebabas residuales (difícil, CON TRES PARES DE GUANTES) y echártelas al cuello

-Colocar las dos nuevas piezas en la prensa, abrasarte los dedos cada maldita vez, y marcarlas con tus iniciales a boli (llevando tres pares de guantes. Si se te cae el boli ya no lo puedes coger)

-Desplazarte dos metros a un puesto de pintura, en el que debías dar una capa de decapante y otra de pintura a las cabezas recién vulcanizadas de la piezas, tarea que requería valiosos segundos y considerable pericia para no cagarla. Luego colgar las piezas por la cabeza en una especie de mini radiadores para secarlas

-Volver a la máquina que ya se habría abierto y repetir el proceso

A pesar de que esta horrible tarea se realizaba non-stop durante las ocho horas y de que esos 65 segundos eran claramente insuficientes, aún había que hacer más cosas:

-Rellenar una ficha sobre el funcionamiento de la máquina "cuando tengas un rato" (nunca)

-Rellenar las pistolas de pintura y decapante cuando se acababan

-Recortar a tijera una pequeño borde a cada pieza antes de trabajarla (con 3 pares-de-guantes), porque la mayoría de los días si el material que venía era malo, las cabezas de las piezas vulcanizadas se abrían y por lo tanto no valían. Cuando te decían que el material venía malo caía como una losa.

-Recoger las piezas de los radiadores, comprobar si eran derecha o izquierda, y echarlas en unos carros para análisis de calidad (por parte de una friecroquetas también de ETT)

-Barrer el suelo cada cierto tiempo

-Rellenar un parte diario con unos cálculos de piezas buenas, malas, malas rescatadas, etc.


Solo esto ya era el infierno en la tierra. Pero si solo fuese eso no habría escrito este post.

Si hacer esa puta mierda no era suficientemente esclavizador, deshumanizador, y coñazo, todavia había más.

Las piezas se colocaban en los machos, en una linea poco definida. Según la calidad que iban mostrando, tu empujabas la goma un milímetro arriba o abajo (un milímetro o menos, nunca más). Tanto si te pasabas como si te quedabas corto surgían problemas que a menudo hacían desechar la pieza. El caso es que por la calidad del material de cada día, o por como respondiese en cada momento la cambiante naturaleza de la prensa, CADA VEZ que esta se abría yo miraba con el corazón en un puño si las piezas estaban bien o mal. Es decir, que las piezas saliesen bien o mal respondía más al material o la máquina que al operario. Esto los encargados lo sabían y aun así te la contaban si salían muchas piezas malas porque a alguien había que señalar al presentarse ante el jefe.

En toda esta mierda, este circulo interminable de asco y agobio, estaba la mujer que comprobaba que las piezas fabricadas fuesen buenas, y que daba por malas la mitad. Esta se abre, esta tiene un bulto, córtalas y recuperalas. Esta tiene una muesca, esta esta poco pintada, pintarla otra vez, esta tiene mucha pintura. Y el encargado, un tipo que nunca levantaba demasiado la voz pero que me dedicaba gélidas miradas y silencios por respuesta todo el tiempo, y que me dio varios toques de atención un tanto injustos. Creo que desde el primer día no me tragaba.

Total, un trabajo con horarios de mierda (rotativos, mañana, tarde, noche), en una nave en la que sufrías un calor increíble, un ruido insano, ademas de quemaduras, el coñazo de los dos bobos aquellos, y ocho horas de pie atado al ritmo de una máquina, padeciendo, minuto a minuto, todo lo relatado.

El trabajo era malo porque lo era el puesto. El peor de la empresa. Detrás mio había tíos en camiseta, con un ventilador, haciendo cosas mucho menos desagradables e incluso sentados. Y me consta que hay trabajos de vulcanizado, tal vez con malas condiciones de calor, quemaduras y ruido, pero mucho mejores que el mio.

Total, que el viernes pasado, tras nueve días, me llaman de la ETT y me dicen que no he pasado el periodo de prueba. Que no sigo. Esto primero me dejó perplejo, pues creía que tenia contrato para un mes y así lo había asumido. Segundo, sentí no poca humillación al pensar en las reacciones de los compañeros al no presentarme el lunes siguiente, y al sentir una bofetada metafórica del encargado, que sería el responsable de mi cese. Además de la probable conversación entre la empresa y la ETT sobre mi mal rendimiento, que ha derivado casi seguro en que no me vuelvan a llamar en la puta vida. Y finalmente, en extraño equilibrio con la rabia y la humillación sentí una libertad, y unas recuperadas ganas de vivir gloriosas.

En los nueve días que estuve pasé cada segundo repitiéndome: "no quiero estar aquí, no quiero estar aquí", y cuando no estaba: "no quiero volver, no quiero volver", que se llevaba peor. Apenas dormí, adelgacé dos o tres kilos, y curiosamente, tras terminar, he pasado siete días más durmiendo mal, en un estado de semi sonambulismo en el que me creía trabajando frente a la máquina, pero consciente de haber terminado mi contrato, sin realmente hacer nada, sin poder dejar mi autoobligada tarea de hacer piezas junto a un encargado que me ignoraba. Y cuando con no poca fuerza de voluntad ponía un pie delante del otro y me dirigía a la salida sin que nadie me dijese nada, preocupado por dejar piezas a medio hacer o la prensa abierta, tan pronto como cruzaba la puerta estaba acurrucado bajo las sabanas, liberado, pero con la cabeza bastante desnortada.

16708F43-CDB1-0CDF-F5895AD8220C0AF1.jpg

Road to hell

Después de esta experiencia cualquier trabajo me parece envidiable. Ser barrendero, o tener una pequeña frutería, cualquier cosa parece deliciosamente mejor que aquel purgatorio para gente sin estudios o atados a La Máquina por los hijos y la pobreza.

En resumen, las ETT son una mierda, pero también una tabla de salvación para mucha gente. Ofrecen trabajo basura, pero que con un poco de suerte puede pagar los gastos de la casa y los críos con trabajar tres semanas. El trabajador importa poco. Basta con que haga las cosas bien durante el tiempo del contrato y hasta nunca o hasta que te volvamos a llamar. Y si te la pueden meter doblada lo harán. Ademas de que las cuentas no me cuadran en el ingreso bancario, nunca me dijeron nada sobre mi tarea vulcanizando. Tuvo que avisarme un compañero de que señalar claramente en el parte que había estado haciendo vulcanizado suponía unos 200 euros extra al mes.

He tenido otros trabajos de mierda, pero es curioso como casi todos parecen decentes al lado de este. Yo creo que a todos nos hace falta un trabajo de mierda en algún momento de nuestra vida, uno que a la semana ya te ha quitado las ganas de vivir, para ponernos los pies en el suelo y para saber apreciar las cosas en su justa medida. En serio, a cuantas putas de oficina, que van con su botellita de agua, vestidas cada día como si atendiesen a un brunch de domingo, habéis visto quejarse de "estar muertas", de "estar agobiadas", de "trabajar muchísimo". Mira, puta, a ti te ponía a vulcanizar nueve días.

Y vosotros, que trabajos de mierda habéis tenido.
 
Última edición por un moderador:
Tengo una dilatada experiencia en ETT's lo que considero un trabajo de mierda dentro de los varios que tengo que no tengo tiempo ni para dormir es descargar camiones a mano, una matada que hasta hace un par de meses se cobraba por trabajo lo que quiere decir un precio fijo y las horas que cueste es tu problema, con suerte te solía salir a 5 eurazos la hora, ahora se paga por horas ya que la gente no quiere estos trabajos y aun así para que os hagaís una idea en 6 meses soy el español que mas tiempo he visto en ello.
 
Años ha probé la venta por teléfono. En el anuncio no pedian experiencia así que me dije "por probar que no quede".
Entré en una oficina de mierda y gris, y fui recibido por una tipa de treinta y muchos, flacucha y con pinta de enfermiza, que me dijo que en un buen mes podía hacer muchos cientos de euros, que al principio me costaría pillarle el truco pero que si lo hacía bien tendría un hueco en ese antro. Me dio unas hojas con una lista de teléfonos y de nombres de potenciales clientes, esto es, gente con hijos.
Tras enseñarme mi abyecto zulo, consistente en una silla y una mesa con un teléfono y separadores a los lados para que nada interfiera en la labor ni yo en la de los galeotes de mis lados, me puse al lio.

Es dificil explicar la sensación de estar haciendo el gilipollas como la que sentí aquella mañana. Interrumpir a gente de sus quehaceres para venderles una puta enciclopedia infantil es desesperanzador y le hace a uno replantearse el sentido de la vida y otras cuestiones metafísicas sobre uno mismo, como a donde vamos, de donde venimos, que quiero de la vida con ese tipo de curros, o si haré caca hoy.
Tras unas horas haciendo el canelo le dije a la tipa que mira, que mejor te metes el curro este de mierda por el ojals. En realidad lo pensé, lo que le dije, puesto que en casa me enseñaron a ser educado, fue que "mira, esto no es lo mio, mañana no vuelvo".

Y tras eso me fui y creo que me puse a repartir en moto, que de entre los curros de mierda no es ni de cerca tan malo como aquella fugaz basura.
 
Me espero a que @Nueces nos cuente su devenir en las oscuras aguas del trabajo asalariado, y cómo ello le ha forjado un carácter lo suficientemente rudo y templado como para sentarse detrás de un teclado a enseñarnos el sentido de la bida para, acto seguido, ponerse a partir leña con los dientes.

Putas.
 
Última edición:
En una de las travesías del desierto laboral que he sufrido hasta la fecha, tuve la genial idea de probar como agente de seguros a comisión en una oficina de Leganés, de Generalli concretamente

Al principio te lo venden como si fueras a vender seguros como churros, charlas de motivación por un tío que no sabía ni hablar, apestaba a farias y sol y sombra, que en su regazo amamantaba a cuatro lamebotas, responsables de ayudar a los nuevos. Y claro a mi me tocó el hors catégorie

Un imbécil con halitosis, gafas, que no sabía ni por donde salía el sol, y que iba de sobrao, creyendo que tenía algo que enseñar o mostrar.

El modus operandi era putapenico. Había que llamar a negocios y darles la barrila con si querían un seguro para el local,de accidentes, baja, o de si no hacía caca por las mañanas para intentar concertar una entrevista. El 95% te mandaba a la mierda ipsofacto.

El 5% restante o estaba drogado, bebido, sordo, o bien no entendían bien hasta que les aclarabas repetidamente que era una llamada comercial para vender seguros. Y colgaban igualmente.

Bien después de estar dos mañanas, aguantando improperios y cortes, llegó el necio que tenía como tutor, y empezó a decir que todo lo hacía mal, que mirara como lo hacía él. Cierto es que a la tercera llamada logró concertar una entrevista, aunque no es menos cierto que obvió al interlocutor de qué se trataba realmente. Y se plantó ante mí, diciendo "ves cómo se hace" haciendo alarde delante de todos

En fin, a la mediodía tiramos para Villaviciosa de Odón, y allí nos presentamos en el bar, en traje con una calorera que te cagas. El dueño nos echó una mirada poco amable. Nos preguntó si queríamos algo, le dijimos dos cafés.

Ahí se puso el otro a sacar folletos y a soltar su perorata, mientras el del bar, servía cermezas o cafeses, despues de tres cuartos de hora, le dice al dueño que le parece, y este suelta: Son 160 pesetas los dos cafés.

La cara del imbécil era un poema, aún así era terco como una mula e intentó otra ofensiva. Respuesta: Mira ni quiero tu seguro, ni lo voy a contratar, y si por teléfono me hubieras explicado claramente a qué venías, no habíamos perdido el tiempo ni vosotros ni yo.

Después de esta, el imbécil pagó los cafeses y le dejó su tarjeta al dueño.

Ya en el coche no pude reprimirme y le solté:

Como enseñanza lo de esta tarde ha sido ejemplar.

Le costó darse cuenta del sentido de la frase, cuando lo hizo montó en cólera y habló con el del olor a Farias para que no volviese.
 
Última edición:
Cualquier trabajo de comercial, ya sea en calle o teléfono es el actual relleno de trabajos para no admitir que somos una de las putas de Europa y hemos perdido un montón de industria y trabajos interesantes.

Otro trabajo de mierda el reparto publicitario, ese trabajo en el que te encuentras lo peor a pie de calle cuando empiezas a invadir durante unos minutos el estercolero que es el portal de la gente.

Te puedes encontrar cualquier cosa, desde ancianos que no tienen nada mas que hacer que inventarse cualquier tontería con tal de montartela por invadir su buzón, gente que te increpa por el telefonillo con un "Oye, majo, ¿no ves que está la cesta ahí fuera?" cuando todo lo que queda de ella son dos hierros reventados a patadas, otros menos viejos que por ser administrador comunitario o algo parecido tambien te la montan porque no quieren basura..y así un largo etcetera.

Es un trabajo cojonudo para rellenar unos eurillos si te dan la libertad de ser alguna tienda que lo necesite y no se ande con tonterías, llegas, repartes y poco mas, incluso hay gente maja que trabaja limpiando en portales y te intercambiar una mirada en plan "puta vida", aunque tambien te tocan dias asquerosisimos donde los repartos son en sitios sin una jodida sombra en pleno verano, con un plano marcado que da el asco...

Tambien decir que hay mucho LOL en un trabajo así, hay gente que cubre sus buzones con mensajes amenazantes con un post-it plastificado en plan "Atrevete a dejar propaganda y te las tendrás que ver con la policía" (Espero que @topbox haya recibido alguna llamada de este tipo :lol:), la de chapas con nombres de chinos que se puede ver en plan piso patera poniendo nombres en un papel pegado de todos los que son y no caben en la chapita con el nombre o gente que pasa de recoger el buzón y poder ir tres meses seguidos y estar allí lo que habías dejado.
 
Mi mujer no tiene estudios. Así que se dedicaba (y se dedica) a la limpieza. Pero cuando era muy joven y aún no tenía suficiente experiencia laboral, pasaba largas temporadas sin poder trabajar. Así que, espoleada por sus padres, no tuvo más remedio que ponerse a vender cupones. Pero no cupones de la ONCE, sino de una organización que "copiaba" sus números; de hecho fue a juicio varias veces por ello, aunque parece ser que siempre salía bien parada. En fin, el caso es que fueron los meses más duros de su vida, profesionalmente hablando: el primer mes no sabía muy bien qué hacer, así que se quedaba de pie frente a un supermercado durante las horas que hicieran falta para vender los cartones del día. Muchísimas horas. Hasta que un día, un compañero le explicó que él ganaba mucho porque daba vueltas por los bares y pueblos. Entonces empezó a deambular cual mendiga pidiendo limosna. "¿Quiere un cupón, señor/a? ", repetido miles de veces mínimo al día. Y teniendo que sonreír siempre. Mi mujer es tímida y poco dada a hablar, así que no era capaz de seguir las coñas que le hacía la gente en los bares, salas de juego, etc... Con lo cual, con el tiempo, acabaron marginándola, y ella, mientras, sufría viendo cómo gente más espabilada, o, sencillamente, que era de la puta ONCE, vendía cupones como churros a su lado. De vez en cuando, por lástima, de la multitud salía alguien y le compraba uno a ella. Pero era claramente insuficiente, y tenía que seguir deambulando.

Ella llevaba dinero en metálico todo el rato, y era evidente que lo hacía. Era una presa codiciada por los gitanos, que se la solían acercar pidiendo dinero, e intimidarla aumentando la agresividad de su petición si ella se negaba. Tuvo que aprender a sacar carácter, porque si no, se la comían viva.

Muchas veces, por el tema de que su empresa "copiaba" a la ONCE, se las tenía q ver con listillos e incluso presuntos policías fuera de servicio que le explicaban lo que ella ya sabía a la perfección, pero tenía q seguir aguantando con una sonrisa, por si le compraban por un casual un maldito cupón.

Otras veces, tenía que sufrir la humillación de tener q esperar largo rato en un bar porque el dueño ni se dignaba a mirarla. Hasta que, por fin, le tiraba un par de monedas, y ella le entregaba temblorosa un cupón.

Y los peores días eran cuando entraba a un sitio, y los dueños, con cara de perro, la largaban a grito pelado. Sólo les faltaba sacar la escoba. Nunca en la puta vida se sintió más cerca de ser un perro callejero apaleado que en dichas ocasiones.

Tenía pesadillas por la noche, quería asesinar a sus padres por haberla metido en ese trabajo y no querer comprender su sufrimiento (y no saber cómo escapar del mismo sin la desaprobación de ellos), miraba a las limpiadoras con franca envidia cuando se las cruzaba por la calle -cuando para ella siempre había sido un trabajo de mierda-, y venía a mis brazos llorando cada vez q nos veíamos. Al final, encontró un trabajo en limpieza, y se agarró a él como a un clavo ardiendo. Desde entonces, se ha tomado muchísimo más en serio ese tipo de trabajos, y ya nunca más se volvió a quedar en paro temporadas tan largas. Amén de que yo jamás la dejaría volver a trabajar vendiendo cupones. Antes la mantengo.
 
Nunca he trabajado para nadie que no fuera yo o mi padre, excepto una temporada que estuve de camarero en un garito pero aún así éramos nuestros propios jefes. Tan solo he hecho otro trabajo que no sea vender y ha sido raspar pimientos, con 13 años, un sábado desde por la mañana hasta que acabamos.

El trabajo consistía en raspar la tierra alrededor de la planta para que tuviera más frescura y cogiera más agua al regarse "por palaera". Lógicamente todo el rato agachado y doblando el lomo.

Acabé reventado ese día, solo era un día. Llegué a casa justo para ver el capítulo de V y a dormir hasta el día siguiente.
 
En el primer verano tras la uni, los que no éramos niños de papá nos buscamos curro para pagarnos los caprichos (el último nokia, un reloj Lotus o Festina, unas air max, la play2... muy poligonero todo, of course.
Lo más fácil, ir a una ETT.
Pasé casi dos meses por una carpintería ayudando a hacer puertas blindadas. La risa ver a un chaval de 1'70 y por aquel entonces 50 y pocos kilos (hoy 20 kg más de músculo) cargando puertas de 100 y pico kilos con otro tarugo. Alguna jodí al caerse, nada que no arregle un poco de cera. Lo peor, la maquinaria infernal de corte que no sé cómo no me arrancó alguna falange.
Al poco, una empresa de ventanas de aluminio, otro tanto. Al principio haces cosas como meter los burletes de goma, al poco te timan y te meten a cortar aluminio, cuyas virutas te hacen añorar la madera y sus astillas.
Y lo más cutre, pero menos peligroso, 2 mañana para descargar un trailer de cajas de registro. 2 horas cada día, 30 leuros o así por ir a Usera a bajar unas cajas de un tráiler.

Al año siguiente vi claro que molaba más ser becario de mierda en la universidad, tocándome la huevada con aire acondicionado
 
Tambien decir que hay mucho LOL en un trabajo así

En una ocasión iba repartiendo por otro pueblo y vi a un niño salir de una casa. Le di una oferta y le dije "toma bonito, llévasela a tu madre". El niño se echó a llorar y salió corriendo diciendo "mi madre está muerta" :shock:

Salí por patas del puto pueblo.
 
La gente emigro porque el campo era muy duro o directamente no tenian un misero terrenillo que sembrar. Hoy dia que las tierras valen dos duros y hay maquinaria asequible, el camino de vuelta se hace logico, en estas circustancias de trabajo bastardil, y no tan bastardil. Para mal vivir o sobrevivir prefiero pillarme algo con parcela y con un rio cercano, y a tomar por culo.
 
Última edición:
En una ocasión iba repartiendo por otro pueblo y vi a un niño salir de una casa. Le di una oferta y le dije "toma bonito, llévasela a tu madre". El niño se echó a llorar y salió corriendo diciendo "mi madre está muerta" :shock:

Salí por patas del puto pueblo.

:omg:

La publicidad para esas cosas en sitios de paradas de transporte o cruces, aunque la mayoría de veces es la gente la que te pide uno para ponerselo en el culo en un banco, envolver el pescado, recoger mierdas del perro y cosas que ni se saben.

Tenía bares donde solía dejarlo analizando previamente quien estaba tras la barra para evitar que me partiese un taburete en la cabeza, en esos sitios elegidos tambien te decían que dejases unos pocos o si lo ofrecias, pero al mes siguiente ibas y tenían allí aún del anterior, los cambiabas y veías que la gente arrancaba trozos, los arrugaba o los leía y no se los llevaba.
 
A mi cualquier trabajo que se tenga que volver por la tarde ya me parece semi esclavitud.
 
A mi cualquier trabajo que se tenga que volver por la tarde ya me parece semi esclavitud.

No provoque, que los campesinos están hambrientos y están afilando hoces y horcas.
El caso es que tiene razón.
Hijo de puta.
 
Última edición:
En una de las travesías del desierto laboral que he sufrido hasta la fecha, tuve la genial idea de probar como agente de seguros a comisión en una oficina de Leganés, de Generalli concretamente

Al principio te lo venden como si fueras a vender seguros como churros, charlas de motivación por un tío que no sabía ni hablar, apestaba a farias y sol y sombra, que en su regazo amamantaba a cuatro lamebotas, responsables de ayudar a los nuevos. Y claro a mi me tocó el hors catégorie

Un imbécil con halitosis, gafas, que no sabía ni por donde salía el sol, y que iba de sobrao, creyendo que tenía algo que enseñar o mostrar.

El modus operandi era putapenico. Había que llamar a negocios y darles la barrila con si querían un seguro para el local,de accidentes, baja, o de si no hacía caca por las mañanas para intentar concertar una entrevista. El 95% te mandaba a la mierda ipsofacto.

El 5% restante o estaba drogado, bebido, sordo, o bien no entendían bien hasta que les aclarabas repetidamente que era una llamada comercial para vender seguros. Y colgaban igualmente.

Bien después de estar dos mañanas, aguantando improperios y cortes, llegó el necio que tenía como tutor, y empezó a decir que todo lo hacía mal, que mirara como lo hacía él. Cierto es que a la tercera llamada logró concertar una entrevista, aunque no es menos cierto que obvió al interlocutor de qué se trataba realmente. Y se plantó ante mí, diciendo "ves cómo se hace" haciendo alarde delante de todos

En fin, a la mediodía tiramos para Villaviciosa de Odón, y allí nos presentamos en el bar, en traje con una calorera que te cagas. El dueño nos echó una mirada poco amable. Nos preguntó si queríamos algo, le dijimos dos cafés.

Ahí se puso el otro a sacar folletos y a soltar su perorata, mientras el del bar, servía cermezas o cafeses, despues de tres cuartos de hora, le dice al dueño que le parece, y este suelta: Son 160 pesetas los dos cafés.

La cara del imbécil era un poema, aún así era terco como una mula e intentó otra ofensiva. Respuesta: Mira ni quiero tu seguro, ni lo voy a contratar, y si por teléfono me hubieras explicado claramente a qué venías, no habíamos perdido el tiempo ni vosotros ni yo.

Después de esta, el imbécil pagó los cafeses y le dejó su tarjeta al dueño.

Ya en el coche no pude reprimirme y le solté:

Como enseñanza lo de esta tarde ha sido ejemplar.

Le costó darse cuenta del sentido de la frase, cuando lo hizo montó en cólera y habló con el del olor a Farias para que no volviese.

El trabajo de comercial tiene tela. Es increíble que, en un trabajo esencial para cualquier empresa, se invierta tan poco en formación y ni tan siquiera se tenga un patrón de trabajo. Ya de las condiciones económicas miserables de la mayoría hablamos otro día.
 
Mi primer trabajo de mierda no fue mi primer trabajo, pero si el tercero.
Por aquel entonces vivía en alemania y la morriña me torturaba, por lo que decidí regresar. Una empresa española gestionada por una pareja y situada en Malaga fue la candidata y, tras una primera entrevista en la que me vendieron una Ducati, al incorporarme el primer día me topé de bruces con la Mobilette que era la realidad. Me sentaron en mi mesa, me dieron mi portatil y mi monitor, me enchufaron mi teléfono no móvil y me dijeron "pues ya esta, puedes empezar a buscar negocios con el equivalente aleman de las paginas amarillas para llamarles y les ofreces esto".

Se alquilaron como oficina un piso bastante grande del centro de Malaga, justo encima del Valdi, pero todos (la administrativa, los dos comerciales y los dos jefes, él y ella) nos encontrabamos en la misma puta habitación. Las otras habitaciones se debían ocupar con un saloncito para relax y los despachos de los jefes, algo que nunca sucedió, ni antes ni después de que yo estuviera.

Eso era un desfile de despropósitos, con una administrativa incompetente despedida que resulta que mantenía chats picantes por Skype con desconocidos, un inversor que aparecía cuando quería y siempre con una camisa hawaiana, pero sin duda el mayor despropósito era el supuesto jefe en sí, un individuo autoproclamado Director de Marketing y que solo hacía cosas en Photoshop, acordando partidas de golf con los amigos en mitad de la jornada laboral y delante de todos, dejando el trabajo sin terminar para ir a jugar y constandonos broncas con clientes, etc. Nunca vi nada parecido a un plan de Marketing o una estrategia salir del cerebro de ese señor. Un buen día, antes de dejarlo, terminé a gritos con él porque era la enésima vez que no hacía su trabajo y que me costaba bronca con un cliente, lo cual a él parecía importarle un carajo.

Recuerdo que fuimos a una feria en Berlin y nosotros eramos los únicos que montaban su propio stand, una estructura metalica con bordes afilados como cuchillas y que te obligaban a permanecer alerta para no cercenarte un dedo en un descuido, a duras penas terminamos el montaje a tiempo de empezar el evento. Cuando terminó el mismo, vuelta a desmontarlo. Ese último día solo quedaban los propios operarios del evento desmontando todo y nosotros, sudando la gota gorda y peleando por terminar lo nuestro a tiempo para el cierre. Unos cutres.

Cuando llegué a ese sitio, tarde menos de una semana en ponerme a buscar otro curro y 5 meses en salir espantado de ahí a otro sitio en el que me pagaban el triple. La empresa la cerraron al poco tiempo y creo que siguen abriendo otras que viven de explotar a pobres idiotas.
 
Última edición:
Para ser buen comercial, hay que ser un sinvergüenza, no tener escrúpulos y tener don de gentes. Yo no cumplo ninguna de esas características, pero como tengo cara de buena persona, pues al principio algún cambio de compañía de luz hacia. Luego quemamos la zona y no vendiamos nada, así que todos los compañeros nos juntabamos en una casa y bebimos tequila jugando a la botella. Folle mucho esa época, pero laboralmente casi pierdo dinero, porque íbamos cien por cien a comisión y sin sueldo base, y al no hacer nada, nada cobraba. Sin contrato, claro. Y las botellas y el picoteo no se pagan solos.

En un locutorio también. 5 horas al día lista siete días de la semana festivos también , media jornada decía el dueño... 400 euros por 35 horas. A la fuerza ahorcan, y ahí estuve cuatro meses. Al menos tenía acceso libre a Internet y a las chucherías. El desfile de moros, negros y sudamericanos era continuo, obviamente. Se masturbaban en los ordenadores, bebían cerveza allí... Joder, que tugurio. Al final no me violaron ni nada, pero poco le falto a alguno. Asco pena. Hice colegueo con otros, no creáis, y me enseñaron mucho de la vida, que no se aprende en la complutense.

Muchos trabajos de mierda más, claro, pero esos son los más pintorescos y peores.

Opositad todos, he visto la luz.
 
Última edición por un moderador:
Para ser buen comercial, hay que ser un sinvergüenza, no tener escrúpulos y tener don de gentes. Yo no cumplo ninguna de esas características, pero como tengo cara de buena persona, pues al principio algún cambio de compañía de luz hacia. Luego quemamos la zona y no vendiamos nada, así que todos los compañeros nos juntabamos en una casa y bebimos tequila jugando a la botella. Folle mucho esa época, pero laboralmente casi pierdo dinero, porque íbamos cien por cien a comisión y sin sueldo base, y al no hacer nada, nada cobraba. Sin contrato, claro. Y las botellas y el picoteo no se pagan solos.

En un locutorio también. 5 horas al día lista siete días de la semana festivos también , media jornada decía el dueño... 400 euros por 35 horas. A la fuerza ahorcan, y ahí estuve cuatro meses. Al menos tenía acceso libre a Internet y a las chucherías. El desfile de moros, negros y sudamericanos era continuo, obviamente. Se masturbaban en los ordenadores, bebían cerveza allí... Joder, que tugurio. Al final no me violaron ni nada, pero poco le falto a alguno. Asco pena. Hice colegueo con otros, no creáis, y me enseñaron mucho de la vida, que no se aprende en la complutense.

Muchos trabajos de mierda más, claro, pero esos son los más pintorescos y peores.

Opositad todos, he visto la luz.

Para ser buen comercial, entre otras cosas, hay que saber escuchar y ser integro. Así vendes. Otra cosa es que seas un sinvergüenza y que te escudes en que "el trabajo es así".
 
Me espero a que @Nueces nos cuente su devenir en las oscuras aguas del trabajo asalariado, y cómo ello le ha forjado un carácter lo suficientemente rudo y templado como para sentarse detrás de un teclado a enseñarnos el sentido de la bida para, acto seguido, ponerse a partir leña con los dientes.

Podría haberme quedado en palacio y ser Siddhartha, pero elegí ser Buda.
 
No creo que pueda expresan con palabras el jodido ascazo que me estáis dando todos, panda de muertos de hambre. Me cuesta mucho trabajo tener un mínimo de respeto a un individuo que ha trabajado de comercial, de verdad, en mi escala de respetabilidad estáis solo por encima de: gitanos, negros y moros, respectivamente.
Dudo mucho que en la vida real me dignase a dirigiros la palabra, sois escoria a evitar.
 
Pepito, mandame cupones de los de tu mujer, que se me ha metido algo en el ojo.
 
Arriba Pie