Libros Un día perfecto para el pez plátano, de JD Salinger.

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5 Sep 2005
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J. D. Salinger

Escritor estadounidense nacido en Nueva York. Se graduó en una academia militar y después asistió brevemente a dos universidades. Su obra más importante, El guardián entre el centeno (1951), le estableció como escritor de culto y Holden Caulfield, el héroe de la novela, se convirtió en prototipo del adolescente rebelde y confuso que busca la verdad y la inocencia lejos del mundo falso de los adultos. Otras obras de Salinger, que tras su temprano éxito literario se convirtió en un ermitaño, son su libro de relatos Nueve cuentos (1953), Franny y Zooey (1961), Levantad, carpinteros, la viga maestra y Seymour: Una introducción (ambas en 1963). Todas ellas tratan de los problemas de los niños de la familia Glass, brillantes y extremadamente sensibles.


Descarga del libro Nueve cuentos, el relato que vamos a comentar es el primero:


https://66.240.239.19/3/6/6/36641.ZIP


INICIO DE LA DISCUSIÓN EL PRÓXIMO DÍA 20 DE JULIO
 
Desconozco cual va a ser la manera de opinar de este libro en concreto, si sacando conclusiones de cada cuento o haciendo un resumen de todos los cuentos leíos.

Resumiendo, he leído este primer cuento (1 de 9) que abre el libro: "un día perfecto para el pez plátano" he de decir que ha sido de mi agrado.

Un cuento con buen argumento, aunque la conversación entre madre e hija se hace por momentos un tanto anodina, y el final es imprevisible e inesperado, cuando se dispara un tiro en la sien.

Hasta la fecha, no había leído nada de este autor y me está cautivando.

Seguimos leyendo y desgranando el libro por capítulos...
 
A mí me ha recordado a las películas en blanco y negro de los años 40. Se suele decir que en las metrópolis, en las zonas urbanas, la vida corre a toda velocidad y ésa es la impresión que como lector también percibo.

El relato tiene su argumentación en el mismo personaje, empezamos con la conversación telefónica de la maruja la cual no permite descanso en la lectura, una buena representación de la madre preocupada. No conocemos todavía al blanco de las críticas, al protagonista. Se nos presenta en una segunda escena donde sostiene una relación especial con una peque, allí ya nos muestra signos de turbación porque se dedica a hacer flexiones con los puños cerrados, una manera de soltar presión. Y para acabar, el punto final donde nos sorprende el desenlace por ser rápido y concluyente - previamente no habían habido escenas violentas -, sin embargo lleno de coherencia porque ya estábamos avisados sobre el individuo.

Es el tipo de literatura fácil de disfrutar porque no exige preparación al lector ni que tenga que estar concentrado, muy bueno para libros de bolsillo y en un lugar con ruido como el metro.
 
El tío Wiggily en Connecticut: segundo cuento del libro (2 de 9), el nivel baja notablemente respecto al anterior cuento.

Relata el reencuentro (en la casa de una de ellas) de 2 mujeres que estudiaban en la facultad, y me ha parecido un despropósito infame, desde mi óptica de lector parece que estaba en medio del salón flanqueado por dos charlatanas dañándome seriamente los oídos (sólo aliviado por las apariciones fugaces de la niña Ramona) e incomodándome conforme pasa la lectura.

Conclusión de este cuento: deplorable, pasemos al siguiente...
 
He leido varios de los cuentos del libro además del "pez platano" y me he informado algo sobre el amigo Salinger ya que además de "El guardian..." no había leido nada más suyo.

Resumiendo estilo twitter podríamos decir que es un simpático y chalado hijo de puta.

Además he aprendido (excelsa wikipedia) que usa recurrentemente a la familia Glass en casi toda su relación de cuentos. Incluso el que relata el amigo Chenelete del tío Wiggily en Connecticut es de la familia.

En cuanto al cuento al que nos referimos, ni frio ni calor. Directo, siguiendo el hilo de pensamientos de los personajes sin pretender edulcorar nada (más visible en el cuento del tio Wiggily o incluso en el de Esme).

Un detalle curioso en el "pez plátano" ha sido que cuando la niña está con la madre poniéndole cre-ma en la espalda, dice "ver más vidrio" varias veces. Al principio me desconcertó hasta que caí en que se trataba de un juego de palabras con el nombre de Seymour Glass, que fonéticamente se leería "si-mor-glas"; en inglés "ver más vidrio" sería "see more glass" que fonéticamente es idéntico a lo anterior.

No se si todas las traducciones serán así. La mía tiene pinta de ser argentina puesto que nombran "plata" a la pasta.

Pd: Tengo los dos libros del club (Salinger y Chejov) en formato Papyre (PDF y FB2). Si alguien los quiere, un privado.
 
Dante Alighieri rebuznó:
Un detalle curioso en el "pez plátano" ha sido que cuando la niña está con la madre poniéndole cre-ma en la espalda, dice "ver más vidrio" varias veces. Al principio me desconcertó hasta que caí en que se trataba de un juego de palabras con el nombre de Seymour Glass, que fonéticamente se leería "si-mor-glas"; en inglés "ver más vidrio" sería "see more glass" que fonéticamente es idéntico a lo anterior.

Joder, menudo juego de palabras enrevesado, aunque en efecto, fonéticamente en inglés suena así. Buen detalle Dante Alighieri, no había caído en ello.

Leyéndolo sin percibir la fonética anglosajona parece ser una errata del escritor. Gracias por aclararlo.
 
Chenelete rebuznó:
Joder, menudo juego de palabras enrevesado, aunque en efecto, fonéticamente en inglés suena así. Buen detalle Dante Alighieri, no había caído en ello.

Leyéndolo sin percibir la fonética anglosajona parece ser una errata del escritor. Gracias por aclararlo.

Yo al principio lo achaqué a la conversión al formato ebook, pero lo repite varias veces en 2 o 3 párrafos distintos, con lo que me mosqueó bastante.

En la medida de lo posible intento leer en inglés, aunque en este caso no fue así.
 
Pues a mí me ha dejado indiferente, si bien es cierto que me ha entretenido, pero no me ha dicho nada, por no decir que el final lo he visto algo forzado, como el de Yerma de García Lorca; esa clase de finales se redactan para tratar de dar un desenlace a la narración, pero son algo efectistas y poco sorprendentes para mi gusto. Cuando un autor termina un relato con un asesinato o un suicidio da la sensación de que hace uso de dicho recurso porque no sabe cómo acabar, y no porque esa muerte transmita algo especial. De todas formas, se lee con suma facilidad, pues es una historia en la que tienen un gran protagonismo el diálogo y la acción, pasando a segundo plano las casi inexistentes descripciones, lo que se traduce en un ritmo muy rápido, casi trepidante, que refleja de algún modo ese mundo urbano, tecnificado y seguro de sí mismo que era la norteamérica posterior a la II Guerra Mundial, pero lleno de traumas y frustraciones, como los que plasmaría el propio autor en las páginas de su obra más conocida a través del que quizá es su alter ego adolescente: Holden Caulfield. En cualquier caso, es un relato bastante flojito, me hace gracia pensar que Salinger considerase a Steinbeck un escritor de segunda cuando es evidente que La perla le da mil vueltas a la historia aquí comentada -La perla en realidad es una novela, pero por su extensión bien podría considerarse un relato corto, por lo que la comparación es justa-, por no decir que si no hubiese sido por el Guardián entre el centeno no le conocerían ni en su casa a la hora de cenar; un libro muy divertido y digno de este foro de sida mental que continúa causando sensación a pesar del paso del tiempo, pero inexplicablemente sobrevalorado, como la mayoría de sus textos.
 
Pues yo lo he disfrutado mucho más en esta segunda lectura. Puede parecer precipitado y efectista en cuanto a su conclusión, pero para el lector un poco familiarizado con el universo Salinger, la familia Glass, y personaje de Seymour en particular -ver Seymour: una introducción- resulta un relato del todo coherente.

Puede ser que, para el propio Salinger, presuponer en el lector el conocimiento del resto de su obra sea demasiado presuponer, pero aún así creo que el relato funciona como entidad individual. Además, puede tomarse como una suerte de exorcismo del propio Salinger, que participó en la Segunda Guerra Mundial y sufría de estrés postraumático, trastorno plenamente identificable a mi juicio con su personaje en el relato.

Yo tengo mi teoría -bastante obvia-, pero... ¿qué creéis que significa lo del "pez plátano"?
 
Al contrario de lo que ha dicho alguno, a mí no me ha parecido un final precipitado, creo que Salinger da pistas de sobra en la conversación telefónica de que el marido está tarumba y puede salir por cualquier parte en cualquier momento. Y que su comportamiento en la charla con la niña es también altamente aleatorio, como aleatorio es el final. Tanto le podía haber dado por hacer eso como por disfrazarse de pez-plátano.

Evidentemente si se intentara hacer algún tipo de monólogo interior nos quedaría más claro que el protagonista puede hacer lo que acaba haciendo, pero si Salinger hubiera hecho eso igual no le hubiera salido un cuento sino algo más largo.

Por lo demás, creo que está bien construido y probablemente se pueda estudiar en una clase de técnicas literarias y esas cosas, pero me ha parecido simplemente correcto. Que maneja bien el diálogo no creo que haga falta decirlo.

Debo decir que no he leído "El guardían..." ni nada más de Salinger, así que no hago mi crítica extensible a la obra del autor.

Dr. Quatermass rebuznó:
Yo tengo mi teoría -bastante obvia-, pero... ¿qué creéis que significa lo del "pez plátano"?

Me da por pensar que, por su comportamiento estúpido e incapaz de ver las consecuencias a largo plazo (hartarse de plátanos hasta no poder salir del agujero y morirse), el pez plátano puede ser una metáfora del ser humano; es probable que, si el protagonista tiene experiencias traumáticas de la guerra y suele hacer todos esos planes sobre la muerte que se mencionan en el relato, la frívola vida americana le parezca, en comparación con lo que vio en la guerra, una estupidez; que la gente le parezca una manada de imbéciles peces-plátano incapaces de ver más allá de su estómago lleno y de su aburguesamiento cotidiano, destinados a morir en un agujero asqueroso.
O igual no tiene nada que ver con eso :53
 
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