lemikox
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Estaba mirando la mierda del purgatorio, del que soy inquilino
y he visto este hilo que abrí en su día y no tuvo casi aportación, así que me he dicho " voy a mandarlo al general que para mierda la que hay allí".
Esto no es un ladrillo, es un primer piso completo.
------------------------------------------------------------ooOoo------------------------------------------------------
¿Cuánta gente (jodidos pajilleros) ha soñado con tener como vecina a la típica tía buena?, ¿cuántos de vosotros os habéis matado a pajas pensando en ella?, ¿cuántos habéis hablado con ella más de un “pues hoy parece que va a llover”?, ¿cuántos la habéis tenido como amiga?, ¿cuántos, de esos pocos que deben de quedar, os la habéis FOLLADO?
Mierda, empezaré de nuevo que luego me llaman fantasma (bueno, no, para eso ya tenemos a SH-).
Se puede decir que he vivido en dos pisos diferentes durante mis casi tres décadas de vida: hasta los 17 ó 18 (no recuerdo con exactitud) en uno y hasta los 28 actuales en otro (intercalando una estancia larga en el extranjero y estos dos meses y pico que llevo compartiendo piso).
Hablando de mi niñez y adolescencia puedo decir que:
Recuerdo las partidas que nos pegábamos mi vecino y yo a través de los balcones con las cartitas de los aviones (¡viva el Tupolev!), los barcos y los coches; jugábamos como buenos bandarras a tirar escupitajos a los calvos de mierda y el resto de personas que osaban desafiar nuestra línea defensiva imaginaria, a esto también uníamos el tiro con cerbatana hacia la otra acera (hacia abajo no se debe hacer, conlleva el riesgo de que se te caiga el dardo). Recuerdo, como si fuera ayer, mi primer cerbatanazo: disparé a un calvo de mierda, por supuesto fallé, y el dardo fue a dar a otro calvo de mierda que salía en ese momento de su coche (no era Rubén). Anda que no tuvimos descojono aquel día (nos creíamos caca y no llegábamos ni a retortijón).
En el piso de abajo vivía un anciano que siempre me daba chuches (he dicho chuches, no polla; que os conozco) y me contaba historias de cuando era joven. Este señor tenía un hijo, para mi muy mayor por aquel entonces, que cuando terminó la carrera de derecho se pilló un gran cogorzón y, desafortunadamente para mí, fue el primer borracho que vi en mi vida. Serían las 9 de la mañana cuando mi padre y yo nos disponíamos a ir al puto fútbol (recuerdo ese día doblemente porque me escayolaron la pierna al joderme el quinto metatarsiano), cuando vi a un ente emitir sonidos guturales como un orko todo tronzado sobre las escaleras. Sólo llegué a entender “tetas Sabrina”. Algunos años más tarde me enteré del icono sexual que representaba para aquella generación (y algún pajote cayó en su honor).
JODER, NO VEO EL LOL POR NINGÚN LADO.
Tenía otro vecino que era un niño malcríado, tendría yo 12 años o así, y el hijodeputa se intentaba colar siempre para jugar a la máquina del bar. Un día, el retrasado del crío, se volvió a colar y metió la moneda de 5 duros (de las viejas, de las que no llevaban agujero – los de la LOGSE que pasen de esto-) y se disponía a sentarse en la silla cuando se me encendió la luz, con un rápido movimiento de karate le propiné un mawashi geri a la silla y el niño se fue a tomar por culo. Me puse a jugar (la verdad, no recuerdo que juego era) y al cabo de 10 segundos apareció el infraser con su puta, quiero decir, con su madre: que si el dinero era suyo, que si era un abusón, que si se lo iba a decir a mi madre... En definitva, me jodió la partida. No valió de nada que le explicase que su hijo era un jeta y que necesitaba educación (por aquel entonces yo no decía tacos y era bastante educado), así que como venganza le jodí el buzón, e hice pedazos la chapa esa donde está inscrito el nombre con el número del piso.
Le faltó tiempo a la muy puta para tocar el timbre de mi casa y decirme de muy malos modos que si había sido yo, pregunta que repitió varias veces (en todas le dije lo mismo: NO) mientras sostenía los trozitos de la chapa en sus manos. Di por concluida esa conversación y le cerré la puerta mientras me partía el pecho, creo que llegó a oír mis carcajadas porque siguió llamando al timbre un rato más.
¡Ah! Ni que decir tiene que la muy puta se lo contó a mi madre, esta a mi padre y este me lo hizo saber con su amor habitual.
Cuando rondaba los 15 o así vinieron a vivir unos o unas estudiantes (nunca les vi) porque de vez en cuando hacían fiestas. A mi me jodía cosa mala porque se les oía todo ya que mi cuarto daba al patio y ellos montaban el pifostio en las habitaciones que daban al patio.
Y para rematar, en el primer piso, teníamos a la dueña del patio (la de veces que se le habrá caído a mi madre los calcetines, la mopa y demás historias) y del radiopatio, no había acontecimiento que ella no supiera, se enteraba de todo.
Cuando tenía 17 o 18 años cambié de piso.
[insertar aquí el primer párrafo de este texto]
Que levanten la mano los que hicieron todo eso y más.
Fue mi novia durante año y pico. Baldosa y media nos separaba. Mis padres trabajando y yo follando en casa, de buena mañana.
Nunca caí bien a sus padres (mejor dicho, a su madre) porque un día llegué todo morao a eso de las 5 de la mañana y toqué el timbre (su padre es bombero y esa noche le tocaba currar). Al parecer me puse a hablar con ella, no sé de qué porque no lo recuerdo. Lo que sí recuerdo es que la muy puta (de la madre) siempre nos dejaba la puerta abierta, cada vez que iba a su casa y me metía en el cuarto con su hija, venía la madre a decirnos cuatro chorradas y se marchaba dejando la puerta abierta. ZORRA DESCONFIADA (que sepas, si me lees, que no te funcionó porque me comió la polla más de una vez mientras estabais en la sala).
En este edificio teníamos un vecino, del primero era, que entró a vivir el mismo día que nosotros (los pisos eran nuevos), era muy majo él pero era un bienqueda. Así que por listo le jodí la bici. Me dijo que podía usarla cuando quisiera y yo le tomé la palabra. Era mi tercer finde consecutivo saliendo con la bici cuando se me ocurrió saltar un terraplén. La putada de esa bici era que tenía amortiguador delantero y yo, por aquella época, no estaba acostumbrado a eso. Salté calculando mal y en vez de hacer un medio caballito me quedé en mediomierda y me empotré de morros contra el suelo, la bici salto por encima de mí hasta estrellarse contra el árbol.
He de decir en mi defensa que el salto era complicado, tenías los árboles cerca, poco espacio, bastante altura... Bueno, que la hostia estaba asegurada.
En el sexto vive mi vecino del Corte Inglés, joder qué chulería se gasta. Tiene un Porsche en el garage y le ha comprado un Audi al hijo. La madre tiene un polvazo. Es puta, fijo, y de lujo, así se pagan los coches.
Luego, por último, porque me aburro de contar esta mierda sin puta gracia, está el señor gordo-flaco-barriga fofa. Este tío me tiene cruzado porque un día llegué muy morao y, al parecer, le debí de potar encima o algo, no lo recuerdo, sólo sé que la pota la tuvo que limpiar la señora de la limpieza y después, en las reuniones esas que se hacen en el portal, el pavo dijo que el sabía quién había sido pero no lo iba a decir (eso me lo dijo mi vecina-follamiga por aquel entonces). Ese tío siempre me miraba con odio.
¡Ah! Y la hija de los del quinto, se me olvidaba, es que hace la tira de tiempo que se independizó. Esta tía estaba un rato buena también, lo malo era su pandero, que era algo excesivo para mi gusto. Recuerdo a esta chica porque cuando yo aún estaba tomando kalimotxos ella iba a cubatas que siempre me ofrecía. A mí me tiraba más su amiga pero como no soy de entrar a las tías (a no ser que esté fuera de mi zona de influencia, es decir, en el extranjero o a tomar por culo de casa) me quedé sin follarme a la amiga ni a ella.
:3Hola, Mundele
Esto no es un ladrillo, es un primer piso completo.
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¿Cuánta gente (jodidos pajilleros) ha soñado con tener como vecina a la típica tía buena?, ¿cuántos de vosotros os habéis matado a pajas pensando en ella?, ¿cuántos habéis hablado con ella más de un “pues hoy parece que va a llover”?, ¿cuántos la habéis tenido como amiga?, ¿cuántos, de esos pocos que deben de quedar, os la habéis FOLLADO?
Mierda, empezaré de nuevo que luego me llaman fantasma (bueno, no, para eso ya tenemos a SH-).
Se puede decir que he vivido en dos pisos diferentes durante mis casi tres décadas de vida: hasta los 17 ó 18 (no recuerdo con exactitud) en uno y hasta los 28 actuales en otro (intercalando una estancia larga en el extranjero y estos dos meses y pico que llevo compartiendo piso).
Hablando de mi niñez y adolescencia puedo decir que:
Recuerdo las partidas que nos pegábamos mi vecino y yo a través de los balcones con las cartitas de los aviones (¡viva el Tupolev!), los barcos y los coches; jugábamos como buenos bandarras a tirar escupitajos a los calvos de mierda y el resto de personas que osaban desafiar nuestra línea defensiva imaginaria, a esto también uníamos el tiro con cerbatana hacia la otra acera (hacia abajo no se debe hacer, conlleva el riesgo de que se te caiga el dardo). Recuerdo, como si fuera ayer, mi primer cerbatanazo: disparé a un calvo de mierda, por supuesto fallé, y el dardo fue a dar a otro calvo de mierda que salía en ese momento de su coche (no era Rubén). Anda que no tuvimos descojono aquel día (nos creíamos caca y no llegábamos ni a retortijón).
En el piso de abajo vivía un anciano que siempre me daba chuches (he dicho chuches, no polla; que os conozco) y me contaba historias de cuando era joven. Este señor tenía un hijo, para mi muy mayor por aquel entonces, que cuando terminó la carrera de derecho se pilló un gran cogorzón y, desafortunadamente para mí, fue el primer borracho que vi en mi vida. Serían las 9 de la mañana cuando mi padre y yo nos disponíamos a ir al puto fútbol (recuerdo ese día doblemente porque me escayolaron la pierna al joderme el quinto metatarsiano), cuando vi a un ente emitir sonidos guturales como un orko todo tronzado sobre las escaleras. Sólo llegué a entender “tetas Sabrina”. Algunos años más tarde me enteré del icono sexual que representaba para aquella generación (y algún pajote cayó en su honor).
JODER, NO VEO EL LOL POR NINGÚN LADO.
Tenía otro vecino que era un niño malcríado, tendría yo 12 años o así, y el hijodeputa se intentaba colar siempre para jugar a la máquina del bar. Un día, el retrasado del crío, se volvió a colar y metió la moneda de 5 duros (de las viejas, de las que no llevaban agujero – los de la LOGSE que pasen de esto-) y se disponía a sentarse en la silla cuando se me encendió la luz, con un rápido movimiento de karate le propiné un mawashi geri a la silla y el niño se fue a tomar por culo. Me puse a jugar (la verdad, no recuerdo que juego era) y al cabo de 10 segundos apareció el infraser con su puta, quiero decir, con su madre: que si el dinero era suyo, que si era un abusón, que si se lo iba a decir a mi madre... En definitva, me jodió la partida. No valió de nada que le explicase que su hijo era un jeta y que necesitaba educación (por aquel entonces yo no decía tacos y era bastante educado), así que como venganza le jodí el buzón, e hice pedazos la chapa esa donde está inscrito el nombre con el número del piso.
Le faltó tiempo a la muy puta para tocar el timbre de mi casa y decirme de muy malos modos que si había sido yo, pregunta que repitió varias veces (en todas le dije lo mismo: NO) mientras sostenía los trozitos de la chapa en sus manos. Di por concluida esa conversación y le cerré la puerta mientras me partía el pecho, creo que llegó a oír mis carcajadas porque siguió llamando al timbre un rato más.
¡Ah! Ni que decir tiene que la muy puta se lo contó a mi madre, esta a mi padre y este me lo hizo saber con su amor habitual.
Cuando rondaba los 15 o así vinieron a vivir unos o unas estudiantes (nunca les vi) porque de vez en cuando hacían fiestas. A mi me jodía cosa mala porque se les oía todo ya que mi cuarto daba al patio y ellos montaban el pifostio en las habitaciones que daban al patio.
Y para rematar, en el primer piso, teníamos a la dueña del patio (la de veces que se le habrá caído a mi madre los calcetines, la mopa y demás historias) y del radiopatio, no había acontecimiento que ella no supiera, se enteraba de todo.
Cuando tenía 17 o 18 años cambié de piso.
[insertar aquí el primer párrafo de este texto]
Que levanten la mano los que hicieron todo eso y más.
Aquí venía el típico brazo en alto con la mano bien visible pero estoy vago y no me apetece poner la foto
Nunca caí bien a sus padres (mejor dicho, a su madre) porque un día llegué todo morao a eso de las 5 de la mañana y toqué el timbre (su padre es bombero y esa noche le tocaba currar). Al parecer me puse a hablar con ella, no sé de qué porque no lo recuerdo. Lo que sí recuerdo es que la muy puta (de la madre) siempre nos dejaba la puerta abierta, cada vez que iba a su casa y me metía en el cuarto con su hija, venía la madre a decirnos cuatro chorradas y se marchaba dejando la puerta abierta. ZORRA DESCONFIADA (que sepas, si me lees, que no te funcionó porque me comió la polla más de una vez mientras estabais en la sala).
En este edificio teníamos un vecino, del primero era, que entró a vivir el mismo día que nosotros (los pisos eran nuevos), era muy majo él pero era un bienqueda. Así que por listo le jodí la bici. Me dijo que podía usarla cuando quisiera y yo le tomé la palabra. Era mi tercer finde consecutivo saliendo con la bici cuando se me ocurrió saltar un terraplén. La putada de esa bici era que tenía amortiguador delantero y yo, por aquella época, no estaba acostumbrado a eso. Salté calculando mal y en vez de hacer un medio caballito me quedé en mediomierda y me empotré de morros contra el suelo, la bici salto por encima de mí hasta estrellarse contra el árbol.
He de decir en mi defensa que el salto era complicado, tenías los árboles cerca, poco espacio, bastante altura... Bueno, que la hostia estaba asegurada.
En el sexto vive mi vecino del Corte Inglés, joder qué chulería se gasta. Tiene un Porsche en el garage y le ha comprado un Audi al hijo. La madre tiene un polvazo. Es puta, fijo, y de lujo, así se pagan los coches.
Luego, por último, porque me aburro de contar esta mierda sin puta gracia, está el señor gordo-flaco-barriga fofa. Este tío me tiene cruzado porque un día llegué muy morao y, al parecer, le debí de potar encima o algo, no lo recuerdo, sólo sé que la pota la tuvo que limpiar la señora de la limpieza y después, en las reuniones esas que se hacen en el portal, el pavo dijo que el sabía quién había sido pero no lo iba a decir (eso me lo dijo mi vecina-follamiga por aquel entonces). Ese tío siempre me miraba con odio.
¡Ah! Y la hija de los del quinto, se me olvidaba, es que hace la tira de tiempo que se independizó. Esta tía estaba un rato buena también, lo malo era su pandero, que era algo excesivo para mi gusto. Recuerdo a esta chica porque cuando yo aún estaba tomando kalimotxos ella iba a cubatas que siempre me ofrecía. A mí me tiraba más su amiga pero como no soy de entrar a las tías (a no ser que esté fuera de mi zona de influencia, es decir, en el extranjero o a tomar por culo de casa) me quedé sin follarme a la amiga ni a ella.
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