Viejos desnortados en las aulas

FUMANCHU

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21 May 2009
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Buenos días hijos de una rata.

Ha salido un tema muy interesante en el hilo de nuestro hamijo Apofis que merece su propio espacio y atención.

Hablamos de esos personajes que aparecen en un aula y similares con edades que no se corresponden siendo en muchos casos más inmaduros y personajes que aquellos a los que sacan más años que Matusalén.

En mi vida me encontré con uno de ellos y fue en la carrera. El tipo en cuestión nos sacaba una década en el dni pero por su físico poco agraciado y vida desordenada pasaba por un cuarentón. La razón de su matriculación en lo que sería su tercera carrera no era otra que seguir viviendo de los padres y hacer el gamberro cuando los de su edad empezaban a sentar la cabeza. Se apuntaba a un bombardeo siempre que hubiese alcohol y a muchas quedadas aparecía con una melopea que apenas le permitía balbucear, por algo le llamaban “el cogorzas” sus antiguos compañeros de carrera. Su cenit lo alcanzó en el viaje de estudios cuando estuvo dia y medio desaparecido; por aquella época solo un compañero tenía móvil y su madre llamaba para saber cómo se encontraba. La dimos todo tipo de excusas (que había salido a tomar el vermut, que estaba en la compra etc)si bien por su tono sabíamos que no nos creía. Cuando hizo aparicion hecho una mierda nos contó que se había liado con una gorda a la que hizo un dedo en un pub inglés mientras los guiris desayunaban haciendo vomitar a algunos de los comensales.

Por supuesto que hay más anecdotas que iré relatando más adelante.
 
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El primer año de carrera lo hice de tarde. Al pasar a la universidad esperaba un ambiente juvenil, tipo peli estadounidense, yo qué sé.
Qué me encontré? Una clase donde había varios jubilados, una clase donde el rango de edad predominante era de entre 30-40 años. Gente calva, viejas taconeando, un viejo absolutamente decrépito, maduritos que trabajaban en la construcción y quisieron dar un vuelco a sus vidas (metiéndose a historia jij). La chavalería éramos pocos y nos hicimos fuertes, fue lo único bueno de aquello. Formamos un grupo compacto de unas 12-15 personas que se fue deteriorando con las sucesivas borracheras que creaban problemas entre los más sensibles.
Al núcleo duro de aquellos borrachos juveniles fuimos incorporando a veteranos que nos parecían pintorescos, como a Miguelón, un señor que era basurero, 40 años, casado y con hija que no paraba de hablar de su aleti al que llamaba Atlético de Magüí. Este señor se pillaba unas mierdas como camiones. Bebía whisky y no sé si por hacerse el duro e impresionarnos pero lo bebía a palo seco y en un botellón podía trasegarse perfectamente una botella y media él solito. Un día, el último que vino con nosotros, se cogió tal mierda que se quedó dormido o en coma, no lo sé, tirado en el césped y, como éramos así de graciosos y simpáticos, le meamos encima y uno hasta se arrancó pelos de la polla y el culo y se los esparció por la cara.
También incorporamos a un treintañero de pelo largo que siempre iba con su guitarra en ristre, que no había dado un palo al agua en su vida, que vivía con sus padres. El tipo tenía éxito entre las señoritas y era buen negocio tenerle porque siempre, siempre, siempre, acababa con una y con ella venían sus amigas, claro.
Y luego había otro de edad indeterminada pero ya jubilado a buen seguro, que venía con nosotros a algún botellón, más bien se pasaba un rato, se tomaba un copazo mientras contaba batallitas y se iba cuando veía que nuestra borrachera iba a más y dejábamos de prestarle atención.

Joder, qué habrá sido de ellos, madre mía. A buen seguro el viejo habrá muerto, se joda
 
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El primer año de carrera lo hice de tarde. Al pasar a la universidad esperaba un ambiente juvenil, tipo peli estadounidense, yo qué sé.
Qué me encontré? Una clase donde había varios jubilados, una clase donde el rango de edad predominante era de entre 30-40 años. Gente calva, viejas taconeando, un viejo absolutamente decrépito, maduritos que trabajaban en la construcción y quisieron dar un vuelco a sus vidas (metiéndose a historia jij). La chavalería éramos pocos y nos hicimos fuertes, fue lo único bueno de aquello. Formamos un grupo compacto de unas 12-15 personas que se fue deteriorando con las sucesivas borracheras que creaban problemas entre los más sensibles.
Al núcleo duro de aquellos borrachos juveniles fuimos incorporando a veteranos que nos parecían pintorescos, como a Miguelón, un señor que era basurero, 40 años, casado y con hija que no paraba de hablar de su aleti al que llamaba Atlético de Magüí. Este señor se pillaba unas mierdas como camiones. Bebía whisky y no sé si por hacerse el duro e impresionarnos pero lo bebía a palo seco y en un botellón podía trasegarse perfectamente una botella y media él solito. Un día, el último que vino con nosotros, se cogió tal mierda que se quedó dormido o en coma, no lo sé, tirado en el césped y, como éramos así de graciosos y simpáticos, le meamos encima y uno hasta se arrancó pelos de la polla y el culo y se los esparció por la cara.
También incorporamos a un treintañero de pelo largo que siempre iba con su guitarra en ristre, que no había dado un palo al agua en su vida, que vivía con sus padres. El tipo tenía éxito entre las señoritas y era buen negocio tenerle porque siempre, siempre, siempre, acababa con una y con ella venían sus amigas, claro.
Y luego había otro de edad indeterminada pero ya jubilado a buen seguro, que venía con nosotros a algún botellón, más bien se pasaba un rato, se tomaba un copazo mientras contaba batallitas y se iba cuando veía que nuestra borrachera iba a más y dejábamos de prestarle atención.

Joder, qué habrá sido de ellos, madre mía. A buen seguro el viejo habrá muerto, se joda

Apifos, no estarás proyectando y el señor cuarenton balbuceante serías tu?
 
Yo tengo la ilusión de ponerme con historia cuando me jubile. Pero a distancia. Pisar un aula significa aguantar a un montón de gilipollas y ver demasiado culo fresco y turgente. Cuando me tocó con la edad normalizada me resulto un coñazo lo primero y demasiada distracción lo segundo. No creo que de viejo la cosa mejore.
 
Yo no descarto en el futuro, si las cosas vinieran mal dadas en mi trabajo, volver a la universidad y hacer enfermería. ME convalidarían más de la mitad de las asignaturas, y luego para trabajar tendría un enchufe nivel trifásico por mi mujer.

El tema está en que yo sería el viejuno que desentonara entre las hordas de veinteañeras turgentes y con ganas de mambo :lol:
 
Yo no descarto en el futuro, si las cosas vinieran mal dadas en mi trabajo, volver a la universidad y hacer enfermería. ME convalidarían más de la mitad de las asignaturas, y luego para trabajar tendría un enchufe nivel trifásico por mi mujer.

El tema está en que yo sería el viejuno que desentonara entre las hordas de veinteañeras turgentes y con ganas de mambo :lol:
Conozco a un tipo que estudio la carrera con +40; sin problemas.
 
Yo no descarto en el futuro, si las cosas vinieran mal dadas en mi trabajo, volver a la universidad y hacer enfermería. ME convalidarían más de la mitad de las asignaturas, y luego para trabajar tendría un enchufe nivel trifásico por mi mujer.

El tema está en que yo sería el viejuno que desentonara entre las hordas de veinteañeras turgentes y con ganas de mambo :lol:
Me sé de uno que la empezó (enfermería) con 48 años. Anda ya en tercero.
 
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Parece que es una constante que el abuelo del curso se pille las mayores cogorzas, en mi caso fue igual. El tío a veces venía incluso trajeado, con un aura como de tío maduro, como para impresionar a las titis. Pero en las cenas de clase... :lol:
 
Penúltimo año de FP. Un tío mayorcete(para mí claro,todos con 17 tacos o así)de 42 años. El fulano era seriote.era encargado en una subcontrata de PSA y quería subir en el escalafón y tener estudios.


Duro ese año. Se acabó tirando a una de las secretarias del centro .todo muy lolesco pues ambos estaban casados y la cosa trascendió.
 
En mi vida me encontré con uno de ellos y fue en la carrera.
Cito aquí lo que he contado en el hilo al que te refieres de mi compañero de carrera Nacho. Él, treinta y ocho palos; los demás, dieciocho, diecinueve.

Yo sólo este. Estaba casado, era enfermero en un hospital, y decidió sacarse la carrera y ahí le tenías, doblando la edad a todos los demás y montándola gorda cada puta vez que salíamos a tomar algo. Era capaz de emborracharse al segundo trago de Mahou, y la mierda le duraba 48 horas. En el viaje a Sevilla se cogió el trozo en el autobús de ida a la altura de Toledo y lo mantuvo durante todos los días que estuvimos ahí, de manera ininterrumpida. Se le pasó al volver a Madrid. Casi nos mata del pestazo, además, el día que se quitó en la habitación las zapatillas, pero lo peor es que las tías que estaban ahí con nosotros se piraron a hipervelocidad al notar el tufo. Menudo elemento, el Nacho. Qué habrá sido de él. Estará para jubilarse.

Lo que realmente le volvía loco a Nacho, lo que le gustaba de verdad, era liarla. Y le daba igual con quién, lo único que quería era liarla y montar bulla.

Como digo, el hijo puta pisaba una chapa y ya estaba borracho, no he visto a nadie tener menos aguante. Y claro, cada puta vez que salíamos ya le tenías borracho al minuto dos. Quince tíos de dieciocho años, o de veinte, teniendo que tener todos un ojo puesto en el manguta casi cuarentón que estaba con nosotros, el mundo al revés. En cuanto se separaba unos centímetros del grupo ya sabíamos que había descubierto a alguien a quien ir a tocarle las pelotas y liarla. Estabas tomando algo tranquilo en un garito y de repente un grito de una pava en plan "ahhhhhhhhhhhhhhhhhh" y "mecawendiossss, ya la ha liao", te girabas y, efectivamente, ahí estaba el Nacho, poniéndole el cubata helado de DYC-cola en la espalda a una tía que llevaba un vestido con la espalda al aire. Qué puto respingo pegaban cada vez que hacía lo del cubata, que lo hacía cada vez que había una con la espalda al aire. Ahí teníamos que ir unos cuantos a quitarle de en medio no fuera a ser que siguiera liándola. Y la cosa no iba a más porque salíamos en un grupo como de quince, que si llegamos a ir tres y él eso hubiera acabado a hostias TODOS los días, porque, claro, esas pavas iban con sus pavos o porque esos a los que empezaba a empujar cuando jugaban al futbolín y a reírse de ellos eran sólo cuatro y no veían claro meterse en peleas con tanta gente por culpa de un borracho. En el viaje a Sevilla del quote metió tal bulla él solito en el autobús que el conductor se salió de la autovía, paró y dijo que o paraba o él no seguía. Vale que todos estábamos montando ruido, pero es que una cosa era montar ruido y otra cosa era coger hielos y lanzarlos al parabrisas. Empezó suave el viaje. Recuerdo que el autobús salía a eso de las dos de la tarde, a las dos y diez ya le estaba intentando quitar el bocadillo a una de clase. No lo consiguió, pero consiguió que le diera un trozo. "Hija puta, me ha dao el pico". Y lo tiró contra la cabeza de alguien. Con el conductor de un taxi en ese viaje también se las tuvo un poco tiesas, porque nos metimos en uno, vio un escudo del Betis en el salpicadero y sin pensarlo dos veces soltó "No jodas que eres del Betis. Menudo idiota el Lopera, ¿no?". Y de estas, mil. Hace más de veinte años de aquello, a ver si me voy acordando de cosas y cuento.
 
El primer año de carrera lo hice de tarde. Al pasar a la universidad esperaba un ambiente juvenil, tipo peli estadounidense, yo qué sé.
Qué me encontré? Una clase donde había varios jubilados, una clase donde el rango de edad predominante era de entre 30-40 años. Gente calva, viejas taconeando, un viejo absolutamente decrépito, maduritos que trabajaban en la construcción y quisieron dar un vuelco a sus vidas (metiéndose a historia jij). La chavalería éramos pocos y nos hicimos fuertes, fue lo único bueno de aquello. Formamos un grupo compacto de unas 12-15 personas que se fue deteriorando con las sucesivas borracheras que creaban problemas entre los más sensibles.
Al núcleo duro de aquellos borrachos juveniles fuimos incorporando a veteranos que nos parecían pintorescos, como a Miguelón, un señor que era basurero, 40 años, casado y con hija que no paraba de hablar de su aleti al que llamaba Atlético de Magüí. Este señor se pillaba unas mierdas como camiones. Bebía whisky y no sé si por hacerse el duro e impresionarnos pero lo bebía a palo seco y en un botellón podía trasegarse perfectamente una botella y media él solito. Un día, el último que vino con nosotros, se cogió tal mierda que se quedó dormido o en coma, no lo sé, tirado en el césped y, como éramos así de graciosos y simpáticos, le meamos encima y uno hasta se arrancó pelos de la polla y el culo y se los esparció por la cara.
También incorporamos a un treintañero de pelo largo que siempre iba con su guitarra en ristre, que no había dado un palo al agua en su vida, que vivía con sus padres. El tipo tenía éxito entre las señoritas y era buen negocio tenerle porque siempre, siempre, siempre, acababa con una y con ella venían sus amigas, claro.
Y luego había otro de edad indeterminada pero ya jubilado a buen seguro, que venía con nosotros a algún botellón, más bien se pasaba un rato, se tomaba un copazo mientras contaba batallitas y se iba cuando veía que nuestra borrachera iba a más y dejábamos de prestarle atención.

Joder, qué habrá sido de ellos, madre mía. A buen seguro el viejo habrá muerto, se joda
Tanta carrera para ser peseta ? Malempleado tiempo y dinero si ya no piden ni el BTP .
Make It Rain Money GIF
 
El caso de mis viejos de clase era gente aburrida, jubilada, con ciertas inquietudes o miedo a estar solos en casa. Entendible.
Pero los de 40 eran los peores. Comparten muchos rasgos de los adultos que habéis descrito. Yo creo que andaban más perdidos en la vida que @Max_Demian en first dates, quizá hasta a alguno le faltase un tornillo o estuviesen bajo prescripción médica y que se juntaba todo ello con unas ganas tremendas de impresionar a jovencitos y gustar a jovencitas.
Si algún día cojo ese camino me matáis, por favor
 
Tanta carrera para ser peseta ? Malempleado tiempo y dinero si ya no piden ni el BTP .
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Pues sí. De manera estrictamente profesional no me ha valido para una mierda.
Ahora, que te puedo decir que fueron con muchísima diferencia los mejores años de mi vida y el recuerdo de todo aquello es inmejorable
 
El figura de mi historia se fue de ERASMUS con 30 años. Allí no hizo ni el huevo y fue un año perdido en lo académico por lo que en la práctica le supuso tener que emplear otro año más para acabar la carrera. Para colmo debió de andar liado con alguna tía (siempre andaba enamorado de alguna compañera pero le daban calabazas) que al acabar ese año no quiso saber más de él por lo que hubo que aguantarle todo un curso sus penas y desamores.
 
Penúltimo año de FP. Un tío mayorcete(para mí claro,todos con 17 tacos o así)de 42 años. El fulano era seriote.era encargado en una subcontrata de PSA y quería subir en el escalafón y tener estudios.


Duro ese año. Se acabó tirando a una de las secretarias del centro .todo muy lolesco pues ambos estaban casados y la cosa trascendió.

Un caso parecido, FP electrónica, yo sin apenas idea de como había acabado allí, pensando que arreglando televisores se ganaba musho dinero, y en pocos años me convertiría en en un hezpresario de éxito con valores en Wall Heztreet.

El caso es que se apuntaron 3 "cuarentones", uno de ellos que es el que hizo migas con el profesor, era jefe /subjefe o encargado de calidad en una fábrica de componentes electrónicos, con que fijarse (que diria la Lola Flores) con el nivel que llevaba el y el que llevaba yo, que yo no sabía ni lo que era un borne...eso significó la muerte para los demás, porque se notaba que el profesor forzaba un poco las clases para poder complacerse sus ansías . Este no se folló a la secretaría, este se folló a la mitad del curso. De hecho creo que caímos mínimo 6 o 7.

Eso si las napolitanas de jamón y queso del bar por la tarde las hice polvo el primer año (y los brazos gitanos del charter el primero bis).

Por supuesto no vinieron a las 2-3 cenas que hicimos. Era unos gañanes.
 
Con 16 años me fui de gira por Marruecos con la orquesta. El viaje y todos los gastos creo que nos lo pago la embajada/consulado. El hachís no lo pagaban.

Lo nuestro era un colegio con conservatorio por lo que íbamos chavales de entre 14/17 años. Pero en el conservatorio había un percusionista de treinta y tantos y tocaba los timbales en la orquesta. El Papá le llamábamos. Un fumao con el pelo largo que siempre se venía con nosotros a los viajes, todo el mundo le quería.

Dos greñudos compartiendo habitación con el objetivo de fumar todo lo que pudiéramos.

Bajamos en un convoy de un par de autobuses, Tarifa y en ferri a Tánger.

En el bus íbamos bebiendo whisky y latas de Mahou como si fueran las últimas (de hecho lo eran, en Marruecos el alcohol estaba carísimo). Pues el personaje empezó a decir que se meaba, a la media hora dijo que la cosa estaba poniéndose complicada, siguieron dándole largas. Pues al final se meo encima, justo cuando el autobusero estaba cogiendo la salida a una gasolinera. Sacó la maleta de la bodega, se cambió, nos fumamos unos petardos, compró otras 300 latas de cerveza y otra vez al bus.

En el ferri bajando a África nos fumamos un porro en la cubierta.

Los profesores nos tenían super vigilados por habernos escapado una noche de fiesta con los chavales del colegio español de esa ciudad y se volvían locos viendo a "nuestros amigos" venir a visitarnos al hotel. (el colgado había bajado farlopa y en algunas ciudades venía al hotel algún contacto suyo. Venían trajeados y le traían buenas piedras de hachís. Fue la primera vez que vi esnifar y me dio algo de yuyu).

Lógicamente al volver del viaje me echaron del colegio... y después del viaje del año siguiente también me echaron del conservatorio. Todavía recuerdo a las subnormales de la directiva quejándose a mi madre y ella respondiendo que ya sabían cómo era antes de llevarme, que no lo hubieran hecho, que todos los años le decían la misma mierda pero luego bien que me llevaban al siguiente viaje.
Me traigo yo también mi experiencia.

Pues resulta que mi amigo era la excepción, también porque nosotros éramos adolescentes y no universitarios.

Estuvo por lo menos 2 años viajando con nosotros, puede que 3 o 4 (hacíamos varios viajes al año a hacer algún concierto por ahí).

Cuando era viaje de orquesta era todo más tranquilo, los viajes de la banda eran se desmadraban un poco más...pero siempre en el ámbito de viajes de instituto.

En los autobuses llevaba una bolsa colgada del asiento de delante y la iba llenando de latas de cerveza vacías; lo combinaba con tragos a una botella de whisky que llevaba en la mochila.

Por las noches pues se iba con los borrachos a pasar la noche bebiendo, pero sin perder nunca los papeles.

Tampoco intentó nada con ninguna chavala, que también las había de 18 años, ni hizo ninguna mierda de viejo verde lamentable. Todo el mundo le llamaba "el Papá" con cariño.

En el viaje a Marruecos me contó que estaba en la universidad estudiando no sé qué pollas, que curraba de algo más, estaba con nosotros en el conservatorio porque le gustaba la batería... y que lo combinaba con la venta de farlopa. Me explicó que tenía un contacto colombiano que le suministraba material puro y un socio farmacéutico (así la cortaba con una coca sintética y nadie notaba la perdida de pureza). Un tío inteligente.

En todo el viaje le vi ponerse una puntita un día, me ofreció y yo estaba alucinando, e igual se puso en otra ocasión con uno de sus contactos marroquís. No desbarraba mucho en ese tema por lo que vi.

Yo era un niño que con los porros tenía más que suficiente y verle ponerse una raya en la habitación del hotel para ponerse a ver la tele me pareció muy gratuito. Me echo un poco para atrás. Pero con lo que he visto más tarde... me parece un tío que consumía pequeñas dosis de forma esporádica, no se excedía.q
 
El figura de mi historia se fue de ERASMUS con 30 años. Allí no hizo ni el huevo y fue un año perdido en lo académico por lo que en la práctica le supuso tener que emplear otro año más para acabar la carrera. Para colmo debió de andar liado con alguna tía (siempre andaba enamorado de alguna compañera pero le daban calabazas) que al acabar ese año no quiso saber más de él por lo que hubo que aguantarle todo un curso sus penas y desamores.
El año pasado pedí un Erasmus, me habría ido también con 30 años pero no habría hecho el canelo.
 
Por lo que he visto en Italia, en el micro agujero donde estoy, hay bastantes personas maduras que siguen estudiando. Claro que no tiene nada que ver con las historias de pazguatos qué contáis.
 
El año pasado pedí un Erasmus, me habría ido también con 30 años pero no habría hecho el canelo.
Con 30 años no se puede hacer el subnormal con las cosas del comer; puedes ponerte como Las Grecas pero sin descuidar lo importante cuando toca, hay tiempo para todo.

Este tío lo que era un hijo único feo, infantil y consentido que suelen hacer las cosas que todos sabemos. Se fue de erasmus y estudiaba para tener la vida de las pelis de Los Albóndigas en Remojo, de hecho no trabaja de nada relacionado con sus varias carreras ni sacó provecho de década y media de universidad.
 
Yo hace ya una década me metí a la primera de varias FPs de informática que hice. Era una FP1 y allí muchos entraban sin comprender de qué iba realmente la cosa. Había gente de todas las edades que luego iba cayendo a lo largo de los dos cursos que dura eso.

Uno que me chocó mientras esperaba para entrar al aula el primer día era un viejo vestido de joven (del Decathlon), enjuto y de ojos brillantes, que yo, en mi infinita subnormalidad pensé que era uno de esos chavales con una enfermedad rara que parecen viejos.

Pero no. Era viejo de verdad. Era un tipo que no contaba mucho de su vida personal, trabajar nunca trabajó en todo el tiempo que lo conocí, que fueron más de esos dos cursos. Su ropa reflejaba uso intensivo, a días olía regular, se le presumía menesteroso, nunca consumía nada, y se le veía impasible cuando en los descansos alguno se metía un bocadillo de la cafetería o cualquier otro tipo de manjar. Eso sí, si le invitabas a un caña una tarde de fin de exámenes no dudaba ni un milisegundo. Tampoco lo vi nunca mirar un culete de todas aquellas ambrosias teen que circulaban por allí. Parecia un estoico cinturón negro. Siempre se le escuchaba algún truco para obtener según qué cosas gratis con si esa fuese su cotidianidad. Usaba los ordenadores de la biblioteca central o los del instituto en el que estabamos. Quedaba claro que había caído durante la crisis y con su edad no encontraba nada. Andaría por los cincuentaymuchos.

Eusebio, que era como se llamaba, iba al trote a todas partes. Cuando digo a todas partes es a todas. Ibas o venías de clase y lo veías trotando con la mochila por cualquier parte. De casa a clase, a la biblioteca, por medio de la gran vía, o a dónde fuese, al trote. Cuando se ponía en movimiento echaba a trotar. Siempre. Hasta hace poco todavía lo veia alguna vez trotando en dirección a algun sitio en el que haría uso de sus servicios gratuitos.

Ya tendrá sus sesenta y pico, así que igual ha pillado aunque sea la jubilación mínima.

Lo último que supe de él fue hace unos cinco años, cuando abrí el periódico local y ahí estaba él, en una foto de grupo entre los estudiantes de la escuela de cocina. Supongo que fue su forma de conseguir comida gratis.

Ahí andaba el tío, correcto, educado, humilde, oloroso a veces, sereno y currante. Acabó un FP medio y uno superior de informática sin poseer móvil ni PC. Cuando los demás nos íbamos en coche o autobús Eusebio se echaba la mochila a la espalda y echaba a correr, ya fuese pleno verano o pleno invierno.
 
Por lo que he visto en Italia, en el micro agujero donde estoy, hay bastantes personas maduras que siguen estudiando. Claro que no tiene nada que ver con las historias de pazguatos qué contáis.
Lo conozco bien de mi época, vivía con tíos de 22-23 tacos que estaban en primero de carrera.

Su caso:

1- Acaban el instituto con un año más que nosotros; además de nuestro COU tenían otro año más.

2-Muchos hacían la mili o la sustitoria y perdían un año.

3-Era típico no obtener plaza en la universidad que querías y esperar a otro curso; también empezar en una universidad y cambiar a otra empezando de cero.

4-Se tiraban varios años estudiando, si no sacabas notas altas podías presentarte varias veces al examen ( tenias 3 fechas por semestre para la misma materia,si te presentabas la primera fecha y no te gustaba tu nota no firmabas el acta y podías prensentarte otra vez ) porque contar con un expediente bueno se ve que es importante.

5-Son bastante gilipollas y hacen cosas incomprensibles; aún peores que en España.
 
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Lo primero, quien tenga la idea de que va a ir de cuarentón enrrollado y las chicas van a verle como a un johnny depp, que se olvide, las chicas en la uni de 20 años son bobas que están pendientes de los bobos de 20 años. Y cada vez son más bobas, salvo honrosas excepciones, y lo digo en facultades de carreras jodidas, ni quiero pensar cómo serán en las de letras o de rollos sociales.

Yo tuve dos compañeros cuarentones que eran bastante normales, y muy bien. Uno era un tipo que hizo FP hace un porrón de años, se puso a currar, y le daba por culo que llegaran a su empresa niñat@s de 23 años sabiendo cuatro cosas y al poco los tenía de jefes, siendo él un buen programador. El hombre sufrió un poquito el primer año con las asignaturas de mate y física aplicada, le eché un cable, que luego él devolvió con creces en las asignaturas de programar, donde era solvente. No se involucraba mucho con el grupo porque al acabar las clases se iba corriendo con la mujer y los hijos. Acabó la carrera y tan feliz se fue el hombre, el más contento en la graduación. Sacarte una carrera que no es fácil, con cierta edad y con familia, tiene su mérito.

Otro era funcionario, y quería el título para poder promocionar, ya sabéis cómo funciona la administración, puedes aspirar a las categorías superiores, siempre que tengas la titulación de acceso (además de la oposición y eso, claro). También sufrió un poquito al principio pero luego se fue soltando. Y me iba encontrando con él además en las oposiciones que iban saliendo, que iba a todas. Éste sí era enrrolladete pero en el buen sentido, no iba de chaval de 20 ni de pureta molón, se tomaba sus cervecitas y sus cigarritos (el cabrón no sé qué tabaco de liar fumaba que olía de puta madre), y se llevaba bien con todos.
 
Con 30 años no se puede hacer el subnormal con las cosas del comer; puedes ponerte como Las Grecas pero sin descuidar lo importante cuando toca, hay tiempo para todo.
Desde hace años borracheras las menos posibles, voy con el puntillo pero no me pierdo. Y ya ni eso, ahora he conseguido quitarme el ansia de beber y lo hago con la calma necesaria como para no notar absolutamente nada con el vaso de vino que bebo en alguna comida.
Lo conozco bien de mi época, vivía con tíos de 22-23 tacos que estaban en primero de carrera.

Su caso:
Sí a todo, lo de lo gilipollas que son (pero no solo el caso que pones, sino todos) es con lo más de acuerdo que estoy.

Pero me refería a gente de mediana edad que siguen estudiando. Ahora a las 11 tengo una clase online y hay un tío que tiene los 40 largos. Y en mi escuela es común encontrarte con gente de todas las edades que siguen estudiando.
 
Pero me refería a gente de mediana edad que siguen estudiando. Ahora a las 11 tengo una clase online y hay un tío que tiene los 40 largos. Y en mi escuela es común encontrarte con gente de todas las edades que siguen estudiando.
Posiblemente porque para acceder a los pocos trabajos de mierda que hay les piden mil títulos, como en España pero en exagerado.

Ademas sobre todo en el norte son de presumir y necesitan oros, en el sur son más españoles. saben que su vida es causa pérdida y mejor disfrutar de los placeres como el clima, la comida y sus gentes.

No es casualidad que haya tantísimos millones de italianos fuera y que haya un Ministerio encargado de sus asuntos.
 
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