Yo me quedé mirándola como se alejaba hasta perderse entre la gente..

Victor I

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24 Ene 2006
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La despedida mas triste...

Será el otoño que viene amenazante cargadito de nostalgia y melancolía. Serán las "perras negras", hoy más voraces que de costumbre, arañandome con esa puntería tan milimétrica, buscando ese punto de dolor tan preciso, tan reconocible, tan diferente de otro tipo de dolor. Será simplemente que hoy tengo ganas de alimentar esa tristeza cómoda y reconfortante de las cosas buenas que los años se llevaron por delante.

Lo que os pido no es un tributo al LOL, no es algo fácil, no todos tienen una que contar, no todos quieren perder el tiempo en un hilo donde se os pide un pequeño sacrificio en lugar de una simple opinión. Hay que ir más alla de la anécdota y de la ocurrencia, pero estoy seguro de que os hará bien, estoy seguro de que muchos necesitabais hacerlo. Adelante,contadnos a todos...¿como fue vuestro instante con ella?

Aqui os dejo la mía, ya la conté en otro hilo, hace ya un par de meses

Estaría sola un mes, sus padres y su hermana se había ido a la playa. Podíamos vernos sin problemas en su casa. Al final accedió a que pasáramos juntos el fin de semana. Para ella era un entretenimiento, para mi algo deseperado y crucial. Yo quería arrancar algo valioso y único de todo aquello y ella simplemente echaría de menos que alguien se la follará y arreglara el cuerpo para una temporada. No le gustaba mi corazón pero se entendia muy bien con mi polla.

Recuerdo que esa misma noche echaban por la tele Posibilidad de escape. Para ella era una película lenta con un actor feo, para mi una revelación. En la película y en la vida ocurría lo mismo. Dos hombres solos, desubicados y sin escapatoria, persiguiendo sin ninguna esperanza un amor imposible que nos estaba llevando al límite. La película la aburria y se fue a dormir. Cuando terminó sali a la terraza. Se veía toda la ciudad, iluminada y detenida bajo el cielo pesado y denso de las noches de verano de Madrid. Había otras luces encendidas en otras ventanas, imaginaba que eran otros hombres suspirando al vacío tan desesperados como yo. Había una especie de hermandad de los corazones rotos, y eso me consolaba un poco. Entré en la habitación donde ella dormia con cuidado de no despertarla. Me quede unos minutos observándola, en silencio, con una agustia acida y punzante que horadaba minuciosamente el estómago. Era el miedo y la tristeza que se concentraban afiladamente

El fin de semana termió y prometió llamarme el viernes para volver a vernos. Tenía mucho trabajo y no podía quedar hasta el sábado. Por supuesto la llamada nunca llegó. No hay nada más triste que un teléfono que nunca suena. Esa misma noche acabé magreándome con una zorrilla borracha entre unos coches en la puerta de la discoteca. Pero aquello no arreglaba nada. Yo tenía sexo pero ella no estaba y yo me sentía vacío y estúpido. Por primera vez mi vida el sexo no era la respuesta. El lunes no aguanté mas y fui a esperarla a la puerta de su trabajo. Me vió y vino hacia mi sin mostrar ninguna sorpresa. Supongo que esperaba algo asi. No habia miedo ni odio en su mirada, tan solo desidia, ganas de acabar con una historia que ya no le era divertida. Podía encontra sexo menos complicado con otro.

-No me has llamado
-Lo siento, no he podido
-No has querido, siempre hay un minuto para llamar. Tu simplemente no has querido. No has tenido valor para decirme que no querías verme mas. No me merezco esto...

Me miró con tristeza y aburrimiento, como quien tiene por delante una tarea pesada e innevitable. No quería hacerme daño, no quería que me humillara más, no tenía nada contra mi, simplemente quería seguir con su vida sin la incomodidad de tenerme suplicándola por un poco de cariño, por un último "te quiero"

-Lo siento, de verdad, pero esto ya no tiene ningún sentido. No es bueno para ninguno de los dos. Ha estado bien, de verdad, a veces incluso muy bien. Pero sabes de sobra que yo no siento por ti lo que tu necesitas que sienta. Espero que tengas mucha suerte y encuentres a alguien que te haga feliz.


Se acercó, agarró mi nuca con su mano me dio un beso lento y apagado en la mejilla. Yo me quedé mirándola como se alejaba hasta perderse entre la gente para no volver nunca, con el beso aún húmedo y flácido ardiéndome en la cara. Me di la vuelta idiotizado y me hundí entre el tumulto de personas que bajaba hacia el metro. Me pasé la mano por la cara y me borre el beso.

Así es como pude comenzar al olvidarla, como toque fondo finalmente y como terminó para siempre y sin esperanzas aquella historia. Hasta entonces había estado flotando en el limbo de la mentira. Hasta que no cai sin remedio hasta el final del pozo no pude comenzar a remontar.
 
Le entregué la tarjeta.
- JAJAJAJA. – Rió. - ¿Solo deseo ver tu cuerpo lleno de besos? ¿Ahora eres poeta?
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->Eres tan cruel conmigo.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->Déjame, lo tienes muy fácil.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->OH, vamos, sabes que no podría, te quiero demasiado.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->Lo has hecho otras veces.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->Sabes que nunca ha sido de verdad. No podría dejarte.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->Venga ya, no puedes hablar así. Tienes que quererte un poco más. No me necesitas, yo ni siquiera te quiero.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->No me hables así. Si no me quieres ¿porqué sigues conmigo?
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->Porque soy gilipollas. Es lo que pasa cuando vas saltando de uno a otro. Tienes a tres o cuatro tíos detrás de ti, tienes el ego hinchado. Una tarde te follas a uno y esa misma noche tienes a otro invitándote a cenar y regalándote flores. Pero los que merecen la pena se cansan de tu juego. Se hartan de esperar, se dan cuenta de que eres imbécil o simplemente conocen a alguien mejor que tú. Entonces cuando te cansas y decides buscar un poco de estabilidad o tal vez porque lo necesitas, te das cuenta de que el único que queda en realidad no te gusta. No sigue ahí porque tú seas especial o porque de verdad te quiera. Sigue ahí porque es tan tonto que no se ha dado cuenta de que juegas con él o porque no le sirve a ninguna otra.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->Dios, ¿por qué tienes que ser tan cruel conmigo? – Ahora lloraba mientras decía esto.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->¿Por qué? Porque sigues ahí, porque me recuerdas que fui tan gilipollas de dejar escapar a otros. Porque me recuerdas lo estúpida que puedo llegar a ser. Porque si no fuera cruel contigo tendría que mirarme dentro y serlo conmigo y, oye, la vida me trata tan mal que yo reniego de cebarme conmigo misma.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->¿La vida? ¿La vida te trata mal? Pobrecita. Eres una gilipollas. ¿Qué sabes tú de la vida? – Lo dije alzando la voz. - ¿Qué cojones sabes tú del sufrimiento?
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->No me levantes la voz.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->¿Qué vas a hacer, pegarme? ¿Insultarme? Vamos, nena, adelante, mira en lo que me has convertido.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->¿Yo? Siempre has sido así.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->Te prometo que cambiaré.
<!--[if !supportLists]-->-<!--[endif]-->Mierda, eres tan idiota.
 
Este otoño las nubes serán más oscuras para mí.

Se marchó una noche de viernes, de esas noches que el calor no te deja dormir. Con lágrimas en los ojos y un leve llanto recogía algunas de sus cosas, las precisas para los días venideros. Yo la miraba, mis ojos eran incapaces de humedecerse, no tenía fuerzas para llorar más. Mi corazón, sin embargo, latía muy deprisa y en el pecho sentía un dolor agudo.
Se detuvo un segundo y miró a su alrededor, aquella mirada al entorno era su despedida. Despedía a la que fue su casa y su vida durante los últimos 6 años. Sabía que solo volvería a recoger el resto de sus cosas. No dijo adiós.

Aquella no era la forma, no después de todo lo que vivimos juntos, pero una discusión llena de reproches acelero una muerte anunciada.

- No puedo hacerte feliz… - me decía una y otra vez - … lo intento, pero no me sale del corazón.

Duele saber que el amor de tu vida ya no te quiere, duele tanto. Duele saber que no volverá a ser mía, no volveré a acariciar su pelo, mirarla dormir, su olor, no volveré a hacerle el amor… ¡Dios!, el tiempo me obligará a olvidar lo que tanto he querido. Que cruel es el tiempo. No quiero olvidarla. No tendría que haber acabado así.

Sé que he sido muy egoísta, pero ya es tarde. Hubiese luchado por ella, hubiese hecho lo necesario para cambiar los aspectos negativos de mi, ella lo sabe, pero ya es tarde. Su amor murió hace meses y jamás volverá.
Desde entonces no he vuelto a verla, es mejor así, me haría tanto daño… Conversaciones telefónicas han sido nuestro único contacto, solo sirvieron para hacer más intenso el dolor.

- Sé que voy a arrepentirme, quizás ya me arrepiento…- entre sollozos al otro lado de la línea -… no sé si volveré a encontrar a alguien como tú.
- Iría ahora mismo hasta allí, te abrazaría con fuerza, te besaría y te haría mil veces el amor. Necesito tenerte lo más cerca posible, fundirme contigo – dije, con el corazón en la mano.
- ¡Por favor, no digas eso! – los sollozos se convertían en llanto agudo.

Fue y será la última vez que hablamos de sentimientos. Ya no hay vuelta atrás… aunque ella volviera a mí, jamás será lo mismo.
Solo me quedará su recuerdo, el recuerdo de todo el amor que sentí por ella. Pero el tiempo me obligará a olvidarla. ¡Qué cruel es el tiempo!
 
Jamas un pedazo de papel transportaba tanto dolor, jamas pudo hacerse tanto daño con solo un poco de tinta. Es todo tan frio, tan brutal, aquellos asteriscos no debian estar alli.

No puede ser, me repetia, eso solo le pasa a otros, a nosotros no, a mi no, a ella no.

Todo deja de tener sentido, o todo lo adquiere. Tarde, no se puede rectificar, nadie puede.

Dicen que Lorca dijo que no le preocupaba la muerte porque no le habia preocupado nacer, que incierto cuando la muerte es cierta e inevitable.

En que poco quedan en ese momento las banalidades que nos ocupan, las ridiculas tribulaciones que nos agobian.

No pude perderla viendola alejarse entre la gente, no tuve ese privilegio.

La perdimos viendola concumirse poco poco a poco. Se despidio. Nos dijo ¡VIVID!
 
BALDO DE UBALDI rebuznó:
Jamas un pedazo de papel transportaba tanto dolor, jamas pudo hacerse tanto daño con solo un poco de tinta. Es todo tan frio, tan brutal, aquellos asteriscos no debian estar alli.

No puede ser, me repetia, eso solo le pasa a otros, a nosotros no, a mi no, a ella no.

Todo deja de tener sentido, o todo lo adquiere. Tarde, no se puede rectificar, nadie puede.

Dicen que Lorca dijo que no le preocupaba la muerte porque no le habia preocupado nacer, que incierto cuando la muerte es cierta e inevitable.

En que poco quedan en ese momento las banalidades que nos ocupan, las ridiculas tribulaciones que nos agobian.

No pude perderla viendola alejarse entre la gente, no tuve ese privilegio.

La perdimos viendola concumirse poco poco a poco. Se despidio. Nos dijo ¡VIVID!

Si no es mucha molestia solicito un poco más de detalles sobre el hecho, porque mucho me meto que el asunto va más alla de una simple y dolorosa rúptura. Espero equivocarme pero parece que en este caso el término "imposible" es categórico.
 
No lo ví venir. Lo que tenía que ser una cena romántica, se volvió en una lluvia estúpida de reproches. Y de repente, lo único que yo daba por seguro y fiable en la vida se rompió. Dos años de relación y uno de convivencia se fueron al traste y ni tan sólo recuerdo ahora, pasados un par de años qué fue lo que nos dijimos esa noche para que todo se fuera a la mierda.

Pero eso no importa en este hilo. Los dos dias siguientes ella recogió sus cosas o las que ella afirmava que le pertenecian. Yo al principio intenté ser conciliador y ella muy determinada en su decisión, luego me puse furioso y ella triste y al final preferí mantenerme al margen.

Al fin, recogió sus dos últimas bolsas, dejó sus llaves en la cerradura y se marchó. Tardé un minuto en reaccionar y sentí puro pánico. Agarré el llavero a toda prisa y me lancé en carrera desesperada hasta la calle bajando ocho pisos a pie por no esperar siquiera al ascensor.

Cuando llegué a la calle, ella entraba en un coche que no conocía y le daba un beso en la mejilla al conductor, que no era su padre. Y de todos los escenarios posibles que imaginé en mi carrera en espiral acabó en el más patético posible: arrodillado en el suelo mientras ella desaparecia de mi vista y de mi vida montada en el coche del que seguramente era el tipo que se estaría tirando. sólo hubiera faltado la lluvia.
 
Todo empezó con el chiste:

- ¿En qué se parecen las mujeres a un paracaídas? En que si no se abren de piernas no sirven para nada.

No hubiera tenido mayor importancia, no habría pasado de ser una broma inmadura, si no hubiera sido porque el día anterior yo había perdido la virginidad con él, y ahí estaba, como si se burlase de ello.

Me hice la digna, me levanté y me fui. Un error? Es posible, tal vez la broma no fuese para tanto. Yo tenía 18 años, y él era el primero. Un imbécil, uno de esos que tanto nos gustan supuestamente a las mujeres. Tenía un cuerpo perfecto, habría podido triunfar en lo que se hubiera propuesto si no hubiese sido tan zafio... y tan aldeano, para que engañarnos. Pero yo lo quería. Llevábamos 3 meses saliendo.

Al día siguiente no me llamó. Me tragué el orgullo, y lo llamé, pero no me cogía el teléfono. Su compañero de piso nos invitó a mis amigas y a mí a su casa a beber. Allí estaba él. Me emborraché para armarme de valor. Él no salió de su habitación. Casi tiré la puerta a patadas. Me hice sangre en los nudillos. Y se dignó a abrirme.

- Joder, porqué no me coges el teléfono? Perdona si me fui ayer, pero es que te podrías haber ahorrado el chistecillo después de lo que hicimos.
- Es que no te corriste? Pues ya está. Hasta la próxima.
- Yo te quiero. ES QUE NO ME QUIERES? DÍMELO, JODER, ES QUE NO ME QUIERES? YO A TÍ SÍ!!!
- No.- mientras, jugaba al snake en su nokia.

Una amiga mia me sacó de la habitación para evitar que siguiera humillándome, y dando aquel espectáculo de vergüenza ajena y lágrimas. Me acosté en una cama, borracha perdida, a llorar. Un amigo suyo entró y me abrazo, yo creía que me quería consolar. Me intentó bajar las bragas y me metió un dedo en el coño mientras me rompía el sujetador mientras yo me lo intentaba quitar a golpes de encima. Me fui de la casa y casi a rastras, pedí un taxi. Nadie supo esto nunca, y nadie sabe porqué no volví a hablarle a aquel chico que me intentó consolar.

Desde ese día, estuve un año tirándome a todo aquel que se me antojaba y que no se parecía en nada ni a mi exnovio ni a su compañero. Menos mal que alguien me sacó de esa espiral. Ya. Es por eso que no puedo soportar a los que van de cabronías por la vida.
 
Me he quedado pillado diez minutos intentando imaginarme a un paracaidas con piernas.

Ni para contar un chiste valemos, Candela.
 
BALDO DE UBALDI rebuznó:
Jamas un pedazo de papel transportaba tanto dolor, jamas pudo hacerse tanto daño con solo un poco de tinta. Es todo tan frio, tan brutal, aquellos asteriscos no debian estar alli.

No puede ser, me repetia, eso solo le pasa a otros, a nosotros no, a mi no, a ella no.

Todo deja de tener sentido, o todo lo adquiere. Tarde, no se puede rectificar, nadie puede.

Dicen que Lorca dijo que no le preocupaba la muerte porque no le habia preocupado nacer, que incierto cuando la muerte es cierta e inevitable.

En que poco quedan en ese momento las banalidades que nos ocupan, las ridiculas tribulaciones que nos agobian.

No pude perderla viendola alejarse entre la gente, no tuve ese privilegio.

La perdimos viendola concumirse poco poco a poco. Se despidio. Nos dijo ¡VIVID!

Ufff... amigo, todo lo que se ha contado en este hilo es poca mierda comparado con lo tuyo.

Lo siento compañero.
 
- ¿En qué se parecen las mujeres a un paracaídas? En que si no se abren de piernas no sirven para nada.

El chiste sería... ¿en que se parece las mujeres a un paracaidas?, en que si no se abren no sirven para nada.


Respecto a tú experiencia, creo que ha llovido mucho y que el "dolor" que sentiste en aquel momento no es, ni mucho menos, comparable con las demás historias de este hilo.

Anda mujer, animate, rebusca en tú interior, seguro que ha habido experiencias más doloras en tú vida.
 
Me encanta vuestra entrega, dejando las visceras calientes y sanguinolentas sobre la mesa, sin medianías ni pudor, pero deseo sinceramente que algunas de las historias descargadas en este vertedero de almas atormentadas no sean más que veleidades literarias, simples juegos de palabras con los que engordar un hilo destinado a despeñarse ineludiblemente hacia los abismos del olvido putalocuriense.

La mía, la historia de mi despedida es completamente real. Pasó tal y como la cuento. A día de hoy es un recuerdo totalmente inofensivo, desactivado, flácido como la polla de un marica en una fiesta de conejitas del Playboy. Sin embargo me gusta visitarlo de vez en cuando, revolcarme en ese légamo ácido de los malos recuerdos, categorizarlo, racionalizarlo sin rencor alguno. Disfruto y lo provoco porque no duele, porque no tiene más efecto en mi que un suceso novelesco. Sin embargo algunas de vuestras historias me superan, os imagino aún con la cicatriz palpitante, rabiosa, inflamada, y eso imagino que os debe hacer pupa de la buena.
 
Inclito rebuznó:
La mía, la historia de mi despedida es completamente real. Pasó tal y como la cuento. A día de hoy es un recuerdo totalmente inofensivo, desactivado, flácido como la polla de un marica en una fiesta de conejitas del Playboy. Sin embargo me gusta visitarlo de vez en cuando, revolcarme en ese légamo ácido de los malos recuerdos, categorizarlo, racionalizarlo sin rencor alguno. Disfruto y lo provoco porque no duele, porque no tiene más efecto en mi que un suceso novelesco. Sin embargo algunas de vuestras historias me superan, os imagino aún con la cicatriz palpitante, rabiosa, inflamada, y eso imagino que os debe hacer pupa de la buena.


Amigo Inclito, la mía tambien es real y dolorosa como la vida misma. En mi caso no es un recuerdo lejano en el tiempo.


Espero que sigan participando, historias como estas guardamos todos. Algunos en el fondo de un cajón, otros al abrirlo lo encuentran al principio, como un calcetín recien lavado.
 
Inclito rebuznó:
Si no es mucha molestia solicito un poco más de detalles sobre el hecho, porque mucho me meto que el asunto va más alla de una simple y dolorosa rúptura. Espero equivocarme pero parece que en este caso el término "imposible" es categórico.

Abro el Off topic "on demand" para darle cumplida aclaracion como autor del hilo.

Efectivamente, el imposible es categorico y el hecho es real de una persona muy cercana a mi, si bien, todo hay que decirlo, no eramos pareja.

Detalles: Brutales como un golpe con un bate de beisbol. Mujer treinta y tantos y un buen dia, tras una analitica de rutina en la que aparecen resultados anomalos llega el diagnostico: un tumor con metastasis en fase cuatro. Se acabo.

Inclito abrio el hilo con un titulo: La despedida mas triste. Bien, no hay despedida mas triste que la ultima, que la que sabes que no tiene vuelta atras.

Hechos como ese te hacen reflexionar, te das cuenta que el valor que le damos a nuestra vivencias, a nuestra vida en general tiene pies de barro y es que creemos que viviremos siempre, que el del accidente es otro, que el de la enfermedad es otro, que los que van en el avion que se cae son otros...

Las expresiones ,las vivencias que volcamos en este foro, las tratamos muchos como absolutos, como hechos trascendentes que marcan nuestras vidas. Arriba Candela lo ha descrito asi. En otros cientos de post asi se expresa por nosotros.

Pero es mentira, son anecdotas elevadas a categoria porque creemos que siempre habra tiempo para rectificar, para encontrar otra cosa, otra persona, otra vivencia y no, amigos, esto no es el ensayo, es la representacion principal. Solo hay una sesion y no sabemos cuando caera el telon, para nosotros o para los que nos importan.

Asi ante la certeza del fin y con un valor que admiro la leccion, el deseo de quien veia el fin de forma prematura fue: Vivid. Disfrutad. Relativizad vuestras vivencias y dad importancia a lo que la tiene.

Perdonad el rollo y el tono del post no muy alineado con el funny stile de PL.

Algun dia quizas debiera abrir un post para volcar una reflexion de este estilo, poniendola en contraste con las actitudes que algunos mostramos en el foro y especialmente en el rapiñas.

Cierro el off topic, prosigan con el hilo, que esta bastante bien.
 
BALDO DE UBALDI rebuznó:
Abro el Off topic "on demand" para darle cumplida aclaracion como autor del hilo.

Efectivamente, el imposible es categorico y el hecho es real de una persona muy cercana a mi, si bien, todo hay que decirlo, no eramos pareja.

Detalles: Brutales como un golpe con un bate de beisbol. Mujer treinta y tantos y un buen dia, tras una analitica de rutina en la que aparecen resultados anomalos llega el diagnostico: un tumor con metastasis en fase cuatro. Se acabo.

Inclito abrio el hilo con un titulo: La despedida mas triste. Bien, no hay despedida mas triste que la ultima, que la que sabes que no tiene vuelta atras.

Hechos como ese te hacen reflexionar, te das cuenta que el valor que le damos a nuestra vivencias, a nuestra vida en general tiene pies de barro y es que creemos que viviremos siempre, que el del accidente es otro, que el de la enfermedad es otro, que los que van en el avion que se cae son otros...

Las expresiones ,las vivencias que volcamos en este foro, las tratamos muchos como absolutos, como hechos trascendentes que marcan nuestras vidas. Arriba Candela lo ha descrito asi. En otros cientos de post asi se expresa por nosotros.

Pero es mentira, son anecdotas elevadas a categoria porque creemos que siempre habra tiempo para rectificar, para encontrar otra cosa, otra persona, otra vivencia y no, amigos, esto no es el ensayo, es la representacion principal. Solo hay una sesion y no sabemos cuando caera el telon, para nosotros o para los que nos importan.

Asi ante la certeza del fin y con un valor que admiro la leccion, el deseo de quien veia el fin de forma prematura fue: Vivid. Disfrutad. Relativizad vuestras vivencias y dad importancia a lo que la tiene.

Perdonad el rollo y el tono del post no muy alineado con el funny stile de PL.

Algun dia quizas debiera abrir un post para volcar una reflexion de este estilo, poniendola en contraste con las actitudes que algunos mostramos en el foro y especialmente en el rapiñas.

Cierro el off topic, prosigan con el hilo, que esta bastante bien.

Esto es oro puro, joder, oro puro. Una pena que lo acabarán enterrando cientos de post de pobres muchachos desesperados, retorciendose de dolor, atenazados por el pánico y el vacio vital, buscando urgentemente una solución para el terrible problema que le esta devorando vivos: no saben que decirle a una compi de clase que se quieren ligar o buscan interpretación a la críptica conversación de mesenger donde ella les dice que no quiere nada. Otros, igualmente aguijoneados por una hiriente duda, necesitarán sabes si os gustan más las bragas o los tangas.

Ese tipo de problemas que llena de pacientes las consultas de los psicólogos y de antidepresivos los botiquines familiares. Las siete plagas de Egipto están haciendo más falta que el comer.
 
Desgraciadamente en dos ocasiones tuve que enfrentarme a situaciones que tenían a la muerte como meta,la primera,la mas trágica por el final y por tocarme cuando tenia apenas 16 años me marcó profundamente.
Yo lo había conocido cuando era un chico normal,incluso popular por su reconocida labia y gracia,1.90 y bastante musculado por las horas que pasaba entrenando con el equipo de rugby de la universidad,tenia 22 años cuando le dijeron que no había marcha atrás.

Recuerdo verle flaquear,derrumbarse ante su mejor amigo el día que nos lo comunicó en mi casa,todos tragamos saliva pero ninguno supo que decir,se secó las lágrimas y dijo: "y ahora todo el mundo a hacer las mochilas,nos vamos de acampada"

No he visto mayor muestra de entereza en nadie,durante los siguientes 3 años no volvió a mostrar flaqueza ni siquiera cuando el hombre que había sido se convirtió en una figura frágil,quebradiza y necesitada de ayuda,hablaba de la muerte con una tranquilidad que helaba la sangre,pues sabías que la consideraba una amiga cercana mas que un final lejano.
Un jueves lo ingresaron y fuimos a verle al hospital su mejor amigo y yo,apenas si conseguía hundir el colchón con sus 48kg,tenía la voz rota pero nos dijo en un tono autoritario que el primero que flaqueara podía olvidarse de volver a verlo pues no se despediría de él.
Yo no pude con semejante presión,apretaba los dientes con tanta fuerza que ya no sentía las encías pero las lágrimas no se quedaron donde debieron,le abracé y aspiré su olor,sabiendo que nunca mas volvería a hacerlo,no volvería a escucharlo reir ni reñir,y sus ojos? quería memorizar cada pintita negra de esos ojos avellana para poder recordarlos siempre,pero las lágrimas me impedían ver nada,solo tenía su olor.
"Mi pequeña,prométeme que no me recordarás así,y tu ___ tampoco,quiero que siempre que me penséis tenga una sonrisa en la cara,de acuerdo? No tenemos nada que decirnos que no sepamos ya así que no lo hagáis mas difícil,largaros de una vez cabrones" dijo forzando una sonrisa y una risa mientras se le cortaba la voz por el llanto,salimos de allí tropezándonos y cerramos la puerta a nuestras espaldas dejándo allí.
En ese momento mi cabeza de cría me decía que tenía que hacer algo especial para no olvidar nunca ese instante,y así fue,hice lo que algunos consideran una tonteria o algo forzado,en ese momento,al salir del hospital decidí que nombre le pondría a mi hijo.

edito:me habéis hecho llorar y ahora no puedo mas que poner esta carta que le escribió uno de los nuestros hace un par de años:
Desde la soledad de mi ventana, desde esta lenta vida carcelaria, en cada amanecer, nos seguimos acordando de ti.
En cada atardecer sigues siendo tan alto como el azul de los techos del cielo.
En cada anochecer sigues brillando como una estrella que se extiende más allá del firmamento.
Porque tú _____, siempre existirás donde te queremos, en nuestros corazones; porque te llevamos muy adentro y porque te seguimos queriendo.
Hoy la vileza y el recuerdo de tu ausencia impone un sol sombrío, usurpa todo lo que tu amistad, tu camaradería nos dice, pero nada podría impedir que te escriba, pues hasta el día en que mi corazón calle, seguiré fiel a nuestra amistad, escribiendo, hablándote y queriéndote.
El tiempo mina las ganas de los que no te conocieron, pero los que te conocimos y te seguimos recordando; los que te lloramos y seguimos llorando, nunca olvidaremos a un maestro como tú.

Son ya tres años abrazando tu ausencia, sin poder contemplar el brillo de tus ojos, tu sonrisa.
Quiero seguir soñándote noche a noche, día a día, porque en mis sueños hablas, sonríes, caminas.
Es vital creer que estás aquí, observándonos de cerca, incluso a veces nos tocas, nos rozas; de una forma u otra sigues estando presente.
En los días que el cielo está gris me acuerdo de cuando lo vi azul. Cuando sufro una derrota, recuerdo nuestros triunfos y nuestros logros. Recuerdo lo que hemos vivido y las alegrías que nos diste, las risas que nos echamos.

Intento olvidar los recuerdos tristes, deteniéndome en los buenos recuerdos. Cada noche es un misterio a resolver, cada día una oportunidad de luchar, de intentar ser feliz. Lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. El mejor triunfo es tener derecho a llamar a alguien “amigo”.
Descansa tranquilo, ____, no te preocupes por los tuyos, por los cercanos, están en buenas manos. Están y estarán para siempre acogidos en ese gran manto de cariño, de amistad, de calor, de dignidad y de solidaridad, comprometidos en la lucha por un mundo mejor.
Me despido en mi nombre, y en el nombre de tantos y tantos que te seguimos recordando día a día. Sigue mandándonos esa fuerza interior que nos hace levantarnos en momentos “chungos”. Seguirás en nuestros corazones.


“HAY HOMBRES QUE LUCHAN UN DÍA
Y SON MUY BUENOS.
HAY OTROS QUE LUCHAN MUCHOS AÑOS
Y SON MUY BUENOS.
PERO HAY QUIENES LUCHAN Y LUCHARON
TODA LA VIDA, ESOS SON IMPRESCINDIBLES
COMO LO HAS SIDO TÚ ____.
 
Dios nos libre del día de las alabanzas...
Desde luego, nada como un chapuzón de desgracias para subir la moral. Cómo somos.
 
dakilla rebuznó:
Dios nos libre del día de las alabanzas...
Desde luego, nada como un chapuzon de desgracias para subir la moral. Cómo somos.

En vez de postear para no decir absolutamente nada te ahorras el masuno

Este hilo de Inclito, es un hilo para apasionados/as y románticos/as, para que la gente se desahogue y comparta sus experiencias con nosotros. De las vivencias de los demás se aprende mucho, cuentanós la tuya, que seguro que la tienes:1
 
Yo si la vi irse, salía de mi casa besándome con los ojos llorosos después de que yo la dejara.

Me costó meses que se fijase en mi, millones de bromas, de sorpresas, horas y horas helado en su portal, pasándome por su trabajo y sacándole los colores, acorralándola, poniéndola en apuros, sonriendo y diciendole a la cara que todo eso era culpa suya, por encantarme.

Es.. por que aún lo es, preciosa, una carita que parece hecha por algún genio con un cincel y todo el tiempo del mundo, una sonrisa de esas que te dejan sin palabras, una dulzura al hablar increible, un cuerpo delgadito, unas tetas que nada tienen que ver con la delgadez de su cintura, su cadera, sus piernas su culo... son el mejor muestrario de braguitas del mundo.

Inteligente, con carrera, siempre cariñosa, siempre me hizo sentir querido, siempre atenta.. siempre venia corriendo a darme un beso, siempre se le hacia pronto la hora en que la dejaba en casa.

Pero.. yo soy un cabrón, y a veces es una putada, nunca le fuí fiel ni a ella ni a sus escotes, ni a sus besos.. tenía a la mejor, pero cualquier par de tetas me llamaba mas la atención.

La dejé, después de irme con cualquiera, cualquier dia en cualquier momento, durante muchas veces, la dejé por que en ese momento ella no me apetecía, aunque era todo perfecto, mis amigos la querian, me decian que ella era la hostia.. que me arrepentiría.

Pero no me salía de dentro, la dejé... por que es mejor no hacer nada por compromiso a hacerlo sin ganas y actuando, la dejé por que ya no la queria como ella a mi, la dejé deseándole lo mejor y aún es así, la dejé por que es preciosa, pefecta, es increible y yo .. yo no.

Pasó el tiempo y ni me acordaba de ella, y ahora, años después, cuando muchas otras han pasado por mi casa, mi cama o mi vida, me he dado cuenta que ella fué la mejor con diferencia, y la echo de menos ahora.. al pasar los años, cuando bajo solo a la playa y la busco a mi lado, cuando la busco en la cintura de la chica que baila nada mas entrar en la discoteca, la busco en la dependienta mas bonita del corte inglés, la busco en cada palabra dulce, en cada carita preciosa, la busco en todos lados, y cuando la ví, era de la mano con otro, es normal.. han pasado casi 3 años.

Y por .. no sé, por respeto a ella supongo, no intentaré liarle la cabeza otra vez, voy a dejar que sea feliz y seguro que conmigo no lo es, pero duele... duele haberla echado yo de mi vida y ahora no poder ir a recuperarla, es como una pelea conmigo mismo.
 
Tamara, has conseguido que de mis ojos caiga una lagrimilla.


Supongo que esa experiencia quedará ya lejos en el tiempo, pero por si aún lo necesitas... animos!.
 
Fue al principio de los ’80, fue muy duro, fue lo peor que me ha pasado, fue un error de la naturaleza, fue su desesperación.

Nos conocíamos de hace años, desde la niñez, desde que jugábamos en la calle, con nuestras bicicletas. Yo por aquel entonces, un muchachuelo, un mocoso, como los otros seis mocosos que compartíamos aventuras y desdichas, con nuestra inocencia, con nuestra inconsciencia. Nuestras bicis eran caballos y tan solo una rama hacia las veces de fusil, para jugar a juegos de la edad.

Apareció la hermana de un vaquero más, y quería formar parte de nuestro grupo, era la única mujer, pero tan inocente como nosotros.

Tras pasar algunos años, se fue transformando mi mente, mi interior, que yo sabia que no correspondía con mi cuerpo.

Pasaron los años y ella sentía por mí algo mas que por lo demás, y yo sentía que quería ser como ella, yo quería sentir como ella, me quería parecer a ella, quería tener un cuerpo como ella, mi mente traicionaba a mi cuerpo, y mis sentimientos se confundían, y luchaban contra mi cerebro. Ella me enseño, con ella aprendí y me sirvió de ayuda, me sirvió de confesor, me sirvió de amiga.

Con ella me sinceré y empezó a estar mi mente y mi cuerpo en armonía, hablábamos las dos, me vestía como ella, me enseñaba a sentir lo que sentía ella, me comprendía y me ayudaba, me aceptaba como yo era, y la quería como nadie en este mundo. Pero mis sentimientos no eran de amor, de pasión, eran porque veía en ella lo que yo quería ser.

Ella lo sabía, ella me conocía, ella me ayudó y en esa transformación que mi exterior hacia, ahí estaba ella, en silencio, a mi lado, enamorándose de mí perdidamente.

Fue una tarde, estábamos ella y yo como muchas otras tardes, vistiéndonos las dos con sus vestidos, pintándonos y peinándonos cuando me cogió de la mano, sin venir a cuento, sin más, porque si.
Me cogió la mano y me miro con una mirada triste, con unos ojos que expresaban algo más que amistad. Me toco la cara con su mano mientras aguantaba el lápiz de labios, me miró y el silencio se nos tornó un tormentoso momento donde ninguno quería aceptar su realidad. Ninguno quería aceptar su rol, era una tarde y se hacia de noche en la habitación.

Se desprendió una lágrima de sus ojos, y después otra lágrima, me miraba, las dos vestidas de mujer, me miraba y se derrumbó.

Sus ojos se entristecieron, mientras un destello de dolor atravesaba mi corazón, esta sintiendo como ella se había enamorado de mi. Ella sabia que mi cerebro quería ser de mujer, mientras mi cuerpo era de hombre, ella me había ayudado y había estado a mi lado, ella se había enamorado de la persona, se había enamorado de mí y yo no podía corresponderle.

En el silencio de su aviación la rodee con mis brazos, acaricie su pelo, su cara, sus hombros y sentía por ella cariño, sentía por ella comprensión, pero no sentía amor, yo no la quería a ella, yo quería ser como ella.
Nos miramos a los ojos y ella se acerco y me beso, me dio un beso tierno, un beso que le hacia daño, un beso que fue tan asombroso como bello. Yo le respondí, pero ella sabia que mi beso no era como el suyo, el mío era de comprensión, de amistad, pero no era de amor, y empezó una lágrima a caer por mi mejilla.

Los dos abrazados, los dos comprendiendo que aquello era imposible. Ella lo sabia, lo dijo, TE QUIERO, mientras sus lágrimas continuaban desprendiéndose de sus ojos.

Me levanté, me cambie de ropa y me fui, ella se quedo en su habitación, y yo cobardemente me alejé.

Fue el peor momento de mi vida, porque la mejor amiga que tenía se había enamorado de mí. Yo tenía el cuerpo de hombre, y ella me ayudó a ser mujer.

Ella, hoy en día es mi mejor amiga, la quiero con locura, y ella a mi, ella tiene su pareja y yo la mía, las dos sabemos lo que ocurrió, ella supo comprenderme, y se que aún, en lo mas hondo de su corazón, ese amor, no está apagado.
 
Un día, sin avisar, alguien me envió a pasar dos meses en el infierno, lugar donde no estaba él, sino algo extraño con su cara, y su cuerpo. Nunca una cara tan hermosa me dio tanto miedo. Le miraba y no veía nada, nada de lo que yo amaba. No podía soportar verle así, no podía soportar la agonía de forzar una sonrisa hasta el punto de dolerme los labios para que no sintiera mi pena, para transmitirle la tranquilidad que no sentía, para darle energía con el fin de que superase aquello. Y la eterna losa sobre mi corazón: ¿Y si no…? Ni siquiera me atrevía a configurar la frase entera.

Sólo entonces comprendí lo frágil de la felicidad, y deseaba volver atrás, para hacer todas esas cosas que habíamos aplazado para más tarde…todavía no había tenido un hijo con él, nunca habíamos vivido juntos, nos quedaban muchos lugares por recorrer y muchos besos todavía sin entregar.

Durante esos dos meses no recuerdo casi nada de mi vida. Solo viví para él, aunque él no era consciente. Comía, sí. Me odiaba a mí misma por no perder el hambre. Y trabajaba. Tenía que seguir avanzando, porque no podía quedarme tumbada como él.

Un día, sin avisar, las delicadas líneas del monitor, que decidían a qué lado de la puerta estaba, dejaron de bailar la marcha fúnebre para hacerlo al son de las cuatro estaciones. De repente, sin transición. Como se fue, vino. Y cuando a media noche tengo pesadillas con él en ese estado, tengo que despertarlo y hacer que me hable. Dice que no le molesta.
 
Mi historia se remonta al año 2001. Yo no me vi en la afortunada situación que comentáis de verla marcharse, lo mío fue peor, tuve que irme yo. Cuando me confesó que lo que había oído era verdad y me suplicaba que la perdonase, tuve una lucha interior a sangre y fuego. Porque, ¿cómo va a mentir alguien que lloraba así? Pero ya me había demostrado ser una mentirosa sin escrúpulos, ¿qué podía hacer? Sabía que de aquella lucha iba a salir el nuevo "yo" que iba a ser durante el resto de mi vida, y ahí estaba, sin haber pensado en que pasaría si confesaba, improvisando. ¡Cómo imaginar que lo reconocería! Cuando me decidí a confrontarla, di por supuesto que lo negaría, fuese verdad o mentira. No conté con lo débil que ella creía que era. Al final, en un arrebato de ira contenida y furia disimulada, me despedí de ella con un abrazo y un beso, con una sonrisa falsamente tierna y diciendo que siempre la recordaría. ¡Cómo no hacerlo! Fue una relación profundamente destructiva, un compendio de humillaciones y desesperanza que se había convertido en un sucedáneo del amor. Un sucedáneo realmente bueno.

Me dí la vuelta y no tardé mucho en venirme abajo. Espero que no llegara a verme, aunque debería darme igual. El año pasado volví a verla. Hizo como que no me conocía, y yo hice lo propio. Iba del brazo con otro idiota, como yo lo fui hace tiempo, y bebía los cubatas en dos tragos. Bien está lo que pronto acaba. Tantos años después, y sigo siendo el mismo que decidió cortar con ella, el mismo desconfiado, indiferente patológico. Ahora sé fingir mucho mejor que entonces, ninguna mujer sabrá nunca lo que pasa por mi mente cuando sonrío.
 
Me jode no tener ni una pizca de la sensibilidad que veo en vosotros, pero aun asi intentare escribir algo minimamente leible.

La despedida que me mato fue hace bastantes años, una compañera de clase a la que nunca mas pude volver a cruzar miradas. Ni la toque un pelo y curiosamente es de la que mas recuerdo.......... me jode la mucho.

Cuando me acuerdo de ella me dan ganas de ir al colegio robar su ficha de los ficheros y enterarme si puedo a donde se mudo.

Hace años no la dije nada, pero hoy por hoy la seria totalmente sincero de mis sentimientos.
 
Meditando, supongo que soy una rara avis que, previendo lo que estaba por acontecer, he sido yo quien, anticipándome, ha jugado a dar el portazo antes de verlo venir, así que elegí ser el primero que puso siempre cancelas entre mis -ex y yo. ¿Miedo? ¿Prevención? ¿Orgullo? Lo ignoro. Sólo he permitido, e incluso propiciado, que me rechazaran las mujeres que nunca tuvieron interés para mí y de las cuales jamás estuve enamorado.

Debe ser duro un rechazo tajante y brutal por parte de quien amas, de quien necesitas...

Debe ser duro haberse sentido abandonadas para quienes sintieron por mí lo que yo nunca sentí, aunque imagino que si no hubiera dado el paso, hubieran hecho conmigo lo mismo que yo les hice.

Pienso si no hubiera sido enriquecedor para mi espíritu que alguien me hubiese dejado tan desolado, tan vacío y anulado como alguno de ustedes han contado en sus mensajes.

Quizá necesitaría haber podido vivir ese pozo en el que nunca me he hundido para que al remontarlo pudiera sentir algo más y poder así, al reflotar, arrojarme alguna vez de nuevo en brazos del amor, algo que conscientemente sé que nunca sucederá.

No he sido rechazado, pero sí he rechazado. Qué importa.
Ganar, perder... ¿cuál es la diferencia?
 
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