Más que en momó's house yo estaba pensando más bien en el primer piso de alquiler en el que viví. Un sitio infame y cutre pero donde fui feliz y me hinché a follar como no he follado en mi vida. Es cierto, he tenido sexo salvaje con otras mujeres en otras épocas de mi vida (no con muchas, tampoco voy a pegarme el moco) pero no como cuando vivía en aquella casa enana y barata, con paredes que se desconchaban con mirarlas y un frigorífico muerto de hambre con la puerta del congelador roto.
No era momó's house pero me acompañaba mi ordenador torre que hacía un ruido infernal de ventilador, como de boeing preparándose para el despegue. Podía tirar horas y horas y horas a la basura ante su pantalla abombada, foreando, haciendo click en links de YTMND y chateando por MSN Messenger. Tenía trabajo y novia y todo el sexo loco (muy loco, con una loca) que podía desear. Ahora tengo muchísimo más dinero, mi trabajo es mucho más estable y tranquilo, vivo en un piso mucho mejor, más digno, pero no soy tan feliz como cuando tenía 24 años.