Quiero empezar el año (ya sé, es día 2…) abriendo un nuevo tema, ya reclamado por algún asiduo, pero que no hizo nada por crearlo: las embarazadas.
Supongo que debe ser la edad la culpable de tener con los años nuevas y más extrañas parafilias. Últimamente me ha dado por las embarazadas (especialmente tras regresar hace 2 semanas de un congreso en Tokyo, donde pude degustar auténticas maravillas "japolumínicas") y quise probar con la que más me seducía en BCN.
Como dijo Jack el destripador… "vayamos por partes". Primero la experiencia con la preñadita de BCN y luego os cuento lo de Tokyo. Sé que alguno empezará a ahorrar para el billete de avión. Por cierto… recomiendo el vuelo de Air France.
Nombre: Nicol
Edad: la presentan de 18 años (para mí, unos veintimuypocos)
Nacionalidad: brasileña
Dirección: Gran de Gracia, 215. Entlo. 3ª
Tel: 93 415 90 10
Se aparca: fui en taxi, pero me imagino que fatal (es Gràcia)
Anuncio Loquo:
https://www.loquo.com/ps/contactos/...s-lindas-sumisas-rasuradas-y-aninadas/6807657
Local:
www.masosado.com (no sé si aparece ella). Un clásico en BCN, con la misma decoración espantosa y setentera de siempre. No estaría mal que remozaran un poco todo aquello. La habitación donde nos pasaron es muy pequeña y nada iLUMInada. Tiene salas "equipadas" para sesiones de sado, pero muy patéticas.
Precio: 150€ / 1 hora
Tiempo con la chica: casi 90 minutos
Descripción física: brasileña de cara bonita, piernas delgadas (no flacas), culito respingón (muy a la brasileña), senos pequeños y pezones casi negros y muy prominentes. Barriga ya abultada, que se le nota más al ser ella muy delgada. Vulva depilada y vagina aún estrechita.
Besos: no besa en la boca y le cuesta besar, pero no rechaza que la besen en el cuello, mejillas, manos…
Tatuajes y/o piercings: un tatuaje muy pandillero en la mano (de lo que menos me gustó)
Francés: sin goma y sin papel a mano. Le gusta empezar de rodillas, lamiéndote desde el glande al escroto. Según ella, no lo acepta en la boca, pero yo me corrí en su boca y ni se quejó.
Implicación: desconcertante (sigue leyendo)
¿Chica recomendable? Si os dáis prisa, si tiene ganas y no se siente muy pesada, sí.
¿Para repetir? Tal vez cuando se embarace de nuevo… Para mí ya no debería trabajar.
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Para empezar, me equivoqué de piso y en lugar de ir al entlo. 3ª llamé al entlo 1ª, pero la chica me indicó muy amablemente que era el 3ª el que buscaba.
Me abre la madam de toooooda la vida del piso de Gran de Gràcia. No es un dechado de amabilidad y creo que con los años se está agriando cada vez más el carácter. Yo iba sólo por la chica embarazada, pero hice que desfilasen el resto de chicas. La verdad es que hay un par que están muy bien y si no trabajasen en ese piso, me gustaría conocerlas "a fondo".
Nicol entró con un conjunto transparente en negro, muy zorruna (demasiado para mi gusto) y con unos zapatos transparentes aún más desacordes con su gestación. Entró muy desganada y como había pagado 150€ y guardaba un recuerdo muuuuuuuy agradable de dos embarazadas en Tokyo (ya os he dicho que lo contaré al final) no quise que aquello fuera el Titanic en Gràcia. Le empecé a preguntar sobre el bebé, sobre ella y aquello pareció agradarle, porque empezó a sonreir y a meterme mano. Pese a que en el anuncio la presentan como "lactante", de eso nada: calostro y poco más. Para los neófitos en el mundo prenatal os diré que el calostro es un líquido trasparentoso-amarillento, muy denso y graso, del que apenas brotan unas gotitas antes del noveno mes de embarazo.
Le pedí que me masajeara con sus pezones, tanto por la espalda (hasta los telones), como desde la cara a los pies. Se empezó a poner muy cachonda y ya quería mamármela, cosa a la que me negué en redondo (qui paga, mana!). Ella se abría los labios (ya bastante hinchados y muy rojizos) para enseñarme lo mojada que estaba, pero yo quería que siguiera con el masaje. Al final se lanzó de cabeza y se la tragó casi enterita, tanto que me dio un poco de yuyu, pues noté sus dientes. Ella se estaba masturbando sólo en el clítoris y decidí averiguar si me dejaría meter mis dedos en su vagina (obviamente antes de entrar me lavé las manos a conciencia). No opuso resistencia y empecé a meter dedo tras dedo, hasta tener cuatro en su vagina. A todo esto, ella seguía dale que te pego y sin llegar a ser una garganta profunda (a lo mejor para ella sí lo es), tener 3/4 partes del pene en la boca me parece remarcable.
Saqué los dedos y le pedí que trajera un "juguete", pero me dijo que antes quería que yo me corriera. Le dije que nanay, que no quería largarme tan pronto y ella me dijo que no me preocupara, que estaba bien conmigo y que podría correrme dos veces. Pero como uno no es novato, preferí no correrme en ese momento y le insistí a que saliera. Me dijo que no, que antes uno de los dos se tenía que correr. Estimulé su punto g con dos dedos y a los pocos minutos se estaba corriendo y soltando pequeños chorritos de pis.
Y por fin salió en busca de juguetes…
Regresó con 4 consoladores y un butt-plug pequeñito. Empezó a jugar con el pene de goma más pequeño, sin llegar a metérselo. Me dijo que quería que yo se lo metiera. Lo que metí fueron mis dedos, para comprobar el grado de dilatación y decidí pasar del mini dildo y meter uno más grande. Aquello parecía no agradarle mucho y de repente se pone a mirar a todas partes, menos a mi (cosa que me cabreó y me cortó bastante el rollo). Eso me hizo pensar que no sentía mucho y le metí el más grande. Entonces ya se fijó más en lo que hacíamos. Empezó a decirme que le dolía (no se lo metí nada profundo, para no golpear el útero), pero ella no se lo quitaba. Cuanto más lo metía y lo sacaba más se quejaba, pero se reía. Ella se metío el butt-plug anal entero, de golpe y pese a ser bastante pequeño, no deja de sorprender ver algo así a poco más de un palmo de distancia. A los pocos segundo se lo saca y se mete un vibrador bastante grueso (el segundo en grosor), a palo seco, sin lubricante, ni aceite. Se tumba a 4 patas y me dice que sea yo quien se lo meta yo por el culo. Le puse un poco de aceite Johnson&Johnson y no me costó nada meter más de la mitad del dildo en su ano. Empecé a meterlo y a sacarlo rápido, para dilatarla y al rato, lo saqué muy lentamente. Ver aquel ano tan dilatado, su cara de cachondez mientras se apretaba los pezones y su barriga hacen que casi me corra con la simple estimulación visual.
Me puse aceite en la mano y sólo el temor a lastimarla (siempre se deben llevar guantes de látex!!!) me impidió hacer por primera vez un fisting anal en el piso de Gran de Gràcia… Y eso que he pagado unos cuantos allí!!! Tenía los 4 dedos de la mano derecha en su ano y sobraba espacio, tanto que 4 de la izquierda cupieron son problema. Nicol no paraba de soltar pequeños chorritos de pis con cada embestida de mis dedos y yo ya tenía el pene chorreando de su pis. Le pedí que me limpiara con su boca y lo hizo muy gustosa. Me preguntó si yo había probado la lluvia dorada y haciéndome el tonto le dije que no. Me dijo que me lo haría y que si yo quería, se lo podría hacer a ella.
Pasamos al baño: yo tumbado en la bañera y ella de pie, con un pie sobre el borde de la bañera. Se empezó a reir porque no le salía nada, así que tuve que volver a estimular su ano con mis dedos y esta vez si junté todos los dedos para que se me metiera "cuanto más, mejor". Tampoco fue un fisting anal, pero se le acercaba mucho. Poco a poco gotas de orina caían sobre mi pecho y ver como Nicol se mordía el labio inferior y sacaba la lengua me puso tan cachondo que decidí tomarle la palabra y hacerle una lluvia. Se tumbó de inmediato, con las piernas levantadas y abriéndose las nalgas me enseñó su ano dilatadísimo. Me costó Dios y ayuda no correrme con esa visión. Decidí serenarme y me lavé las dos manos con agua muy caliente, para acto seguido meter el mayor número de dedos en su vagina. Yo estaba arrodillado frente a ella y ella seguía abriéndose el ano para deleite de mis ojos. Pocas veces he tenido erecciones tan potentes y sentir como mi pene acariciaba su ojete dilatado y abierto y ver mis dedos hundidos en su vagina hicieron que sintiera que me iba a correr allí mismo. Me incorporé y eyaculé en su cara. Fue una eyaculación muy abundante y cuanto más soltaba, más ganas tenía de correrme. Pensé que ella pondría el grito en el cielo pero lo único que hizo fue exclamar "mucha leche"!
Sentía calambres en todo mi cuerpo, mezcla de un orgasmo muy intenso y de la incomodidad de las distintas posiciones en la bañera. Me senté en la bañera y ella empezó a jugar con el semen, pasándoselo por los pezones, chupándose los dedos y sacándolo, salivando. No soy hombre de muchos orgasmos, pero esa mañana necesitaba un segundo orgasmo, a poder ser en ese culito tan dilatable.
Tras enseñarle a estimular mi próstata, volvía a tener una erección que me permitía aventurarme a penetrar su culo. Tras dos fracasos al poner la goma, ella me dijo que le hicera algo que a mí me excitara, porque ella también quería follar. Le pedí que se abriera mucho de piernas y con la ayuda del aceite J&J empecé a dilatarla vaginalmente. Fue como un resorte y ahí se acabaron los problemas al poner el preservativo.
Follamos analmente en tres posiciones: misionero, a 4 y ella encima, de cara a mi. Le tuve que pedir que no fuera tan violenta, porque me masacraba los huevos con tanto brinco. Se puso tan cachonda que agarró una almohada para gritar. ¿Teatro? No lo sé… se puede esperar cualquier cosa de una "pro", pero que acabé empapado de nuevo, no lo puedo negar. Le dije que me quería correr en su boca y me dijo que no, que en la cara si. Ok… Me quitó el condón y como a los 4 segundos le dije que se apartara, pero siguió mamando y mamando, tanto que al final ya me dolía. Dejó que el semen cayera de su boca a mi pecho y jugó con él hasta que se empezó a poner frío y yo empecé a tiritar.
Ducha juntitos los dos muy sudorosos y con miradas cómplices. Antes de despedirse me dijo que quedaba pendiente mi lluvia sobre ella.
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De las mejores experiencias que he tenido (pagando) en mi vida.