La portada mas iconica de todos los tiempos, elegida por los fans, entiendo que para el medio de comunicacion Sky.
https://news.sky.com/skynews/Home/Sky-News-Archive/Article/20080641308084
Top 10 Most Iconic Covers:
1. Joy Division - Unknown Pleasures
2. The Stone Roses - The Stone Roses
3. The Beatles - Sergeant Pepper's Lonely Hearts Club Band
4. The Smiths - Meat is Murder
5. Led Zeppelin - Houses of the Holy
6. The Beatles - Abbey Road
7. Pink Floyd - The Dark Side of the Moon
8. David Bowie - The Rise and Fall of Ziggy Stardust
9. Paul Weller - Stanley Road
10. Sex Pistols - Never Mind the B*****ks
Originalmente formaba parte de la Enciclopedia de Astronomia de Cambridge.
La leyenda dice que el bateria
Stephen Morris le dejo esta pagina en un grupo de ideas al diseñador de
Factory Records,
Peter Saville. Este quedo deslumbrado ante la imagen (el grupo tenia claro no salir en la caratula dell disco) y decidio invertir los colores originales (lineas negras sobre fondo blanco) del
pulsar CP 1909.
Saville también decidió que con eso bastaba. Ni el nombre del disco ni el nombre del grupo acompañan el arte.
El año pasado el disco cumplio 30 años. En aquel momento, su impacto fue limitado (#71 en las listas generales de Gran Bretaña es poca cosa para uno de los mejores discos de la historia británica), pero hubo quienes sabían desde antes que Joy Division preparaba una leyenda. Por ejemplo, el gran
Tony Wilson (1950-2007), cabeza de la pequeña disquera
Factory, y quien puso los ahorros de su vida para ayudar en el prensaje inicial de 10000 copias. Tal era el amor y la fe de Tony por Joy Division que firmó el contrato del grupo con su propia sangre, a fin de demostrarles su compromiso.
Rob Gretton (1953-1999), el carismático manager del grupo, era otro devoto. Desde que los vio en vivo perdió la cabeza por ellos y prácticamente se impuso como nuevo representante de la banda. Fue él quien convenció a los muchachos de quedarse en Manchester y grabar para la pequeña discografica de casa en vez de irse a Londres y venderle el control creativo a una mayor. El tiempo probaría que aquella fue una de las mejores decisiones en la corta carrera del grupo.
De igual importancia y peso en la creación del mito es el nombre de
Martin Hannett (1948-1991), quien produjera los únicos dos discos de Joy Division, el debut que aquí celebramos, y el
Closer (1980). Hannett, también conocido como
Martin Zero, fue el hombre que le dio forma al sonido de Joy Division, creando así un sello musical totalmente innovador para ese entonces. Si se escucha Unknown Pleasures con esto en mente, no se puede dejar de pensar que este tipo merece una estatua.
Hannett escuchaba bestias en su cabeza, y trasnochaba después en el estudio hasta poder reproducirlas. Joy Division era la banda perfecta, el instrumento ideal para alcanzar ese sonido. Él, a su vez, era el productor ideal para proyectar el inusitado talento reunido en aquel grupo de músicos, particularmente para complementar la voz única que poseía el joven
Ian Curtis (1956-1980).
¿Qué importancia tiene un productor? Entre muchos posibles ejemplos, este es uno de los más claros. El primer trabajo en estudio del que la historia de Joy Division da cuenta lleva por nombre
An Ideal For Living. Es un EP de cuatro temas que mostraba el potencial del grupo, y que respondía a un sonido
más punk y menos post punk. La devoción que la banda cosecha nos lleva a tenerle cariño incluso hasta a este trabajo, pero basta escuchar
Leaders of Men a la par de
New Dawn Fades para constatar el brinco darwiniano que pegó el grupo tras el trabajo de Hannet.
Ralo, escalofriante, atmosférico, profundo, grave, sofisticado, así es el sonido que Hannett dio a Unkown Pleasures, no precisamente afín a la potencia y crudeza de las presentaciones en vivo del grupo. "
Ellos eran un regalo del cielo para un productor, los chicos no tenían idea de nada", diría años después Martin. Sin embargo, no en pocas ocasiones bajó la temperatura del cuarto de mezcla al cero absoluto, con tal de deshacerse de los inquietos muchachos quienes se preocupaban de perder demasiado su sonido punk rock. Otras veces símplemente los sacó pateando por la boca "
Al diablo muchachos, yo sé lo que estoy haciendo".
Peter Hook rebuznó:
Bernard y yo habríamos hecho un disco estandar de punk rock procurando decapitar a la gente con las guitarras. Martin en cambio creó una obra maestra y se aseguró de que perdurara por 30 años
¿Pero, Ian Curtis? Si bien es innegable que Joy Division fue la suma de cuatro grandes, fue su poesía y su voz la que hicieron de este grupo lo que es.
Peter Hook rebuznó:
Creo que la gente fue particularmente tocada por Ian, sus letras, su personalidad, y lamentablemente su muerte. Creó un contacto con muchísima gente solitaria y deprimida que sentía que no encajaba en la vida. Esa conección inició con Unknown Pleasures
Curiosamente, sus compañeros no tenían mayor idea del contenido de sus canciones sino hasta que grabaron el disco. Así de bulliciosas y energéticas eran las presentaciones en vivo. Quedaron asombrados, y ciértamente orgullosos. Ni siquiera para cuando grabaron Closer consideraron que aquellas ideas fueran realmente autobiográficas. Stephen Morris declaró recientemente que no fue hasta que Ian se suicidó que prestaron real atención al cotenido de las letras.
Curtis era un poeta, y un compositor brillante. Cuando uno repara en que solo un mes después de que su obra maestra, el gran single para la eternidad (la increíble, inolvidable e inmortal
Love Wil Tear us Apart) fuera lanzada (abril, 1980) el genio se quitó la vida, el escalofrío es sobrecogedor. Ian no llegó a sostener entre sus manos el segundo disco de Joy Division, que llegó a tiendas en Julio del 80.
Su talento no se limitaba a la pluma. En el escenario era un poseso. Su presentación era tan frenética que la primera vez que uno de sus ataques de epilepsia lo sorprendió cantando, todos los presentes pensaron que se trataba de Ian llevando al extremo su bizarra forma de bailar. Era imposible presenciar su acto y no quedar impresionado. "
Tocado por la mano de Dios" dijo en su momento Hannett, quien siempre celebró haberlos conocido en vivo y no a partir de su EP original.
Ian era el visionario. Los otros le seguían, pero realmente solo querían divertirse y no estaban al tanto de la dimensión de lo que estaban firmando en la historia de la música. Ellos mismos no tienen reparo en aceptarlo todos estos años después "
eramos un grupo de tontos que no entendía la mitad de lo que la crítica decía, ellos nos tomaban demasiado en serio y procuraban vernos como almas en pena". Ellos probablemente no lo eran, pero Curtis definitivamente sí.
Esa voz profunda de barítono resultó complemento perfecto para su lírica angustiante, que mantuvo siempre, a pesar de la sobriedad que incorporaría ese sonido reclinado al synth pop con el que terminó la banda, la característica agresividad del punk. En
Unknown Pleasures todo esto lo vivimos y lo experimentamos una y otra vez, siempre con el mismo grado de asombro.
Unknown Pleasures es atmósfera, es sentimiento. La batería helada, marcial, hipnótica, la línea de bajo fuerte y afilada, la guitarra que cruje, y que pareciera late con el alma, y esa voz. Esa voz.
Un disco inmortal