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El juego de la seducción a veces parece una mala partida de ajedrez. Dos adversarios intentando comerse cuantas más mejor sin que la otra parte adivine por dónde van los tiros.
No pocas parejas acaban en relaciones que duran años casi de manera accidental. Y una gran mayoría de las que se topan con un muro infranqueable lo hacen por no haber dicho las cosas claras desde el principio, con el consiguiente desperdicio de tiempo de ambos idiotas involucrados.
Cuando estaba aún conociendo a mi mujer, en su primera visita al país en el que vivo, mientras preparaba algo en la cocina y yo estaba desparramado en el sofá, me disparó a bocajarro, sin rodeos ni vaselina:
- ¿Tú quieres tener hijos?
- Eh... Sí -dudé porque no me esperaba esa pregunta, pero mi respuesta la tenía clara entonces-. ¿Y tú?
- Sí.
- ¿Cuántos?
- 5.
- Pues vamos a tener que ir empezando...
Poco después, hablando de los temas de inmigración y las distintas formas de arreglar las cosas para poder tener una relación que no fuera a distancia, también hizo gala de la asertividad del Este:
- Yo no me voy a ir a vivir contigo sin estar casados.
- Bueno, a ver... Esto, guau.
- No soy una versión de demo de un videojuego de la Play.
Estos dos ejemplos parecen casi una imposición, pero los recordaré siempre como las bases de una relación que funciona. Cuando las cosas están claras uno puede decidir bien informado. Cuando sabes dónde te metes, es mucho más difícil arrepentirse de decidir algo con toda la información disponible.
Los estadounidenses hacen acuerdos pre nupciales, que me parecen llevar las cosas a un extremo frío, impersonal y además tarde, porque son contratos para minimizar daños, más que para prevenirlos.
La gente cambia mucho con el tiempo y siempre se puede torcer o quien creyó querer algo cambia de opinión. Pero se pueden ahorrar muchos problemas y pérdidas de tiempo si se es claro.
Las conversaciones sobre el matrimonio o la familia se esquivan como una maldición, por miedo a que la otra parte se asuste. Y luego te ves con alguien que quiere un futuro opuesto al tuyo y lleváis 5 años de hacer el tonto. O simplemente tenéis fechas límite distintas, no estáis bien sincronizados y las cosas no pueden ir bien. O quizás os ayudaría hablar del tema para saber qué pensáis.
Tampoco tienen que ser temas tan serios, a veces el gusto por la fiesta, la vida social o la relación con la familia también son un problema si no hay acuerdo.
¿Qué conversaciones os parece que sería mejor tener cuanto antes?
¿Cuándo habéis puesto las cartas sobre la mesa a tiempo?
¿Cuándo se desveló la jugada demasiado tarde y lo pagasteis caro?
¿Alguna vez creéis que hablasteis antes de tiempo y se jodió algo que podría haber ido bien?
No pocas parejas acaban en relaciones que duran años casi de manera accidental. Y una gran mayoría de las que se topan con un muro infranqueable lo hacen por no haber dicho las cosas claras desde el principio, con el consiguiente desperdicio de tiempo de ambos idiotas involucrados.
Cuando estaba aún conociendo a mi mujer, en su primera visita al país en el que vivo, mientras preparaba algo en la cocina y yo estaba desparramado en el sofá, me disparó a bocajarro, sin rodeos ni vaselina:
- ¿Tú quieres tener hijos?
- Eh... Sí -dudé porque no me esperaba esa pregunta, pero mi respuesta la tenía clara entonces-. ¿Y tú?
- Sí.
- ¿Cuántos?
- 5.
- Pues vamos a tener que ir empezando...
Poco después, hablando de los temas de inmigración y las distintas formas de arreglar las cosas para poder tener una relación que no fuera a distancia, también hizo gala de la asertividad del Este:
- Yo no me voy a ir a vivir contigo sin estar casados.
- Bueno, a ver... Esto, guau.
- No soy una versión de demo de un videojuego de la Play.
Estos dos ejemplos parecen casi una imposición, pero los recordaré siempre como las bases de una relación que funciona. Cuando las cosas están claras uno puede decidir bien informado. Cuando sabes dónde te metes, es mucho más difícil arrepentirse de decidir algo con toda la información disponible.
Los estadounidenses hacen acuerdos pre nupciales, que me parecen llevar las cosas a un extremo frío, impersonal y además tarde, porque son contratos para minimizar daños, más que para prevenirlos.
La gente cambia mucho con el tiempo y siempre se puede torcer o quien creyó querer algo cambia de opinión. Pero se pueden ahorrar muchos problemas y pérdidas de tiempo si se es claro.
Las conversaciones sobre el matrimonio o la familia se esquivan como una maldición, por miedo a que la otra parte se asuste. Y luego te ves con alguien que quiere un futuro opuesto al tuyo y lleváis 5 años de hacer el tonto. O simplemente tenéis fechas límite distintas, no estáis bien sincronizados y las cosas no pueden ir bien. O quizás os ayudaría hablar del tema para saber qué pensáis.
Tampoco tienen que ser temas tan serios, a veces el gusto por la fiesta, la vida social o la relación con la familia también son un problema si no hay acuerdo.
¿Qué conversaciones os parece que sería mejor tener cuanto antes?
¿Cuándo habéis puesto las cartas sobre la mesa a tiempo?
¿Cuándo se desveló la jugada demasiado tarde y lo pagasteis caro?
¿Alguna vez creéis que hablasteis antes de tiempo y se jodió algo que podría haber ido bien?