LeChuck
Freak total
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@iskariote me dio la idea el otro día. Esos platos que tenéis en vuestro repertorio y cuyo origen no es español. Que igual no son recetas estrictas porque como no había sal del Aconcagua o carne de yak en el DIA% usasteis sal normal y carne de ternera. Ese plato de conejo asado (guiño guiño) que tanto os gustó cuando os fuisteis de vacaciones a Nigger.
Porque quien más quien menos se hace una pitsa, una chiscake o un curry. Y si tenéis alguna peculiaridad regional, pues también, que cojones.
Y como sospecho que el hilo puede caer a plomo sin participación, sobre todo ahora que es verano, empiezo yo con una lasaña que me he comido hoy, y ya lo doy por amortizado.
LASAGNE MOLTO ITALIANNNE (para 4, y más)
Como soy soltero y tal, separo el trabajo en dos días. Uno para la boloñesa, y otro para todo lo demás. Si las fotos parecen un poco pálidas es que la luz de la cocina es de quirófano. Además entienda el lector que uno no tiene seis brazos, que las fotos son una mierda y alguna se me ha olvidado. Lo que importa es el resultado final, que como esto tiene los mejores ingredientes, es sobresaliente.
DIA 1
Necesitaremos los siguientes ingredientes:
-1 vaso de vinacho tinto o blanco, al gusto
-500 gramos de carne picada de ternera y cerdo. Otra versión serían 400 gr. de ternera y luego unas salchichas de cerdo desmigadas. Unas buenas, no de Oscar Mayer
-1 cebolla pequeña o media mediana
-2 tomates medianos y buenos, con sabor. A ser posible pera
-1 ajo grande, y si al chef le parece, que le añada más
-2 ramas de apio que no irán completas por eso de quitarles lo feo antes de usarlas
-3 zanahorias medianas o 2 grandes
-Especias, sal y aceite
Podemos empezar picando el tomate. Lo pelamos y lo dejamos en un plato troceado para que suelte ese agua transparente que no tiene sabor pero sí acidez.
Ponemos en una cazuela un buen chorro de aceita de oliva. Picamos la zanahoria, cebolla, apio y ajo y los echamos a la cazuela cuando esta este caliente. Lo ideal sería que estuviesen picadas tan finas como la carne. Como eso es laborioso a mano, si no tenemos algún aparato a tal efecto usaremos el truco que se desvela al final.
Rehogamos las verduras hasta que la cebolla adquiera un tono dorado.
Añadimos la carne poco a poco, para que no se empiece a cocer y suelte agua. Revolvemos a menudo para que quede suelta y se haga de forma uniforme.
Después de un rato, cuando tengamos claro que ya esta lista, agarramos el tomate, le escurrimos el agua que haya podido soltar y lo echamos a la cazuela. Lo dejamos cocinarse hasta que los trozos se deshacen. Entonces añadimos el condimento, que es:
-Un pellizco gordo de orégano
-Un pellizco gordo de sal
-Un pellizco pequeño de nuez moscada
-Una miaja de pimienta
Esta lasaña es un plato suave, no una americanada de sabor explosivo. Debemos evitar los excesos, aunque con esta base ya cada uno que haga lo que le salga del pijo.
Con el condimento añadido echamos el vino, y dejamos la salsa haciendo chop chop entre una hora y dos, según las ínfulas de cada uno. La boloñesa es una salsa a la que tradicionalmente se deja cocinar largo tiempo con un fuego bajo.
Cuando la tengamos lista vamos a dejarla fina, librándonos de trozos grandes de zanahoria y cebolla. Para ello, cuando la temperatura de la cazuela se haya rebajado, evitando así un posible accidente que nos mande a la unidad de quemados, enchufamos la batidora y le damos unos viajes de forma controlada hasta dejar una salsa fina, sin llegar a la textura del cacaceite:
Corregimos el punto de sal y especias y guardamos en el frigo.
DIA 2
Para montar la lasaña necesitaremos:
-La salsa boloñesa
-1 paquete de láminas de pasta para lasaña de una marca decente, y si es buena buena mejor *
-125 gr. de mantequilla. Es lo que me va bien a mí. Otros usarán menos
-Harina a ojo
-Queso parmesano bueno
-Leche con sabor, es decir, entera, fresca y de buena marca
-Sal y nuez moscada
*Se pueden hacer las láminas caseras de la misma forma que se hace la pasta fresca. Es facilísimo y lo único que se requiere es perder tiempo
Rayamos el queso y lo dejamos por ahí en un cuenco. Necesitaremos una lasca pequeña, digamos que un puñado de queso rayado así a ojo.
Hacemos la bechamel:
Echamos la mantequilla en una cazuela y dejamos que se diluya al fuego. Ojo que no se queme.
Luego con una cuchara pequeña añadimos la harina mientras revolvemos sin parar, hasta que se adquiera una consistencia densa. Debemos tener en cuenta que mejor que sobre a que nos quedemos cortos. Con cinco cucharadas pequeñas bien cargadas de harina debería de ser suficiente.
Sin dejar de revolver añadimos poco a poco la leche. Medio litro debería de bastar, aunque mejor tener el resto a mano por si nos vamos quedando cortos.
Cuando tengamos una bechamel de consistencia ligeramente espesa añadimos sal y nuez moscada, probamos como anda de sabor y corregimos si hace falta.
Ponemos a hervir agua en una olla amplia, con la bechamel a fuego bajo por otro lado, vigilada, y revolviendo continuamente.
Cuando el agua vaya a hervir echamos las láminas de pasta, en mi caso de tres en tres, para ir al ritmo de construcción de la lasaña (en la bandeja cabían tres láminas por altura)
Ponemos la bandeja, echamos un pegote de bechamel y esparcimos para que cubra por completo el fondo de la bandeja. solo debe esparcirse por el fondo, no inundarlo.
Con una espumadera sacamos de una en una las láminas cuando tengan aspecto de estar bien hechas. Entre que queden pasadas o cortas de cocción mejor lo segundo. Porque luego hay que hornear.
Llenamos un recipiente grande de agua fría y echamos las láminas. Según entran, las sacamos con las manos, las escurrimos un poco con los dedos y las ponemos en la bandeja sobre la bechamel (tan pronto como las ponemos en la lasaña, añadimos más laminas al agua hirviendo).
Encima de la pasta echamos más bechamel, y luego dos buenos pegotes de boloñesa. Esparcimos bien la salsa y sobre ella espolvoreamos un poco de parmesano.
Una capa de la lasaña debe quedar así:
El orden es el siguiente:
1-bechamel sobre la bandeja
2-láminas de pasta
3-bechamel
4-boloñesa
5-parmesano
6-láminas de pasta
7-bechamel
8-boloñesa
9-parmesano
10-..............
Y así hasta terminar con los restos de la boloñesa y parmesano por encima. Hay quien no expondría a la vista la carne, sino que terminaría con laminas de pasta y queso a bulto, pero a mí me parece un poco zafio.
Podemos hornearla o mandarla al frigo para el día siguiente.
El horno, a unos 200 grados hasta que tenga buena pinta. Si las esquinas se empiezan a levantar para arriba porque se están secando más de la cuenta, cuando la lasaña tenga un aspecto gostoso sacamos la bandeja, la cubrimos con papel albal y para dentro otra vez hasta que calculemos que esta lista. El papel de plata acumulará humedad y las laminas de pasta en las esquinas quedarán al diente en vez de tiesas como Doritos.
Y a comer.
Me se ha olvidado hacer una foto de una sugerente porción en el plato con un poco de desenfoque de fondo instagramero, pero es que ya sabéis como es una lasaña por dentro.
Porque quien más quien menos se hace una pitsa, una chiscake o un curry. Y si tenéis alguna peculiaridad regional, pues también, que cojones.
Y como sospecho que el hilo puede caer a plomo sin participación, sobre todo ahora que es verano, empiezo yo con una lasaña que me he comido hoy, y ya lo doy por amortizado.
LASAGNE MOLTO ITALIANNNE (para 4, y más)
Como soy soltero y tal, separo el trabajo en dos días. Uno para la boloñesa, y otro para todo lo demás. Si las fotos parecen un poco pálidas es que la luz de la cocina es de quirófano. Además entienda el lector que uno no tiene seis brazos, que las fotos son una mierda y alguna se me ha olvidado. Lo que importa es el resultado final, que como esto tiene los mejores ingredientes, es sobresaliente.
DIA 1
Necesitaremos los siguientes ingredientes:
-1 vaso de vinacho tinto o blanco, al gusto
-500 gramos de carne picada de ternera y cerdo. Otra versión serían 400 gr. de ternera y luego unas salchichas de cerdo desmigadas. Unas buenas, no de Oscar Mayer
-1 cebolla pequeña o media mediana
-2 tomates medianos y buenos, con sabor. A ser posible pera
-1 ajo grande, y si al chef le parece, que le añada más
-2 ramas de apio que no irán completas por eso de quitarles lo feo antes de usarlas
-3 zanahorias medianas o 2 grandes
-Especias, sal y aceite
Podemos empezar picando el tomate. Lo pelamos y lo dejamos en un plato troceado para que suelte ese agua transparente que no tiene sabor pero sí acidez.
Ponemos en una cazuela un buen chorro de aceita de oliva. Picamos la zanahoria, cebolla, apio y ajo y los echamos a la cazuela cuando esta este caliente. Lo ideal sería que estuviesen picadas tan finas como la carne. Como eso es laborioso a mano, si no tenemos algún aparato a tal efecto usaremos el truco que se desvela al final.
Rehogamos las verduras hasta que la cebolla adquiera un tono dorado.
Añadimos la carne poco a poco, para que no se empiece a cocer y suelte agua. Revolvemos a menudo para que quede suelta y se haga de forma uniforme.
Después de un rato, cuando tengamos claro que ya esta lista, agarramos el tomate, le escurrimos el agua que haya podido soltar y lo echamos a la cazuela. Lo dejamos cocinarse hasta que los trozos se deshacen. Entonces añadimos el condimento, que es:
-Un pellizco gordo de orégano
-Un pellizco gordo de sal
-Un pellizco pequeño de nuez moscada
-Una miaja de pimienta
Esta lasaña es un plato suave, no una americanada de sabor explosivo. Debemos evitar los excesos, aunque con esta base ya cada uno que haga lo que le salga del pijo.
Con el condimento añadido echamos el vino, y dejamos la salsa haciendo chop chop entre una hora y dos, según las ínfulas de cada uno. La boloñesa es una salsa a la que tradicionalmente se deja cocinar largo tiempo con un fuego bajo.
Cuando la tengamos lista vamos a dejarla fina, librándonos de trozos grandes de zanahoria y cebolla. Para ello, cuando la temperatura de la cazuela se haya rebajado, evitando así un posible accidente que nos mande a la unidad de quemados, enchufamos la batidora y le damos unos viajes de forma controlada hasta dejar una salsa fina, sin llegar a la textura del cacaceite:
Corregimos el punto de sal y especias y guardamos en el frigo.
DIA 2
Para montar la lasaña necesitaremos:
-La salsa boloñesa
-1 paquete de láminas de pasta para lasaña de una marca decente, y si es buena buena mejor *
-125 gr. de mantequilla. Es lo que me va bien a mí. Otros usarán menos
-Harina a ojo
-Queso parmesano bueno
-Leche con sabor, es decir, entera, fresca y de buena marca
-Sal y nuez moscada
*Se pueden hacer las láminas caseras de la misma forma que se hace la pasta fresca. Es facilísimo y lo único que se requiere es perder tiempo
Rayamos el queso y lo dejamos por ahí en un cuenco. Necesitaremos una lasca pequeña, digamos que un puñado de queso rayado así a ojo.
Hacemos la bechamel:
Echamos la mantequilla en una cazuela y dejamos que se diluya al fuego. Ojo que no se queme.
Luego con una cuchara pequeña añadimos la harina mientras revolvemos sin parar, hasta que se adquiera una consistencia densa. Debemos tener en cuenta que mejor que sobre a que nos quedemos cortos. Con cinco cucharadas pequeñas bien cargadas de harina debería de ser suficiente.
Sin dejar de revolver añadimos poco a poco la leche. Medio litro debería de bastar, aunque mejor tener el resto a mano por si nos vamos quedando cortos.
Cuando tengamos una bechamel de consistencia ligeramente espesa añadimos sal y nuez moscada, probamos como anda de sabor y corregimos si hace falta.
Ponemos a hervir agua en una olla amplia, con la bechamel a fuego bajo por otro lado, vigilada, y revolviendo continuamente.
Cuando el agua vaya a hervir echamos las láminas de pasta, en mi caso de tres en tres, para ir al ritmo de construcción de la lasaña (en la bandeja cabían tres láminas por altura)
Ponemos la bandeja, echamos un pegote de bechamel y esparcimos para que cubra por completo el fondo de la bandeja. solo debe esparcirse por el fondo, no inundarlo.
Con una espumadera sacamos de una en una las láminas cuando tengan aspecto de estar bien hechas. Entre que queden pasadas o cortas de cocción mejor lo segundo. Porque luego hay que hornear.
Llenamos un recipiente grande de agua fría y echamos las láminas. Según entran, las sacamos con las manos, las escurrimos un poco con los dedos y las ponemos en la bandeja sobre la bechamel (tan pronto como las ponemos en la lasaña, añadimos más laminas al agua hirviendo).
Encima de la pasta echamos más bechamel, y luego dos buenos pegotes de boloñesa. Esparcimos bien la salsa y sobre ella espolvoreamos un poco de parmesano.
Una capa de la lasaña debe quedar así:
El orden es el siguiente:
1-bechamel sobre la bandeja
2-láminas de pasta
3-bechamel
4-boloñesa
5-parmesano
6-láminas de pasta
7-bechamel
8-boloñesa
9-parmesano
10-..............
Y así hasta terminar con los restos de la boloñesa y parmesano por encima. Hay quien no expondría a la vista la carne, sino que terminaría con laminas de pasta y queso a bulto, pero a mí me parece un poco zafio.
Podemos hornearla o mandarla al frigo para el día siguiente.
El horno, a unos 200 grados hasta que tenga buena pinta. Si las esquinas se empiezan a levantar para arriba porque se están secando más de la cuenta, cuando la lasaña tenga un aspecto gostoso sacamos la bandeja, la cubrimos con papel albal y para dentro otra vez hasta que calculemos que esta lista. El papel de plata acumulará humedad y las laminas de pasta en las esquinas quedarán al diente en vez de tiesas como Doritos.
Y a comer.
Me se ha olvidado hacer una foto de una sugerente porción en el plato con un poco de desenfoque de fondo instagramero, pero es que ya sabéis como es una lasaña por dentro.
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