Poesia escatologica e infrahumana. Acto III

El_Pouto_Topo rebuznó:
Es usted una musa con suerte, Asta. Sin lugar a dudas tiene usted la endivia ahora mismo echa caldo de pecera de langosta.
Con decirle a usted que hasta me he mictado de forma incontenible ya le digo todo...
 
Voy a atreverme y todo. Si eso ya escribiré el desenlace.

Un día alubioso (I)

No hay cosa más violenta,
no hay cosa más bizarra,
que invitar a tu parienta
a comer judías blancas.

Dispuestos los comensales,
se sirve primero a los nuevos,
y papá espera ansioso
arrascándose los huevos.

Sonríe y me mira mi novia,
está pasando un buen rato,
cuando me acabe las alubias,
me la llevo y se la clavo.

No hay conversación,
no hay televisión,
sólo se oye a mi padre
arrascando el requesón.

Se pede mi madre, pede mi hermana
Pede el periquito, se pede mi almorrana,
Pede mi padre, mi cuñada,
pede toda la familia,
va el abuelo y se nos caga.

Quién limpia ahora a este hombre,
menuda papeleta,
que pase el dedo y chupe,
lo que no mata, alimenta.

Nadie se decide,
mamá comienza el sorteo,
le ha tocado a la parienta,
le apunta con el dedo.

Ella está que arde,
coge y se rebota.
Demasiado tarde,
el abuelo está en pelotas.
 
Arriba Pie